Si
no fuera porque el Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdhal
(MACEW), el primero de España en su modalidad, es una realidad viva
y sus dirigentes seguirán remando para disponer, por fin, de una
sede estable, en el futuro Complejo Dotacional Cultural Espacio San
Francisco (es extraño no escribir parque después de haberlo hecho
durante tantos años pero la realidad se impone), se diría que las
interpretaciones musicales interpretadas por Julia de León (voz),
Ignacio González (guitarra) y Guillermo Pérez (armónico), sonaban
como un 'blues' agónico en la rúbrica del acto conmemorativo del
décimo aniversario de la reapertura del museo (2007-2017), en la
Casa de la Aduana del Puerto de la Cruz.
No
es que el trío, De tres al cuarto, sonara mal, todo lo
contrario. Y hasta cabe afirmar que era el estilo apropiado para la
ocasión, pese a la tristeza o la melancolía del género. Pero
repasando todos los esfuerzos para que un museo de estas
características cristalizara en una ciudad como la portuense y el
motivo elegido para conmemorar el décimo cumpleaños (una exposición
de libros del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, IEHC),
quizás se vieron envueltos en un halo extraño que pudo dejar
desconcertados a los asistentes que minutos antes habían escuchado
la enésima elegante reivindicación de un sitio apropiado para el
MACEW y la respuesta de los gobernantes, ahora ya más verosímil o
creíble habida cuenta del inicio de las obras de adecuación de una
casa contigua al vetusto y cerrado parque, paso previo a la nueva
dotación tras el concurso de ideas convocado por el Consorcio
Urbanístico para la Rehabilitación Turística ganado por Judith
Sastre y Simón Francés.
Pero
bueno, no fue un aniversario apesadumbrado o doloroso, ni mucho
menos. Hace sesenta y cuatro años, la iniciativa de Westerdhal
surgía para dar lustre y proyección a la ciudad y a la isla, para
albergar pruebas de la intelectualidad creativa. Estuvo muchos años
oculto, sin luz visible, como si se tratara de una conjura diabólica
para que sus inmensos valores artísticos no fueran apreciados. Y
ahora todo da a entender que se está más cerca, incluso, de una
mayor superficie del espacio expositivo.
La
profesora Margarita Rodríguez Espinosa se encargó de explicar que
la biblioteca del IEHC cobraba especial relevancia en este
aniversario. “La biblioteca y este museo -igual que el arqueológico
en sus inicios, ahora de titularidad municipal- son criaturas del
Instituto, nacidas el mismo año de su fundación, que se abrieron al
público desde 1953, llenando así el vacío cultural de la primera
época de la posguerra”, dijo Rodríguez antes de describir y dar
paso a la contemplación de las vitrinas donde figuraba la selección
de los fondos bibliográficos.
Hay
una relacionada con los fundación del IEHC y los primeros años de
su andadura, en la segunda mitad de los años cincuenta del pasado
siglo. Otras dos están dedicada al Fondo Sebastián Padrón Acosta.
Luego están recogidas las primeras ediciones de autores canarios
(las anteriores a 1936 sobrevivieron resguardadas en las bibliotecas
de sus propietarios hasta que engrosaron la del Instituto que,
durante muchos años, prestó funciones de biblioteca pública) y una
última vitrina que alberga las primeras ediciones y obras de autores
de la Generación del 27 (1922-36). Un complemento con ejemplares
donados por la escritora, artista y editora Pino Ojeda; y otros del
matrimonio Holmsen y su hija Lena, hacen de la exposición -junto con
el catálogo, cuya portada es un fragmento reproducido del libro
Romanticismo y cuenta nueva, de
Emeterio Gutiérrez Albelo, 1933)- una deliciosa prueba del esmero
que ha significado haber conservadp estas joyas y ahora sacarlas a la
luz.
El
'blues' no era agónico, qué va: era el canto de décadas de
compromiso, plasmado en un museo y sus circunstancias.
1 comentario:
Habrá que seguir "peleando" para ampliar el horario de apertura de esta pequeña joya. Es una pena que no abra todas las tardes ni en domingo.
Chiquita pedantería lo de Complejo Dotacional Cultural Espacio San Francisco. ¿Que tiene de malo seguir llamándolo "Parque"?
Un saludo
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