Los ocho consejeros del PSOE de La Gomera que han dado un
paso significativo reiterando su compromiso de permanecer bajo esas siglas en
el Cabildo Insular parecen empeñados en hacer añicos la frase del médico
mexicano y político del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Wenceslao
Molina Cortés: “La lealtad en política siempre es falsa”. Desde luego, en
tiempos recios como los que discurren, cuando se necesitan voluntades
decididas, la determinación de los consejeros tiene su valor. Acaso fuera la
primera respuesta que se necesitaba para contrastar que el socialismo gomero va
a resistir o quiere seguir avanzando tras los imponderables que suscita la
salida de su anterior líder.
Lo explicaba
en este periódico la consejera portavoz Ventura del Carmen Rodríguez quien,
pese a revelar que discrepaba con algunos dirigentes del partido, reafirmaba su
identificación socialista y más que eso, el compromiso ético que supone la
pertenencia a una organización y representarla ante la ciudadanía, parte de la
cual, mayoritariamente, había otorgado la confianza. “No me gustan los
personalismos… Nuestra responsabilidad es con los ciudadanos”, ha dicho
atinadamente la consejera. Sus frases son un canto a la sensatez en medio de
tanta convulsión. Punto seguido.
Y es que seguimos
necesitando la política, la política cabal, después de tantos hechos con
connotaciones negativas que han ido minando la credibilidad y generando ese
clima de repulsión o desafección impensable a medida que madurara la
democracia. Reconocer que los personalismos exacerbados -independientemente de
su legitimidad ganada en las urnas y en la sociedad misma- terminan haciendo
daño y reconocer que hay una responsabilidad contraída con la ciudadanía no es
más que admitir la necesidad de revisar algunos esquemas de funcionamiento y de
comportamiento. Ya es un lugar común que se avecina un nuevo tiempo político,
luego se trata de afrontarlo rearmándose ideológicamente, con un espíritu más
participativo, más colegiado y más colectivo.
La comisión gestora
que dirige hasta el próximo congreso el PSOE gomero hace bien en destacar esa
lealtad de los consejeros como un activo, como un valor que permite encarar el
porvenir con las garantías debidas para ir completando un proyecto de largo
recorrido que ha sustanciado una sensible transformación de la realidad insular
y su integración dinámica en la construcción de la Comunidad Autónoma. Punto
seguido.
Colocado en
un trance histórico, los primeros pasos son decisivos para ir fraguando los
caracteres de una nueva situación. El PSOE es un partido acostumbrado a pagar
altos precios por sus fracturas y desventuras. Solo la lealtad y la confianza,
unidas a la resistencia en la adversidad, impulsan y hacen cuajar la
superación. Veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba su cometario. Sólo se pide respeto