Veremos cómo se comporta la
industria turística, incluida la española, mientras las nubes de incertidumbre
sobrevuelan las economías de algunos países, considerados potencias emergentes
y mercados emisores y receptores de alto nivel.
Es el caso del bloque BRIC
(Brasil, Rusia, India y China) de cuya importancia nadie duda a la vista del
incremento de visitantes o de la captación de turistas de otras nacionalidades.
Los datos de la Organización mundial del Turismo (OMT) son elocuentes: en 2013,
se registró un incremento global de ochenta y un mil millones de dólares por
gasto turístico en el extranjero. Pues bien, China Rusia y Brasil aportaron a
ese crecimiento mundial casi justo la mitad: cuarenta mil millones.
Hay quien ya opina que se
terminaron las vacas gordas. Y se sitúa en el ‘lunes negro’ del 24 de agosto
pasado vivido por las bolsas como consecuencia de las decisiones del gobierno
chino consistentes en la devaluación de su moneda, el yuan, para incentivar las
exportaciones.
Prestemos
atención a las estadísticas de la OMT. Por ejemplo, China, el mayor mercado turístico emisor del mundo, mantuvo su excepcional ritmo de
crecimiento en 2014, incrementando el gasto en el extranjero en un 27%.
Recordemos
que el año pasado visitaron España un total de 287.873
turistas chinos,
un 13,8% más, según datos de
Turespaña.
No
menos inquietante, desde luego, es la situación de Rusia. De hecho, las
incertidumbres sobre su economía se han dejado sentir en Canarias. Los precios
del petróleo han sido determinantes para la caída de su moneda, el rublo. La
economía rusa entró en recesión desde principios del presente año, tal es así
que en la primera mitad de 2015 se contrajo un 3,4%. Eso se ha reflejado en la
llegada de turistas rusos a nuestro país: de enero a julio retrocedió un 37,5%.
El descenso fue más acusado en julio, un 41,7 menos.
Los
datos propician augurios pesimistas pero es conveniente aguardar a la evolución
de los hechos. En cualquier caso, que ande atento el sector.
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