Los descuentos y las ofertas dañan la marca hotelera, es la conclusión del estudio de opinión hecho por un sitio web especializado de Estados Unidos entre empresarios europeos. El resultado y los contenidos del estudio deberían ser analizados a fondo por el empresariado turístico de las islas, principalmente el de algunos destinos que, desde hace años, viene moviéndose en esa órbita de esferas para timonear la situación, es decir, para sobrellevar la situación del negocio y competir. Si es que a eso se puede llamar competir.
Señala la encuesta que los descuentos y las ventas tipo ‘flash’ tienen un impacto negativo en la percepción de la marca. Esto es lo preocupante. Que el predominio de esa política de precios identifique -esa maldita tendencia a generalizar- un destino turístico, malo. Degrada o minusvalora la oferta, sencillamente. Y claro, surgen las contradicciones: los resultados sugieren que el 75% de los hoteleros cree que los descuentos a largo plazo ejercen un impacto negativo en la marca, pero el 81% de ellos aplica esa estrategia desde hace más de cinco años.
Cabe preguntarse hasta dónde es extrapolable esta situación en un destino turístico como es Canarias que es consciente de lo que supone no perder cuotas de mercado y abrirse paso mientras otros emergentes van con lo que tienen a su alcance para abrirse paso y situarse en la vanguardia. Pero admitiendo que la fórmula abunda en las islas, habrá que tener presentes las palabras de Michelle Rosinsky, directora senior de ‘Hotwire’, promotora de la encuesta aludida, cuando señala: “No esperamos que los hoteleros dejen de repente de aplicar descuentos, porque continúa siendo un modo efectivo de incrementar la ocupación; pero creemos que serán más selectivos a la hora de elegir qué canales usar, el valor de las ofertas y su periodo de vigencia”. Por ello, concluye, “los descuentos serán más de último minuto y se enfocarán de manera creciente a las webs opacas y el canal móvil”.
... fruto del propósito de contar cosas y comunicar, de seguir ejerciendo el oficio, de estar en contacto con la gente.
jueves, 31 de octubre de 2013
miércoles, 30 de octubre de 2013
CUENTAS DE LA FRUSTRACIÓN
Hay más ricos. Y quienes
ya eran, lo son más. En realidad, apenas conocieron la crisis. La brecha de la
desigualdad social ha aumentado en nuestro país a lo largo de los últimos dos
años. Desmantelado el Estado del bienestar, hay una fractura evidente. La clase
media ha desaparecido. Y todavía habla el Gobierno de presupuestos de la
recuperación, cuando todos los análisis convergen en que es más apropiado
hablar de cuentas de la frustración.
Si el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recomendado a
España que afronte una reforma fiscal bien fundamentada, ajustada a las
circunstancias que concurren, parece claro que es una alternativa para salir de
la crisis. Tal reforma debe gravar la riqueza, o sea, no solo las ganancias de
los contribuyentes sino también lo que poseen y lo que heredan. Gravar las
grandes fortunas no es un capricho recurrente: tiene que ser una medida
práctica y efectiva.
De esa forma, estaríamos ante cambios fiscales visibles, de modo
que paguen más impuestos esos volúmenes elevados de riqueza. La reforma fiscal
ha de orientarse a un Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
que propicie, como hemos dicho, gravar las grandes fortunas pero también la
revisión de las actuales desgravaciones, especialmente las de los fondos de
pensiones o las de la sanidad privada. Modificar el actual impuesto de
sociedades, estableciendo un tope mínimo, y acercar la tributación de las
rentas del trabajo a las del capital, sustanciarían igualmente una reforma
fiscal que es indispensable para disponer de unos presupuestos estatales menos
rígidos y con una mayor capacidad de maniobra.
Junto a ella, hay que hablar de la lucha contra el fraude para
lograr un reparto más justo de los esfuerzos. Hasta el momento no se han
registrado avances notables. La recaudación por este concepto en el presente
ejercicio presupuestario apunta entre quinientos y seiscientos millones de
euros menos que el pasado año. El sindicato de técnicos de Hacienda hace las
correspondientes denuncias y advierte de las consecuencias que acarrea la
reducción de las plantillas de la Agencia Tributaria. Por ejemplo: habrá unos
seiscientos efectivos menos para detectar y perseguir el fraude fiscal. ¿Se dan
cuenta ahora por qué hay menos ingresos en los Presupuestos Generales del
Estado? ¿Y por qué hay más ricos? ¿Y por qué la minoración de recursos tiene
que ver también con aquella amnistía fiscal? Es como si invitaran: ¡hala!, a
seguir defraudando.
De no profundizar en las dos medidas expuestas, reforma fiscal y
lucha contra el fraude, mucho nos tememos que las cuentas de la frustración
solo engordarán. Al tiempo.
martes, 29 de octubre de 2013
PROGRAMAS PARA UN RETROCESO
Era Alberto Oliveras el
conductor del programa. Se emitía en la cadena SER (aquí lo seguíamos por Radio
Club Tenerife o Radio Las Palmas, cuya señal entraba como un cañón en La
Laguna). “Ustedes son formidables”, era el título de aquel espacio de
participación solidaria de la audiencia, sumada activamente a alguna causa, a
alguna necesidad personal o familiar que no habiendo encontrado ayuda de la
Administración, sí hallaba en la contribución de los radioyentes una vía para
verla satisfecha. Las consecuencias de alguna desgracia o precariedad familiar,
derivada de accidentes o catástrofes, de enfermedades o apremios de distinta
naturaleza, eran expuestas de forma tal que Oliveras se veía a menudo
desbordado para atender y clasificar las aportaciones que llegaban desde muy
distintos lugares. El programa dejó de emitirse en 1977.
Mediados los años sesenta
del pasado siglo, con un desarrollo muy primario del medio radiofónico, una
emisora sindical, La Voz del Valle, dirigida por el padre José Siverio,
registró inauditos índices de audiencia nocturna con el programa “Las tres
columnas”, en el que a base de llamadas telefónicas, los oyentes de los tres
municipios del Valle de la Orotava, en una noble lid no exenta de alguna
situación extrema rápidamente cortada por Siverio, contribuían a financiar la
que dio en llamarse “la Navidad de los humildes”. Los más necesitados, en
efecto, de las tres localidades, eran los destinatarios de la recaudación, cuya
evolución era expuesta semanalmente en escaparates de establecimientos
comerciales.
Décadas después, en
nuestros días, reaparecen en televisiones públicas espacios con el mismo
concepto o patrón: una especie de caridad apelada -bien intencionada, sin duda-
para suplir los recursos que, teóricamente, podrían provenir de
administraciones públicas a poco que éstas sean consecuentes con los principios
de justicia distributiva que es la quintaesencia de cualquier sistema
democrático. En Canal Sur y TVE se emiten programas en los que se suceden las
peticiones de los menesterosos y las contribuciones voluntarias, lo que puedan
-a veces más de lo que aquéllos y la propia presentadora esperaban- con tal de
ver estimada la solicitud, con tal de verla resuelta “entre todos”. Y venga
histeria en el estudio, y aplausos encendidos y lagrimal prolongado, mucho
lagrimal, que esto, sin emoción, no es nada. Y gratitud, digámoslo todo, porque
sin su expresión parece que la solidaridad no es tal.
“Es el Gobierno -los
gobiernos- quienes deben ayudar y mitigar las desigualdades, las diferencias
extremas, la pobreza de los ciudadanos. Que el Gobierno sea solidario con los
que menos tienen, no es -no puede ser- una excepción. Les hemos elegido pero,
por desgracia, a ellos no les podemos decir “Ustedes son formidables”, escribe
Jaime Olmo en infolibre.es sobre este
particular, bajo el título “Beneficencia en televisión: Ustedes son
formidables”.
Con la llegada de la
democracia, creíamos que desaparecería la beneficencia. Y que con sus avances,
se fortalecía el estado para llegar a ser el del bienestar social. Suponíamos,
qué ingenuos, que habría más derechos y que las ofertas programáticas de los partidos
políticos, todas, incluían referencias para mejorar las condiciones de vida de
los menos pudientes o de los más desfavorecidos. Independientemente de las siglas
políticas en las responsabilidades de las administraciones públicas, todas
estaban obligadas a consignar previsiones para superar esquemas del pasado.
Pero ya vemos, tal escribe Luis Arroyo en el mismo medio, “cómo la sociedad
civil sustituye al Estado; la misericordia a la justicia y la voluntad al deber
público”.
En realidad, estamos ante
un retorno al pasado, dicho sea con todos los respetos. Sí, un retroceso. Es
paradójico, por mucha crisis que haya, que algunas necesidades sean resueltas a
base de misericordia. El mensaje de estos programas debe hacer reflexionar a
todos, principalmente a los responsables públicos. La derecha estará encantada
y hasta enarbolará la bandera de la solidaridad testimoniada en televisiones
públicas como propia. Pero, en pleno siglo XXI, creíamos que ésta no era la
solución. Este es otro tipo de dependencia sobre el que no se puede edificar la
convivencia. La sociedad del futuro -y la justicia social- exige otros esquemas
y otros modelos. O lo que es igual: más Estado y menos sensiblerías.
lunes, 28 de octubre de 2013
EL CONTROVERTIDO MURO
Que los integrantes de la
plataforma ciudadana Maresía y los convocantes de la manifestación del sábado,
motivada para decir ‘no’ al derribo del muro de San Telmo en el marco de la
actuación de remozamiento del paseo del mismo nombre, expresen su contento y su
satisfacción por la respuesta registrada es absolutamente consecuente. Pocas
causas han despertado tanta sensibilidad cívica en una ciudad, Puerto de la
Cruz, muy dada a la crítica facilona pero con escaso activismo público de sus
habitantes, encantados las más de las veces en ser meros y sabihondos espectadores,
de ahí que la concurrencia de centenares de personas que hicieron el trayecto
desde la ermita hasta el exterior de las casas consistoriales haya sido
celebrada con alegría y sentimientos gozosos.
‘Misión
cumplida’, se habrán dicho algunos, máxime después de haber comprobado que
quienes participaron lo hicieron convencidos, demostrando fehacientemente que
la defensa de rasgos identitarios en un espacio urbano de las características
de San Telmo no se hace sino es por amor, por la querencia al lugar donde está
depositada una buena parte de su existencia. Estaban allí porque les duele, porque
no quieren que se desvirtúe su patrimonio -otra cosa es que los informes
técnicos del Cabildo no confieran ese valor al controvertido muro, pero los
autores de tales informes deben entender que cuando se tiene apego, mucho y
bien hay que persuadir en sentido contrario-, porque no les gusta el
procedimiento administrativo seguido, porque discrepan de algunos contenidos
del proyecto, incluidos los económicos, porque entienden que quizá haya otras
prioridades que atender ahora mismo en la ciudad, porque sus alegaciones han
sido desestimadas en su mayor parte y porque les disgustan las maniobras
dilatorias o las manipulaciones intimidatorias que se hacen para impedir o
condicionar el derecho de manifestación.
El
gobierno local y las demás administraciones involucradas en el proyecto eran
conscientes de que la foto de un paseo de San Telmo atravesado por cientos de
portuenses con pancartas, gritos y consignas -con megáfono, al mejor estilo de
los años de reivindicación democrática- es un documento gráfico determinante,
indicativo de un malestar que puede ir ‘in crescendo’. Tendrán que reflexionar
para saber qué hacer ahora y en el futuro. Porque los convocantes, convencidos
y contentos, no parecían dispuestos a arrojar la toalla. Prosigue la
controversia.
viernes, 25 de octubre de 2013
COMO AYER, SIMPLEMENTE
“Como ayer, simplemente”, ese fue el título de
la crónica publicada en Diario de Avisos
(19 de septiembre 1982) sobre la actuación del Dúo Dinámico (Ramón Arcusa y
Manuel de la Calva), ofrecida en la desaparecida sala ‘Andrómeda’ (Isla del
Lago) dentro de la programación de las Galas OTA, una iniciativa del que
entonces era uno de los principales operadores turísticos españoles, ‘Club de
Vacaciones’. La organización nos encargó la presentación de aquella actuación.
Recordamos perfectamente que dos horas antes sonó un timbre de alarma: venían
en vuelos distintos, uno de Madrid y otro de Málaga. Y este traía retraso.
Ramón Hombre y Carlos Martín, ejecutivos del citado operador, trataban de
tranquilizar a Paulino Izquierdo, director de la sala. Hasta que aparecieron
juntos poco antes de la hora señalada para la actuación.
“Y es cuestión de plantearse
-se decía en la crónica- el porqué del éxito que aún saborean Ramón Arcusa y
Manuel de la Calva, compositores y productores, al margen de estas galas
veraniegas que siguen haciendo desde hace tres años, cuando en Zafra (Badajoz)
reaparecieron en olor de multitud. Llegaron a afirmar que todo esto resultaba
tan bonito que preferían saber retirarse a tiempo. Pero la realidad, muchachos
(de nada), es que el público se les entrega, que pide “Perdóname”, “Balada
gitana” y “Quisiera ser”. Y ustedes se cambian en pleno ‘show’ para enfundarse
aquellos ‘pullovers’ de pico que hicieron furor y moda. “Como ayer”, claro. Y
esa pareja que nunca es noticia (“porque nos llevamos estupendamente”,
confesaría Ramón), inundó ‘Andrómeda’ de recuerdos, de sencillos y gratos
recuerdos porque frustraciones y prohibiciones encontraban un desahogo en estas
canciones. Fue otra “Escala en Tenerife”.
Estos recuerdos recobran
vigencia tal día como hoy que el Dúo Dinámico pone punto final, en el Palau de
la Música de Valencia, a la gira conmemorativa de su 50 aniversario artístico,
de medio siglo sobre los escenarios.
No fue aquella su única
actuación en la ciudad y en la isla. Algún testimonio verbal apunta el
desaparecido teatro ‘Topham’ como otro marco de su poder de convocatoria a
principios de los sesenta, cuando intentaban abrirse paso, romper moldes y
acercar la música española a las corrientes que procedían del extranjero.
Y luego está el célebre
rodaje de “Escala en Tenerife”, título de una película dirigida por Leon Klimosvky
en 1964. Manolo y Ramón protagonistas. También aparecen José María Caffarel,
Ethel Rojo y José Miguel Ariza. A la salida del colegio, por las tardes,
acudíamos a la plaza Reyes Católicos y la avenida de Colón, alrededores del
hotel ‘Las Vegas’, donde se rodaban los exteriores. Algunos profesionales del
establecimiento, como el conserje Carlos Hosp, tuvieron su papel de figurantes.
La historia era bien
sencilla (no podía pedirse mucho más al cine de la época): el dúo ganaba fama y
emprendió un viaje a Brasil para realizar una gira pero antes, el barco en el
que viajan, ha de hacer una escala en Canarias. Una vez en Tenerife, una
millonaria les hará perder el barco a propósito con el fin de que actúen en una
fiesta benéfica que ella misma patrocina.
El Dúo Dinámico, tras su
reaparición en los escenarios, fieles a su estilo, que seguía gustando, volvió
a la isla en julio de 1981 para inaugurar la edición de las Galas OTA de aquel
año, en plena celebración de las portuenses Fiestas de Julio. Tras la ya comentada
actuación en septiembre de 1982, aún se recuerda su paso, en julio de 1984, por
la desaparecida discoteca ‘El Coto’, en el hotel ‘Botánico”. El periódico El Día, en su edición del 7 de julio,
tituló: “El Dúo Dinámico volvió a fascinar a sus incondicionales de siempre”. Y
en Diario de Avisos de la misma fecha
-poco antes del nombramiento de Paco Afonso como gobernador civil-, podía
leerse: “Dúo Dinámico, crónica del rayo que no cesa”
Han cumplido cincuenta años
en los escenarios, ganándose el respeto y el afecto de públicos de toda
condición social hasta lograr que sean memorizadas canciones que desde hace
algún tiempo -medio siglo, ni más ni menos- resultan de obligada cita y
audición.
“Como ayer, simplemente”.
jueves, 24 de octubre de 2013
CIFRAS DE FRAUDE FISCAL
Otoño caliente. Y más que se pondrá. Tiempo de números, cifras presupuestarias en todos lados que terminan mareando pero que, mínimamente analizadas y contrastadas, ponen de relieve que la situación sigue siendo preocupante. Se acaba la recesión y hasta mejoran los datos de desempleo y ocupación en la Encuesta de Población Activa. Pero el déficit que se prevé en la Seguridad Social, por ejemplo, once mil millones de euros en el próximo ejercicio, hace que las cautelas sigan siendo las máximas a la hora de prever bonanzas. Ya veremos cómo se gestionan los recursos presupuestarios y si la liquidación de las cuentas constata que eran las de la recuperación -Montoro dixit- pero algunas previsiones y algunos registros indican lo contrario.
Sobre todo, cuando se detecta que no hay avances en la lucha contra el fraude fiscal. La recaudación del presente ejercicio en ese capítulo apunta entre quinientos y seiscientos millones de euros menos que el pasado año. Deben estar tranquilos los defraudadores: va a haber menos efectivos y, por consiguiente, menos recursos, para acabar con esa otra lacra social. De momento, se escucha, sin resultados, la denuncia del sindicato de técnicos de Hacienda.
Lo grave es que se extiende una mancha de impunidad en este campo: recordemos que ya hubo una amnistía fiscal que significó, en la práctica, la renuncia a cobrar a los presuntos defraudadores que se acogieron a ella, unos cinco mil quinientos millones de euros de los que habían pagado.
Sin escrúpulos.
martes, 22 de octubre de 2013
LOMCE, CONFIANZA LIMITADA
El Gobierno -el ministro Wert,
sobre todo- tiene que ser consciente de lo que se avecina con la Ley Orgánica
para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Primero, porque los
representantes de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública registraron días
pasados, en la sede de la Presidencia del Gobierno, un millón de firmas de
ciudadanos que no sólo se oponen a la norma y al modelo sino que piden frenar
los recortes, modificar el real-decreto sobre becas y recuperar la inversión en
educación. Y segundo, porque esta misma semana se enfrenta a una huelga general
del sector que, previsiblemente, podrá en estado de ebullición el malestar de
la comunidad educativa en la presente legislatura.
Ya recibió un aviso el ejecutivo cuando la LOMCE fue aprobada en
las Cortes sin otro apoyo que el de la mayoría parlamentaria popular. Algo
tendrá la norma cuando concentró el máximo consenso en contra. Los grupos
parlamentarios, por cierto, llegaron a escenificar el compromiso de que la Ley
será modificada en cuanto el Partido Popular salga derrotado de las urnas o
pierda la mayoría cuyo abuso ha merecido la calificación de absolutista. Pero
es que, además de las representaciones políticas, son la práctica totalidad de
la comunidad educativa y todas las asociaciones y confederaciones de padres y
alumnos, las que se han sumado a la expresión de disconformidad con la nueva
Ley, acaso excesivamente ideologizada, con tendencias claramente segregadoras y
que establece unas barreras económicas que determinan que la educación de
calidad sea para el que pueda abonarla. La dificultad para el acceso de todos a
los estudios universitarios es otro de los aspectos más criticados de la
reforma educativa.
“Mi confianza en la Ley es limitada”, llegó a decir el ministro
Wert una vez aprobada. Ello da idea de los negros nubarrones que sabe se
ciernen sobre el futuro, tras una reducción en los Presupuestos Generales del
Estado superior a los cinco mil millones de euros desde que gobierna el Partido
Popular y después de que se haya producido un recorte de treinta mil profesores
en la enseñanza pública. Hasta la Federación de Sindicatos Independientes de
Enseñanza (FSIE), mayoritaria en el ámbito de la educación privada concertada,
ha hecho coincidir su disconformidad con la celebración de la huelga.
Para quienes han llevado la simbólica consulta y convocan el paro
del próximo jueves en toda España, el objetivo del Gobierno y del ministro es
“acabar con la educación pública”. Cabe esperar que la respuesta no esté
supeditada a los titulares de prensa y tratamientos audiovisuales que intenten
minimizar, con cifras contradictorias sobre todo, el impacto de la
participación.
La respuesta debería haber venido de una mayor voluntad de
consenso y diálogo por parte de sus promotores. El Gobierno, según los
testimonios que se acumulan, no ha estado por la labor. Y claro, una Ley que
nace de espaldas a la comunidad educativa, sin respaldo de sus operadores ni de
sus organizaciones representativas, tiene un futuro muy incierto.
En eso parece acertar Wert: vale que una Ley no resuelva todos
los problemas educativos, pero que aparezca lastrada por empecinamientos
propios ya condiciona la confianza.
Y así, desde luego, no se avanza.
USO RESPONSABLE
El presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, apeló en la Cumbre Iberoamericana de Panamá a un “uso
responsable” de derechos tan “sagrados” como la libertad de expresión y la
libertad de información. Señaló Rajoy que “la pluralidad informativa y la
independencia de los medios de comunicación son factores imprescindibles para
el desarrollo democrático”. En lo que ha sido interpretado como una alusión a
medios digitales y géneros confidenciales, el jefe del ejecutivo lamentó la
aparición de nuevas opciones mediáticas que “no se rigen por las mismas normas
y obligaciones que las tradicionales”.
Casi coincidiendo con estas manifestaciones, el periodista
Federico Jiménez Losantos, que habitualmente dedica en su emisora insultos y
vilipendios a Mariano Rajoy, comentaba una resolución judicial sobre el
conocido como “Caso Faisán” en estos términos:
-Hay que quemar la Audiencia Nacional… Bueno, metafóricamente
hablando… Vale, hay que volarla…
Entonces, cabe detenerse en el concepto “uso responsable”.
Siquiera para preguntarse qué diferencia hay entre quienes se manifiestan en
los términos reproducidos y quienes critican las decisiones de mandatarios o
políticos de países donde se ponen obstáculos a la libertad de expresión propiciando
cierres de cabeceras o señales audiovisuales o forzando la desaparición de
programas y espacios críticos. Ninguna, ¿verdad? Como que son los mismos
quienes protagonizan ambas posturas.
Un radicalismo atroz, un fundamentalismo ciego desborda la mismísima
racionalidad de las posiciones por las que abogan. Un uso responsable, pide el
presidente español: nada que objetar. “Cualquier medio de comunicación -dijo en
Panamá-, grande o pequeño, es depositario de valores ciudadanos esenciales y su
papel es decisivo en el proceso de transformación de una opinión pública
exigente y responsable”. Rajoy, que cuenta con un apoyo mediático en nuestro
país solo equiparable al dispensado a José María Aznar en sus días de vino y
rosas presidenciales, se ha movido con cautela, tal como evolucionan las
tendencias en el universo de la comunicación.
Pero que tomen nota las partes: el político (que por lo leído,
imita al intelectual catalán Salvador Espriú, no leyendo periódicos) ya
alertado, claro, de lo que sueltan en algunos micrófonos; y el periodista
convencido de que todo el monte es orégano, de que se puede vejar, ofender,
denigrar o descalificar impunemente. Precisamente, en nombre de principios o
derechos “sagrados”.
domingo, 20 de octubre de 2013
EMPLEO, SIN RECURSOS
Se estará saliendo de la crisis, se estará diciendo adiós a
la recesión, estarán aumentando las inversiones, estará lloviendo dinero si
interpretamos a uno de los prebostes de la gran banca pero lo cierto es que los
presupuestos del próximo ejercicio, en todo el país y en Canarias, van a ser
poco menos que de guerra, a poco que se contrasten las restricciones en
capítulos y consignaciones así como la disminución de los fondos europeos para
el período 2014-20 de acuerdo con la distribución dispuesta por el Gobierno de
Mariano Rajoy entre las comunidades autónomas.
Situación
límite, por ejemplo, en las políticas activas de empleo. Las leves mejorías
advertidas en los últimos registros, que parecen indicar un cierto freno a la
destrucción de puestos de trabajo, pueden tornarse en todo lo contrario si se
consuma la supresión del Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC) que no será
tal si han decidido incluirla en esa suerte de agenda secreta, dicho sea sin
ironía alguna, que con las cosas del paro ni se juega no se hacen chanzas.
El PIEC ya
sufrió una severa disminución: de 42 millones en el ejercicio de 2012 se pasó a
10 millones de euros en el presente. Poco se puede hacer con esas cantidades,
además del problema que representa el que las consignaciones de este año y del
pasado aún no hayan sido transferidas por el ministerio de Empleo. Es fácil
colegir que no contar con ese Plan equivale a que crezca el paro, a que
aumenten los índices de pobreza y a que la brecha de desigualdad sea cada vez
más difícil de cerrar. El Gobierno de España querrá seguir aplicándose en la
consecución del cumplimiento del déficit público pero también habrá de tener
muy en cuenta que la productividad económica difícilmente mejorará con listas
de desempleo que se engrosan como consecuencia de no existir ni programas ni
ayudas siquiera para mitigarlo. Habrá que recordarlo por enésima vez: Canarias
tiene una de las tasas de paro más alta de todo el Estado y el índice de paro
juvenil más elevado de todo el país. De modo que anteponer déficit público al
desempleo es un dilema muy delicado que supone un esfuerzo añadido de
explicación por parte del ejecutivo de Rajoy para sortear las inevitables
acusaciones de insensibilidad, desatención o ‘castigo’ que le llegarán desde
las islas.
Si a lo
dicho se suma que habrá 200 millones de euros menos de los previstos, procedentes
de los fondos comunitarios para atender el denominado “Eje social europeo”; y
otros 100 detraídos del programa específico para las regiones en transición
-aquellas, como Canarias, cuyo PIB se encuentra entre el 75 y el 90% de la
media comunitaria-, se comprueba que los problemas de desempleo se agravarán y
que los presupuestos para combatirlos, tan menguados y restrictivos, en efecto,
son de guerra. Casi nada.
sábado, 19 de octubre de 2013
CONTRASTES PORTUENSES
Pocas causas han despertado
mayor sensibilidad cívica en el Puerto de la Cruz en los últimos tiempos que el
proyecto de remozamiento del paseo San Telmo, inspirado en una apertura al mar
con la que discrepan abiertamente amplios sectores ciudadanos desde el momento
en que eso se materialice con la destrucción del muro que va desde la plazoleta
de la ermita a la Punta del viento. Al muro en cuestión se le otorga, por los
críticos, un cierto valor histórico que informes técnicos del Cabildo Insular
niegan, al menos en su vertiente patrimonial. Desde luego, lo que no podrán
refutar es una función social, un valor sentimental que ha caracterizado la
fisonomía del paseo en la que también puso su mano César Manrique que lo
convirtió, a principios de los años setenta, en una antesala de su obra cumbre
en Martiánez.
Usuarios del espacio, a los que se han unido muchas personas que
han simpatizado con su lucha, incluso extranjeros, han perseverado en su
oposición hasta confluir en una plataforma que ha convocado para el próximo
sábado, al mediodía, una manifestación. Hasta entonces hay toda una trayectoria
que engloba las concentraciones dominicales, la distribución de información,
los artículos de prensa, el rescate y la difusión de fotografías (con el muro
omnipresente, antes y después de su reposición) y, sobre todo, la presentación
de más de dos mil alegaciones que fueron desestimadas en su práctica totalidad.
Pero no se han rendido. Y por eso han seguido ganando adeptos con
un efecto multiplicador, lo que de por sí es noticia en una localidad donde
siempre se ha hablado mucho, con mayor o menor propiedad, pero donde también, a
la hora de la verdad, poco o nada se ha hecho. Un pueblo anestesiado, llegamos
a escribir hace algún tiempo, aludiendo a la pasividad y la indolencia con que
parecía reaccionar a las tribulaciones y a las decisiones del gobierno local.
Quienes han estado en la causa santelmera, sorteando imponderables y haciendo
caso omiso de embelecos y de peroratas provocadoras y queipollanescas, han
resistido y han contagiado, demostrando que les duele lo suyo, donde han
convivido, lo que es de todos, lo que forma parte de su idiosincrasia, uno de
esos pastos urbanos, con permiso del poeta, que jamás ha pasado de moda y que
gusta así, con sus peculiaridades de muro y pavimento (Por cierto: atentos a
dónde irán todas esa piezas pétreas, de difícil consecución ya en cualquier
excavación).
Han dado un ejemplo, en ese sentido. Podrán ver caer el muro pero
nadie negará su parte de razón, su resistencia y su identificación.
Todo lo contrario de lo que ha ocurrido tras la aprobación en un
pleno del Ayuntamiento de un Plan de ajuste que consigna la supresión de la
Universidad Popular Municipal ‘Francisco Afonso’, la Escuela de Música y el
Museo Arqueológico Municipal. Hemos dejado pasar las fechas a ver si alguien
reaccionaba. No hemos pulsado ni una sola discrepancia pública, más allá de la
que expresaron algunos grupos políticos en la sesión. Pero ni una sola protesta
ni una sola concentración ni un solo comunicado. Ni de afectados ni de
centrales sindicales ni de representaciones de personal adscrito. Puede estar
contento el gobierno municipal: difícilmente se encontrarán precedentes de
derribo de una obra social tan poco o nada contestados.
El contraste entre una actitud (proactiva y comprometida de
quienes se oponen al proyecto de San Telmo; pasiva e indolente de quienes ven
cómo se desmoronan servicios y recursos públicos municipales de alto valor
formativo, participativo e histórico-cultural) y otra es evidente.
Quizás la clave sea esa: lo que duele y lo que no. Porfiar en
causas nobles es expresión de sensibilidad e identificación. La impasibilidad o
la indiferencia son señales indicadoras de una preocupante apatía social.
viernes, 18 de octubre de 2013
EXCLUSIÓN INACEPTABLE
Ni en el fondo ni en las formas. El nombre de Leonarda Dibrani, una niña de quince años, de origen kosovar romaní, deportada sin miramientos de Francia, está ya asociado a la parte más oscura de la exclusión social. Ni más ni menos que en Francia han ocurrido los hechos. Cabe preguntarse a dónde fue a parar la "grandeur". Es normal que hayan arreciado las críticas desde las propias filas socialistas a la decisión gubernamental.
Son las contradicciones de nuestro tiempo. Tanto discurso de integración, de unión, de la Europa de los ciudadanos y de los pueblos, y luego resulta que se produce una decisión de este tipo: expulsar a una niña componente de una familia gitana. Oírla fue una extraña delicia: este es mi país, yo quiero vivir aquí, aquí están mi colegio y mis amigas... Pero la Francia de la igualdad, de la legaidad y de la fraternidad, se ve sacudida por vientos xenófobos y racistas y un gobierno socialista decide combatirlos con exclusiones sociales. Inaceptable. Cada país y cada Gobierno pueden fijar sus propias leyes, pueden regular el régimen y las condiciones de los extranjeros en su suelo. Pero no parecen consecuentes ciertas decisiones con los discursos que se predican.
miércoles, 16 de octubre de 2013
ALCALDES 'CONTRA LEGEM'
Alcaldes de todo el país, de todas las organizaciones
políticas, menos del Partido Popular (PP) -habrá que imaginar esas consignas
circulando desde Génova, escritas o verbales: Nadie a esa concentración, ¿entendido?,
nadie- quisieron escenificarlo días pasados en Madrid: fue su ‘no’ rotundo, su
rechazo a la Ley de Modernización y Sostenibilidad Local, la reforma de la
administración local promovida por el Gobierno que está próxima a iniciar su
trámite parlamentario. Quieren ir tan deprisa -¡cómo se nota que se agota la
mayoría absolutista!- que el ejecutivo espera que entre en vigor el próximo 1
de enero. De confirmarse esta voluntad, está muy clara cuál es la suerte que
aguarda a las enmiendas que los grupos parlamentarios presenten en dicho
trámite. La petición de retirada de la nueva norma, explícitamente formulada
por los ediles, será desoída, con toda seguridad, por mucha advertencia que
haya de acudir al Tribunal Constitucional.
No estaban
los regidores populares pero muchos de ellos no han ocultado ni ocultan su
contrariedad con esta Ley que, como apuntan expertos analistas del ámbito
municipalista, no clarifica competencias ni evita duplicidades. Ya el Consejo
de Estado emitió en su día un informe muy crítico sobre tales particulares,
hasta el punto de ser interpretado como un varapalo a la filosofía del partido
gubernamental en esta materia. Pedía el Consejo una revisión en profundidad del
texto ya que, además de las razones expuestas, alegaba que no se justificaba el
ahorro que vaticinaba se iba a producir con los cambios de estructura. Y lo que
es peor: para el Consejo de Estado no se acredita que la prestación de
servicios por las Diputaciones provinciales vaya a materializarse con un coste menor del que ahora tiene siendo
prestado por los ayuntamientos. Pero les dio igual: no hicieron caso y han
seguido adelante.
El caso es
que el texto articulado parece estar lejos de objetivos tales como la
simplificación de la estructura de la administración local. Si encima no
resuelve los problemas de financiación que tienen los ayuntamientos, negras
perspectivas, porque de los Presupuestos Generales del Estado para 2014, los
que sin fe ni pompa fueron calificados como los de la recuperación por sus
mentores -por cierto, ¿dónde ha estado el presidente del Gobierno en el debate
subsiguiente a su presentación en las Cortes?- no se desprende horizontes más
despejados para el municipalismo en su conjunto.
La
concentración de alcaldes en Madrid está cargada de simbolismo. Alcaldes
‘contra legem’, si se nos permite la licencia. Hubo
también nutrida representación canaria
que ha tenido en la unanimidad alcanzada sobre el particular en la Federación
Canaria de Municipios (FECAM) una significativa posición de repulsa. Es una
foto muy similar a la del rechazo días pasados a la Ley Orgánica para la Mejora
de la Calidad Educativa (LOMCE): hay una coincidencia muy amplia de grupos
políticos, de la comunidad educativa y de agentes sociales que están en
desacuerdo con la norma. Representantes corporativos de la práctica totalidad
de organizaciones políticas del territorio nacional dijeron ‘no’ a una Ley que
vulnera principios de la autonomía municipal, abre brechas de desigualdad entre
los ciudadanos y perjudica a éstos en cuanto que las fórmulas de gestión que
prevé acarrearán servicios más caros y menos eficientes. Peor aún: nadie ha
desmentido el cálculo de la pérdida de cien mil puestos de trabajo en la
administración local, en caso de consumarse las reformas del PP, especialmente
en el campo de los servicios sociales, donde las privatizaciones son un hecho.
Es un
rechazo notable que se expresará con la presentación de una enmienda a la
totalidad. A ver si la respaldan los demás grupos políticos. Aunque, tal como
han evolucionado las cosas, que nadie espere cambios sustanciales. Serían
‘milagrosos’.
martes, 15 de octubre de 2013
SAN TELMO BULEVAR
Estaban colocadas las vallas desde el viernes, vísperas de una noche en blanco que tenía en el propio paseo alguno de sus escenarios. Podían haber sido instaladas con un efecto disuasorio o como una señal de poderío. Vallas de tela metálica verde, antecedentes de obras en las pequeñas vías que unen la calle La Hoya con el paseo. Desde la Punta del viento hasta el lateral de la plaza de la ermita.
Ese era el nuevo escenario que casi anticipaba la suerte final. Aunque nunca la claudicación, a tenor del espíritu y del entusiasmo que lucieron quienes se siguen oponiendo al derribo del muro de San Telmo. Allí estaban, un domingo más, megáfono en mano, coreando consignas y colocando una pancarta doméstica y lazos negros sobre las vallas metálicas. Eran unas decenas de personas más que otras veces: mayor animación, mejor predisposición. Con mucho respeto, no se rinden. Y no se van a rendir. “Salvemos San Telmo”: los extranjeros preguntan y hacen signos de aprobación cuando les explican la causa.
Fotos en las escalinatas y fotos en la Punta del viento. Hay infinidad de curiosos. La concentración es una expresión de solidaridad. Acuden libremente quienes quieren y pueden. Hay ‘santelmeros’ de toda la vida, los que aprendieron a nadar allí, los que jugaron de críos y los que aún disfrutan de la terraza y de su pavimento, de sus escaleritas y de sus charcos cuando baja la marea. Allí estaban, resistiendo. En la pequeña gran historia local, ocurra lo que ocurra con el paseo, por muchas desestimaciones de sus alegaciones que sumen, su actitud quedará registrada como la reacción cívica de un sector de población empeñado en defender la identidad de un rincón del pueblo.
En medio de aquella concentración, nos vino a la memoria un artículo sobre el paseo publicado hace treinta años. “San Telmo bulevar” era el título, alusivo a la identidad del paseo en medio de la geografía y la idiosincrasia local. Lo hemos rescatado. Y lo reproducimos.
“El paseo de San Telmo era, hasta hace unos años, el reflejo del caos urbanístico de la ciudad, hasta que la mano reparadora de César Manrique lo transformó en un bulevar sugerente que une el corazón turístico de la ciudad con el centro de la población.
En San Telmo, que muchos siguen identificando como “El Boquete”, había verbenas, ahora convertidas en sardinadas de verano. Y los jóvenes de toda una generación se daban cita para derrochar la valentía de un lanzamiento desde el acantilado, protagonizar apasionantes partidas de envite, despertar tiernos amores de juventud y pagarle cuatro cervezas a Manuel ‘Ratón’ Rodríguez, cuando se habían consumido siete. En San Telmo, donde todavía se baña el alcalde, los jóvenes de ahora imprimen otro sello que nada tiene que ver con aquella rivalidad entre los miembros del Cima Club y del Peñita.
El bulevar es una mezcla lógica de usos y costumbres extranjeros. El singular espectáculo de las olas bramando y rompiendo desde El Penitente, aderezado por unos potentísimos focos durante la noche, es seguido por miles y miles de personas que se detienen en escaparates de las boutiques de lujo o de bazares con ostentosas figuras de Lladró.
En el bulevar se dan cita vendedores de bisutería o de rudimentarios juegos infantiles. Tiene reminiscencias de cultura hippie, con cítaras y armónicas esporádicas; y sabor de pasaje persa cuando les intentan colocar un presunto ‘Omega’ de oro a precio de ganga. Se rinde culto al consumo con pollo frito y “wimpy-burgers”. Las discotecas dejan escuchar la voz de Bertín Osborne durante el día y por la noche el sonido de ‘Police’ toma el relevo en las boites; alguna, por cierto, refugio de “latin lovers” a los que no resulta difícil el romance con la escandinava que vino en busca de la aventura.
San Telmo, recogido en el cantar de “Los volcanes del Teide”, con sus rincones: Reboso, Espadarte, Cebada… San Telmo, plasmado en las acuarelas de Ávalos… San Telmo conserva el sabor y el encanto de los lugares por los que se distingue a su ciudad. Aunque el paseo sea ahora un sugerente bulevar y otros hayan tomado el relevo…”
GARCIA
Ese era el nuevo escenario que casi anticipaba la suerte final. Aunque nunca la claudicación, a tenor del espíritu y del entusiasmo que lucieron quienes se siguen oponiendo al derribo del muro de San Telmo. Allí estaban, un domingo más, megáfono en mano, coreando consignas y colocando una pancarta doméstica y lazos negros sobre las vallas metálicas. Eran unas decenas de personas más que otras veces: mayor animación, mejor predisposición. Con mucho respeto, no se rinden. Y no se van a rendir. “Salvemos San Telmo”: los extranjeros preguntan y hacen signos de aprobación cuando les explican la causa.
Fotos en las escalinatas y fotos en la Punta del viento. Hay infinidad de curiosos. La concentración es una expresión de solidaridad. Acuden libremente quienes quieren y pueden. Hay ‘santelmeros’ de toda la vida, los que aprendieron a nadar allí, los que jugaron de críos y los que aún disfrutan de la terraza y de su pavimento, de sus escaleritas y de sus charcos cuando baja la marea. Allí estaban, resistiendo. En la pequeña gran historia local, ocurra lo que ocurra con el paseo, por muchas desestimaciones de sus alegaciones que sumen, su actitud quedará registrada como la reacción cívica de un sector de población empeñado en defender la identidad de un rincón del pueblo.
En medio de aquella concentración, nos vino a la memoria un artículo sobre el paseo publicado hace treinta años. “San Telmo bulevar” era el título, alusivo a la identidad del paseo en medio de la geografía y la idiosincrasia local. Lo hemos rescatado. Y lo reproducimos.
“El paseo de San Telmo era, hasta hace unos años, el reflejo del caos urbanístico de la ciudad, hasta que la mano reparadora de César Manrique lo transformó en un bulevar sugerente que une el corazón turístico de la ciudad con el centro de la población.
En San Telmo, que muchos siguen identificando como “El Boquete”, había verbenas, ahora convertidas en sardinadas de verano. Y los jóvenes de toda una generación se daban cita para derrochar la valentía de un lanzamiento desde el acantilado, protagonizar apasionantes partidas de envite, despertar tiernos amores de juventud y pagarle cuatro cervezas a Manuel ‘Ratón’ Rodríguez, cuando se habían consumido siete. En San Telmo, donde todavía se baña el alcalde, los jóvenes de ahora imprimen otro sello que nada tiene que ver con aquella rivalidad entre los miembros del Cima Club y del Peñita.
El bulevar es una mezcla lógica de usos y costumbres extranjeros. El singular espectáculo de las olas bramando y rompiendo desde El Penitente, aderezado por unos potentísimos focos durante la noche, es seguido por miles y miles de personas que se detienen en escaparates de las boutiques de lujo o de bazares con ostentosas figuras de Lladró.
En el bulevar se dan cita vendedores de bisutería o de rudimentarios juegos infantiles. Tiene reminiscencias de cultura hippie, con cítaras y armónicas esporádicas; y sabor de pasaje persa cuando les intentan colocar un presunto ‘Omega’ de oro a precio de ganga. Se rinde culto al consumo con pollo frito y “wimpy-burgers”. Las discotecas dejan escuchar la voz de Bertín Osborne durante el día y por la noche el sonido de ‘Police’ toma el relevo en las boites; alguna, por cierto, refugio de “latin lovers” a los que no resulta difícil el romance con la escandinava que vino en busca de la aventura.
San Telmo, recogido en el cantar de “Los volcanes del Teide”, con sus rincones: Reboso, Espadarte, Cebada… San Telmo, plasmado en las acuarelas de Ávalos… San Telmo conserva el sabor y el encanto de los lugares por los que se distingue a su ciudad. Aunque el paseo sea ahora un sugerente bulevar y otros hayan tomado el relevo…”
GARCIA
lunes, 14 de octubre de 2013
ATISBOS DE RECUPERACIÓN
Anda el Puerto de la Cruz tan necesitado de buenas noticias,
especialmente para invertir ciertas tendencias históricas caracterizadas en el
propio sector turístico, que la aportación de datos estadísticos, interpretada
en clave positiva, viene a ser todo un estimulante a ver si aquéllas se
invierten y genera un estado de opinión que haga ver los horizontes de otra
manera.
Es de las
primeras veces, por otro lado, que se manejan tales datos con una cierta
proyección analítica, frente a esquemas convencionales, más rígidos, a los que se
concedía una importancia relativa en la que predominaba el escepticismo,
teniendo en cuenta -sobre todo, en el ámbito empresarial- que incidían en
reducción de oferta, menor afluencia, destrucción de empleo y pérdida de
competitividad.
Ha sido el
Consorcio Urbanístico para la Rehabilitación de la localidad norteña el que ha
hecho público un informe elaborado para analizar la rentabilidad del destino
turístico Puerto de la Cruz y de su planta alojativa en el período comprendido
entre 2009 y julio del presente año. Es el primer informe de coyuntura
turística que incide en los resultados que se están monitorizando en el
desarrollo del Plan de Modernización, Mejora e incremento de la Competitividad
de la ciudad, actualmente en fase previa a su aprobación.
Según los
redactores del informe, “el Puerto se recupera como un entorno atractivo para
la actividad turística y para la inversión”. Tal consideración se apoyaría en datos
tales como un crecimiento interanual de turistas en el primer semestre de 2013
del 5,2% respecto al pasado año. En julio del presente ejercicio, el
crecimiento con respecto al mismo mes del año anterior fue del 34,3%. También
suben las pernoctaciones, un 1,5%. Tomando el pasado mes de julio como
referencia, el aumento interanual en este concepto fue del 41,7%. Los ingresos
hoteleros, en el ciclo 2009-12, años cerrados, registraron un incremento del
16,9%, contabilizándose 94 millones de euros. Se constata, asimismo, una senda
al alza en la competitividad de la oferta de alojamiento.
Por
supuesto, no hay que lanzar campanas al vuelo pero sirvan los datos para
profundizar en el trabajo emprendido para revitalizar el destino turístico.
Hasta la saciedad repetimos que el Consorcio era el último tren que pasaba para
que el Puerto de la Cruz pudiera labrar una oferta innovadora que robusteciera
y cualificara sus valores naturales e históricos. Las estadísticas apuntan el
ascenso de la curva y ojalá reflejen una regularización de la oferta teniendo
en cuenta la merma de la capacidad alojativa y la destrucción de puestos de
trabajo en los últimos años. Por ahora, apuntan. Confiemos, junto a otros
parámetros y la culminación de actuaciones, que se consoliden.
viernes, 11 de octubre de 2013
EL DON DE SUSANA HERRERA
Tiene Susana Herrera un don, el de la sutileza, el de saber estar en cada momento, en cada situación, el de saber decir con delicadeza lo más crudo. Difícil papeleta esa en quienes ofician el protocolo, en quienes tienen a su cargo la ordenación, la colocación y, sobre todo, el respeto a las formas. Saben que hay ojos, centenares o miles de ojos observando, saben que hay cámaras por doquier, pendientes de todo, de un movimiento, de un gesto, y por lo tanto, obran con extremo cuidado, ademán positivo permanente y sonrisa predispuesta, aunque sea forzada.
Pues Susana reunía esas cualidades. Ayer puso punto final a más de tres décadas de trabajo en la Administración, ejecutado siempre con responsabilidad, fuera quien fuera su jefe. Ese don femenino le impulsaba a conocer el terreno previamente para luego moverse en él con mayor seguridad. Así fue desenvolviéndose en actos, ceremonias, celebraciones y hasta en aquellas convocatorias que parecían no requerir mayor seguimiento protocolario pero que ella se encargaba de imprimir ese aire de “cuidado, hay que hacer las cosas bien siempre”, que terminaba imponiéndose. Con el mejor resultado, claro.
Susana Herrera mereció la confianza de presidentes y cargos públicos relevantes de la Comunidad Autónoma. Cuando estaba en primera fila activa, supo hacer su trabajo con eficiencia y discreción. Estaba sin que se notara. Y cuando le tocó intramuros, cuando de cruzar despachos y papeles, lo hizo exactamente igual.
Atenta, servicial, femenina, elegante… Susana Herrera fue, además, excelente compañera. Todos se acordaban de ella y todos recurrían a ella cuando las dificultades se extremaban o surgía alguna situación que obligaba a improvisar una solución. Supo, en ese sentido, ganarse el respeto y el precio de quienes estaban a su lado. Que eran muchos.
Le dispensaron un modesto homenaje, el que ella, elegantísima para la ocasión, esperaba, lejos de fastos y oropeles. Solo habló ella, para agradecer con emoción la calidez, el cariño y los regalos que obsequiaron, entre ellos, una tableta con la que ahora, sin los agobios del día, intentará compensar el predominio de papeles que la envolvió durante décadas. Herrera, con todo el encanto, volvió a dar una lección de cómo hay que estar en cada momento. Y eso que era difícil combinar seriedad y desenfado a la vez.
Pues lo logró. Ese don… Felicidades, Susana. Que disfrutes!!
Pues Susana reunía esas cualidades. Ayer puso punto final a más de tres décadas de trabajo en la Administración, ejecutado siempre con responsabilidad, fuera quien fuera su jefe. Ese don femenino le impulsaba a conocer el terreno previamente para luego moverse en él con mayor seguridad. Así fue desenvolviéndose en actos, ceremonias, celebraciones y hasta en aquellas convocatorias que parecían no requerir mayor seguimiento protocolario pero que ella se encargaba de imprimir ese aire de “cuidado, hay que hacer las cosas bien siempre”, que terminaba imponiéndose. Con el mejor resultado, claro.
Susana Herrera mereció la confianza de presidentes y cargos públicos relevantes de la Comunidad Autónoma. Cuando estaba en primera fila activa, supo hacer su trabajo con eficiencia y discreción. Estaba sin que se notara. Y cuando le tocó intramuros, cuando de cruzar despachos y papeles, lo hizo exactamente igual.
Atenta, servicial, femenina, elegante… Susana Herrera fue, además, excelente compañera. Todos se acordaban de ella y todos recurrían a ella cuando las dificultades se extremaban o surgía alguna situación que obligaba a improvisar una solución. Supo, en ese sentido, ganarse el respeto y el precio de quienes estaban a su lado. Que eran muchos.
Le dispensaron un modesto homenaje, el que ella, elegantísima para la ocasión, esperaba, lejos de fastos y oropeles. Solo habló ella, para agradecer con emoción la calidez, el cariño y los regalos que obsequiaron, entre ellos, una tableta con la que ahora, sin los agobios del día, intentará compensar el predominio de papeles que la envolvió durante décadas. Herrera, con todo el encanto, volvió a dar una lección de cómo hay que estar en cada momento. Y eso que era difícil combinar seriedad y desenfado a la vez.
Pues lo logró. Ese don… Felicidades, Susana. Que disfrutes!!
jueves, 10 de octubre de 2013
DEPENDENCIA: ASÍ SE DESMANTELA UN SISTEMA
El dato es escalofriante: cuarenta mil personas menos reciben
prestaciones de la Ley de la promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, popularmente
conocida, desde su publicación, en diciembre de 2006, como Ley de Dependencia.
El Gobierno de Mariano Rajoy la reformó en julio del pasado año y los
resultados no pueden ser más desalentadores: casi cuarenta y una mil personas
han sido expulsadas del sistema de dependencia y han dejado de recibir la
prestación a la que tenían derecho.
El
desasosiego de quienes se han acogido a la norma, de los técnicos y trabajadores sociales que están cerca de las
tribulaciones de las personas, de cargos autonómicos y de alcaldes y concejales
se ha elevado de forma tal en los últimos meses que se está produciendo un
fenómeno inquietante: huir de los afectados y de su entorno familiar para no
enfrentarse, para escapar de la vergüenza que significa tener que restar o dar
una respuesta negativa.
Esos son los
efectos de la norma revisada, de los recursos limitados, de la insensibilidad
gubernamental con los más necesitados. Y es que los requisitos de la reforma
del Gobierno en esta materia han generado que, actualmente, haya más de ochenta
y una mil personas menos con derecho a prestación de las que había en agosto
del pasado año. Son los datos del ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad los que manejamos: a 31 de agosto del presente año, había veintiocho
mil quinientas noventa y cinco solicitudes menos.
Hay más,
para entender el alcance de este auténtico desmantelamiento del sistema de
dependencia. Dos mil cuatrocientos noventa y seis beneficiarios menos en
sistemas de teleasistencia, mil ochenta y ocho ayudas a domicilio menos,
doscientas cuarenta y dos plazas menos en centros de día, mil doscientas
cincuenta y ocho plazas menos en residencias y casi dos mil quinientas
prestaciones menos para cuidadores familiares. Ana Mato, ministra, no puede
estar tirando voladores, desde luego.
No, porque a
las cifras reveladoras de unos perjuicios muy extendidos, hay que unir la
pérdida de unos mil quinientos empleos. Y tampoco porque la reacción de sus
compañeros alcaldes con las previsiones que en materia de asuntos sociales
contiene la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local
es bastante inquietante. Son conscientes de que estamos ante medidas muy
impopulares con unas repercusiones directas entre los más vulnerables y
desfavorecidos.
Algún iluso,
bien informado, estimaba días pasados en una emisión radiofónica nacional que
si los ministros y dirigentes de Partido Popular (PP) hablaban de presupuestos
de recuperación, es que era posible retomar o acceder a algunas de las
prestaciones suprimidas o denegadas. Que se desengañe y que sepa que no hay ni
recurso al pataleo: a la infausta decisión de paralizar, en diciembre de 2011,
la aplicación de la Ley para personas con dependencia moderada (más de
cuatrocientas mil), siguió la eliminación en
los Presupuestos Generales del Estado de 2012 y
2013 la partida en el concepto acordado pues de doscientos ochenta y tres
millones de euros de 2011 se pasó a cero en el siguiente.
La
paralización por espacio de dos años de la Ley de Dependencia ha venido a ser
la puntilla, una reforma más que empobrece y revela no ya incumplimientos sino
lesivas frustraciones para muchísima gente.
miércoles, 9 de octubre de 2013
RÉQUIEM POR LAS CARTAS AL DIRECTOR
Era una sección fija en los
periódicos hasta hace muy poco. Pero hay ediciones en las que ya no se publica
ni una. Era una especie de refugio de los más osados, de los perennemente
disconformes, de los opinadores y de los aludidos, de quienes aspiraban a ver
su nombre impreso y a sentar cátedra sobre cualquier asunto, no importa que
fuera doméstico. Era el espacio tipo que se manejaba a conveniencia, incluso
para rellenar huecos. Allí, en una esquina de la página, abriendo o en la mitad
inferior derecha estaban las cartas al director.
Había quienes las escribían todos los días. Hasta que eran detectados
en las redacciones y empezaron a ser no publicadas. Auténticos especialistas en
ámbitos tan dispares como el fútbol o la política local vertían su parecer.
Dispusieron de espacio y se extendían hasta que mermó la proliferación porque
menguó ese espacio y la normativa o el libro de estilo del rotativo -escrito o
verbal- obligaron a reducir y a ajustarse, so pena de que el original fuera a
la papelera. Algún escrito indujo más de una polémica que duraba varias fechas,
más cuando la publicación se hacía en cabeceras diferentes. En todo caso,
quienes las revisaban o corregían estaban al tanto: respeto a la pluralidad,
nada de insultos ni de acusaciones que no se pudieran probar. Esas, más o
menos, eran las reglas básicas para evitar los trances de una posible judicialización.
Pero
también fue un recurso para las propias redacciones, en donde algunos que
habitaban, motu proprio, o porque les
hicieron un encargo o porque querían puntualizar o salir en defensa de alguien
que había sido atacado, las elaboraban, les ponían un nombre ficticio o las
firmaban con un seudónimo y las publicaban, claro.
Puede que, en algunos casos, llegara a ser la posada más crítica
del periódico. Era posible leer cosas o hechos que crónicas y comentarios no
reflejaban. Hubo casos en los que colaboradores fijos, cuando traspasaban
ciertas delgadas líneas o escribían en discrepancia con la línea editorial o
informativa, vieron sus textos en la sección, como una carta más. Pero, ya con
varios años de andadura democrática, fue palideciendo esa condición. Algunos
habituales se aburrieron y dejaron de escribirlas. Recordamos en algún debate
haber sostenido que en los periódicos insulares ya no eran críticas ni las
cartas al director. Era una forma de significar el acriticismo mediático o la
indolencia de la sociedad canaria.
Y ahora, el aperturismo de los medios y las redes sociales
parecen haber dado el tiro de gracia a las célebres –o no tan célebres- cartas
al director. Las facilidades para dejar un comentario o interactuar hacen mucho
más sencilla la publicación de un parecer. Comparen con otras épocas:
mecanografiar, acompañar copia del carné de identidad, remitir por correo o
llevar personalmente el texto a la sede del periódico eran, en síntesis, los
pasos. Y esperar la aparición, que podía tardar unos días. Ahora estamos a un clic y se publica al instante: no hay color. En las redes, ya saben,
ni siquiera hay un director al que dirigirse y solicitar la publicación: más
fácil todavía.
Entonces, las cartas al director se han convertido en una
añoranza periodística más. Nadie dijo que fueran a durar toda la vida. Pero
seguro que hay quien las echa de menos.
martes, 8 de octubre de 2013
PASIÓN PERIODÍSTICA EN CUALQUIER TIEMPO
La pasión, la pasión por
escribir no conoce tiempos verbales. Por lo tanto, la autora de este libro, la
profesora Olga Álvarez de Armas, escogió muy bien su título, si es que la idea
que sustanció fue hurgar en el pasado con ánimo de cribar tanto trabajo y
tantas publicaciones y contrastar, con la perspectiva del tiempo, el ánimo y el
apetito que volcó en cada una de aquellas impresiones y experiencias que plasmó
a poco de producirse.
Igual la descubrió -para cultivarla y conservarla de por vida-
en aquella visita a la oficina donde trabajaba su padre, Luis Álvarez Cruz, que
describe en el prólogo elaborado por ella misma y en la que asimiló, de una
vez, el tecleo de las máquinas de escribir, las enormes bobinas de papel para
la rotativa “y el olor tan especial de la tinta y el plomo fundiéndose…”.
Situemos ahí el origen remoto de la pasión por escribir de
Olga. Como le sucedió, con un relato paterno, al escritor y poeta colombiano
Darío Jaramillo Agudelo, quien se apresura a distinguirla del “oficio de escribir”,
si se entiende oficio, como él mismo dice, “en el sentido de profesión y no en
su acepción de taller o de gnosis solitaria
o aprendizaje eterno”.
Entonces, que el término pasión aparezca muchas veces en las
ciento cincuenta y siete páginas de este libro, revela lo que han sido el
periodismo y la escritura para su autora, algo consustancial que ya se
apreciaba en sus primeros textos publicados. Olga siempre quiso volar alto:
para ella, una entrevista, penetrar en las entrañas de un personaje, de un
científico o de un artista, no podía dejar indiferente al lector. Y por eso
acudía a preguntar sabiendo no solo lo que preguntaba sino la personalidad, la
trayectoria de quien aceptaba el interrogatorio, el libre juego de cuestiones y
respuestas. La periodista escogía muy bien la figura del entrevistado, las más
de las veces sin estar urgida por la actualidad. Salía en su busca como quien
sale segura de obtener un testimonio que va a interesar.
Cuando no, es a partir de alguna experiencia vivencial, de
algún episodio en el que, sin voluntad protagónica alguna, deduce un hecho
reseñable que enriquece el texto hasta proporcionar un valor humanista y
periodístico. Eso también es pasión.
En las trece entrevistas que incluye en Pretérito imperfecto, publicadas en El País y Diario de Avisos, Álvarez,
que hasta hace muy poco ejercía como docente en la Facultad de Ciencias de la
Información de la Universidad de La Laguna, destila la pasión que se precisa
para dialogar con personas tan dispares como María Casares, Montserrat Caballé,
Salvador Espriú, Miquel Barceló o Giorgio Strehler. Por no hablar de escritores
como Juan Carlos Onetti o Carlos Fuentes. Y no digamos de los canarios Antonio
González y González, Domingo Pérez Minik, Francisco Aguilar y Paz, César Manrique
y Francisco Borges Salas que, junto a Ernesto Salcedo Vílchez, desfilan por
estas páginas sin otra solemnidad que la de unas respuestas francas, válidas
para descubrir o abonar su singular personalidad.
De no haber puesto pasión, Olga Álvarez no hubiera accedido al
teatro Reina Victoria, de Madrid, para asistir al estreno de El Adefesio, de Rafael Alberti, cuyo
papel estelar estaba reservado para María Casares, la hija del que fuera
presidente del Gobierno en el momento que comienza la guerra incivil, Santiago
Casares Quiroga. No tenía entrada ni invitación pero la representante teatral
de Alberti ofició para que la dejaran pasar “a gallinero”, desde donde gritó
¡Libertad! y ¡Amnistía! como una más de las que abarrotaba el recinto. Esa
noche cenó a solas con la actriz culminando las emociones de una jornada
inolvidable, apasionante.
Le hace confesar, en plena enfermedad, a Montserrat Caballé,
con toda naturalidad, su régimen alimenticio y le arranca a Juan Carlos Onetti,
en vísperas de recibir el premio Cervantes, todo un alarde de modestia y
humildad que acaso sea un adelanto del que hoy en día luce su paisano, el
presidente de la República Oriental de Uruguay, José Mujica. No tenía chaqué
para recoger el galardón y cuando fue interrogado sobre el contenido de su
intervención dijo que hablaría de la libertad.
Se encontró la autora con un Salvador Espriú muy exigente
consigo mismo, el hombre que jamás leía la prensa y revelaba que él,
sencillamente, era “un honesto aprendiz de escritor”.
Por pasión perseverante, seguro, asistió al ensayo que dirigía
Giorgio Strehler, il maestro, como le
decía todo el mundo. Fascinada por la personalidad del gran director italiano,
se sentó a su lado y escuchó atentamente sus concepciones teatrales: “El teatro
es el espejo de una sociedad. El instrumento con el cual una sociedad dialoga
consigo misma”.
Y fue la pasión desbordante la que le hizo convencerse de que
ella estaba allí, en la cena que ofrecía el inolvidable César Manrique antes de
su primera exposición en Madrid. Acudió Adolfo Suárez, entonces presidente del
Gobierno. El artista lanzaroteño la volvió loca con su insistencia: “Que esto
se sepa en Canarias”.
Con Carlos Fuentes, el escritor mexicano que también ganó el
Cervantes, dialogó en New York y le desveló que en La Laguna había una persona
a la que ella admiraba por su aspecto y por su vestimenta, Anatolio Fuentes,
entre cuyos ancestros estaba el autor de El
ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha. “Mi abuelo era Cervantes”, fue
la primera respuesta que Olga Álvarez transcribió de aquella entrevista en la
que el escritor reafirma su compromiso profundo “con la tradición intelectual,
estética, con la exigencia de la forma”.
Es curioso, y en cierto modo paradójico, que la autora haya
titulado esta nueva entrega suya Pretérito
imperfecto cuando en otra época empleó La
memoria fértil para ilustrar una serie de entrevistas entre las que incluyó
la que dedicó al pensador Francisco Aguilar y Paz, discípulo que fuera de don
Fernando de los Ríos. De Ernesto Salcedo Vílchez dice que su ‘auctoritas’
inducía a que le llamara y considerara jefe, ‘el jefe’ de todos los que ha
tenido, sobre todo después de haber compartido aquel homenaje que le tributó el
grupo “Nuestro Arte” y en el curso del cual quien fuera director de El Día, en presencia de autoridades
militares, civiles y eclesiásticas, que así se decía entonces, dijo que quería
corresponder dedicando un tributo al director del periódico El Sol, de Málaga, que esa misma tarde
había sido encarcelado y privado también de su carné profesional.
El elenco de las trece entrevistas incluidas en Pretérito imperfecto se completa con las
visiones que ofrecen otros tres destacados intelectuales canarios: Antonio
González y González, Francisco Borges Salas y Domingo Pérez Minik. Con éste,
con el don Domingo de todos nosotros, hay otro pasaje revelador: “Toda mi vida
es una pasión… Yo he sentido siempre una gran pasión por todo”, respondía a sus
84 años, cuando una entusiasmada Olga le arrancaba las cosas que ella buscaba.
El libro se completa con doce crónicas y artículos que
reflejan el criterio de la autora en determinados momentos. Es el criterio
contrastado en escenarios tan distintos como Milán, París, El Cairo, La Habana
y Buenos Aires; y en las impresiones que condensó de Mario Vargas Llosa,
almorzando en la sin igual playa grancanaria de Las Canteras; del mismísimo
Naguib Mahfuz, otro Nobel de Literatura, rodeado de flores de plástico, tomando
un café turco y contemplando por los ventanales el ritmo, la vida apasionante y
seductora de una plaza cuyo nombre terminaría siendo emblemático, Tharir o
plaza de la Liberación.
Estos textos reflejan la sensibilidad periodística de Olga
Álvarez, metida también a editora por si algo faltaba a su trayectoria. En
Madrid, ansiosa por ver teatro, descubre a Blanca Portillo en La vida es sueño; y vive intensamente Ainadamar, el drama lírico del argentino
Oswaldo Golijov que trata de la relación de amistad habida entre la mítica
actriz Margarita Xirgu y el escritor Federico García Lorca.
Con su hermana Isabel, y su cuñada Laura de los Ríos, hija de
don Fernando de los Ríos, anteriormente citado, hizo de anfitriona cuando en el
teatro Guimerá se estrenó Doña Rosita la
soltera o el lenguaje de las flores, a cargo de la compañía de Nuria Espert
dirigida por Jorge Lavelli. La experiencia fue suplementada cuando Álvarez las
acompañó al debut en Granada, la primera representación después de su
asesinato. Dejamos que descubran ustedes los sentimientos acumulados aquella
noche, vividos no desde el palco sino detrás del escenario. Los describe
brevemente la autora con escritura directa, con precisa descripción de lo
acontecido.
Allí, en lugares privilegiados, propiciados o no, cerca de las
personas cuidadosamente escogidas para llevarlas al papel impreso, en las
mismas entrañas de los espacios que eligió para incursionar y para realizarse,
ha vivido Olga Álvarez su pasión periodística, su trasegar por el mundo de la
comunicación, el universo editorial y las aulas universitarias.
En Pretérito imperfecto queda
la impronta de un trabajo riguroso, hecho con esmero, ameno, alejado de
plúmbeas narraciones, demostrando que, más allá de un tiempo verbal, hay toda
una experiencia profesional, pero también existencial, labrada con
minuciosidad, “sin perder un ápice de la locura que un día apareció en [su]
vida como un gran regalo”, como se encarga de consignar en el prólogo.
Ahora ya sabemos que su tiempo pasado está lleno de
enseñanzas, percepciones y moralejas, plasmadas en estas páginas cuya lectura
atraerá a periodistas y profesionales, pero también a quienes quieren conocer
algo más de cuantos en ellas aparecen y de la autora misma.
lunes, 7 de octubre de 2013
PORVENIR DE UN RECINTO
El recinto guarda toda una historia desde su habilitación
misma, a raíz de un pavoroso incendio en febrero de 1965. Alguna aproximación a
la misma hemos hecho: festivales artísticos, espectáculos, convocatorias,
bautismos políticos, conciertos musicales, carnavales, teatro, congresos,
deportes, personajes y un rico anecdotario. Ha sido, sin duda, un espacio
multiusos, en su día muy avanzado -tanto al aire libre como cerrado- pero con el
paso del tiempo, obsoleto, poco operativo y, sobre todo, insuficiente, impropio
de una ciudad llamada a tener durante todo el año actividades públicas de
postín que requieren de un lugar adecuado para su desarrollo.
Pero hay que
empezar a hablar de futuro del parque San Francisco, así denominado para
facilitar la localización de toda la vida. El Consorcio Urbanístico para la
Rehabilitación Turística del Puerto de la Cruz había convocado un concurso de
ideas para su remodelación y las setenta y siete propuestas que han sido
presentadas dan una idea del interés con que se lo han tomado arquitectos,
proyectistas y profesionales que ven la oportunidad de llevar a cabo una
actuación que, independientemente de registrar su sello personal, ha de
significar -esto es lo importante- la dotación de una instalación muy necesaria
en pleno centro de la ciudad, en una calle (Agustín de Bethencourt) que,
paradójicamente, tras el cierre del parque, ha cobrado un tránsito comercial y
de consumo muy notable.
Habrá que
estar atentos a las soluciones de los participantes en el concurso, partiendo
de que se quiere, básicamente, un auditorio con aforo de ochocientas plazas;
establecer la sede del Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdhal (MACEW);
sala de exposiciones y espacio para usos como tiendas, restaurante y/o
cafetería. Atentos por dos hechos que pueden resultar un corsé: por un lado, hay
que ensamblar con exactitud la unión o la integración con la iglesia de San
Francisco, la primera construcción civil del municipio, la cual está catalogada
como Bien de Interés Cultural (BIC). En este mismo orden, habrá que observar el
tratamiento que reciban en la actuación proyectada los inmuebles o parcelas
adyacentes. Y por otro, si es posible contar -se supone que ello encarecería
considerablemente cualquier tipo de obras- con un aparcamiento subterráneo al
que se accedería por cualquiera de las dos vías peatonales en las que se encuadra
la parcela. La dotación no es indispensable, desde luego, si se garantiza que
la habrá en el futuro parque marítimo, a escasos trescientos metros de la
localización que referimos.
Es pronto
para hablar de financiación pues, que se sepa, hasta el momento solo se conoce
que el primer premio del concurso, dotado con veinte mil euros, conlleva la
contratación de la redacción del proyecto que tiene un presupuesto de ciento
setenta mil euros. En noviembre, dispondremos de las primeras soluciones con
las que podrá hablarse del porvenir del parque San Francisco con más
fundamentos.
sábado, 5 de octubre de 2013
LAS VEGAS
Allí, el primero, nada más
traspasar esa suerte de frontera que era el recinto de la ermita de San Telmo y
adentrarse en el corazón turístico de Martiánez, aparece con su peculiar
arquitectura, como enseñoreándose, el hotel Las Vegas, desde hace unos años
encuadrado en el potente grupo Catalonia.
Las Vegas fue siempre un establecimiento distinguido, donde se
forjaron numerosos profesionales portuenses. Y no solo los que trabajaban cara
a los clientes. Fue hasta cuna de sindicalistas.
A la hora de recordar, hay que señalar aquella terraza del hotel
que fue escenario o plató televisivo en la primera década de los sesenta del
pasado siglo, aún en blanco y negro. En ella realizó Televisión Española (TVE)
un inolvidable programa, ‘Musical 14.05’, con el que almorzábamos casi a
diario. Presentado por el chileno Raúl Matas, con el paso del tiempo, uno de
los mejores dominadores del medio. Por ese espacio desfilaron Los Rivero, Las hermanas Benítez, Los cinco latinos, José Guardiola, Tony Escudero y otras figuras de la época. Y
en aquella terraza se hicieron ambientaciones en torno a los ritmos bailables
de entonces, la Yenka, por ejemplo, con Jhonny and Charlie (“Vengan chicos, vengan
chicas a bailar…); y el Quando, cuya procedencia, francesa o italiana, despertó
alguna polémica. “Lo baila Mary Santpere, lo baila Robert Jeantal y Charles
Aznavour lo quiere como himno nacional…”, decía una de las estrofas de cierta
versión. A Jeantal, por cierto, se le conocía como el Sinatra francés.
Las Vegas fue también un hotel de película. En exterior día, y
también en sus dependencias interiores, fueron rodadas varias escenas de la
película “Escala en Tenerife”, protagonizada por Ramón Arcusa y Manuel de la
Calva, el Dúo Dinámico. La cinta fue dirigida por Leon Klimovsky y en ella
aparecen unos cuantos trabajadores del establecimiento que se convirtieron pues
en actores por un rato. Los niños que entonces cursábamos bachiller acudíamos a
la salida de clase hasta la plaza de los Reyes Católicos para seguir algunas
escenas del rodaje.
Las Vegas, durante el esplendor turístico del Puerto de la Cruz,
fue de los hoteles vanguardistas en la organización de las celebraciones de fin
de año. El anuncio de la cena-cotillon, con orquesta en directo, aparecía
siempre destacado en los periódicos locales unos días antes de la Nochevieja.
La elegancia de los asistentes (esmoquin los hombres y traje largo las mujeres)
era una de las notas sobresalientes que numerosos espectadores admiraban a su
paso animado por la avenida de Colón.
Igualmente, hay que reseñar su contribución a la transmisión televisada del coso portuense de Carnaval: desde aquella terraza y también en la azotea eran instaladas unas cámaras que captaron las mejores imágenes de aquel desfile que durante muchos años se hacía en la tarde de los lunes. La fama cobrada alcanzó tal nivel que los responsables del coso transmitían a los directores de grupos y comparsas que tuvieran mucho cuidado -y mucho ritmo- al aproximarse al hotel Las Vegas pues allí estaban las cámaras de TVE.
Igualmente, hay que reseñar su contribución a la transmisión televisada del coso portuense de Carnaval: desde aquella terraza y también en la azotea eran instaladas unas cámaras que captaron las mejores imágenes de aquel desfile que durante muchos años se hacía en la tarde de los lunes. La fama cobrada alcanzó tal nivel que los responsables del coso transmitían a los directores de grupos y comparsas que tuvieran mucho cuidado -y mucho ritmo- al aproximarse al hotel Las Vegas pues allí estaban las cámaras de TVE.
Las Vegas tiene, desde luego, una rica historia hotelera. Pese a
las obras y las readaptaciones, siempre conservó ese aire señorial que le hace
superar clichés de la época desarrollista. Seguro que acogió a destacados
huéspedes. Y seguro que siempre será respetado como otra referencia de la
identidad de la oferta turística portuense.
viernes, 4 de octubre de 2013
PRESUPUESTAR PARA FRUSTRAR, TAMBIÉN EN CANARIAS
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año no contentan ni a dirigentes, autonómicos y locales, del Partido Popular (PP). Natural: ven las orejas al lobo, recuerdan lo que ocurrió a cargos públicos socialistas bien consolidados y que en el mandato anterior recibieron el castigo en las urnas, en cierto modo dirigido a las políticas de José Luis Rodríguez Zapatero. Temen que les ocurra lo mismo, por mucha recuperación de la quehacen bandera propagandística ministros y otros fieles.
Independientemente de esta circunstancia, el análisis inicial de los PGE en el ámbito canario está también ofreciendo un notable grado de crítica y rechazo. Baste contrastar algunas cifras para entender las razones de la disconformidad presupuestaria.
Por ejemplo, la inversión pública en las islas. En el período comprendido entre 2011 y 2014, las islas han recibido 555 millones de euros menos que la medida de las Comunidades Autónomas. Una vez más, por cierto, se incumple lo dispuesto en el Régimen Económico Fiscal (REF).
En los presupuestos del año próximo, otro ejemplo, mientras la medida de la inversión del Estado asciende a 215 euros por habitante, en las islas es de 155 euros, o sea, cada canario recibe 60 euros menos. La brecha es mayor si se compara con las Comunidades más beneficiadas.
Hay porcentajes aún más preocupantes. Las políticas de fomento del empleo, sin ir más lejos, sufren una reducción del 20%, al pasar de 86 a 69 millones de euros. En cuanto a carreteras, sólo hay 51 millones de euros consignados de los 225 comprometidos.
Todos estos descensos ponen en evidencia que el Fondo de Compensación Interterritorial (FCI), concebido para corregir los desequilibrios económicos entre las comunidades autónomas, disminuye en un 35% al quedarse en solo 44,6 millones de euros.
En definitiva, que los PGE denominados por sus mentores de la recuperación, son las cuentas de la frustración. También en Canarias.
jueves, 3 de octubre de 2013
DESCONTENTOS TURÍSTICOS PRESUPUESTARIOS
A este paso, el Gobierno se va a quedar sin aliados naturales. El ejecutivo sabrá lo que hace. Como siga elaborando esos presupuestos que denomina de la recuperación pero que, tal como se suceden las reacciones, son las cuentas del cabreo y de la frustración, ni los fanatismos mediáticos corearán las bondades y las justificaciones... y las herencias de ZP (Poca vergüenza, que a estas alturas, estas sean las únicas argumentaciones).
Llama la atención, en esa sucesión de rechazos, la que ha explicitado la poco sospechosa Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), decepcionada -proclama- con las partidas dedicadas a Turismo en los Presupuestos Generales del Estado (2014) del próximo año. Y eso que cuentan con un ministro del ramo, o lo que es igual, que aquel deseo de elevar la materia a rango ministerial, para que se correspondiera con la importancia que tiene en la productividad económica y en todos los demás aspectos, no parece que esté en consonancia -presupuestariamente hablando- con los recursos y programas que se planifican.
Por cuarto año consecutivo, hay reducción. Y con respecto a 2013, cuando había consignación de 330 millones de euros, hay un descenso del 5%, al quedarse en 313 millones. Van más lejos los empresarios de la CEHAT: el descenso en la presupuestación de Turespaña, organismo encargado de la promoción exterior de nuestra oferta turística, un 16,7%, hace muy difícil la consecución de los objetivos trazados, especialmente los referidos a la proyección de nuevos productos especializados.
Los empresarios turísticos descontentos, los hoteleros y otros segmentos profesionales, acaso conscientes de que viven en una suerte de burbuja mientras dure la crisis de algunos países mediterráneos, insisten en que las soluciones pasan por las ayudas a la tesorería, ya sea vía financiación bancaria o por relajación fiscal. Mantener la planta alojativa en temporada invernal y completar las actuaciones en los destinos denominados maduros son otras dos metas que la CEHAT estima fundamentales.
Y ahora que los Presupuestos Generales del Estado no gustan a sus dirigentes, tales planteamientos tienen más sentido.
miércoles, 2 de octubre de 2013
LA SUBJETIVIDAD ABURRE
La periodista autodidacta argentina y escritora, Leila
Guerriero, ganadora del premio Fundación Nuevo Periodismo (2010) y autora de
varios libros de éxito, ha confesado su irritación cuando lee a colegas que “solo
escriben historias haciéndolas pasar por su sola experiencia, lo que me pasó a
mí con el entrevistado. Eso me aburre muchísimo”.
Es un golpe
a la subjetividad, una tendencia contra la que se lucha denodadamente,
especialmente en determinados géneros. Cierto que puede haber alguna
experiencia personal extraordinaria, relevante, pero plasmada en un texto,
resulta contraproducente. La autora argentina es crítica con respecto a los
periodistas que asumen un papel protagónico en las historias que trasladan al
papel impreso.
Rechaza,
pues, la primera persona del singular en esas historias. No es la primera ni la
única, claro: siempre hubo reiteradas recomendaciones de evitar el ‘yoísmo’, el
ego que confiere una subjetividad tendenciosa. Tantas como la sugerencia de
utilización del plural de modestia o de autoría y no digamos del mayestático. Es
preferible, a nuestro juicio, utilizar la expresión el autor anticipó que esta otra: yo anticipé. Bien es verdad que, en el ámbito académico, al menos
en el latinoamericano, se advierte que no se debe usar la primera persona del
plural si se es el único autor de un artículo o de una entrada.
De todos modos,
sin pretensión alguna de clase lingüística, Humberto Eco parece zanjar la
cuestión con el siguiente razonamiento, tomado de un trabajo que firma Janet W.
May:
“¿Yo o
nosotros? ¿En la tesis se deben introducir las opiniones personales en primera
persona? ¿Se puede decir "yo pienso que …? Algunos creen que es más
honrado hacerlo así en lugar de utilizar el plural mayestático. No es así. Se dice
"nosotros" porque se supone que aquello que se afirma puede ser
compartido por los lectores. Escribir es un acto social: yo escribo a fin de
que tú que me lees aceptes aquello que te propongo. Como máximo se puede
intentar evitar los pronombres personales recurriendo a expresiones más
impersonales como: "por lo tanto se puede concluir que, luego parece
seguro que, al llegar a este punto se podría decir, es posible que, de lo cual
se deduce que, al examinar este texto se ve que", etc. No es necesario
decir "el artículo que he citado precedentemente", tampoco "el
artículo que hemos citado precedentemente" cuando basta con escribir
"el artículo citado precedentemente". Pero os diré que se puede
escribir "el artículo citado precedentemente nos demuestra que", pues
las expresiones de este género no implican ninguna personalización del discurso
científico”.
Leila
Guerriero, en cualquier caso, ha venido a decir que un periodista debe contar
las historias que suceden en el mundo y no de sí mismo. Su pensamiento se
condensa en algunas frases que son genuinos consejos para redactar y para el
ejercicio de la profesión.
Una de
ellas, por ejemplo, “el momento del perfil y el de la crónica, es el momento
del otro” es todo un mensaje. La empata con otra para robustecer su filosofía:
“La historia de un periodista nunca debe estar delante de la historia que uno
desea contar”. Claro que, como ella misma dice, todo texto periodístico es
subjetivo. Pero se trata de huir de toda tentación egocéntrica, de todo matiz
personalista que puede diluir y echar a perder un buen trabajo. El periodismo
está necesitado, por supuesto, de rigor estilístico, pero también de la
humildad necesaria que haga ver al lector que lo importante es la historia en
sí, la del otro.
martes, 1 de octubre de 2013
COMO SI LA CRISIS NO AFECTARA
Cruzado el ecuador del mandato
municipal, el escenario preelectoral no es muy diferente al de convocatorias
anteriores. Es decir, los rumores y conjeturas empiezan a menudear. Opciones,
expectativas, propósitos, saltos, permutas y estrategias, más o menos
desveladas, en torno a los objetivos políticos que se plantean. Seguro que más
de una encuesta también está sobre la mesa de los estados mayores de los
partidos.
Salvo las primarias o elecciones internas que el Partido
Socialista Obrero Español parece dispuesto a consagrar en su próxima
Conferencia Política -de hecho, en algunas federaciones, como la gallega, ya se
han llevado a la práctica- y que alguna otra organización terminará asimilando,
casi todo, a estas alturas, discurre como antes de la crisis institucional o
como mínimo hasta los comicios de 2011 que pusieron en evidencia, por cierto,
el retroceso de algunos partidos y el hartazgo de métodos, discursos y carteles
electorales.
Y el caso es que las elecciones autonómicas y locales dentro
de menos ya de dos años, precedidas de las europeas, se supone que van a ser
distintas, aunque las direcciones de los partidos no lo interpreten así y estén
haciendo bien poco para corregir el rumbo. Es posible que estimen que toda esa
desafección se va a evaporar en cuanto suenen los clarines de la campaña o se
aproximen las fechas de los debates y más aún, de las inauguraciones y los
oropeles… en cuanto, por fin, se multipliquen los mensajes altisonantes, las
redes queden empapadas de prolija información y los medios -¡ay, las
necesidades de las empresas!- dediquen más y más espacio, más y más minutos, a
cortes de cintas, entregas de distinciones y subvenciones, visitas a barrios y
anuncios de tal o cual actuación. Como dijo un viejo escritor que presumía de
saberlo todo: “Lo de siempre, m’ijo, lo de siempre”.
Pero mientras en buena lógica cabría esperar que el desapego
hacia la política y los políticos se vaya a traducir en virar las espaldas a
las urnas, o lo que es igual, en un alto índice de abstención; y que, en mejor
lógica, los órganos de los partidos estarían trabajando para que eso no se
produjera, propiciando incentivos, ideando alternativas y ofreciendo algo que
ciertamente llamase la atención a los electorados, no parece que aquéllos estén
por la labor, o por lo menos, no se les aprecia esmerándose en contrastar que
se trata de recuperar la política, de restituir la confianza y la credibilidad
perdidas.
Aunque no lo parezca, se trata casi de reinventar, o sea, no
va a bastar con lo que ya se sabe hacer, con la inercia derivada de una agenda,
con las ayudas domésticas, con las inyecciones a empresarios de la comunicación
amigos y con los favores por corresponder. Se supone que con todo lo que ha
pasado, con el castigo que a diario sufren en todos lados los partidos
políticos y sus representantes, ya deberían estar preparando a las bases de
otra manera.
Es decir, que sería necesaria otra cultura, la que se
correspondiera con las exigencias de la sociedad de nuestros días. Romper
hábitos y esquemas ya periclitados. Los comités y las ejecutivas se enfrentan a
inquietantes situaciones de deserciones militantes, en definitiva, de un
capitidisminuido entusiasmo por la política. Tendrán que dilucidar sobre la
inclusión de imputados judiciales en las candidaturas, por ejemplo. Y habrán de
actuar, en lo que quiera que hagan, con la máxima transparencia. Pero, más allá
de gestos o decisiones directamente relacionados con aquello que, teóricamente,
es determinante en una convocatoria electoral, también deben preparar el camino
para hacer ver que la crisis y sus efectos colaterales han producido cambios,
han traído desazón y recelos en la ciudadanía.
Por eso están obligados a motivarla. Tienen que persuadirla
de que la democracia es perfectible, siendo el menos malo de los sistemas de
convivencia política. Hay que cualificarla, revitalizarla, estimularla. Si hay,
como parece demostrado, señales de agotamiento, es preciso afanarse para
incursionar nuevas fórmulas. Cierto que eso no se logra en dos o tres
trimestres, ni siquiera en años. Por eso es necesario que se apliquen cuanto
antes si es que queremos que no aumente la desafección y que la jornada
electoral sea aprovechada, más que nunca, para irse de campo y playa. Como si
se desconfiara de todo y no sirviera de nada lo que en ella se dilucida.