jueves, 11 de septiembre de 2025

SÍNDROME POSVACACIONAL

 

Los menudos tuvieron esta semana su primer día de clase y es ahora cuando puede hablarse de reanudación de la normalidad o de la rutina que empieza su largo recorrido hasta mayo/junio del año próximo.


Seguimos durante estos días los análisis relativos a la reincorporación al trabajo tras el período vacacional. En uno de ellos, elaborado por la consultora Robert Walters, se concluye que hasta un 63 % de los trabajadores españoles siente ansiedad al reincorporarse a su puesto después de su período vacacional. El esperado regreso de las vacaciones se ha convertido, para muchos, en una pesadilla de agotamiento. O sea, más de la mitad de la población activa en nuestro país sufre de ansiedad posvacacional, un malestar que no solo afecta su bienestar personal, sino que también hunde la productividad en las empresas.


La raíz del problema, según un informe de InfoJobs, una plataforma de empleo que encabeza el sector, parece ser la incapacidad para desconectar. El 59 % de los españoles no logran apagar el “modo on” durante su descanso, lo que convierte sus vacaciones en una extensión del estrés laboral, dejándolos exhaustos incluso antes de retomar sus tareas.


El experto en productividad, Agustín Peralt, creador del Método Fase, asegura que el problema no es la falta de tiempo, sino la falta de foco. “No se trata de añadir más tareas, sino de priorizar y planificar”, explica Peralt, quien insta a los trabajadores a resistir la tentación de caer en el torbellino de correos y reuniones inútiles.


Para combatir el caos posvacacional, según publica PR Noticiasd, Peralt propone una estrategia de tres sencillos pasos:

  1. Priorizar: Identifica las tareas más importantes para el mes y delega las que no lo sean.

  2. Planificar: Crea un calendario para enfocarte en tus prioridades. Aprende a decir “no” a lo que te desvía.

  3. Cuidar la energía: Establece rutinas de autocuidado, porque tu bienestar es el motor de tu productividad a largo plazo.

Volver del verano no es sinónimo de entrar en modo de supervivencia”, concluye Peralt. Al contrario, la vuelta a la rutina puede ser un nuevo comienzo, una oportunidad para trabajar de forma más inteligente, con claridad y un propósito renovado.

Cuestión de dejar pasar unos días, coger el ritmo, y con los últimos calores, la reanudación de las actividades laborales será llevadera. Ya lo comprobarán.

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