Va ganando 'chapuza'.
No se sabe bien por qué pero ese es el vocablo que escogen los encuestados entre las más de noventa mil palabras, según cuentan, que tiene nuestro vasto idioma.
Es probable que un buen número de encuestados no sepan muy bien lo que significa pero lo tienen al alcance para expresar todo aquello que no les gusta de cierta actuación o cierto desarrollo. Es un término recurrente, o sea, muy válido, para cuaqluier cosa negativa.
Dos acepciones lexicográficas, en efecto, nos dan el alcance de chapuza: obra o labor de poca importancia y obra hecha sin arte ni esmero.
A los ciudadanos les gusta el vocablo. No quiere decir ello que todos los españoles sean chapuceros pero sí se ve que está muy extendida la idea de que hacemos o nos comportamos sin mucho rigor o sin mucha calidad que digamos.
Cosas del carácter. Así como en tiempos nos distinguió la picaresca, ahora, en la sociedad del conocimiento, nos revela la chapuza. A saber si no forma parte de aquélla.
Cambiando de tercio: lo que no es una chapuza es el triple título del Barcelona F.C. en la presente temporada. Ese fútbol, esas estrellas, ese estilo...
Hoy estarán que no caben en sí de gozo los barcelonistas.
Para quienes piden que nos asociemos al éxito de un equipo español, de acuerdo. Pero ni una mísera bandera española fue vista en aquel inmenso festejo.
No importa. Vaya éxtasis el suyo. Enhorabuena. Que lo disfruten.