La
noticia de un doble fallecimiento de personas muy conocidas en la
ciudad, dos buenos amigos, con papeles destacados en los ámbitos
turístico, financiero y deportivo, genera esta entrada que se
publica en una fecha completamente inusual como es el domingo.
Mañana
lunes recibirán cristiana sepultura los restos mortales de Pedro
(Peri) Real González, apoderado del extinto Banco Exterior de España
y Argentaria, jugador que fuera del Arenas, Once Piratas y Gara, así
como secretario general y presidente del Club Deportivo Puerto Cruz.
Peri
desempeñó con buenos oficios su pasión por el fútbol. Jugó de
defensor, habitualmente por el lado derecho, aunque también central. Recio y contundente,
excelente marcador, buen salto. Incluso en las modalidades de aficionados y
veteranos, ya con el célebre Tim Playa, lució sus
cualidades. Ni el sobrepeso frenó sus ímpetus y subidas por la
banda. Un gran coleccionista: de fotos, de recortes de prensa, de sellos y de monedas. Raro era el amigo que, habiendo viajado al extranjero, no le traía alguna. Dedicó unos cuantos años a los despachos y la gerencia futbolística:
metódico, organizado, pulcro en las formas, fue inicialmente
secretario general y luego presidente del primer equipo
representativo. Trabajó junto a Tomás Reyes, Pedro González de
Chaves y Rojas y Alberto Hernández Illada. Era muy respetado en el
ámbito federativo. Su implicación fue determinante para impulsar
algunas normas de organización y la puesta en marcha del Trofeo
Teide, uno de los más antiguos del fútbol español.
También
nos dejó ayer Enrique Ortí Través, hijo de un célebre músico y
compositor, Leopoldo, a quien dedicaron una calle en su localidad
natal, Cheste (Valencia). Se dedicó de lleno al turismo, contribuyó
al esplendor del sector en el Puerto de la Cruz y trabajó durante
muchos años en el afamado hotel 'Valle Mar', gozando en todo momento
de la confianza de la propiedad. Ortí participó en numerosas
promociones y atesoró una experiencia valiosísima para proyectar la
marca portuense en ferias, promociones y mercados. Fue de los
primeros en premiar la fidelización de clientes, a los que
personalmente atendía en el hotel. También fue pionero en la
constitución de grupos de empresarios y profesionales. De hecho
activó la fundación del Club 13, aún en funcionamiento. El acto
del sepelio tendrá lugar a primera hora de la tarde de hoy.
Peri
Real y Enrique Ortí lograron una estela muy estimable de dedicación
familiar, profesional y social. Dos personas comprometidas, dos
buenos amigos que invirtieron esfuerzos en el progreso de los demás.
Les recodaremos.
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