Aún dura el impacto por el atentado o
intento de asesinato del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, el pasado
miércoles en la localidad de Handlová. No es para menos: en el núcleo de la
vieja Europa, a la que allá por los ochenta del pasado siglo, se le había
secado la ropa, según cantaran Serrat y Sabina, se produce in intento de
magnicidio. Y las tensiones vuelven a subir, por consiguiente. Ni estamos
acostumbrados ni queremos más revoltillos de los que multiplican los miedos y
el desapego hacia la política. Para colmo, el ejecutivo de Fico ha
culpabilizado a la oposición política de aquel país y a los medios de
comunicación de un ataque, que vistas las imágenes, son un cúmulo de desatinos,
especialmente desde el ángulo de la seguridad. Parece increíble.
Han hecho llamamientos a la calma,
después de que algunos representantes institucionales hablaran de riesgos de
contienda civil. Los pelos de punta. En la vieja Europa, la que se prepara para
unos comicios legislativos. Según el ministro del Interior eslovaco, el
presunto atacante "confesó haber actuado basándose en la
información" a la que tuvo acceso en los medios de
comunicación. El sospechoso culpa al primer ministro de la supresión de la
Fiscalía Especial, del cese de la ayuda militar a Ucrania, de la injerencia en la televisión pública y destitución del
presidente del Consejo de la Judicatura. El ministro del Interior sugirió que habría
repercusiones para los medios de comunicación. "Les digo
esto a todos, especialmente a todos los "maestros del mundo" detrás
del teclado, que actuaremos con firmeza y sin concesiones", dijo Matus
Sutaj Estok, ministro del Interior y miembro del Consejo Nacional de la
República.
Por su parte, la presidenta saliente
eslovaca, Zuzana Caputova, así como su sucesor, Peter Pellegrini, hicieron un
frente unido para pedir la calma. "Queremos
hacer un llamamiento a todos a ser responsables. Salgamos del
círculo vicioso del odio y las acusaciones mutuas. Lo que pasó ayer fue un acto
individual, pero el ambiente tenso de odio fue nuestro trabajo colectivo",
dijo Caputova. Por su parte, el presidente
electo Peter Pellegrini también pidió a los partidos políticos eslovacos que detengan
o suspendan su campaña para las elecciones europeas con el fin de
no generar más enfrentamientos.
El suceso es lo suficientemente grave
como para minimizar la trascendencia de sus repercusiones. Europa requiere
cohesión. Y un dato llamativo: el interés de los ciudadanos por las próximas
elecciones aumenta diecinueve puntos respecto a 2019, según el Eurobarómetro
del pasado mes de abril. El sondeo muestra en España un aumento en la intención
de voto, que pasa del 55% al 70% con respecto a 2019. Un 58 % muestra interés
por los comicios, frente al 39 % de hace cinco años.
Pero ahora llega un iluminado y hace
que esto se tambalee. La vieja Europa, la que se le secaba la ropa.
Buenos días, Salvador:
ResponderEliminar¿Cómo está? Soy Jessica, la autora de la Herencia, no sé si me recuerda.
Me parece muy interesante su artículo y hay algo que me inquieta, esta situación de ‘guerra fría’, que esperemos que no estalle nunca…
En fin, la semana que viene presento de nuevo la Herencia en el Puerto y llevaré ejemplares del ‘Alma de la Bailarina’, espero verle por allí.
Un saludo y gracias por la reseña tan genuina que hizo de mi libro.
Gracias Salva ..voy a leerlo. .
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