viernes, 6 de junio de 2025

¿Aliada o enemiga?

 

Encarna Samitier, presidenta del grupo mediático ‘20minutos’ -cuya edición gratuita debe ser de las pocas (si no, la última) que circulan en España- alertó recientemente de los riesgos de desinformación que comporta un mal uso de la tecnología, ante la que los periodistas y el universo mediático tienen que luchar. Lo hizo en el curso de una convocatoria promovida por la agencia de noticias ‘Sevimedia’ en colaboración con la consultora ‘Estudio de Comunicación’, la cuarta con mejor reputación corporativa en en nuestro país y primera en el sector de la comunicación según el conocido ranking ‘MERCO 2022 Empresas y Líderes’; y en la que también participó la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).

La interrogante de la convocatoria era si para los periodistas, la Inteligencia Artificial (IA) debe ser considerada una aliada o una enemiga. Samitier arrancó de una afirmación: “Tener miedo a la IA es como si hubiésemos tenido a la rotativa”. Y argumentó que “la historia del mundo, la historia de los medios de comunicación desde hace dos mil años es la historia de los avances tecnológicos”. Sin embargo, recordó que el sector no debe dejarse “deslumbrar” ni perder el foco de que la “IA se alimenta de las personas”. Por eso es importante defender o preservar la componente humanista que también forma parte de esa modalidad tecnológica.

Encarna Samitier utilizó un ejemplo que pone de relieve la profesionalidad del periodista, sobre todo para advertir de los efectos del denominado “periodismo ciudadano”. “Hay quien cree -precisó- que por tener un móvil puede ser reportero. Sería como decir que ‘si utilizo un extintor, soy un bombero’. O sea, mi primo con un teléfono móvil no es un periodista: me puede contar lo que ha pasado, pero luego un periodista confirma, contrasta y elabora la información veraz, acorde al artículo 20 de la Constitución”.

La presidenta de ‘20minutos’ recordó que la verdad es cara y barata la mentira. Es una división simple pero que importa tener en cuenta en unos tiempos en que la desinformación avanza al galope tendido, sin que se sepa bien cuál es el final de una jungla espesa de intereses de todo tipo en la que hay un rótulo de ‘todo vale’ que nadie sabe quién instaló pero es constatable.

La pregunta es si la IA ha venido para impulsar un periodismo distinto, más puro, más académico, o para agigantar los desmanes que se ven a diario, casi informativo tras informativo, boletín tras boletín. Desmanes preñados de sesgos incluso sustentados en mentiras. La IA debería ayudar a las empresas y sus editores, si fuera posible hasta para desenmascarar a la prole de quienes operan sin miramientos y sin escrúpulos de ningún tipo, acosando a cargos públicos o personajes determinantes en la configuración de un hecho noticioso.

Pero no será fácil. La cada vez menos incipiente AI aún está lejos de madurar. El presidente de la FAPE, Miguel Ángel Noceda, presente también en la citada convocatoria, puso el foco en uno de los datos que revela un estudio reciente: el 90 % de las empresas periodísticas carecen de un departamento específico de regulación de nuevas tecnologías. En este sentido, invitó a las empresas del sector a adaptarse a las tecnologías y adaptar también sus reglamentos y códigos deontológicos.

Explicó Noceda que en la última asamblea de la FAPE, que tuvo lugar en Cádiz, “decidimos hacer una comisión para estudiar el impacto de la Inteligencia Artificial y ver cómo adaptamos el código ético y deontológico de la profesión, no a la inteligencia artificial, sino a todas las nuevas tecnologías”. Según ese estudio dado a conocer por la FAPE, un 57,6 % de los periodistas cree que la responsabilidad de “poner orden en el uso ético de la IA corresponde a las organizaciones profesionales y, según el 41,8 %, esa labor de regulación debe implicar también a las administraciones públicas.

Mientras tanto, seguirá funcionando una comisión de quejas de deontología del periodismo -compuesta por magistrados, periodistas y académicos- que se encarga de “evaluar y analizar las actuaciones de los propios medios” y animó a los profesionales, a “cualquier ciudadano, cualquier empresa, cualquier institución” a que denuncie cuando vea vulneraciones”.


1 comentario:

Graciliana Montelongo Amador dijo...

Muy interesante el artículo, que comparto, tenemos que estar alertas pero sin miedo a lo nuevo. Gracias.