En febrero de 2014, después
de FITUR, saludamos con expectativa cordial y positiva el acuerdo que
se había alcanzado para convertir el Puerto de la Cruz en un destino
SICTED, esto es, disponer de un sistema que favoreciera la
experiencia y la satisfacción del cliente con tal de mejorar la
oferta y la gestión que aguardan los turistas. Sobre todo, si con
ello se logra identificar y extender el concepto de mantenimiento,
una palabra clave en una ciudad de servicios que, por desgracia,
apenas se ha cultivado en algunos campos. Y los tiempos, como se
sabe, no están para que las pocas inversiones que se hagan, a los
pocos meses haya que repararlas o completarlas. “Los empresarios
que han decidido incorporarse -escribíamos entonces- confirman que
el interés existe y que iniciativas tales, de tener continuidad,
servirán para hacer un destino diferenciado. Factores y cualidades
hay. Los afectados, si es que son conscientes de lo que se juegan,
deberán echar resto”.
El Sistema Integral de Calidad
Turística Española en Destinos -eso identifica las siglas SICTED-
es, básicamente, un proyecto de mejora de la calidad de los destinos
turísticos promovido por la Secretaría de Estado de Turismo y la
Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que se
desarrolla con empresas y servicios turísticos con el objetivo de
mejorar la experiencia y la satisfacción del turista. Se trata de
una metodología que proporciona un sistema integral y permanente de
gestión de la calidad en un destino turístico con una nueva
concepción de los resultados esperados, es decir, un trabajo
enfocado hacia la mejora continua a partir de una actitud de
recuperación y puesta en valor de los recursos y del espacio.
Por lo tanto, la primera
premisa es asumir una conciencia integral del destino. La segunda,
una identificación de objetivos comunes de los agentes implicados.
El SICTED pretende un nivel de calidad homogéneo en los servicios
ofrecidos al turista dentro de un mismo destino, de manera que, tal
como se explica en su declaración de intenciones, “no se aprecien
deficiencias de calidad sustanciales entre los diferentes productos
(agentes) que componen la oferta en el destino y, con ello,
condicionamientos negativos de la percepción y satisfacción de los
turistas”.
Pues bien, resulta interesante
que el Consorcio Urbanístico para la Rehabilitación del Puerto de
la Cruz esté desarrollando, en el marco de este programa, sesiones
de trabajo de carácter formativo sobre utilización y aplicaciones
de herramientas digitales para empresarios y profesionales que están
siguiendo desde dentro el proceso de modernización. Se trata de
aportar conocimientos y contrastar información sobre el
posicionamiento de la marca, reputación en línea, publicidad
digital o gestión de marcas en redes sociales.
Es interesante para pulsar los
cambios que se viven en el sector turístico y predisponer a los
profesionales en los avances que se van produciendo en un contexto de
innovación del que algunos venimos hablando desde hace años. Para
competir, decíamos, hay que innovar y cualificar. Pero de ello
tienen que ser conscientes los propios agentes y operadores
turísticos que se desenvuelven en un destino determinado con el que
se tienen que identificar y a cuyo desarrollo han de contribuir.
Ninguna de las actividades
identificativas de un destino turístico y que forman parte de su
oferta debe estar ajena a ese doble objetivo. Ni el comercio ni la
restauración ni el ocio nocturno ni la información directa ni el
transporte se entienden ya sin un hilo conductor, sin una
homogeneidad en sus planteamientos orientados a la consecución de un
producto sólido y competitivo.
Casi cincuenta firmas y
profesionales portuenses disponen ya de la distinción “Compromiso
con la calidad turística”, que acredita el cumplimiento de los
requisitos establecidos en la metodología y reconoce el esfuerzo por
la mejora continua. Si se quiere alcanzar y ofrecer unos niveles de
calidad homogéneos en todos los servicios turísticos, así como
aumentar la satisfacción de los visitantes y fomentar, de paso, la
fidelización de los mismos, hay que ser prácticos y trabajar, desde
dentro, con estas miras.
Para alcanzar esos deseables niveles falta y mucho que se impliquen las administraciones que planifican y gestionan la ciudad. Quedan tantos proyectos por concluir que se podría realizar una ruta turística para visitarlos: Ampliación del Jardín Botánico; Mirador en La Paz desde calle Ciprés hasta la trasera del Semiramis; Solares en zona de Las Cabezas con casas derruidas o promociones sin terminar; Parque San Francisco; Estación de Guaguas ¿qué hacer con el Iders? otro tanto con el Hotel Martianez; Arreglo general de escaleras, jardineras y fachadas de los polígonos El Tejar y San Felipe; Piscinas Municipales; Barranco San Felipe; no vendría mal dar una capa de asfalto por muchas calles de La Paz (si exceptuamos la vía que lleva al Riu Garoé y la bajada al Masaru el resto está en unas condiciones pésimas.... y me resisto a incluir aquí el gran muelle con su parque marítimo. Ojalá que nuestras administraciones sigan el sendero de esas firmas y profesionales en la búsqueda de la "calidad".
ResponderEliminarUn saludo
Ricardo Soriano