viernes, 20 de junio de 2025

Decálogo para la soledad no deseada

 

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) acogió días pasados el acto de presentación del decálogo de características de las políticas públicas de soledad no deseada del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES), una edición que recoge las políticas públicas diseñadas para prevenir y combatir el aislamiento involuntario en España, donde el problema afecta a una de cada cinco personas y genera un coste de unos catorce mil millones de euros anuales. El decálogo ha sido elaborado a iniciativa de Fundación ONCE por el grupo de trabajo del que forma parte la FEMP.

La guía aboga por abordar el aislamiento involuntario de forma transversal y advierte de que, si no se “priorizan” políticas preventivas, atajar el problema saldrá “caro”. Para ayudar a las administraciones a diseñar medidas en esta línea, el trabajo ofrece también una lista de buenas prácticas de entidades públicas y privadas con la esperanza de que sirva como “fuente de inspiración y referencia para el desarrollo de políticas públicas”.

Durante el acto, Cristina Montalvá, directora de Igualdad y Políticas Locales de la FEMP, ha resumido el trabajo realizado desde que la crisis sanitaria generada por la pandemia situase a la soledad no deseada en el debate público, y ha destacado que “para que una entidad local pueda garantizar los derechos de las personas, los cuidados centrados en la persona y en la comunidad deben convertirse en un elemento transversal del conjunto de las políticas públicas. Cualquier acción que se emprenda ha de incluir esa mirada y por ello es fundamental contar con las entidades locales en las actuaciones de proximidad”.

Por su parte, Matilde Fernández, presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada – SoledadES de la Fundación ONCE, señaló que, según el Barómetro Nacional de 2024, “una de cada cinco personas en España manifiesta haber vivido soledad y un 13,5 % padece una soledad crónica”, vinculada no solo a la falta de relaciones, sino también al “desempleo, la pobreza, la salud, la discapacidad o vivir solo sin desearlo”. Ha apelado a la acción colectiva: “Hemos de actuar con las personas, reforzando habilidades afectivas y sociales, y en los entornos, generando comunidad, barrios participativos y políticas inclusivas”.

Durante la presentación del decálogo se han puesto de relieve distintas visiones sobre la complejidad del fenómeno y la necesidad de respuestas coordinadas desde lo público y lo privado. El acto se completó con una mesa redonda sobre políticas públicas.

Decálogo

Los puntos consignados en el decálogo como recomendaciones para diseñar políticas públicas de soledad no deseada son, según la FEMP, los siguientes:

  1. Incluir la perspectiva de la soledad en acciones y programas, aprovechando las infraestructuras y servicios sociales, culturales, deportivos, educativos y de salud, ajustando programas y recursos para reducir el aislamiento y promover la conexión social, e identificando servicios que contribuyen a reducir la soledad.

  2.  Adoptar un enfoque transversal, mejorando el impacto de las políticas mediante la colaboración entre áreas de gobierno, y planificando espacios públicos accesibles que promuevan la interacción social.

  3. Desarrollar acciones a nivel individual y comunitario con apoyo psicosocial, acompañamiento y formación en habilidades sociales, creando redes vecinales y revitalizando espacios públicos para fomentar la conexión social.

  4. Fomentar el enfoque comunitario, diseñando iniciativas inclusivas que eliminen barreras y fomenten la participación comunitaria, y facilitando la creación de nuevas relaciones y promoviendo el intercambio intergeneracional.

  5. Experimentar e innovar, probando soluciones innovadoras y monitoreando y evaluando los resultados para ajustarlas, mejorarlas y escalarlas.

  6. Trabajar de manera colaborativa con todos los actores, involucrando a entidades sociales, empresas, sociedad civil y ciudadanía en la lucha contra la soledad, y facilitando la creación de redes de apoyo y voluntariado.

  7. Capacitar y sensibilizar a toda la sociedad, desde profesionales hasta la sociedad en general, para desestigmatizar la soledad y promover una cultura de conexión social y apoyo mutuo.

  8. Priorizar acciones preventivas, actuando antes de que la soledad se cronifique, utilizando recursos de manera eficiente, informando sobre los riesgos de la soledad y promoviendo la prevención a lo largo de la vida.

  9. Mejorar el conocimiento, seguimiento y evaluación, utilizando datos y estudios para diseñar intervenciones efectivas, y monitoreando y evaluando programas para conocer su impacto y efectividad.

  10. Adaptar las políticas a distintos contextos y grupos, considerando sus necesidades específicas, adaptando las políticas a las características de áreas rurales y urbanas, abordando las necesidades de los colectivos vulnerables.

jueves, 19 de junio de 2025

Las inquietudes de Pedro Lasso

 

Pedro Lasso Purriños (Puerto de la Cruz, 1948-Santa Cruz de Tenerife, 2025) fue acumulando inquietudes a lo largo de su vida, además de esmerarse en su faceta de funcionario, licenciado en Derecho, técnico de Administración General, que ejerció en los ayuntamientos de Puerto de la Cruz y Adeje y culminó en la Inspección General de Servicios del segundo Gobierno de Canarias que presidió Jerónimo Saavedra. Fue condecorado en su día por la Encomienda de la Orden del Mérito Civil que le impuso la entonces delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias San Sebastián.

Pedro era sensible con el cine -hasta incursionó en un corto de la primera sección de estudiantes del Instituto de Estudios Hispánicos de Canaria, a principios de los años sesenta-, con la fotografía, con la heráldica, con el municipalismo, con la comunicación audiovisual y con la estadística electoral, que a todo eso dedicó buena parte de sus afanes. Siempre con seriedad y con un rigor que le hizo ganarse el respeto de quienes fueron mentores de sus obras o le encargaron algunos menesteres.

(Después de la primera censura en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, en 1995, presentamos una moción relativa a la consideración de municipios turísticos. Lasso quiso dejar su sello. No prosperó la iniciativa pero los fundamentos sirvieron para posteriores criterios de la Federación Canaria de Municipios (FECAM) a la que contribuyó a desarrollar).

Años después, publicaría algunos libros que merecieron excelente críticas no solo por sus acabados impresos sino por sus llamativos contenidos. En uno de ellos, ‘35 años de ayuntamientos de mocráticos’, se recoge, de manera detallada, los datos de los consejeros y consejeras del Cabildo Insular de Tenerife, así como de los alcaldes y concejales de cada uno de los treinta y un municipios de la Isla que salieron elegidos por los ciudadanos en las primeras elecciones democráticas de abril de 1979.

En el acto de presentación de la obra estuvo el presidente de la Corporación, Calos Alonso; acompañado por el consejero insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristóbal de la Rosa; el propio Pedro Lasso; el que fuera alcalde de Santa Cruz en 1979, Manuel Hermoso, recientemente fallecido y el consejero del Cabildo en aquellas elecciones, Lorenzo Dorta.

El libro es un homenaje al que fuera presidente del Cabildo, José Miguel Galván Bello, y a sus 27 consejeros y consejeras; a los 31 alcaldes y a los 480 concejales y concejalas que afrontaron con ilusión la construcción de la democracia tras muchos años de dictadura. Recoge también los partidos que se disputaron en las urnas el devenir político de la Isla, y hace una mención especial a los que protagonizaron aquella época y ya han fallecido.

El propio Pedro Lasso fue consejero del Cabildo de Tenerife desde 1983 hasta 1991. Además, dirigió e impartió diversos cursos a funcionarios y opositores de la Administración Local.

Igualmente, redactó el texto base de la Federación Canaria de Municipios (Fecam) sobre la Ley del Fondo Canario de Financiación Municipal. Participó, además, en el grupo de trabajo compuesto por el Ministerio de Hacienda y la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) responsable de la Modificación de la Normativa de Gestión Recaudatoria Municipal y Provincial.

Y es el autor, como hemos dicho, de varias publicaciones, como ‘Sinfonía de verano y balada de otoño, ‘Canarias y la monarquía parlamentaria (1977-2000)’ (cuya rúbrica compartió con Adrián García Rojas y Sixto Peraza Padrón), ‘Heráldica institucional de Canarias’, ‘Blasones de los municipios canarios’ y ‘César Manrique, homenaje de ida y vuelta’.

Se convirtió, ya al final de su etapa en activo, en analista electoral, tanto de la Radiotelevisiòn Canaria como de Radio Club Tenerife (SER). En cierta ocasión, intervino como pregonero de las Fiestas de Julio del Puerto de la Cruz.

Era ocurrente, bromista y a la vez, muy juicioso. Y para muchos que le escuchaban, a veces, le perdonaban una cierta insistencia, esa pesadez no siempre soportable.



miércoles, 18 de junio de 2025

Recuerdos de Manuel Hermoso Rojas

 

Recién había tomado posesión de su escaño en el Congreso de los Diputados, cuando Manuel Hermoso Rojas, que compatibilizaría este cargo con el de alcalde de Santa Cruz de Tenerife, comparecía en directo en un programa que conducíamos los sábados al mediodía en Radio Nacional de España en Canarias.

-Yo no entiendo que se vaya a unas Cortes a pasar lista-, dijo en un momento de la entrevista, en una referencia crítica a María Dolores Pelayo que ya oficiaba como secretaria primera de la cámara.

-Pero esa es la función que le correspondía, estaba cumpliendo con un cometido-, le espetamos.

Cuando terminó la emisión, Hermoso, con el brazo por encima, en la puerta del estudio, caballeroso, nos dijo:

-Tienes razón. No debí hacer esa afirmación.

A partir de entonces, mantuvimos una buena relación que se acentuó cuando en 1989, el PSOE y las entonces Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), firmaron una alianza para gobernar las islas bajo la presidencia de Jerónimo Saavedra Acevedo.

A Hermoso le correspondió la vicepresidencia primera, mientras ejercíamos en la Dirección General de Relaciones Informativas. Tuvimos oportunidad de hacer algunas tareas conjuntas, a partir de aquel asesoramiento personal que dispensamos en ocasión de la primera entrevista que le hicieron en Televisión Española en Canarias, un hecho que agradeció con mucha sinceramiento. Aquello duró lo que duró porque no hubo quien sacara de sus rígidas aristas, a Carlos Solchaga, entonces ministro de Economía de Felipe González Márquez, y la controversia del Régimen Económico Fiscal (que ya habitaba entre nosotros, pero menos), y sustanció la ruptura de una entente tras la que se forjó un incipiente nacionalismo, trufado del insularismo que era lo que de verdad latía en la Comunidad. Cada uno de la suya, de su isla y canarios todos, se decía entonces.

Fuimos testigos de la sorpresa que le había preparado José Carlos Mauricio, el viejo león comunista que llegó a sonar para suceder a Santiago Carrillo pero que ya había mostrado sus inclinaciones cuando propició el desbancamiento de Carmelo Artiles en el Cabildo Insular de Gran Canaria y luego apoyó sin reservas la operación censura a Saavedra, pensando “en los supremos intereses de la tierra y del sentimiento”, que luego cuajó en nacionalismo. La sorpresa se consumó el día de su toma de posesión en la capital grancanaria, en el exterior de la nueva sede presidencial, recién estrenada por cierto. Unos cuantos fieles, reclutados por Mauricio, auparon en hombros a Hermoso y le vitorearon a la salida del acto. ¡Quién lo iba a decir!

El nuevo presidente canario iniciaría ahí una nueva fase de su trayectoria política que se prolongaría hasta la siguiente legislatura. Fue una trayectoria desigual, preocupada en las relaciones con Madrid, con la Administración General del Estado (AGE), y con Bruselas, cuya evolución estructural e institucional seguía avanzando y comportaba significativos cambios, especialmente en los ámbitos financieros y luego con el problema desatado de las migraciones irregulares.

Hermoso, si nos permiten el tópico, había sido, en política, cocinero antes que fraile. Dedicó a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife los afanes propios de quienes llegaban a la democracia (en 1979 ganó con la Unión de Centro Democrático, UCD), con ganas de aprender, de abrir caminos y hacer que sus municipios se transformaran. Luego, ya con la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), sacó réditos (como no podía ser de otra forma) del Carnaval e hizo del municipalismo una bandera respetable, con impulsos a los avances sociales e infraestructurales sustanciados en buena parte en las consignaciones presupuestarias plurianuales de la Comunidad Autónoma.

Se ganó el aprecio y el afecto de los santacruceros. Tuvo en Asunción, su esposa, un sobresaliente pilar de apoyo. Y contó con eficaces colaboradores (uno de ellos, Adán Martín, de algún modo su sucesor natural) que moldearon y proyectaron su obra, la de un político entusiasta, amante de su tierra, que será recordado.


lunes, 16 de junio de 2025

Los titulares trampa

 

La comunicación digital ha cumplido, en 2025, treinta años. Los datos comparativos reflejan rotundamente las diferencias: el consumo de medios en papel -hasta circulan rumores de que una empresa canaria se plantea disminuir la edición impresa a un día del fin de semana- se ha reducido a mínimos históricos: solo una 14 % de la población española lee la edición en papel frente al 42 % de 2008. Está claro que los españoles preferimos utilizar internet aunque las noticias no sean la prioridad. En su lugar, enviamos mensajes y navegamos por las redes sociales. Unas redes que, paradójicamente, nos saturan de información rápida y constante. Y así, ese “digitalizarse o morir” de los medios se convierte en un reto permanente. O consiguen destacar entre la maraña de contenido online y captar nuestra atención, o sus posibilidades de mantenerse a flote peligran.

A mediados de los años 2000, la encrucijada ya era clara para los medios impresos: digitalizarse o arriesgarse a morir. Esta es la cuestión, este es el debate. Rafael Sarralde, director general y cofundador de la edición en español de ‘The Conversation’, responsable de la relación con universidades, centros de investigación y fundaciones, licenciado en Ciencias de la Información y Máster en Periodismo en UAM/El País, ha trabajado como periodista especializado en información educativa en medios locales y regionales con una larga experiencia en comunicación institucional, escribe sobre la brecha informativa entre medios y audiencias. Los medios -señala- funcionan como intermediarios entre la actualidad y la opinión pública. Los periodistas son “mensajeros” que nos informan de lo que no conocemos de primera mano: sucesos, guerras o incluso los resultados de un partido de fútbol.

Pero las cosas han cambiado, ya se sabe. Algunos estudios señalan cómo la mayoría de los usuarios no accedemos a los medios. Las redes y las aplicaciones (apps) de mensajería instantánea son nuestras nuevas “mensajeras”. Solo de vez en cuando, si consiguen llamar nuestra atención lo suficiente, hacemos clic en las noticias.

Esto provoca una brecha informativa, ya detectada en nuestro país. Mientras las portadas de los medios destacan la actualidad económica, política o social, el público lee y comparte noticias de deportes, sucesos o celebridades. Y de quién es la culpa, se preguntarán. En un entorno digital saturado y competitivo, que depende económicamente de las visualizaciones, los medios intentan destacar para lograr lo que algunos expertos y profesionales  llaman “periodismo de fácil consumo”. Utilizan atajos y tácticas para vender la información como atractiva, urgente o inusual y así captar la atención del público.

Estas técnicas desplazan el criterio periodístico y priorizan el marketing y las preferencias de la audiencia con tal de que acceda a la noticia y, por tanto, se pueda monetizar. Es decir, que si antes los medios nos ofrecían en sus páginas temas de política, economía o sociedad, ahora también publican curiosidades, vídeos impactantes y “Las cinco cosas que haces mal al conducir”. Porque, por la brecha informativa, saben que nosotros encontraremos y “picaremos” en esas noticias, aunque no aparezcan en sus portadas.

Sarralde apunta con acierto: el titular que vende, pero no informa.

Entre las técnicas más utilizadas por los medios para llamar nuestra atención está el clickbait –titular cebo–. El clickbait o gancho se basa en dos criterios estratégicos: la presentación de información incompleta, engañosa, confusa o llamativa y la inclusión de contenido sensacionalista.

La información incompleta usa titulares como: “Los mejores productos que no te puedes perder”, “¿Sabías que…?” o “Siete destinos exóticos increíbles”. Apelan a nuestro lado racional y a nuestra curiosidad para resolver la incógnita. El sensacionalismo, por su parte, recurre a nuestro lado emocional: anécdotas, desastres, descubrimientos, curiosidades, consejos…

El clickbait es una estrategia deliberada que intenta atraer al lector y mantenerlo el máximo posible en la página. En sus inicios, lo utilizaban los tabloides y los pseudomedios, es decir, webs que imitan la apariencia de los medios tradicionales, pero dedicadas a desinformar y promover una agenda ideológica a través de la polarización y el populismo. Sin embargo, su expansión a los medios convencionales o tradicionales ha puesto en entredicho tanto la calidad de los contenidos periodísticos como la confianza que la audiencia deposita en ellos.

Sarralde concluye que el titular gancho no es inocuo. Al contrario, resulta tóxico porque desinforma y hasta desenfoca el contenido más importante de las noticias. mLos medios omiten datos clave mediante lagunas informativas o interrogantes incontestados, pero también tratan de impresionarnos y generar impacto.

El clickbait no solo afecta a temáticas irrelevantes o anecdóticas que entran en la agenda periodística, sino que se cuela en la actualidad política e internacional de las portadas. Pero es entre los contenidos más leídos por la audiencia, más propios de deportes o celebridades, donde triunfa. Las redes, sin embargo, no lo difunden en tanta medida.

Esta diferencia entre lo leído y lo compartido puede deberse a que, una vez clicamos en estos titulares, nos damos cuenta del engaño y no los difundimos. Otros autores, sin embargo, sugieren que podría deberse a nuestra necesidad de “guardar las apariencias”: leemos curiosidades o temas de famosos (más tendentes al clickbait), pero no queremos que nuestro entorno lo sepa. Por eso mismo, compartimos contenido sobre política o movimientos sociales, aunque no lo hayamos leído.

La presencia de clickbait en la prensa de prestigio indica un “efecto contagio” en los medios serios, tanto por sus temáticas como por la forma de presentárnoslas. Aunque no domina la oferta de estos medios ni se anuncia de forma mayoritaria en sus portadas, está en su agenda y funciona. Una realidad en la que los medios están dispuestos a sacrificar parte de su agenda a cambio de retenernos.

Esta elección tiene consecuencias, con una tendencia en aumento que provoca que el público desconfíe y evite las noticias. Por consiguiente, una manera de desinformar. Es fácil de apreciar en esa cantidad de informaciones que, tituladas de una manera o incluso insertando alguna fotografía, luego no tienen correspondencia con el contenido. Los titulares tramposos abundan, es el problema.

Los medios pasan, así, de la crisis económica a la crisis de la relevancia. Una situación que no se soluciona aumentando de modo forzado los clics, sino que debe encontrar modelos alternativos para ser sostenibles y confiables para los lectores.

Al otro lado, concluye Sarralde, la audiencia, desinformada y manipulada por las falsas expectativas del clickbait, merece una mayor atención y recursos de alfabetización mediática para no morder el anzuelo.

domingo, 15 de junio de 2025

Jardín Botánico, una frustración más (parte 2 y final)

 

Hay antecedentes sobre este particular. En septiembre de 2005, cuando ejercíamos tareas de concejal en el Ayuntamiento portuense, ya en la oposición, el Grupo Municipal Socialista presentó una propuesta para garantizar la gestión pública del Jardín. Su texto era el siguiente:

Algunos medios de comunicación se han hecho eco a lo largo de los últimos días de la posibilidad de privatización del Jardín Botánico, enclavado en nuestro término municipal.

Se trata de un recinto de profundo valor histórico y científico cuya gestión corresponde a la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias.

El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz cedió hace unos años unos terrenos colindantes con el destino finalista de la ampliación del Jardín, hecho consignado en algunos ejercicios presupuestarios de la Comunidad Autónoma de Canarias aunque no materializado completamente.

El Jardín Botánico debe constituir un recurso primordial no solo de conservación e investigación sino un soporte promocional que contribuya a la proyección turística del municipio.

En ese sentido, hay que esmerarse en la consecución de su ampliación, negociando ante quien proceda la agilización de los proyectos correspondientes.

Las características de este recinto, por otro lado, aconsejan que siga siendo de titularidad pública, incluso en lo que a gestión se refiere.

En consecuencia, se propone que el pleno adopte acuerdo del siguiente tenor:

1º Trasladar al Gobierno de Canarias la oposición a que el Jardín Botánico del Puerto de la Cruz sea privatizado, siquiera parcialmente.

2º Solicitar al mismo Gobierno de Canarias que agilice los proyectos previstos para la ampliación del Jardín Botánico, asegurando su realización en el horizonte temporal 2006-2008.

3º Facultar al alcalde-presidente para que disponga lo que sea procedente con el fin de producir y ejecutar el acuerdo adoptado.”

El acta de la sesión señala que “sometido a votación el referido dictamen, una vez debatido el asunto, fue rechazado, por mayoría (8 votos a favor de su aceptación de los concejales del Grupo Municipal Socialista, 11 votos en contra de los concejales del Grupo de Coalición Canaria y del concejal no adscrito D. Luís Gómez Pérez, y 2 abstenciones de los representantes del Partido Popular). En consecuencia, el Excmo. Ayuntamiento Pleno acuerda, por mayoría, desestimar la propuesta anteriormente transcrita del Grupo Municipal Socialista”.

El debate aportó una vertiente interesante, válida incluso para contrastar la voluntad y la visión política. El alcalde-presidente de entonces, Marcos Brito Gutiérrez, asumió -solía hacerlo- la negativa de su Grupo y anunciaba la recuperación de una iniciativa consistente en promover la declaración del Jardín Botánico como Patrimonio de la Humanidad. Replicamos -figura en el acta de la sesión- ofreciendo “nuestro apoyo ciego” a esa iniciativa. “Esperamos con ello no incurrir en excesos o que no incurran otros en excesos”, dijimos antes de rematar: “¡Qué contraste sería el ver en manos privadas una parte de la gestión de un Patrimonio de la Humanidad!”.

De la iniciativa nunca más se supo. De las obras de ampliación, ahí las tienen, inacabadas. Y ahora vuelve a hablarse de la privatización, con la que se han mostrado en desacuerdo los grupos de oposición en el consistorio local. La controversia aflora. Los responsables deben informar, aclararse y fijar posición política. El Jardín Botánico, desde luego, merece, de una vez por todas, un tratamiento a la altura de sus valores histórico, científico y turístico.

Febrero de 2009. Título ‘El Botánico, de la nostalgia a la ampliación’. Escribimos el enésimo reclamo. Decíamos:

Es una joya, es lo que quisiera tener cualquier alcalde en su municipio. Uno lo recuerda como aquel lugar exótico y llamativo, casi el único al que excursionar durante los años de adolescencia y juventud. “Vayan con cuidado, que esa carretera es muy peligrosa y los coches pasan volando”, aconsejaban quienes intentaban disuadir de la visita recurrente. A ver el árbol de Tarzán. Y a juguetear con los pavos reales. A gozar de la frondosidad y del olor a verde. Aquel fue el escenario, además, de alguna clase de ciencias naturales en el bachillerato.

El Botánico, siempre el Botánico. La auténtica denominación, la que aún conserva es el Jardín de Aclimatación de La Orotava. Es el segundo en antigüedad de toda España. Sus orígenes hay que situarlos en el reinado de Carlos III, fruto de las actividades desarrolladas durante la Ilustración o el Siglo de las luces. La finalidad científica era muy clara, según el interesantísimo trabajo histórico elaborado por Arnoldo Santos Guerra, jefe de la Unidad de Botánica de este singular recinto: la Corona deseaba contar con un lugar donde poder sembrar las plantas de mayor interés existentes en las colonias de Filipinas y América, tratando de conseguir su aclimatación a condiciones más frías que permitieran su posterior traslado a Madrid y a los jardines reales de Aranjuez.

El profesor Santos aporta otros datos de la gestación del Jardín. La Real Orden para su establecimiento fue firmada en el palacio de La Granja (Segovia), como resultado de las gestiones hechas por Alonso de Nava y Grimón, apoyadas por el ministro de Justicia, Porlier Sopranis. Al fallecimiento de Carlos III, la memoria y los planos de los que se disponía fueron remitidos por Nava a la Corte para el emplazamiento definitivo y la construcción del Jardín, hasta que fueron aprobados por el sucesor, el Rey Carlos IV.

El Botánico ha sido un recurso sorprendentemente olvidado, excluido en otros tiempos hasta de las promociones turísticas. Recuerdo haberlo reivindicado en ocasión de una convocatoria científico-didáctica que llevó a cabo la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, cuando pudimos dar las primeras noticias del proyecto de ampliación que habíamos impulsado desde la alcaldía (1999-2003), iniciativa que mereció el respaldo de Manuel Fernández Galván, un excelente director general de la Consejería de Agricultura y Pesca del Gobierno de Canarias.

Con él, trabajamos sobre el primer proyecto, logramos consignación presupuestaria en las cuentas generales de la Comunidad Autónoma y asistimos a los primeros movimientos de tierras y acopio de materiales. Parecía que lo más difícil, desbloquear y poner en marcha una ambiciosa actuación, estaba logrado. Lamentablemente, las obras quedaron interrumpidas en el siguiente mandato.


La broma de don Juan Carlos


Hay una anécdota que contar sobre el espacio destinado a la ampliación, durante unos cuantos años utilizado como recinto deportivo en el que la Administración competente, con buen criterio, jamás dejó construir, razón por la cual hubo que recurrir a un vestuario ambulante que, si mal no recordamos, llegó a ser criticado por José María García cuando éste andaba por Antena 3 Radio.

Ocurrió en 1985, el año de la inauguración de las instalaciones del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), hecho que congregó a representantes de las casa reales europeas y varios jefes de Estado. Los terrenos fueron acondicionados -se hizo una siembra de césped en un tiempo récord- para que allí aterrizaran los helicópteros que habrían de trasladar a las personalidades al hotel de alojamiento (el Botánico, en concreto) y a los recintos del Astrofísico.

Cuando llegó el helicóptero de los (entonces) Reyes de España, las aspas produjeron tal ventolera y levantaron tal polvareda que hubo miembros de la corporación municipal que tuvieron que asirse de unos mástiles allí instalados en tanto que las señoras agarraban sus faldas y trajes. Una bandera nacional se desprendió y salió en volandas. Duró poco pero la situación debió ser muy cómica, porque don Juan Carlos y doña Sofía bajaron muy sonrientes y cuando saludaban a las autoridades locales, don Juan Carlos bromeó sin reservas:


-Desde el aire se os veía muy apurados, ¡eh!


Proyección científica y turística


Parece que la ampliación es una realidad y sólo hay que congratularse. En su día, cuando la reivindicación aludida, nos propusimos que el Jardín Botánico se convirtiera en un recurso de primer orden y que la ampliación habría de servir precisamente para eso. Argumentamos una doble proyección: la científica y la turística.

La primera, con un formidable campo para proseguir las investigaciones, para profundizar en estudios sobre la biodiversidad y para analizar -se empezaba a hablar de ello entonces- la evolución del cambio climático. Con instalaciones apropiadas, desde el renovado Jardín se habría de contribuir decisivamente a esos fines.

Y en cuanto a la turística, es evidente que el recinto constituye un reclamo para cualquier visitante y por tanto se convierte en un elemento sustantivo de la oferta que haga el municipio allí donde quiera que se promocione.

El Jardín Botánico, en fin, esa joya que precisa de un pulido. Y que cuando concluya la ampliación de la que es objeto, lucirá en todo su esplendor.

La pregunta, a día de hoy, es cuándo estará finalizada. Porque, claro, en junio de 2022, hubo otra ocasión para abordar la ampliación frustrada desde el ángulo periodístico. Decíamos:

La idea de que el Jardín de Aclimatación de La Orotava (más conocido como Jardín Botánico de Puerto de La Cruz) sea un recurso ambivalente, científico y turístico, cobra fuerza. El proyecto fue presentado días atrás por el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y por la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca, Alicia Vanoostende, ambos acompañados por el alcalde de Puerto de la Cruz, Marco González, y la consejera de Gestión del Medio Natural y Seguridad en el Cabildo de Tenerife, Isabel García, entre otras autoridades. Se trata de un centro de visitantes que deberá estar en funcionamiento en el segundo semestre del próximo año.

El presidente Torres, tras observar el vídeo que muestra cómo quedarán las instalaciones, señaló que existen muchos motivos para “estar contentos porque es maravilloso ver lo que será la realidad de un proyecto integral que comenzó en 2007, que ahora desarrollará su tercera fase y que tiene un plazo de once meses. Como siempre decimos, intentaremos que sea lo más corto posible para que se pueda abrir en el verano de 2023” (Otro verano -decimos ahora- en la crónica de la frustración).

Los trabajos, que cuentan con ese plazo de ejecución y un presupuesto de 2,9 millones de euros, consisten en dotar al centro, ya construido, de los elementos expositivos y divulgativos necesarios para poder abrirlo al público, de forma que pueda desarrollarse la actividad de divulgación para la que ha sido concebido. La realización de los trabajos corre a cargo de la empresa pública estatal Tragsatec, adjudicataria del proyecto.

El Jardín de Aclimatación de La Orotava, que depende del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), organismo adscrito a la Consejería de Agricultura, plantea este proyecto con el fin de consolidar un medio para la sensibilización con mensajes claros acerca del mundo botánico y vegetal. También con la finalidad de que el público adquiera conciencia sobre el hecho de que las plantas y los árboles son seres vivos. Además, habrá contenidos sobre la evolución y adaptación vegetal ante distintos factores y el papel de la flora en el desarrollo global de la vida.

Los usuarios del centro de visitantes podrán hacer un recorrido bajo el lema ‘La vida secreta de las plantas’. En torno a ello, los contenidos se han distribuido en cuatro bloques, que son: Las plantas y nosotros, Evoluciones, Inteligencia vegetal y Sentido y sensibilidad.

Según informaba el gobierno municipal de entonces, el aspecto más innovador del espacio es que el modelo expositivo se centra en piezas de arte, concretamente en esculturas de gran impacto visual que apoyan los mensajes educativos que se quieren transmitir.

El proyecto está pensado para contribuir a la interacción del visitante, desde la concepción de los espacios hasta los usos a los que se destinarán todos ellos, pasando por el diseño, el mobiliario, las estructuras expositivas y la redacción de contenidos.

El centro de visitantes ofrecerá un espacio multidisciplinar donde esculturas y montajes artísticos faciliten la interacción de los visitantes. Así, el recorrido favorecerá que el público analice y reflexione sobre los mensajes que se quieren transmitir a través de los elementos plásticos.

La infraestructura tiene una superficie aproximada de dos mil quinientos metros cuadrados, distribuidos en un sótano y dos plantas. El sótano acoge una sala de exposiciones, otra para escolares y un espacio para laboratorio de prácticas, así como una sala de audiovisuales.

En cambio, la primera planta acogerá una pequeña tienda, una cafetería y un restaurante, mientras que la última consistirá en una cubierta a modo de mirador hacia el Valle de La Orotava y el propio Jardín Botánico.

En el mismo recinto, también se dispondrá de áreas de descanso pensadas como zonas de contemplación de los bloques escultóricos. Estas pretenden ser zonas de reflexión, aprendizaje e interacción gracias a los recursos expositivos de las que están dotadas.

El alcalde entonces, Marco González Mesa, agradecía el que parecía ser impulso definitivo a un espacio que comenzó su construcción hace quince años y “que ahora por fin -decía- cuenta con proyecto, financiación y lo que es más importante con una idea y un objetivo claro para que sea un nuevo espacio único y atractivo para la ciudadanía y nuestros visitantes”.

González se congratuló asimismo que todas las administraciones han llevado a cabo la tarea para hacer realidad “este proyecto que aúna a la historia y al legado de la ciudad, una visión vanguardista que habla no solo de la ciudad y su pasado, sino también del futuro que queremos para nuestra ciudad y para nuestras islas”.

En fin, el nuevo Botánico. Un dotacional que enriquece la oferta turística del municipio y proyecta la realidad científica y cultural desde este mismo espacio. Muy válido.

Desconoce quien les habla si algunas de las características consignadas siguen siendo válidas o son aprovechables para acometer la actuación. Que continúa pendiente, que representa una auténtica frustración, como hemos ido desglosando.

En un cuadro sinóptico, para ir concluyendo, situaríamos algunos hitos.

En 1988, comienzan las obras que han sufrido más de treinta años de vaivenes, retrasos y modificaciones.

En 2019, hay una primera recepción de las obras; pero se constata que no existe proyecto para su desarrollo botánico de la infraestructura.

En 2020, el Gobierno de Canarias destina quinientos mil euros a mejorar el Botánico.

En 2022, es presentado el nuevo proyecto para el centro de visitantes. Los trabajos cuentan con un plazo de ejecución de once meses y un presupuestos de 2,9 millones de euros. Los objetivos que se pretenden son:

. Poner en valor los recursos naturales y culturales de la zona.

. Fomentar el desarrollo de un modelo de turismo sostenible.

. Crear un espacio que transmita al visitante una concienciación clara de respeto y cuidado hacia el medio ambiente.

. Se quiere favorecer la interacción de los visitantes, a la vez que recorren un recinto a modo de parque temático.

Pero estamos a mediados de 2025 y aquella escena de la guagua se podría reeditar. Estamos ante una frustración, de esas que caracterizan a la ciudad donde, por las razones que sea, los proyectos se eternizan. No falta imaginación pero se estanca el emprendimiento. Hay voluntad pero la capacidad de gestión -y aquí somos culpables todos- hay que acreditarla. Más y mejor seguimiento, más y mejor acción resolutiva. Nos gustaría que la causa de la ampliación del Botánico fuera abrazada por todos y hasta se convirtiera en una suerte de canto de rebeldía que rompiese el conformismo, la resignación o la indolencia.

Perdonen si estas palabras suenan a utopía pero hay hechos y motivos que en la vida exigen una toma de posición y estamos, sin duda, ante uno de ellos. No puede ocurrir que pase más tiempo sin una voluntad política clara, acompasada por una cooperación interinstitucional eficaz y operativa, orientada a la consecución de una meta que haga honor a un esfuerzo histórico e impulse nuevos afanes científicos, sociales, culturales y turísticos.

La asociación de vecinos Botánico, en colaboración con el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, ha dado hoy este paso que ojalá despertara conciencias. Nuestro reconocimiento por su iniciativa que ojalá sea correspondida.

La descripción emocionada del paisaje nativo encuentra en los versos del insigne poeta portuense Luis Rodríguez Figueroa tiene su propio espacio poético que nos permite seguir imaginando, entre madreselvas y azahar:


“Tendido al pie del valle, como el aduar del moro,

pareces un modesto tranquilo palomar,

cuyos aleros cubre magnífico tesoro

de blancas madreselvas y flores de azahar”.

Pero también al valle de Taoro cantó el poeta con entusiasmo fervoroso por el maravilloso ambiente natural en uno de sus sonetos:


“¡Salud! valle risueño, que grabado

va siempre en mi ardorosa fantasía,

yo en tu seno tranquilo he despertado;

y al sentir en mi ser tu poesía,

con amante fervor la lira mía

entono el himno del hogar sagrado”.

Ampliación, jardín, valle risueño, ardor fantástico, hogar sagrado… No se trata de volver al pasado: eso es imposible. Se trata de acabar con las frustraciones, construir y acceder al futuro como las exigencias de la sociedad ameritan.

Así sea.


sábado, 14 de junio de 2025

EL BOTÁNICO, UNA FRUSTRACIÓN MÁS (1)

 

Agradecemos a los promotores de la convocatoria la confianza y la oportunidad de intervenir en esta conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, este año dedicada a reivindicar el Jardín de Aclimatación de Plantas de La Orotava, cuya denominación, popularmente aceptada, es el Jardín Botánico del Puerto de la Cruz. Aquí está emplazado, aquí se ha consolidado durante siglos y aquí, si alguna vez cristaliza el proyecto de ampliación, va a seguir siendo -ojalá que con una denominación actualizada- un recurso científico, cultural y turístico de primer orden.

El Día Mundial del Medio Ambiente es una jornada que se celebra el 5 de junio desde 1973. Se estableció en 1972 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).

La institucionalización de la fecha se da en el contexto de la primera gran conferencia sobre cuestiones medioambientales, conocida como la Conferencia sobre el Medio Humano o Conferencia de Estocolmo, celebrada en junio de ese mismo año. Su finalidad era resaltar que la protección y la salud del medio ambiente son cuestiones fundamentales que afectan el bienestar de la población y el desarrollo económico mundial. Además, pretendía motivar a individuos, empresas y comunidades a convertirse en agentes activos del desarrollo sustentable o sostenible y equitativo.

Ese mismo día, también se aprobó la creación del Programa de las Naciones Unidas parea el Medio Ambiente (PNUMA), que ha representado un papel crucial en la coordinación de las actividades a escala mundial para este día.

La fecha, cada 5 de junio, coincide con la apertura de la Conferencia en la capital sueca, para recordar a los gobiernos y organizaciones la importancia de llevar a cabo actividades que refuercen la preocupación por la preservación y mejora del medio ambiente. La conmemoración se hace con múltiples variantes, incluye una gama de actividades que van desde concentraciones en calles a conciertos, plantaciones de árboles o campañas de reciclaje Además, en muchos países, esta fecha es aprovechada para firmar o ratificar convenios de distinto ámbito y establecer estructuras gubernamentales para el manejo ambiental, lo que subraya la importancia sociopolítica del día.

La consultora ‘Garden Atlas’ define los jardines como espacios de diálogo entre la naturaleza y la cultura. Laboratorios donde se entrelazan creativamente los deseos humanos con las potencialidades vegetales, entre las cuales se halla la capacidad de estimular los sentidos y la razón, pero también de regular el medio que nos rodea. Por ello, en un contexto de desequilibrio climático y ecológico como el actual, resulta de vital importancia volver a actualizar el interés por estos espacios de conciliación entre lo natural y lo artificial. Un reto, a propósito, que, según esta firma, no debe recaer exclusivamente sobre la generación de certidumbres científicas sino también sobre la creación de nuevos relatos compartidos que permitan hacer aflorar una sensibilidad renovada e integradora.

Esta es nuestra modesta contribución a uno de esos relatos que, en en síntesis, concebida como tal, es la ampliación del Botánico, la crónica de una frustración más, de una aspiración social que ha esclerotizado, de un hecho que, como muchos otros, representa el quiero y no puedo de un pueblo, de una sociedad acostumbrada a tenerlo todo con la norma no escrita del mínimo esfuerzo, bajo el paraguas del fácil acceso o la poco costosa consecución de los bienes de provisión.

Hace muchos años -lo hemos contado- en un trayecto en guagua desde Santa Cruz fuimos testigos de una conversación entre dos pasajeros extranjeros, uno de los cuales advertía que hacía cinco años que se había ausentado de la isla y había dejado aquel paisaje de la ampliación en las mismas condiciones que ahora observaba desde su asiento y la cristalera.

Después de eso, unos primeros pasos constructivos y una edificación, junto a la siembra de algunas especies vegetales, que avanzaban la realización, que hacían parecer que aquello iba en serio. También, muy buenas intenciones, como en el mandato municipal anterior, cuando el área de Cultura del Ayuntamiento puso en marcha una herramienta que está asociada a una aplicación de juego y a todo un proyecto de actuación. La riqueza botánica está geolocalizada, incluso, gracias a un proyecto de participación dentro del programa ‘Ecosistema Cultural y Creativo’. Pero lástima: el gozo, en un pozo, según se plasmaría con el paso del tiempo en el que apenas mostraban interés los responsables públicos de las administraciones implicadas.

Lo último, lo más reciente de un camino que podríamos recorrer al revés para apreciar la frustración de la que hablamos, fue una Proposición no de Ley (PNL) del Grupo Parlamentario Socialista Canario, aprobada por unanimidad en la Cámara legislativa en la que se pide culminar el proyecto de ampliación. Dice así:

El Jardín Botánico de Puerto de la Cruz se creó en 1788, y su creación supuso la consolidación de una importante región botánica para la investigación científica.  Inicialmente, este jardín se llamó Jardín Botánico de La Orotava y en distintas publicaciones se  destaca que el mismo estuvo en  contacto durante décadas con los  jardines botánicos europeos,  particularmente con los de Francia  e Inglaterra. Sin embargo, el jardín  de Canarias adquirió un  protagonismo diferenciado del  resto, al ser el único de los jardines  europeos en hacerse con las plantas nuevas que se estaban trayendo de los nuevos territorios  de ultramar, muchas de ellas plantas tropicales que no hubieran sobrevivido al traslado directo  a Europa. Se trataba de aclimatarlas en Canarias, para que, más adelante, pudieran soportar el frío  europeo.

El Jardín Botánico de Puerto de la Cruz -prosigue el texto de la PNL- también se convirtió en un laboratorio científico, de  ensayo con fines medicinales, y para buscar usos de las nuevas especies. Este jardín fue visitado por científicos de notable prestigio como Humboldt, Baudin, Ledru,  Barker-Webb, entre otros.

El establecimiento de un jardín botánico  en Tenerife es una idea sumamente feliz,  a causa de la doble influencia que pueda  ejercer este jardín sobre los progresos de  la botánica y en la introducción de  vegetales útiles en Europa”.  

Esta era la cita de viaje a las regiones equinocciales del Nuevo  Continente, de Alexander von Humboldt y Aimé  Bonpland.

En la actualidad, este Jardín de Aclimatación sigue constituyendo un activo natural que visitan  miles de personas para contemplar una importante colección de plantas autóctonas, tropicales  y subtropicales y que, tal como relata su página web, se   trata de una colección de plantas que se han aclimatado a  nuestro clima y son muy difíciles de encontrar en esta  parte del mundo. El Jardín de Aclimatación de La Orotava, dependiente del  Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA),  organismo adscrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, contó con una importante inversión de casi tres  millones de euros la pasada legislatura, consistente en la dotación del centro de visitantes con  elementos expositivos y divulgativos necesarios para su apertura al público, de forma que pueda  desarrollarse la actividad de divulgación para la que se ha creado.  

Sin embargo, el tiempo ha pasado y aunque el Jardín se conserva muy bien, hace años que no  cuenta con recursos suficientes para avanzar hacia un modelo de gestión que lo haga más  atractivo tanto para la ciudadanía de nuestra tierra como para los que nos visitan. De tal  manera que no se cuenta con un modelo de gestión que permita reinvertir los ingresos  vinculados a las entradas y a la eventual explotación de las infraestructuras de hostelería con  que cuenta en una continua mejora y mantenimiento del espacio.  No se puede tolerar que un lugar tan emblemático cuente tan solo con una persona responsable del recinto, que a la vez se encarga tanto del jardín como de cobrar entradas. Si bien es cierto que se ha avanzado en proyectos como el centro de interpretación, la  cartografía o una aplicación APP implementada por el Área de Cultura, estas medidas tienen que ir acompañadas de formación, y, sobre todo, de compromiso de las instituciones en la  introducción de un modelo de gestión más autosuficiente y que mejore la calidad de los  servicios que se prestan. 

Por todo lo expuesto, el Parlamento de Canarias aprobó esta Proposición con dos objetivos en el petitum dirigido al Gobierno autónomo: 

1. Desarrollar un estudio de viabilidad económica y jurídica para implantar la mejor  modalidad de gestión posible del Jardín Botánico del Puerto de la Cruz y, en ese marco,  iniciar los procedimientos administrativos para la gestión de los recursos turísticos con los  que cuenta. 

Y 2. Culminar el proyecto de ampliación del Jardín Botánico del Puerto de la Cruz.

Durante las últimas décadas, desde nuestra modestas tribunas de opinión, hemos expuesto en reiteradas ocasiones la necesidad de tomarse en serio este proyecto.

La última ocasión fue el 26 de marzo del presente año cuando escribimos que “Veteranos ejecutivos del sector turístico en el Puerto de la Cruz se vieron sorprendidos días pasados con las quejas de grupos de visitantes relativas al estado de conservación del Jardín de Aclimatación de La Orotava, popularmente conocido como Jardín Botánico, emplazado en el municipio portuense.

Las impresiones, según relataron, eran muy negativas: abandono, zonas mal cuidadas, desperdicios… Hasta ahora, la tónica convergente se centraba en el abandono del proyecto de ampliación, obras eternas inacabadas pese a contar con consignaciones presupuestarias y, en consecuencia, desaprovechamiento significativo de un recurso histórico, científico, cultural y turístico.

Hace poco, hace unos meses, parecía que la actuación iba a ser reimpulsada pero resultó un espejismo: se volvió al solar donde comenzaron unos trabajos dotacionales y de reacondicionamiento… que ahí quedaron. Los grupos políticos institucionales, que podrían hacer bandera de este proyecto de ampliación, no se han esmerado mucho que digamos. Apenas unas míseras preguntas. La verdad que igual les da vergüenza visitar el lugar y hacerse unas fotos destinadas a redes sociales, el modo o sistema de dar a conocer que una actuación surge, se inicia, se desarrolla (se inaugura) y se firman las actas correspondientes.

Pero no. Ahí está viendo pasar el tiempo, la ampliación del Botánico. Hemos escrito mucho sobre ella. Es más, llegamos a plantearnos que no volveríamos a hacerlo hasta que finalizaran los trabajos, hasta que lucieran los mil distintos tonos de verde, semejando los paisajes de Catamarca, una de las veintitrés provincias en las que está dividida la República Argentina.

Pero quebramos ese propósito ahora que un grupo de ejecutivos del sector empiezan a percibir el malestar de visitantes que extenderán su mensaje crítico o negativo, como si el Puerto no acumulara suficientes impresiones de desidia o parálisis en sus dotaciones públicas. Lo quebramos aportando otro grano de arena. A ver si muchos granos hacen un mucho. Que ya está bien.

Recordemos algunos datos históricos. Hay que remontarse a la Ilustración, cuando en 1788, una Real Orden del Rey Carlos III dispone que en nuestras islas se debía establecer un lugar donde cultivar especies exóticas procedentes de los trópicos, para su aclimatación y posterior envío a Madrid y los jardines reales de Aranjuez. La misión se encomienda a don Alonso de Nava Grimón y Benítez de Lugo, sexto Marqués de Villanueva del Prado (1757-1832). Para el desarrollo del mismo el marqués pidió colaboración, entre otros, del inagotable sacerdote católico, historiador, biólogo y escritor Viera y Clavijo (1734-1813) y en 1790 empezaron los trabajos según planos de su amigo y arquitecto Diego Nicholas Eduardo (1738-1798), que dispuso zonas de siembra de formas geométricas, terminado el trabajo de diseño en 1791. Las primeras 35 semillas se sembraron en 1792.

El naturalista francés Pierre Ledrú (1761-1825) realiza el primer catálogo de especies cultivadas en el Jardín y propone la ordenación sistemática de sus colecciones basada en la taxonomía linneana de 1753. El intento de aclimatación en su traslado a la península resultó fallido debido al clima de interior de la península Ibérica. Después del Siglo XIX, se hace cargo de la institución la Sociedad Económica de Amigos del País; luego, el Gobernador de las Islas Canarias, que lo arrendó a particulares; posteriormente ingenieros agrónomos, hasta que ya a finales del Siglo XX lo asume el Centro de Investigación y Tecnología Agrarias de la Consejería de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Canarias. 

La superficie donde se encuentra la exposición principal sigue en pie desde su creación y ocupa unos veinte mil metros cuadrados, con un programa de ampliación, actualmente en ejecución, para ajardinar y dotar de nuevas infraestructuras una superficie adyacente de cuarenta mil metros cuadrados y donde en la actualidad desarrolla programas de investigación sobre la flora y vegetación de las Islas Canarias y sus endemismos. Existen ejemplos de especies raras o con una procedencia de lugares remotos y también importantes colecciones de plantas tropicales y subtropicales de valor económico y ornamental, teniendo especial mérito las variedades de palmeras, bromeliáceas, aráceas y moráceas. 

En marzo de 2015, hace por tanto ya más de diez años, reaparecieron los presupuestos planes de privatización del Jardín. Decíamos entonces que no han concluido las obras de ampliación pero ya se habla de privatizar servicios. Las consignaciones en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de varios ejercicios no han sido enganche suficiente para impulsar y materializar aquéllas y se vuelve a especular con la posibilidad de hacer una o más concesiones administrativas. 

Habrá que aguardar a conocer con exactitud el alcance de esa operación. La titularidad del recinto corresponde a un departamento del ejecutivo autonómico y es preciso concretar si son los servicios de cafetería o similares los que pasarían a manos privadas (el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, desde luego, no tiene camareros ni personal especializado para esos menesteres) o la iniciativa es de mayor calado, donde entonces mucho habría que decir. 

(continuará)