Nos habíamos quedado hace
poco, en la búsqueda constante de cómo
será el periodismo del futuro, con una definición del catedrático de Opinión
Pública, Víctor Sampedro: “El periodista tiene que ser una combinación de
‘hacker’ (persona que sabe todo sobre cuestiones informáticas y se las arregla
para mejorarlas) y disyóquey”; pero han
llegado los franceses y se nos plantan con los periodistas robots, la creación
de una empresa, Syllabs, que ofrece
unos servicios consistentes en redactores robotizados que transforman los datos
en textos. El prestigioso Le Monde ya
los ha asumido y de la experiencia se deduce que esa modalidad va ganando
espacio y aceptación.
Dice Elena Blancafort, una de las fundadoras de Syllabs, que estos robots redactores
permiten publicar, de manera rápida, un gran volumen de textos, de modo que
ello facilita aumentar la audiencia del sitio en Internet y posicionar mejor la
web en los buscadores.
O sea, que entre la mezcla de Sampedro y las aplicaciones de
Blancafort, el porvenir del periodista se vaticina cuando menos, exigente. La
acepción ‘todoterreno’ sigue cobrando fuerza, lleva camino de imponerse, a la
vista de los planteamientos que se van conociendo.
Explica Blancafort que estamos ante una “solución para los
medios de comunicación y editores de contenido para detectar, recuperar,
analizar y enlazar artículos en línea… Ello permitirá ofrecer una nueva lectura
de la actualidad a sus lectores. Nuestra soluciones también son una herramienta
muy útil para preparar revistas de prensa”.
La
experiencia de Le Monde, como
decimos, es significativa: desde Syllabs,
Blancafort calcula haber escrito unos treinta y seis mil artículos, todos
firmados de la misma manera. Y hay más: en las elecciones departamentales
francesas de marzo del pasado año, el periódico utilizó los ‘robots redactores’
para elaborar textos a partir de los resultados de cada ciudad. Para las dos
vueltas de esos comicios, estos “periodistas” -y no hay más remedio que entrecomillar
el término- crearon artículos para treinta y cuatro mil municipios y dos mil
cantones, un hecho que, según Syllabs, habría
sido imposible realizar de forma manual. Los contenidos determinaron que el
sitio web del diario fuera el más visitado tras esa segunda ronda electoral.
A la
modalidad se han sumado otros medios galos, entre ellos Radio France o Le Parisien.
Por si acaso, Elena Blancafort se apresura a puntualizar que los ‘robots
redactores’ no reemplazan a periodistas: “Estos programas no roban el trabajo
de nadie porque, al final, un robot es un programa bastante simple que solo
hace contenidos a partir de datos”, señala la filóloga española, quien razona
la contratación de los servicios en función de nuevos contenidos, pensando
principalmente en los sitios web, “donde si quieres existir y tener visibilidad
-precisa- tienes que producir constantemente nuevos contenidos. El interés está
en crear el texto pues si no, para Google
vales menos”.
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