Dos colegios, donde se formaron varias generaciones de portuenses, duermen el sueño de los justos, si se nos permite la expresión: en las aulas y en los pasillos del San Agustín y del Gran Poder de Dios, de segunda enseñanza, se quedan infinidad de vivencias, aprendizajes, pilleríass, andanzas y amores tempranos.
sábado, 30 de julio de 2011
DESAPARICIONES
Dos colegios, donde se formaron varias generaciones de portuenses, duermen el sueño de los justos, si se nos permite la expresión: en las aulas y en los pasillos del San Agustín y del Gran Poder de Dios, de segunda enseñanza, se quedan infinidad de vivencias, aprendizajes, pilleríass, andanzas y amores tempranos.
miércoles, 27 de julio de 2011
CIERRE DE ESTABLECIMIENTOS
martes, 26 de julio de 2011
Y NO ESCARMIENTAN
En alguna ocasión ya nos hemos referido a estas situaciones siempre incómodas pues suelen verse reflejadas en las páginas y escritas, de modo que el episodio adquiere mayor trascendencia. Entre la impaciencia por terminar y los apremios de cualquier otra naturaleza, a veces se escapan frases e improperios que se amplifican. No deja de ser una anécdota, pero ¿y si algún día se dice algo más grueso, una de esas expresiones que, por coloquiales o comunes, se tolera en conversaciones privadas pero que, como epílogo de una intervención, ya no son tan de recibo?
A ver si los políticos aprenden de una vez para que nadie les afee la conducta cuando se les escapa un exabrupto que, micrófono todavía abierto, resulta impropio.
Los últimos pillados in fraganti han sido José Bono, presidente del Congreso de los Diputados; y Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid. Al primero se le escapó un “¡Estoy hasta los huevos!”, seguido de un “Ya está bien”, que empequeñeció aquel célebre “¡Manda huevos!”, de Federico Trillo, qué causalidad, desde el mismo sitial. Confiemos en que el rango no imponga esos alardes de masculinidad.
Y a la señora presidenta, durante la inauguración de un centro de innovación de una entidad bancaria, se le fue, en réplica al alcalde Ruiz Gallardón, un “Qué suerte tenéis; nosotros, ni un puto duro”, en referencia a un gasto cercano a los treinta millones de euros que el Ayuntamiento madrileño iba a sufragar. No era la primera vez que Esperanza Aguirre cometía un desliz similar: en cierta ocasión, llamó “hijoputa” a un compañero de partido mientras hablaba con su vicepresidente de la situación en CajaMadrid. Y en otra, reconoció ante el mismísimo Mariano Rajoy que había dicho “barbaridades” en una intervención pública sobre la reforma laboral.
Lo dicho: es cuestión de cautela. Y de tener presente que, pese a haber terminado de hablar y aunque suenen aplausos, un micrófono abierto o mal cerrado, puede jugar malas pasadas como las comentadas.
A ver si se enteran.
lunes, 25 de julio de 2011
INNOVACIÓN: SUSPENSO
Ese suspenso específico, desde luego, es para reflexionar.
sábado, 23 de julio de 2011
FÓRMULAS PROMOCIONALES PROPIAS: ATAJAR LA DESIDIA
viernes, 22 de julio de 2011
FORMACIÓN, ASIGNATURA PENDIENTE
jueves, 21 de julio de 2011
SE VE, SE SIENTE: CNN+ NO ESTÁ PRESENTE
Que se haya apagado la opción más equilibrada y plural, una de las más creíbles del amplio y a veces insufrible espectro de la Televisión Digital Terrestre (TDT), fue una noticia negativa que entristeció a quienes trabajamos en la comunicación pero también a los miles de espectadores que aguardaban la cita con los informativos para estar actualizados, para retener buenísimas imágenes, para seguir atentamente los debates y para gozar, en definitiva, de la cobertura deseada de cualquier acontecimiento.
Está pasando, lo estás viendo. ¿Recuerdan? Ahora cabría decir: Se nota, se siente, CNN+ no está presente. Desde entonces andamos huérfanos. Echamos de menos aquel auténtico oasis del zapping a cualquier hora, al que acudíamos hartos de publicidad incesante, telebasura y telecaverna para poder informarnos de lo que acontecía con objetividad y realismo, ajustándose
a los hechos y sin sesgos o tendenciosidades tan abundantes en otros canales.
Duele, vaya que si duele, sobre todo porque en los tiempos que corren en algún lugar serio del contexto mediático debemos refugiarnos. Lo dejo escrito Pierre Renoir: “El problema es que la televisión amalgame y convierta en papilla informe la realidad, la ficción, lo fundamental, lo secundario, el divertimento y la reflexión”.
“Hay algo absolutamente tranquilizador sobre la televisión: Lo peor está siempre por venir”.
Así como hemos celebrado con entusiasmo el nacimiento o los números uno de publicaciones y medios de comunicación, aquel cierre anunciado acompañó una inevitable sombra de tristeza. Cuando un canal de ese nivel echa el candado, hay que preocuparse. Por la dimensión de la crisis, por la pérdida de valores intrínsecos, porque se deja de escuchar voces rigurosas y críticas, porque sobre profesionales de contrastada valía se ciernen incertidumbres, porque desaparece una opción informativa seria y creíble… Hay que preocuparse.
Los muy profesionales: fueron fieles a su lema hasta el último instante. Al cabo de casi doce años, transmitieron su cierre. Estaba pasando, lo estábamos viendo. van con nosotros. Iban con todos, con todos aquellos que abogamos por esa información veraz y contrastada,
por un medio plural, por una televisión digna y de nivel que signifique un rayo de luz en el oscuro panorama de la mediocridad, las simplezas y la chabacanería. Totalmente cierto. Se nota, se siente: CNN+ no está presente.
Tragamos un par de nudos, qué quieren. Estaba sucediendo, lo estábamos contemplando. Los rostros serios de quienes resistieron y se agruparon en la lucha final. La lectura sosegada y grave del comunicado postrero. Cómo fenece un canal televisivo. El hachazo invisible y homicida, con permiso de Miguel Hernández, se cobraba la vida de un medio de comunicación. Se apagó la señal. Después de once años. Apareció otra, fruto de una fusión empresarial, en la que durante un tiempo se emitió uno de los subproductos más morboso y preferido dada su millonaria audiencia.
¡Ah! las cuentas de resultados, los balances de explotación, el lenguaje frío de los números empresariales que prima sobre todos los demás… ¡Ah!
2010 fue un mal año para el periodismo y la comunicación. Habrán eclosionado las redes sociales y habrán aflorado ediciones digitales. Pero la desaparición de CNN+ simboliza, de alguna manera, todo eso que palpamos: más desempleo, más precariedad, menos medios, más limitaciones, menos calidad informativa, más vulgaridad, menos pluralismo.
miércoles, 20 de julio de 2011
DE SU PROPIA MEDICINA
martes, 19 de julio de 2011
ESTÁN TRISTES LOS MICRÓFONOS
“Enrique Martín Braun y Mariano Vega presentan: 707 Musical, el vuelo directo de los éxitos”. Esa era la introducción de aquel inolvidable espacio de Radio Nacional de España, cuando era Centro Emisor del Atlántico y los jóvenes que asomábamos a las novedades y a las tendencias musicales en la segunda mitad de la década de los sesenta teníamos en aquel espacio -¿te acuerdas, Carlos Martínez?- una obligada fuente de información y entretenimiento.
Muchos años después, quién lo iba a decir, coincidiríamos en esa emisora, él ya con una trayectoria contrastada en espacios informativos y en actividades culturales. Discreto, observador y austero, tanto en sus formas existenciales como ante el micrófono que se plegaba a su timbre vocal. Entonces, la admiración de años pretéritos se convirtió en reconocimiento profesional.
Mucho mayor cuando tuvimos oportunidad de relacionarnos con amigos comunes, por ejemplo, con Edmundo Essedín del Ródano, el polifacético argentino afincado en el Puerto de la Cruz, capaz de memorizar fragmentos de Martín Fierro y de interpretar a su manera capítulos del “Ulises” de Joyce, mientras se recreaba con un asado o unas empanadillas criollas. Ahí descubrimos al Mariano que escuchaba, al Mariano atento que ponía atención para luego opinar, siempre con rigor y con conocimiento de causa.
Hasta en el frío lagunero tuvimos varias oportunidades de palpar su sensibilidad, la del poeta y la del actor teatral que llevaba dentro, la del intelectual que jamás alardeó; al contrario, su caudal fluía sin que se notara: la modestia y la discreción de los grandes. Cuando accedió a la presidencia de una entidad tan apreciada como el Ateneo, sabíamos de su actitud de compromiso, de querer hacer cosas, de contribuir al desarrollo del pluralismo cultural.
Calló ‘la Voz’ singular de Mariano, los micrófonos ya son huérfanos de su timbre, de sus modulaciones y de sus recurrentes inflexiones. Están tristes los micrófonos. Una voz, por cierto, igual de válida para una cuña elemental que para la locución de una producción audiovisual que terminaba gustando o calando, precisamente, al identificarla, por su tono o por su énfasis. Cuando tengamos ocasión de volverla a escuchar, será inevitable emocionarse.
Un compañero de la vieja escuela, si se nos permite la expresión. Un compañero lleno de valores, que dignificó el oficio y lo engrandeció. Deja huella: lo siente Olga, lo dicen todos quienes le conocieron y trataron.
lunes, 18 de julio de 2011
CAYETANO
¡Shalom!
sábado, 16 de julio de 2011
EL PARQUE A LA CIUDAD, LO QUE EL LAGO
Lo fue el Lago, en los años setenta, la gran idea de César Manrique, su obra cumbre, completando el complejo turístico “Costa Martiánez”. Fue el anticipo, aquí en Canarias, de las distintas visiones de parques marítimos. Una infraestructura vital para el Puerto de la Cruz. Y unas instalaciones que, a lo largo del tiempo, han servido como nutriente de los ingresos municipales, como fuente de riqueza y generación de empleo y como impacto de la necesaria proyección del municipio turístico.
Y ahora hay que incidir en el parque marítimo, el “eterno” proyecto. No son buenos tiempos para la inversión pública pero alguna vez habrá que impulsar una iniciativa singular que permitiría, por fin, el aprovechamiento de una franja de terreno ganada al mar y que significó, en su día, una importante inversión hecha con recursos propios.
Es lo que falta para un tratamiento más o menos integral del litoral portuense, con partes perfectamente diferenciadas: piscinas, zonas naturales de baño, playas debidamente acondicionadas…
El proyecto, en fin, por múltiples circunstancias, lleva estancado un largo, larguísimo trecho. Se habla de él de forma recurrente, o cuando se trata de explicar la historia más reciente: los intentos, las visiones, las posibles fórmulas, las negociaciones… Al final, frustración.
La conclusión, la señalada al principio, es que el parque marítimo tiene que ser al Puerto de la Cruz en la próxima década -parece un tiempo razonable, ¿no?- lo que el Lago en los años setenta y ochenta. Ese es el reclamo. Ese debería ser el objetivo: disponer de una infraestructura atrayente y potente, modernista, avanzada, que combinara usos acuáticos y recreativos y que, a ser posible, con las debidas regulaciones de sus actividades, funcionara la veinticuatro horas.
Por lo tanto, ahora que se estrena un nuevo ciclo político y hay un Consorcio y, lo más importante, hay coincidencia generalizada en que la revitalización de la ciudad y de su destino turístico es una tarea prioritaria, se trata de impulsar un proyecto de esa envergadura para empezar a hablar con propiedad de un nuevo Puerto de la Cruz.
Porque en el actual, por cierto, se registran algunos problemas y algunos vicios que ponen al desnudo situaciones preocupantes. Es lo que sucede, ya que hablamos del Lago, con sus instalaciones. Algunos usuarios habituales del complejo turístico “Costa Martiánez” no hablan bien del estado de aquéllas ni de algunos servicios que en las mismas se prestan. El abandono es palpable, dicen; y las carencias, en tiempos como el veraniego, se hacen más palpables. Un deterioro notable que no se arregla ni con parches ni con los anuales trabajos de mantenimiento que obligan al cierre del complejo durante una temporada. Y entre que no hay personal o el que está (al menos, parte del mismo) no parece muy diestro o acredita un comportamiento que inspira quejas o rechazo, el malestar, por lo que se oye, se ha venido acrecentando. La pérdida de calidad en las prestaciones es un hecho evidente. Malo.
Si esta situación se prolonga, el daño puede ser de incalculables proporciones. El complejo tiene que ser un espejo, una referencia para cuidar con mimo y esmero. Los responsables políticos ya deberían estar tomando alguna iniciativa, distinta a la de contratación de personal en épocas de conveniencia, ya saben.
Porque no queremos ser mal pensados y admitir que tanto abandono tiene como finalidad propiciar las condiciones para que las instalaciones sean privatizadas.
Que eso le sucediera a la ‘joya de la corona’, tras su significación histórica, social e identitaria, sería muy lamentable.
martes, 12 de julio de 2011
JAQUE A LA RADIO
Están jugando, oh sí, en la radio”.
Son versos de Bryan Ferry para Roxy Music, en una canción dedicada al medio, a su magia, a su servicio, a su poder de comunicación. Ahora que no soplan en Canarias buenos vientos para la radio, con la resolución de un concurso público de concesión de frecuencias por parte del Gobierno autónomo que ha excluido a un buen número de emisoras que desde hace años se han hecho con una posición en el dial y se han consolidado desde el punto de vista empresarial y mediático, la poesía de Ferry suena más desgarradora: se apaga la señal, flaquea el pluralismo, se destruye empleo, desaparecen pequeñas empresas, se pierde la inversión, se quiebran las ilusiones, se frenan la dedicación y las vocaciones...
La decisión del ejecutivo autonómico llegó a producir, hace poco, un hecho sin precedentes en la radiodifusión canaria: durante unas cinco horas estuvieron emitiendo conjuntamente las emisoras que no resultaron adjudicatarias. Fue un solo indicativo, una sola señal. Se podrá decir que era el derecho al pataleo y hasta que llegaba tarde la reacción: el individualismo del canario, su escasa proclividad a moverse de forma solidaria en los momentos oportunos, ponían de relieve que hay que calcular bien las reacciones, entremezclar bien los elementos y tener muy claro el objetivo a conquistar. El resto, ya lo sentenció la sabiduría popular: el conejo se escapó, palos a la madriguera.
A la pregunta si puede ser objeto de revisión la decisión, si va a haber marcha atrás, la respuesta es complicada. En la recta final de la legislatura anterior, los grupos parlamentario socialista y popular, entonces en la oposición, pidieron al gobierno monocolor y minoritario de Coalición Canaria que la resolución del concurso quedara aplazada hasta el nuevo ciclo político, con un nuevo gobierno que decidiera en circunstancias políticas distintas.
Ahora, el nuevo ejecutivo resultante de la alianza política suscrita entre los nacionalinsularistas y los socialistas canarios tendrá que lidiar la papeleta. Menuda papeleta. Porque no será fácil una reconsideración después de la primera determinación del órgano que ha evaluado con arreglo a las bases del concurso y que ha hecho una preadjudicación.
A un comunicado de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife nos remitimos para entender mejor que la resolución inicial favorece la especulación y que, desde el punto de vista social y laboral, las consecuencias son tremendas. Por supuesto, ni que decir tiene que el pluralismo en el conjunto de la oferta informativa del archipiélago, vía radiofónica, se ve muy mermado. Por eso, la dirección de la Asociación planteaba sin dobleces hasta dónde es posible la revisión del concurso.
Independientemente de algunos planteamientos retorcidos, revanchistas y viscerales hechos por algún medio excluido, cabe vislumbrar que sucederá algo muy similar tras la resolución del concurso para la Televisión Digital Terrestre (TDT): indefinición prolongada, una cascada de pleitos y recursos en los tribunales, bufetes de abogados a todo tren, un Consejo Audiovisual al que quizá proporcionen inyecciones, emisiones en precario y a la espera de, y puede que hasta incumplimientos de los requisitos exigidos en el pliego de condiciones una vez adjudicada la frecuencia. A propósito: nadie, que se sepa, ha hecho seguimiento para velar por el normal desenvolvimiento de los nuevos y regularizados canales pero da igual porque, entre la crisis, la negligencia, la artificialidad y la irresponsabilidad varias televisiones locales o han dejado de emitir o han reducido personal o han probado fehacientemente que no disponían de recursos para hacer la producción propia que se les exigía. Por no hablar de algunos medios peninsulares que llegaron a vaticinar, los muy osados, que superarían a la mismísima televisión pública y terminaron haciendo recaudaciones entre sus filotelevidentes o llorando su desaparición.
Sobre eso, sobre ese terreno acomodaticio, refugio del pasotismo e imperio del compadreo impune, también habrá que hablar y reflexionar. Ahora, confiemos en que la radio, pese al jaque, pese al golpe asestado, siga siendo una buena compañía.
(Publicado en Tangentes, número 37, julio 2011)
lunes, 11 de julio de 2011
TODO TIENE SU FIN
Este punto final de un tabloide que registraba una tirada media anual superior a los dos millones y medio de ejemplares es impactante, un auténtico suceso no sólo en el plano mediático sino en el político. Se abre un debate prolijo pero se hablará de un antes y un después de la desaparición de este periódico. Las repercusiones sólo están emergiendo: Andy Coulson, que llegó a ser su director antes de que James Cameron le designara portavoz del partido y del Gobierno, ha estado detenido; en tanto que el primer ministro ha promovido una investigación no sólo referida a los métodos empleados por el rotativo sino ampliada a las relaciones entre la política, la prensa y la policía. Casi nada. Imaginemos esos mismos papeles en nuestro país.
De modo que tras el “Gracias y adiós” del último número, además de la expresa petición de disculpas por el daño causado a las víctimas de auténticas e inconmensurables maldades periodísticas, interesa esa interpretación de que ha sido determinante la presión o el hartazgo de los propios lectores para que el magnate Murdoch se decidiera a cerrar. Un párrafo del editorial final con aires de epitafio: "Perdimos el rumbo. Se pincharon teléfonos y por ello este periódico pide sinceras disculpas. No hay justificación para esta vergonzosa conducta. No hay justificación para el dolor causado a las víctimas, tampoco para la profunda mancha que ha dejado en nuestra historia". En otro párrafo, espera que la historia, precisamente, juzgue toda su trayectoria y defiende a los profesionales del semanario, "gente capaz, dedicada y honrada" que ahora paga por las "fechorías de unos pocos". La pregunta subsiguiente: ¿es suficiente? Aunque suene cruel, cabría responder con otra: ¿qué importa eso ya?
Interesa porque igual es la reivindicación de una ética, quién sabe si el germen de una nueva conducta ante los desmanes con los que los británicos, en este caso, venían conviviendo, morbosa e indolentemente, mientras aquéllos se cometían en absoluta impunidad e indiferencia. Corresponde los lectores, a los indignados y a los pasivos, tomar la iniciativa, traducir ese “hasta aquí hemos llegado” con una actitud clara de acabar con este periodismo inicuo y perverso. Quizá Murdoch intuyera esa reacción y decidiera echar el cierre, socapa de que la credibilidad de sus otros productos saltara hecha añicos de forma irreversible. Por cierto, ¿se agotan en los directores y demás profesionales las responsabilidades? ¿Escapan indemnes los ejecutivos de las ediciones?
Atentos, pues, a la dimensión que vaya cobrando este suceso pues trasciende las coordenadas políticas y sitúa al ejercicio del periodismo en la necesidad de tomárselo cada vez más en serio, si es que quiere superar no sólo los imponderables de la crisis que tan duramente golpea en algunos casos sino los factores (leyes, autorregulación....) que lo atenazan y que merman su propia razón de ser, su capacidad misma para lograr niveles de calidad exigibles y garantizar el pluralismo.
Que esto suceda en plena expansión de la sociedad del conocimiento o de la información resulta un contrasentido y hasta un sarcasmo. Pero como en aquel viejo poema de Pepe Robles, todo tiene su fin. Y aunque tarden, también los excesos de los imperios.
sábado, 9 de julio de 2011
LA FIESTA EN PAZ
Reproduzcamos pues el contenido de entonces:
“Decenas de portuenses testimonian su malestar y su disgusto por hechos ocurridos durante la jornada festiva del martes en que la imagen de la Virgen del Carmen procesiona en su trayecto marítimo-terrestre. Algunos informadores presentes o en las cercanías también dieron cuenta de lo que hay que llamar desde ya actos incívicos, algo más que meras y esporádicas acciones de gamberrismo. Juan Jesús Carballo firma un atinado artículo sobre el particular en sitios web cada vez más visitados.
Sin embargo, hemos echado en falta una declaración institucional, alguna manifestación de autoridad representativa o de portavoz que, sencillamente, hubiera hecho una apelación pública a la cordura, al civismo, al comportamiento alegre sin distorsiones; que hubiera apelado a la sensatez para que el legítimo derecho a la diversión no se ejerciera con violencia, agresividad o quebranto de las buenas costumbres y usos sociales.
No son nuevos estos sucesos aunque el paroxismo parece haberse alcanzado en la edición de este año. De unos años a esta parte, los vítores a la Virgen se convirtieron en descalificaciones, empujones, provocaciones y desafueros de quienes pretenden portarla, aún dentro del templo. El paseo por el dique del refugio pesquero, para saborear desde temprano el ambiente marinero, trocó en un riesgo absurdo de dar con ropa y todo en las aguas de la dársena porque algún gracioso se inventó eso de lanzar a quien pasaba por allí. Las concentraciones de grupos y colectivos que teóricamente danzaban o daban rienda suelta a su frenesí resultaron arriesgadas y molestas aglomeraciones donde igual te mojaban que te pellizcaban o te agredían jocosamente, un suponer. El dicho “tengamos la fiesta en paz” está, por lo que se ve, muy lejos de materializarse.
El caso es que se pierden los valores de la fiesta. Tales valores no son inmutables, desde luego, ni se puede pretender que los “modos” de diversión de nuestro tiempo sean iguales a los de hace décadas. Tampoco es cuestión de anclarse en los convencionalismos. Pero cuando se desvirtúan las conductas hasta extremos difícilmente aceptables, cuan la cosa degenera, entonces es cuando el malestar se acrecienta y la sensación de descontrol o desastre se termina consolidando hasta el punto de que generar una mala fama que trasciende y ahuyenta a los nativos (que se avergüenzan) y a gente de otras latitudes que prefieren otro jolgorio más sano y establecen una comparación con actos similares de otras latitudes para acabar optando por aquella más pacífica, más sana o menos arriesgada. Autoridades militares marítimas, un caso concreto, dejaron de acudir hace unos años después de comprobar in situ que aquel descontrol podía tener repercusiones indeseadas.
¿Hay terapia? Pues sí. Hay que insistir en el civismo, en la educación, en la prevención y en la corresponsabilidad. Y luego, como medidas complementarias, la vigilancia, el seguimiento y la intervención apropiada para evitar contagios. Un par de ejemplos:
Cuentan que la moda de arrojar gente al agua ha sido sustituida por el uso de pistolas o fusiles de agua que sus poseedores emplean para mojar a quien esté por sus alrededores. Muy bien: es difícil tratar de impedir la venta de un juguete aparentemente inocuo pero se puede intentar, al menos en aquellos establecimientos o puestos de feria que, advertida la demanda, disponen de partidas con más unidades. Cuentan también que no es agua lo que disparan: cerveza y orines son los líquidos que vierten con evidente molestia para quienes reciben el impacto y se aperciben de inmediato de que no es agua inodora, incolora e insípida lo que ha mojado su vestuario. El civismo y la prevención comienzan por recomendar, quien corresponda, que durante esos días no se vendan artilugios que van na ser mal empleados y resultan dañinos para la población.
El otro ejemplo es el elevado consumo de alcohol entre los menores de edad. Aquí sí es más fácil una intervención policial pues hay leyes y ordenanzas que prohíben la venta de esa sustancia. Claro que es triste ver a jóvenes de ambos sexos menores de edad deambulando incontroladamente, a merced de los efectos de una ingesta excesiva. Los expendedores deben estar advertidos primero y sobre ellos debe recaer todo el peso de la norma después cuando se descubras o se pruebe que despachaban bebidas alcohólicas a quienes no deben consumirlas. Una labor discreta con policías de paisano vigilantes sería muy productiva.
La organización debe cuidar y controlar hasta donde sea posible también la instalación, tanto complementaria de establecimientos fijos como ambulante, de espacios donde se fomente la aglomeración propiciada por un consumo indiscriminado, máxime si a lo largo de la jornada discurre por los alrededores alguna manifestación cívico-religiosa. Esa es la fase preventiva: llegar a acuerdos de colaboración con comerciantes, con industriales, con expendedores. Ese es otro modo de educar y de hacer partícipes del buen desarrollo de la fiesta.
Y por ahí se llega a la corresponsabilidad. Es la que hay que cultivar y consolidar con las organizaciones que tienen algo que ver con determinados actos. Su papel debe ser proactivo: preparando, disponiendo, ensayando si es necesario. No se trata de apropiarse en exclusiva de esos actos sino de hacer más llevadera y acentuar la identificación con su significado o simbolismo, conscientes de que trasciende y que congrega a muchísimas personas, lo cual requiere adoptar todas las medidas posibles de organización.
Miembros de cofradía de pescadores, hermandades y otras organizaciones deben estar mínimamente coordinados, deben seguir algunas directrices básicas y deben cooperar estrechamente para impedir extralimitaciones y desmesuras como las que se ven en el templo. Se puede conseguir. La improvisación no es buena en fiestas de masas. Y confiarlo todo a la divinidad no puede ser un recurso permanente. El propio ceremonial de la embarcación de la imagen debe estar mejor cuidado, tanto desde el punto de vista de formas como de fondo. La desorganización más organizada que jamás se haya visto, solíamos decir hace unos años, una frase que servía para definir la complejidad del momento y para lanzar un mensaje de mínima responsabilidad.
Dotar de contenidos la jornada. Es la labor de la organización. Es decir, procurar montar números y actividades, adecuadamente programadas desde el punto de vista horario, para evitar desvíos o facilitar comportamientos que desvirtúan el carácter lúdico o festivo de la jornada, “porque no hay nada”, según se quejan los jóvenes a los que se reprocha su actitud incontrolada, sobre todo en cuanto son protagonistas de algunas escenas que, sin llegar a escandalizar, generan repulsa.
El caso es que se van acumulando malas o negativas impresiones en el martes portuense por antonomasia. Y eso es lo que hay que atajar so pena de que en el futuro una fiesta de tanto raigambre termine ganándose un rechazo generalizado y lejos de ser una seña de identidad que enorgullece se convierta en una de esas manifestaciones populares que nadie quiere.
Fiesta, sí; desmadre, no. Diversión, por supuesto; lo más sana y saludable, también. Sí a la corresponsabilidad; no a los excesos. Festejar también es honrar. Hay que hacer honor a las tradiciones o labrar otras que sirvan para identificar las celebraciones con orgullo y buen hacer”.
Hasta aquí, el texto de aquel artículo. Al cabo de un año, y en previsión de que la historia se reedite, el alcalde del municipio, Marcos Brito Gutiérrez, con fecha 1 de julio pasado, ha promulgado un bando en el que prohíbe expresamente el uso de artefactos que desnaturalice los valores de la fiesta popular y marinera. Esto dice la parte dispositiva del bando:
“Que de conformidad con lo dispuesto en los artículos 13 y 15 de la Ordenanza reguladora de la convivencia ciudadana (Boletín Oficial de de la Provincia de 30 de julio de 2010, tales comportamientos [genéricamente, los incívicos y los derivados del empleo de artefactos] serán sancionados con rigoir por esta alcaldía, habiendo dado instrucciones a los miembros de nuestra policía local para que adopten todas aquellas medidas encaminadas a evitar e impedir que se consumen actos de esta naturaleza y, en su caso, denunciar y decomisar los elementos empleados por la comisión de tales hechos.
“Incrementar los niveles de convivencia es un quehacer de todos, y es necesario tener clara conciencia de que convivir significa respeto a la ciudad, a sus gentes y a quienes nos visitan”.
Independientemente de que la fecha de la publicación de la ordenanza, a efectos de su vigencia, fuera posterior a los hechos que se reprueban, y de que se puede discrepar con alguna interpretación sobre aspectos de su contenido, este bando o esta disposición de la alcaldía era lo que, más o menos, se reclamaba hace un año, tal como se señala en el segundo párrafo del artículo publicado entonces. Por cierto, ya podría el alcalde dar también instrucciones para que el impreso no fuera pegado o adherido en fachadas de edificios o en paredes y muros de recintos y espacios públicos.
En cualquier caso, veamos los efectos que produce. Ojalá que positivos, a ver si es posible tener la fiesta en paz.
viernes, 8 de julio de 2011
SAR, EL EMPRENDEDOR
César Sar anduvo en Teidevisión Canal 6 hasta hace muuy poco. Ha sido el rostro de ese medio, curtido en cientos de entrevistas, en decenas de programas (uno de ellos, La luna, de considerable audiencia) y en múltiples apariciones. Por no hablar del otro trabajo, el que no se ve en la pantalla, que también es importante y sustantivo.
Unos cuantos años aprovechando el tiempo, asistiendo al nacimiento de la Televisión Digital Terrestre (TDT) y asimilando las nuevas tecnologías en cuyo personal se ha embarcado para dar forma a ese proyecto de autónomo, a esa producción basada en todo lo que le gusta hacer.
Eso fue lo que reveló en la presentación ante sus amigos y allegados. A veces, con aires de "showman", aunque sin esa intención; en todo momento con originalidad y desenfado, que son dos cualidades esenciales en un emprendedor que se lanza a recorrer caminos, en este caso, los del mundo, que puede sonar pretencioso pero que es su iniciativa.
Le gusta comer, comer bien; y viajar, conocer otras culturas, otras costumbres, otros modos de vida. Va a combinar esas dos apetencias con el trabajo, que también le atrae, para sentirse bien y divertirse. Más que combinar, entonces, va a ensamblar: press, travel, cook, los tres pilares sobre los que descansa la marca, el producto resultante de una vuelta al mundo, perfectamente planificada, trazada, ajustada a los contrastes de lo que un profesional ambicionaría para su propia realización.
Seguro, desenvuelto, ágil, espontáneo...
Este César que se nos va, como Phileas Fogg o como tantos otros que ya iniciaron aventuras similares, va a emprender, en un momento clave de su vida, el viaje a la emprendeduría con el bagaje de su experiencia y de sus aficiones. ¿Un bon vivant? No, un periodista que se lanza, que no se conforma, que quiere probar y quiere incursionar pese a las incertidumbres que despierta el paso dado.
La presentación de su idea fue un alarde de originalidad, una performance en consonancia con el alcance o la dimensión de aquélla. Rompiendo esquemas y convencionalismos, abriendo surcos y estimulando a quienes quieren emprender o no se resignan a que otros resuelvan por uno.
Necesitará suerte.
La va a tener.
jueves, 7 de julio de 2011
VISITA REAL Y ERUPCIÓN VOLCÁNICA
La del 22 de junio de 1899 es la portada más antigua que se conserva en la hemeroteca digital de DIARIO DE AVISOS. El primer paso de la larga caminata del proverbio. El primer guiño a la historia. La andadura que se iniciaba en el tránsito hacia el nuevo siglo. Un periodismo que se debate en la búsqueda de su propia personalidad (es cuando empieza a hablarse con más fundamento de financiación publicitaria y de rentabilidad) y frente a los altísimos niveles de analfabetismo, hecho que probablemente frene las grandes tiradas.
Debe ser un período muy atractivo para historiadores e investigadores. El 1 de enero de aquel año sale a la calle La Voz de Catalunya, un diario eminentemente político, defensor del programa de la denominada Lliga Regionalista. España está en plena liquidación del imperio; Francisco Silvela significa la renovación frustrada y los restos de Francisco Goya son trasladados a nuestro país desde Burdeos.El regeneracionismo de Joaquín Costa despierta grandes expectativas en la primera década del siglo XX, cuando se asiste a un salto cualitativo en la confección de los rotativos, ya más preparados para masas de lectores. Renovación léxica y estilística, un lenguaje más ágil, inserción de fotografías y tratamiento especializado o en forma de suplementos para algunos asuntos son algunos de los avances más significativos. Desde Estados Unidos llegaban los ecos de los primeros escarceos en materia de códigos deontológicos.
En Canarias, ya en 1900, una ley ratifica el carácter de puertos francos que las islas ostentaban desde 1852. Fue un impulso decisivo para la economía de las islas. ¿Y la prensa de entonces, cómo era? El profesor Yanes Mesa habla de un periodismo canario que, “floreciendo en variedad y cuantía, culminaba la expansión geográfica inicial previa al subsiguiente proceso de concentración, dando fruto en islas hasta ahora yermas como La Gomera o El Hierro o en localidades también inéditas como Los Llanos de Aridane, Puerto de la Cruz, Icod de los Vinos, Moya, Puerto del Rosario, Telde, El Paso, Guía de Gran Canaria y Arucas”.
En diciembre de 1906, el rey Alfonso XIII visita todas las islas Canarias. El conde Romanones, entonces ministro de la Gobernación, fue muy explícito en la Memoria de aquel viaje, elevada al Consejo de Ministros y publicada en “La Gaceta de Madrid”. Aquella visita del abuelo de don Juan Carlos I señaló para el archipiélago canario una nueva época, según relata Romanones: “Las Islas Afortunadas, que habían estado muy olvidadas de los gobiernos, fueron desde entonces objeto de su atención; bien lo merecen pues no obstante la distancia a que se hallan de la metrópoli y de la cuantía de los intereses extranjeros, especialmente ingleses allí constituidos, su amor a la Patria continúa inquebrantable”.
Adolfo Cabrera Pinto, director del instituto que lleva su nombre entre 1901 y 1925, en el curso del itinerario real, pidió al monarca el restablecimiento de la Universidad de San Fernando suprimida en 1845. Años después, mediante Real Decreto, era creada una Sección de Estudios Universitarios cuyas enseñanzas se imparten en dicho instituto en lo que se considera el primer paso de la restauración del centro universitario.
El centenario de la visita fue conmemorado hace pocos años con una estancia de don Juan Carlos y doña Sofía en las siete islas, todo un acontecimiento que permitió refrescar numerosos aspectos.
Otro hecho sobresaliente de la primera década del siglo, desde el punto de vista informativo: en noviembre de 1909, el volcán Chinyero entra en erupción. Según el vulcanólogo José Luis Barrera, “ha sido la última erupción histórica que se ha producido en Tenerife y la primera erupción canaria con documentación científica y estudios de carácter científico”. Barrera destaca que “la erupción fue sólo una noticia nacional y pasó casi desapercibida en la prensa mundial, salvo en Gran Bretaña, por las vinculaciones económicas y comerciales que mantenía con el archipiélago canario”.
Duró diez días y la superficie cubierta por la lava expulsada fue de unas 2.379 hectáreas. El Chinyero, localizado en el término municipal de Santiago del Teide, no dejó víctimas mortales y ha sido investigado notablemente. En el trabajo de José Luis Barrera, se citan hasta tres fuentes principales: el estudio de Fernández Navarro, publicado en 1911; las impresiones de Antonio de Ponte y Cólogan, testigo ocular y el libro de M. Brito, publicado en 2003, titulado Erupción del Chinyero a través de la prensa.
Que los historiadores y los eruditos nos perdonen esta intromisión, una breve síntesis periodística de aquella primera portada y los dos acontecimientos citados, a los que nos hemos acercado con la curiosidad propia de entender los tratamientos recibidos en el contexto de entonces.
miércoles, 6 de julio de 2011
EL PODER BANCARIO
Los bancos, la banca, los banqueros, todo lo que envuelve ese ámbito de las finanzas, todo lo que rodea a las sucursales del capital empiezan a estar estigmatizados. ¿Qué creían, que no les iba a tocar, después de la convulsión que han causado con sus políticas, con sus restricciones, con sus comisiones, con sus productos, con sus operaciones, con sus abusos?
Así como otras figuras públicas, otros personajes, otros agentes sociales y hasta las mismas instituciones han quedado señaladas por determinadas decisiones o por trayectorias que han ido mermando su credibilidad y su propio papel, la banca ya debe saber que no goza de simpatías populares. Tiene a su favor la gran baza: el dinero, el capital, y mientras esté en sus manos, es una sartén bien asida por el mango de modo que difícilmente habrá alternativas. Pero esas crecientes señales de desazón, de protesta, de no resignarse apuntan claramente a debe reorientar estrategias no para vender productos atractivos sino para ganarse la confianza y el respeto de usuarios y clientes a base de... Los banqueros sabrán. Pero que sepan que el crédito de aquéllos se está agotando.
Aunque los ciudadanos sigan pensando que los bancos tienen más poder que el mismísimo Gobierno, tal como reveló un informe de la fundación “Alternativas” que concluye tal circunstancia como una de las deficiencias de la democracia española. Ni más ni menos. El informe, dirigido por el periodista Joaquín Estefanía, ex director de El País, es revelador: se reconoce el miedo a la inseguridad económica, “a quedar atrás en una distribución de recursos cada vez más desigual”.
Y luego, esa otra apreciación: el poder de las decisiones parece depender más de lo que digan o hagan los bancos. Antes que las políticas gubernamentales. Es tremendo.
Menos mal que en Andalucía -y en la red- bailan al son de intereses y de comisiones crecientes. Aún el miedo da para divertirse.
martes, 5 de julio de 2011
NI IZQUIERDA NI UNIDA
Lara queda a la espera de la consumación de los hechos para saber qué paso dar a continuación.
En ese escenario, asisitirá a una representación política que no debe serle desconocida: la pinza que en su día alumbraron Izquierda Unida y Partido Popular en un gobierno minoritario de Manuel Chaves en la Junta de Andalucía, bien es verdad que la abstención da mucho juego, incluso para eludir compromisos y quién sabe si será la primera semilla de una futura censura.
En cualquier caso, que recuerden las partes que aquella pinza conllevó la mayoría absoluta posterior der Manuel Chaves y la erosión sufrida por IU de la que no parece recuperada en tierras andaluzas. Y que esa hipotética censura terminará haciendo víctima a José Antonio Monago, candidato del PP extremeño, en plena situación alcista de esta opción política.
Y en hablando de pinzas y censuras, en el municipio sevillano de El Saucejo, se ha producido la primera del mandato: IU y PP se unen para derribar al alcalde socialista, ganador de los comicios y ya electo. Diez días ha durado el ejercicio de su cargo. Aquí, es Izquierda Unida la que se ve apoyada por el Partido Popular.
Que las ideologías y las coherencias no son lo que predominan, ya se está viendo. Que las circunstancias de cada territorio fuerzan situaciones paradójicas, no hay más que tener a mano las referencias comentadas. Lo de los extraños compañeros de cama en política es verdad. "Todo sea en beneficio de los legítimos y supremos intereses generales de la comunidad"... dice el discurso.
Total, que entre las cuitas de Cayo Lara y la pinza reeditada, la frase de Alfonso Guerra recobra vigencia: "Ni es izquierda ni está unida".
lunes, 4 de julio de 2011
LA CONMOCIÓN DE UN DESCENSO
River no es un equipo cualquoiera. Popularmente conocido como "Los Millonarios", ha sido la escuadra de DiStéfano, Labruna, Mas, Francéscoli, Ortega, Higuaín... La lista de excelentes jugadores sería interminable. River, el de la elástica franjirroja, no es cualquier cosa: es sentimiento de pueblo, es grito, es pasión... De ahí la trascendencia de su descenso, una tragedia deportiva y una sacudida social. Sin exageraciones.
Hemos archivado los últimos minutos del relato de Víctor Huigo Morales, en Radio Continental, una admirable pieza radiofónica que sirvió para probar, una vez más, el nivel de comunicaciómn del genial relator argentino -el mismo que contrató la SER para la final de la Copa del Rey- así como para entender la dimensión de un hecho histórico que estaba consumándose en aquellos momentos.
Hace unos treinta años, siendo ponentes en un curso de periodismo impartido en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo de la cvapital tinerfeña, defendimos la garra y la originalidad como poderes de atracción a la hora de titular una información o una crónica depportiva. Pedimos prestado uno a la pretigiosa revista "El Gráfico". River inició el campeonato de forma muy irregular y en ocho jornadas apenas había sumado cinco puntos. Tenía verdaderas dificultades para hacer goles. Tras un partido decisivo que ganó 2-1, la revista tituló: "River ya cree en Dios pero aún no sabe rezar".
Hemos palpado también lo que significa River Plate fuera de su país. En 1992, tuvimos oportunidad de asistir en Montevideo al encuentro de vuelta de la semifinal de la Copa Libertadores con Peñarol que debía remontar dos goles de desventaja. La pasión dentro y fuera del Estadio Centenario era inconmensurabnle. Había miles de aficionados argentinos en los repletos graderíos. Jamás se arrugaron ante el pundonor y la ambición de los uruguayos. River dio una lección de fútbol de contrataque y volvió a imponerse con la elegancia de los campeones. Mientras los aficionados locales protagonizaban incidentes fuera del estadio, los de River cantaban sin cesar aún en el interior. Más de una hora después, en las calles y avenidas, el festejo riverplatense era una muestra del sentimiento y del significado de una victoria, "en un barrio de Buenos Aires" que es como despectivamente tratan a Montevideo muchos porteños.
River ya no es de primera tras ciento diez años de historia. Una historia que también registra pérdidas luctuosas y reveses descomunales que unos creen que nunca van a suceder.
River aún cree pero descendió a los infiernos.