Tuvimos ocasión de presentar días pasados el número 15 de Catharum, revista de ciencias y humanidades que edita el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC). Dijimos lo siguiente:
Cecilia
Domínguez Luis aporta un inconfundible acento poético: La
sed que no acaba.
Rui
Campos Matos nos mete de lleno en la relación entre Madeira y
Canarias en el siglo XIX, antecesores de la oferta de los ‘health
resorts’ atlánticos orientados al turismo terapéutico.
Gabriel
Bello Reguera profundiza en un asunto de actualidad que tanto llama
la atención: el burka y las mujeres-bomba musulmanas.
Alberto
Javier Báez García reseña, en unos ilustrativos apuntes, el modelo
actual de la isla Guam: una economía dependiente.
Manuel
de Paz Sánchez escribe del trigo de los pobres. La recepción del
maíz en el Viejo Mundo.
Y
Braulio Manuel Fraga González relata la trayectoria del profesor
Eric R. Allen, un científico inglés nacido en ‘Puerto de La
Orotava’.
Estos
son los seis autores y sus correspondientes trabajos que dan
contenido a las setenta y cuatro páginas del número quince de la
revista de Ciencias y Humanidades del Instituto de Estudios
Hispánicos de Canarias, Catharum,
cuya
dirección está a cargo de Miguel Machado Bonde.
La
nueva entrega de la publicación está repleta de sugerencias,
elementos informativos y frutos de sesudas investigaciones que
confirman la vocación que alumbró desde el primer número: el
cientificismo y el rigor se abrazan en un producto apto para todos
aquellos que quieren enriquecer sus conocimientos y contrastar las
aportaciones de quienes acreditan sus respectivas trayectorias con
interesantísimos textos.
Textos
que van desde la poesía a la prosa descriptiva; desde la
investigación historicista a la expresión de experiencias
subjetivas; desde los análisis minuciosos al descubrimiento de un
estudioso de la contaminación atmosférica nacido en esta localidad.
Las
páginas de Catharum
se
desmenuzan con avidez lectora, incluso para profanos en las materias
que abordan los trabajos de los que hablamos.
Porque
la orotavense Cecilia Domínguez Luis, maestra y filóloga, académica
de la Canaria de la Lengua, premio Canarias de literatura, transmite
su sensibilidad desde la sed que no acaba, la figura poética que
toma de unos versos de Luis Feria incluidos en su libro
espléndidamente titulado, Cuchillo
casi flor. La
escritora bebe también de las fuentes de Pedro García Cabrera
-afortunada oyente en directo del recitado “Con la mano en la
sangre”- y de una suerte de pugilato literario entre Isaac de Vega
y Rafael Arozarena, vivido en una cafetería de la santacrucera
avenida Anaga, en “tiempos de amistad bajo un solo cerezo”.
Domínguez
confiesa que, con ellos y otros poetas, aprendió que “la escritura
es indagación constante en lo invisible y en lo oscuro, una
inacabable búsqueda de espacios en los que extraviar nuestros
pasos”. Por eso descubrió a Feria, “niño y adolescente”, en
sus Fábulas
de octubre, uno
de cuyos ejemplares le regaló para labrar una sincera amistad pese a
algún altibajo anecdótico.
Entre
esos otros poetas también figura el inolvidable Arturo Maccanti,
cuya poesía le pareció llena de melancolía y tristeza, acaso
influida por algunas adversas circunstancias familiares. “Amor o
nada”, un célebre soneto de Arturo, es reproducido por Cecilia
Domínguez que, cruzando correspondencia con el autor lagunero
-profesional del turismo que se desenvolvió muchos años en esta
ciudad-, le contestó a esa proclama poética con una décima que no
llegó a completarse. Ni
tarde ni temprano, como
el título de uno de sus poemas.
La
autora orotavense sigue teniendo sed pero su generosidad nos regala
esta bellísima composición final:
“No
sé si realmente fue así pero sí tengo la certeza de que el doncel
de Guerea habita ahora en un bosque sin dolor; Luis Feria habrá
reencontrado al niño que siempre fue; Rafael estará brindando en el
banquete de los ajustadores y acompañando a Isaac que seguirá
recorriendo los barrancos de ‘ljuana’; y Pedro habrá encontrado
por fin sus naranjas en ese otro mar infinito”.
El
Atlántico es el inmenso espacio donde coexisten las islas de la
Macaronésia, un concepto biogeográfico y botánico que engloba a
Açores, Madeira, Canarias y Cabo Verde con algunos de cuyos
representantes legislativos tuvimos oportunidad de convivir en las
Jornadas Parlamentarias Atlánticas del pasado mes de junio en la
cámara autonómica.
Clima
agradable, reducidas oscilaciones térmicas, naturaleza rica y
variada… De esas premisas climáticas arranca el arquitecto
portugués Rui Campos Matos para acercarnos a la arquitectura del
turismo terapéutico en la Madeira y Canarias del siglo XIX,
calificados como dos ‘health resorts’ atlánticos.
Quien
quiera conocer los orígenes y las características tipológicas de
las célebres quintas madeirenses, tiene en esta publicación un
valioso documento de consulta, en el que también se alude a la
comparación con las fincas o casas de veraneo canarias.
“La
quinta de Madeira -concluye Campos Matos- parece proceder de la ‘casa
bloque’ -un tipo compacto, en que todas las dependencias de la
vivienda, establos y almacenes se situaban bajo el mismo tejado-
mientras que en las islas Canarias prevaleció la ‘casa patio’,
donde cada uno de estos usos se organizaba en torno a un patio”.
Para
el autor de este trabajo, la casa tradicional madeirense, tipo
compacto y rodeado por un jardín, fácilmente se adaptó a las
exigencias de confort de los visitantes británicos. “Estos
contrastes -señala- más allá de los más diversos factores de
orden histórico, social y económico que aproximaron o alejaron los
dos archipiélagos atlánticos, nos ayudan a percibir mejor las
especificidades de cada uno de ellos, así como el papel que
desempeñaron -y aún hoy desempeñan- en la historia del turismo
europeo”.
La
interpretación que hace el catedrático de Filosofía Ética y
Política de la Universidad de La Laguna, Gabriel Bello Reguera, de
la aparición del burka y sus consecuencias, de su significación
transcultural, nos introduce en una controversia de actualidad que no
termina de cerrarse. Las respuestas al uso de la prenda son muy
dispares, entre la intransigencia o la tolerancia.
Y
es que el burka parece estar envuelto en una cierta vulnerabilidad
desde tiempos preislámicos, cuando comenzó a ser usado -tal como
hemos sabido de la investigación del profesor Bello- por hombres y
mujeres en países desérticos como protección contra la arena
movida por la fuerza del viento. A partir de ahí, habría sido
utilizado para proteger a las mujeres jóvenes de ser raptadas con
fines sexuales y procreativos por varones pertenecientes a grupos
tribales diferentes.
Su
texto incluye una casuística que desmenuza razones y sinrazones de
la propia identidad y de las consecuencias fatales, sean cuales sean
las formas que predominen. Las creencias, independientemente de las
diferentes expresiones culturales, teológicas o filosóficas, para
Bello Reguera “encubren una significación estructuralmente
política”.
Guam,
la isla mayor del archipiélago de las islas Marianas, denominadas
así en honor a la reina Mariana de Austria. Situadas al este de
Filipinas, descubiertas en el siglo XVI. Guam mantiene una posición
relevante debido al mayor número de habitantes residentes.
Hasta
allí ha llegado el investigador predoctoral Alberto Báez García,
profesor adjunto en la Escuela Universitaria de Turismo Iriarte,
dependiente de La Laguna y con sede en nuestra ciudad, para escribir
sus apuntes de una economía dependiente referida a Guam. Relata
primero una sinopsis histórica, en la que destaca la influencia de
los Estados Unidos y la presencia militar. Hablamos de un territorio
no incorporado de Norteamérica. Los ciudadanos de la isla disponen
de pasaporte estadounidense y de libre movilidad dentro de la Unión.
Pero aún no pueden votar en las elecciones presidenciales, tan
próximas en el tiempo. Desde hace cinco años, Guam forma parte del
Foro de Islas del Pacífico como miembro observador.
Y
luego entra en detalles del peculiar modelo de este territorio
insular que depende de gastos gubernamentales e inversiones militares
debido a una balanza comercial negativa. Lo que son las cosas: casi
todos hablando del gigante asiático y luego encontramos esta isla de
apenas setenta y cinco mil habitantes activos cuyo Producto Interior
Bruto (PIB) ronda los cuatro billones de dólares anuales, aunque la
mitad responde a instituciones gubernamentales.
La
conclusión de Báez es nítida: “Para los Estados Unidos, Guam es
una isla central en la política de defensa ante posibles ataques
procedentes del continente asiático; de ahí la posición de máxima
relevancia de una pequeña isla en medio del océano que no necesita
de ayuda económica constante, en la que el ejército tiene y tendrá
un papel fundamental”.
El
relato que hace el catedrático de Historia de América en la
Universidad de La Laguna, Manuel de Paz Sánchez, para describir la
recepción del maíz en el Viejo Mundo es una pletórica explicación
de los orígenes, del ir y venir de la simiente. Los múltiples
emplazamientos geográficos y la sucesión de fechas, así como de
los testimonios que cita, hacen el relato aún más atractivo.
Una
referencia a nuestros lares para invitar a la lectura. Escribe de
Paz: “Una alusión similar, aunque mucho más tardía, fue la que
realizó en 1812 Alonso de Nava, marqués de Villanueva del Prado,
promotor de la Real Sociedad Económica tinerfeña erigida en 1777 y;
por otra parte, principal mentor del jardín botánico del Puerto de
la Cruz que se fundó por orden real en 1788:
Los
griegos conocieron el gofio pues no parece que es otra cosa la masa
de que hacían uso, y que Hipócrates menciona quando ordena que en
la enfermedad del hígado, que llama hepatites, se dé al enfermo
después de la crisis pan o masa según aquello a lo que esté
acostumbrado.
Hasta
en la poesía desgrana Manuel de Paz Sánchez el maíz de los pobres,
cuyo cultivo se extiende por España después del Descubrimiento de
América. De la península pasa a Italia y a otros países europeos y
del norte de África. Al mismo tiempo, pudo llegar a Francia,
Inglaterra y los territorios alemanes a través de diversas vías, lo
que debió influir en los diferentes nombres que se le otorgan a la
planta.
La
conclusión del autor es que “la frecuencia de la utilización de
la voz maíz en los vocabularios, en la poesía y en las obras
dramáticas, debido a su impacto popular, parece contribuir a la idea
de que el cultivo del vegetal americano se consolida, en España, y
seguramente, en el resto de Europa, en el tránsito de los siglos XVI
al XVII, aunque el gran boom
de
su cultivo y consumo es un fenómeno más tardío y paralelo al
crecimiento demográfico”.
Finalmente,
todo un descubrimiento. El profesor de investigación del Instituto
de Productos Naturales y Agrobiología y del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, Braulio Fraga González, nos brinda la
oportunidad de conocer a Eric Raymond Allen, un científico inglés
nacido en el denominado “Puerto de La Orotava”, en 1932. En el
trabajo se explica el por qué de esa localización. Falleció en
2009, año en que se publica su obituario en una prestigiosa revista
científica. Cuando Fraga lee “Puerto de La Orotava”, se siente
atraído e indaga sobre la personalidad de quien era un investigador
de la contaminación atmosférica, campo distinto al suyo, la química
de los productos naturales.
Y
a partir de ahí, toda una narración sobre este portuense que de
niño, por traslado familiar, residió en Gran Canaria, que terminó
licenciándose en Ciencias Químicas por la Universidad de Liverpool
y que alcanzó un gran prestigio en el ámbito de la investigación e
impartió clases en distintas universidades norteamericanas. En una
de ellas, Florida, el profesor Allen desarrolló técnicas para
caracterizar los niveles de contaminación del aire con hidrocarburos
aromáticos, policíclicos y llevó a cabo una destacada
investigación en el campo de la biofiltración.
Braulio
Fraga hace hincapié en que el portuense Allen estuvo muy interesado
en el estudio del impacto de los contaminantes atmosféricos en los
montes meridionales de los Estados Unidos. Y en los efectos
producidos por las emisiones de terpenos e hidrocarburos de sus
pinares en el cambio climático.
¡Ah!
Sus aficiones personales: los modelos de trenes, la fotografía, la
música clásica y el jazz. Fue un entusiasta seguidor del equipo de
béisbol de la Universidad de Colorado, heredando el interés por el
deporte de su padre, Víctor Albert, uno de los promotores, junto con
otros compatriotas ingleses, de la Unión Deportiva Las Palmas,
fundada a finales de los años cuarenta del pasado siglo.
En
fin, seis enjundiosos trabajos para hacer del número quince de
Catharum
una
publicación cuyos contenidos sobresalen por el rigor no exento de
concesiones a rasgos locales que, una vez descubiertos, siempre son
de agradecer.
Enhorabuena
a los autores y a los responsables de la edición.
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