El caso es que siempre aparecen cosas nuevas, material
inédito o desconocido que permite profundizar en estudios o en investigaciones
cuyos primeros frutos parecían definitivos. Pero no, se renuevan y refrescan lo
anterior que figura, más o menos, difuso en la memoria.
Le ocurre a
Nicolás González Lemus que presenta en el Instituto de Estudios Hispánicos de
Canarias (IEHC), en vísperas de la celebración del 12 de octubre, una
exposición del ambiente, del paisaje que envolvió la estancia de Agatha
Christie en Canarias, allá por los años veinte del pasado siglo. Una colección
de láminas, pinturas, composiciones y fotografías que nos acercan al Puerto de
la Cruz de entonces y a Las Palmas de Gran Canaria ya configurándose como una
gran urbe.
Por si no se
conociera lo suficiente, por si aún no se supiera que la autora de El enigmático Mr. Quin, La señorita Marple y
13 problemas y La señorita de
compañía imaginó y plasmó paisajes de su estancia en las islas en los
títulos reseñados, González Lemus ofrece una nueva versión de aquellos
emplazamientos insulares que asomaban su vocación turística y ya captaban
visitantes de distintas latitudes, pero especialmente del Reino Unido.
Particularmente
llamativas son las fotografías del antiguo hotel Metropole, en la capital
grancanaria, que hoy en día acoge la sede del Ayuntamiento, en cuyos jardines
existe una placa que recuerda la estancia de la ilustre escritora. Detalles de
su singular arquitectura, complementados con gráficas de las tartanas en las
inmediaciones de Vegueta, del valle de Agaete y del antiguo Real Club Náutico y
de dos playas de Las Palmas de Gran Canaria, donde Agatha Christie, la dama del
crimen, pudo solazarse con la práctica de la natación, nos acercan al mundo que
tan bien describió, por cierto, el profesor José Luis García Pérez en un
trabajo titulado La influencia del
paisaje canario en sus novelas de intriga.
Nicolás González Lemus recorrió con los asistentes cada uno de los
motivos expuestos para hacer más amena y hasta más novedosa la presentación en
algunos aspectos. Destacó algunos pormenores de la realidad isleña de entonces
y de las razones que inspiraron algunas determinaciones de la escritora. Anunció,
por cierto, que prepara otro trabajo
sobre The Beatles para la próxima
primavera.
De momento,
en su viaje al pasado, nos quedamos con ámbitos de aquellas islas que, tras un
conflicto bélico, se abrían al mundo con sus naturales y sanos atractivos para
lo que en la historia terminaría conociéndose como “turismo de salud”,
practicado también por Agatha Christie.
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