Va muy en serio el asunto del que nos ocupamos el pasado
lunes: presencia de despachos de abogados británicos en el exterior de vías y
hoteles del sur de Tenerife, predispuestos para captar clientes a los que
tramitar posibles reclamaciones por haber enfermado en el establecimiento y
compensarles mediante un método muy bien urdido. No quisimos emplear entonces
la palabra estafa pero, a medida que se van conociendo detalles, todo da a
entender que eso es lo que puede estar fraguándose tras los furgones y mesas
anunciadoras.
Ya dijimos que los dirigentes de la Asociación Hotelera y
Extrahotelera de Tenerife (Ashotel) se había reunido con el delegado del
Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, y el comisario principal de la
Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía en Canarias, José María
Moreno, para exponerles la naturaleza de las prácticas contrastadas este verano
y expresarles la preocupación que propicia este incipiente fenómeno -ya con
antecedentes en Baleares y Costa del Sol- que, de no ser atajado, puede
generar, a la larga, impredecibles consecuencias. Los perjuicios para las
empresas hoteleras, si tienen que afrontar indemnizaciones, son evidentes. Se
supone que, en el marco de sus competencias, la policía ya estará contrastando
elementos para actuar en consecuencia.
Ahora también llegan noticias sobre el particular desde la
Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), dispuesta
a combatir, con la firma profesional Tourism
and Law, los abusos que se vienen advirtiendo en las demandas interpuestas
por los bufetes británicos de abogados.
La CEHAT ya dispone de un plan de acción que recoge
“actuaciones directas y contundentes a todos los niveles”. Se ha dirigido al
ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación del Gobierno, García Margallo; al
embajador británico en España; a los consulados y al presidente de la
Asociación Británico de Agencias de Viajes (ABTA), para solicitar una actuación
firme orientada a frenar estas prácticas supuestamente fraudulentas. El plan prevé
también poner en conocimiento de los hechos al organismo que vele por la
deontología profesional de los letrados del Reino Unido con el fin de que
estudie y determine si estamos ante casos de mala praxis contraria a los
códigos deontológicos.
La CEHAT complementa su iniciativa con el desarrollo de una
amplia campaña de comunicación y de jornadas formativas dirigidas al propio
sector a efectos de estar bien posicionados y dar una respuesta eficaz ante el
problema que se ha desatado.
En este aspecto, será fundamental la prevención. De momento,
la firma Tourism and Law señala que
son acciones elementales informar al cliente, en el momento de registrarse, de
que el personal del hotel estará disponible en todo momento para cualquier
dolencia o circunstancia que requiera de su atención. En el momento de su
salida, también le será ofrecida la posibilidad de una comunicación en la que
deje constancia expresa de cualquier incidencia o de que todo ha transcurrido
adecuadamente. Los hoteles decidirán sobre la utilización entre su clientela de
un documento específico.
Lo dicho: el asunto reviste importancia, incluso desde la
proyección de las marcas o destinos turísticos. Atentos, pues.
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