domingo, 23 de noviembre de 2025

¿NO SON CULPABLES TODOS?

 

Una condena sin sentencia conocida. Culpable el Fiscal General del Estado porque sí. Cinco a dos en la votación. En coordenadas futbolísticas, una goleada; pero, en votaciones de un Tribunal Supremo…,  no, no es igual, claro.

El país, sacudido. El informado, y el que no lo está tanto. Demasiadas sombras. En cualquier caso, una resolución judicial muy controvertida. Es la justicia la golpeada, no en la línea de flotación pero sí en los cimientos del poder. Del poder judicial, precisemos. No hay problema: se repondrá. Y sacará fuerzas ¿de flaqueza? Y recobrará, que para eso sus celosos guardianes -cada vez más influenciables- están muy ramificados.

Entonces, ¿ni en la justicia se puede creer? Bueno, decisiones así son las que ponen en tela de juicio la credibilidad misma. Las circunstancias que concurren hacen tambalear las convicciones. Claro que demasiadas sombras. Y las que seguirán cerniéndose, acciones e interpretaciones (que vendrán) al margen. Baste el resultado de la votación de la sala.

¿Qué sucederá ahora? A seguir padeciendo las diferencias de criterio, las discrepancias en las formalidades constitutivas. Permanecerá incesante la lucha por el control del poder: es lo único que importa, es lo que está en juego. Da igual los justiciables. Más de uno se acordará de aquel cachondeo que un alcalde andaluz sentenció sin miramientos. Unos hicieron -¡vaya si hicieron!- interpretando al pie de la letra la recomendación del jefe <in pectore>. Algunos, dignos hasta el final, no revelaron sus fuentes pero eso, la sala de un Tribunal Supremo fragmentada, no lo tuvo en cuenta. Pesaba más la confesión de un bulo -nueva arma a esgrimir en un juicio, ya saben- admitido porque convenía.

El caso es que la justicia ha resultado dañada.

¿No son culpables todos, siquiera un poco?

Lo demás, taciturno e hipocondríaco, desde la sentencia sin conocerse hasta la fecha/aniversario de la resolución, parece anecdótico pero, en el fondo, sí tiene más enjundia. Aunque, por ahora, ni rastro de la fundamentación jurídica

Y más categoría, por supuesto.

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