jueves, 30 de abril de 2020

1832, EPIDEMIA DE CÓLERA MORBO


En 1832, una epidemia de cólera morbo había arraigado en Europa. Asi trascendió en América del Norte. Ello acarreó la instalación de una barrera infranqueable a las operaciones comerciales con las islas, cuando se creía que, después de pasada la plaga, la población podría quedar expedita para comerciar libremente como antes de sufrirla.

Pero el cólera morbo causó auténticos estragos. Una plaga perjudicial, de efectos ruinosos para las Islas Canarias pues varios países se vieron afectados, precisamente los únicos que consumían vinos y barrillas, productos de interés que favorecían exportar la naturaleza de nuestro suelo y que, como consecuencia de una nulidad absoluta en aquellos años, ponía a la provincia al borde de la miseria.

(Conviene explicar brevemente lo que eran el cólera morbo y las barrillas. Se trata de una enfermedad que proviene del delta del Ganges y se manifiesta en sus primeros estadios con diarrea y vómitos biliosos, la lengua se cubría con una costra blanquecina. La orina era escasa y encendida, el sudor abundante y en ocasiones se producían descamaciones en la piel. En este primer momento, si se trataba con un buen régimen y un plan medicinal, la enfermedad se curaba, por norma general. Sin embargo, si no se ponía tratamiento adecuado con los primeros síntomas, la enfermedad era irremediablemente mortal. En cuanto a la barrilla, según puede leerse en el sitio web canarizame.com (Historia menuda de Canarias), era una planta pequeñita, rastrera, que se encuentra por las zonas de costa de casi todas las islas. Durante mucho tiempo, la única forma de conseguir sosa, imprescindible para hacer jabón, era a partir de las cenizas de quemar algunas plantas que las acumulaban en su interior. Canarias fue uno de los mayores productores de barrilla en el siglo XVIII. Se exportaba a Londres, donde hacían jabones con los que se bañaba gran parte de Europa. Gracias a las barrillas se hicieron enormes fortunas en las islas, sobre todo en Lanzarote, donde se mejoró el sistema de extracción, utilizando hornos que producían bloques de sosa, en vez de ceniza de sosa. Pero el negocio se hundió. Razones: primera, encontraron una manera de producir sosa de forma industrial; y segunda, los empresarios canarios empezaron a meter callaos dentro de los envíos para aumentar el peso, y los compradores bajaron los precios por culpa de la estafa y se fueron a comprar la sosa industrial, un poco más cara pero con la cual no les engañaban. Puede decirse que en el siglo XVIII, si muchos europeos se bañaban y lavaban la ropa, era gracias a la aportación de los canarios).

Para ningún punto, ni aún para los mismos que sufrían el cólera morbo, fue esta plaga tan perjudicial ni tan ruinosos sus efectos como para las Canarias, cuya pobreza no guardaba nivel ni las equilibraba con el poder de los países donde reinaba aquella enfermedad. Así lo escribió Nicolás Pestana Sánchez, cronista oficial del Puerto de la Cruz.

En efecto, fue el pueblo que, según el cronista, “más sufrió las consecuencias de aquellas medidas sanitarias, que se hacían más visibles cuando se consideraba que fue, en mejores días, el primero de la provincia por su opulencia, su comercio y sus mejores relaciones con todos los países extranjeros y nacionales, donde consumían los vinos de Tenerife, envilecidos, ahora, por la rivalidad de otros ya más baratos o mejores”.

La inacción, el abatimiento y la miseria predominaban en la localidad portuense, aún más visibles desde que se encontró la imposibilidad de continuar los negocios, aumentándose, según relata Pestana, después de que se obligara a seguir a Santa Cruz a los buques que llegaban para sufrir allí el expurgo y la ventilación de los efectos que conducían, pues de esta obligación resultaba, entre otros, el inconveniente de que se demoraban o imposibilitaban las empresas. Y era causa de que se requiera mayores y, a veces, dobles fletes al contratarse los buques, nuevos seguros para ellos y para las mercancías, mayores gastos de cuarentena de las que en el Puerto se sufrían, costas inmensas en las conducciones por tierra y mar hasta aquí y el riesgo de averiar o perder los artículos en el tránsito, principalmente en los inviernos.

El cronista señala que cuando el Ayuntamiento estuviera desengañado o pensare remotamente que obligar a los buques a hacer su cuarentena en Santa Cruz impedía la contaminación del cólera morbo, sería delincuente y merecerían sus individuos un severo castigo, si desoyendo la voz de la humanidad apoyasen lo contrario como lo apoyaban y pretendían. Creía la institución entonces, firmemente, que el peligro de la isla consistía en hacer ir los buques que llegaban al Puerto hasta el de Santa Cruz, pues tenían que correr una costa dilatada, siempre llena de barcos abiertos, con los que podían comunicar y llevar a efecto sus negocios clandestinos, fuesen las personas extranjeras --a las que nada le importaba nuestra salud--, o aquellas que, desoyendo los sentimientos de la moralidad, prefiriesen el beneficio que particularmente creían que les resultase.

En el entonces Puerto de la Orotava había la facilidad de hacer fondear los buques delante del pueblo en los inviernos y amarrados a los riscos en los veranos, custodiados por las lanchas de ronda que se hallaban establecidas y que se deberían poner bajo el mismo pie que se dispuso en Santa Cruz. Así, no habría peligro que temer sino que, por el contrario, quedaba cortado de raíz el mal que amenazaba a todo el vecindario; mayormente cuando la Junta de Sanidad instituída en el Puerto cumplió en todos los tiempos con sus deberes, con el empeño y propiedad que era natural a la clase de individuos que la componían.

Además era notorio que el Castillo San Felipe, al oeste de la población, que era el fin de la jurisdicción portuense, por su situación y distancia al pueblo, así como por la disposición de su fábrica, era un punto que parece fue hecho propiamente para destinarlo al expurgo y ventilación de efectos. Este Castillo se encontraba sin uso; el sector comercial del pueblo (por emplear una fraseología de hoy en día) estaba dispuesto a hacer, a su costa, en los techos y demás, las reparaciones necesarias para la seguridad de las mercancías y demás enseres que se guardasen o custodiasen en él.

Todas estas razones -concluye el cronista Pestana- fueron puestas en conocimiento del presidente de la Junta Provincial de Sanidad para que, a su vez, las hiciese llegar a conocimiento de las autoridades del Gobierno de la Nación.

Día 46 de la alarma

Hay sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados pero no la seguimos en la tele. El pulso de la calle sigue siendo bajo. Se ve alguna que otra operación de descarga de mercancía. En el balcón de un restaurante cercano colocan una pancarta con el reclamo de comida distribuida a domicilio gratuitamente. Se animan los preparativos aunque las reacciones de restauradores y propietarios de cafeterías son escépticas: les parece que la ocupación del 30 %, dispuesta en las previsiones gubernamentales, no les satisface porque no es rentable, según dicen. Miren por donde se confirma que el negocio en algunas localidades o sectores de las ciudades estaba en las terrazas, en la calle, en la ocupación de la vía pública. A ver si el virus va a terminar siendo el regulador de esa ocupación. De ello hablamos también en una tertulia radiofónica. Veremos cómo evoluciona y qué se desprende de la casuística, que será infinita.

Lo que es un rumor se confirma por la tarde: este año no habrá embarcación de la Virgen del Carmen. Los lamentos circulan rápidamente en redes sociales. Estamos a dos meses y medio de esa procesión marítimo-terrestre y cómo evolucionará la pandemia es una incógnita pero en el Ayuntamiento no quieren riesgos con las concentraciones humanas.

Para cumplir un encargo de traslado de utensilios, pasamos por Cupido, trasera del antiguo colegio de los padres agustinos, recinto del Torreón Ventoso. Estampa de abandono. Hay un montón de tejas apiladas en un lateral mientras la hierba crece salvaje en espacios abiertos. Es visible la desidia, que también conlleva sus riesgos. Alguien debería tomar la iniciativa y promover su limpieza. Ya se sabe que esos abandonos no hacen sino crecer.

Hay padres y madres que se toman muy en serio lo del acompañamiento de sus hijos. A los menores se les ve desconcertados. Toda las calles, toda la plaza para ellos, les hace mirar a diestra y siniestra, arriba y abajo. Un niño abandona su patinete y se aferra al regazo materno mientras saborea un chupete. Menos gente hoy aplaudiendo en los balcones.

Noticia llamativa de un bebé nacido en una patera. La vida, la emigración irregular, sigue deparando hechos insólitos mientras se lucha por la supervivencia.

Por cierto, los datos en Canarias, cuando pasadas las ocho de la noche, el sol sigue proyectando sus últimos rayos en azoteas y paredes de edificios, siguen apuntando que se divisa la luz en el túnel. Es una pequeña ventana de claridad: hay dos mil doscientos cinco casos, ciento treinta y cinco decesos y mil ciento veintiuna altas. Es decir más de la mitad de las personas afectadas por la COVID-19 en las islas se han recuperado.

Cerca de las once de la noche, como ayer, pasa un helicóptero. El último apunte de la jornada.


miércoles, 29 de abril de 2020

LA ÚLTIMA GRAN VICTORIA DE LEGRÁ


Entre las mil y pico altas registradas ayer en las estadísticas españolas de la pandemia, figura la del que fuera campeón del mundo y de Europa del peso pluma, el hispanocubano José Legrá. Una alegría: sabíamos de su internamiento en el hospital Gómez Ulla, de Madrid, donde fue ingresado al presentar síntomas de la COVID-19, por lo que hubo de ser sometido a un proceso de cuarentena, al ser considerado, además, paciente de alto riesgo, con 77 años de edad. Ayer pasó a su domicilio. Lo dicho: una alegría. Seguro que habrá ganado el combate de su vida.

Legrá había sido noticia allá por el mes de febrero pasado, cuando en la localidad madrileña de Navalcarnero fue presentado un libro centrado en su figura titulado Arte en el cuadrilátero (Círculo Rojo) , del que es autor Benjamín Hernández, con prólogo y epílogo respectivamente firmados por dos periodistas de postín, Alfredo Relaño y Jesús Álvarez. En la sede de ‘Sasegur’, donde tuvo lugar el acto y donde hay un modesto museo dedicado a su memoria, Legrá reconoció que el mejor momento que recuerda de su carrera había sido el de su primer campeonato continental conquistado en Madrid frente al francés Yves Desmarets.

Legrá, nacido en Baracoa (Cuba) llegó a España en 1963, “alto y enjuto como un fakir”, según definiera uno de los más atentos seguidores de su trayectoria, el periodista tinerfeño Antonio Salgado Pérez (Ansalpe). Legrá en encariñó con la isla porque le recordaba su Cuba natal. Se afincó, entrenó a fondo, hizo amistad con Juan Albornoz ‘Sombrita’ y ganó los nueve combates que disputó entre nosotros. Solo hizo un nulo con Kid Tano en Las Palmas de Gran Canaria.

Mediados los años sesenta ya era un ídolo. Una carrera fulgurante: en un año llegó a disputar veinticuatro peleas. Le ganó al francés Yves Desmarets, en Madrid, el título europeo. Después, el Campeonato del Mundo, conquistado en País de Gales, KO técnico en el quinto asalto, frente a Howard Winstone. Fue la célebre velada transmitida por Televisión Española en que,al término del combate, el maestro Matías Prats se subió al ring para cantar, junto al púgil, la canción “¡La, la, la!”, que unas fechas antes, interpretada por Massiel, permitió a España ganar su primer Festival de Eurovisión. Españolismo por doquier.

A su regreso, se produjo la memorable anécdota que ya hemos contado: Antonio Salgado le preguntó para el vespertino La Tarde qué sensación le había invadido al ser recibido por Francisco Franco, jefe del Estado en el régimen anterior: “¡Qué honor!”. Los lectores se encontraron con un titular bien distinto: “¡Qué horror!”. Vaya trance. Don Víctor Zurita era el director del periódico, todavía confeccionado con el sistema de linotipias de plomo. Pidió el original mecanografiado. El periodista había escrito bien. ¿Qué pasó? Un error de alguien. De los duendes inexistentes.

Legrá, popularmente conocido como el ‘Puma de Baracoa’ (así le había bautizado el crítico y gran escritor malagueño Manuel Alcántara), retuvo el título hasta que lo perdió en Brasil ante Edder Jofré. Su estrella empezó a declinar y poco después decidió retirarse. “Subí a un ring por un vaso de leche y un plátano y llegué a tener en la mano trece millones de pesetas”, le confesó a Salgado por aquel entonces, cuando ya almacenaba las vivencias de su memoria. Dice Ansalpe que fue siempre muy generoso, ahorrador y desprendido, sobre todo con sus compatriotas. Tuvo depositados en los bancos ochenta millones de pesetas.

Un estilista, un artista en el ring. Se había ganado la simpatía de los aficionados por su sonrisa y por sus juegos de piernas, por sus bailes o por sus bicicletas. Un filigranista de contundente pegada. Rapidez, agilidad y reflejos eran sus fuertes. En noviembre de 1973, cayó derribado en el primer asalto por Alexis Argüello. Fue su última contienda.

Le entrevistamos varias veces. En una de ellas, ya cpeón del mundo, después de haber publicado su libro Golpe bajo (Ediciones S.A.), estuvo presente en Radio Popular de Tenerife, donde durante siete años hicimos ininterrumpidamente el programa “Radio Deportes”. Nos dedicó en directo un piropo que contamos ahora por primera vez:

-Lo que me admira es que llevamos aquí media hora, me has preguntado por todo, nombres y combates, y no has manejado un papel. Dios te conserve la memoria.

Los Rodríguez López fueron algo más que unos mentores para el campeón Legrá. Allá en Tecina (La Gomera) entrenaba, bajo la mano experta y siempre atenta de Kid Tunero. En cierta ocasión, tras la conquista de un título, se desplazó a la isla en una avioneta de aquella familia. Revela Salgado que ese día vio blanco (¡había cambiado de piel!) a Legrá después de un bache sufrido por el aparato de un montón de metros, una turbulencia, que le dejó también sin habla.

José Legrá superó su cuarentena y su internamiento. A sus 77 años ha ganado el combate de su vida. Y bien que nos alegramos. “Me siento afortunadamente bien por esos reconocimientos. Con los buenos amigos y las buenas personas que tengo a mi alrededor ya es suficiente”, fueron sus palabras al terminar el acto de Navalcarnero. Es probable que las repitiera al salir del hospital.

Día 45 de la alarma

Hay más personas por las calles. No muchas más, pero sí se nota. Padres y madres con sus hijos, con cochitos o patinetes. También con perros. Lentos avances hacia la normalización, mejor dicho, hacia la recuperación de la vitalidad. Algún taxista revela que también lo ha notado.

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre hacen fruncir el ceño. Ponen blanco sobre negro los efectos: el empleo ha caído en doscientas ochenta y seis mil personas; el paro ha aumentado en ciento veintiuna mil y la tasa de paro se ha situado en el 14,4 %. Como todos están de acuerdo en que el proceso de recuperación será muy lento y que los sectores productivos tardarán en recobrar ritmo, cabe pensar que las entregas de la EPA del segundo trimestre serán serán peores. Las soluciones no son fáciles. Primero, habrá que comprobar el cumplimiento de las medidas de choque aplicadas. Después, el grado de resistencia del tejido empresarial. Y luego, el gran de protección de autónomos, asalariados y los mismos desempleados.

Se demora el Consejo de Ministros cuyas decisiones son aguardadas hoy con mucha expectación para saber qué ocurre con la desescalada, palabra cuyo empleo, por lo visto, no es muy ortodoxo o académico que digamos.

La noticia del fallecimiento de Michael Robinson entristece el fútbol y la comunicación, campos en los que se desenvolvió con éxito. Si nos permiten la licencia, nunca caminó solo. Por eso simpatizó tanto. Hasta con quienes le reprochaban su español macarrónico.

Y hasta que comparece el presidente, Pedro Sánchez, ordenamos y pasamos en limpio las notas de nuestra intervención en la sesión de ayer de Calínico. Insistimos en que las aportaciones de los participantes deberían ser incorporadas a los procesos de elaboración de programas y protocolos que se llevan a cabo por distintas instituciones y entidades.

Comparece Sánchez. Referencias directas a Canarias, a tres islas, El Hierro, La Gomera y La Graciosa, como escenarios físicos donde se iniciará el desconfinamiento, una suerte de avanzadilla. Será una propuesta gradual, asimétrica y coordinada, repite el presidente en un intento de explicar de la mejor manera posible. Casimiro Curbelo, presidente del Cabildo gomero, no oculta su satisfacción. Su colega de El Hierro, Alpidio Armas, advierte de que no hay que dejarse arrastrar por la euforia desmedida. El portavoz del comité científico canario, Lluis Serra, pondera el plan que, en su opinión, contiene muchas ideas de la propuesta que se dio a conocer antes de tiempo. Dice que se siente “relativamente contento”, con lo anunciado por el presidente del Gobierno, que se extiende en sus explicaciones y en sus respuestas a las preguntas de los periodistas acreditados. Este es el cuadro que sintetiza las medidas:

-Una propuesta gradual, asimétrica y coordinada.
-En cuatro fases, cada una de un mínimo de dos semanas.
-Comienzo para todo el país en la Fase 0 (preparatoria) el 4 de mayo.
-El Hierro, La Gomera y La Graciosa como avanzadilla: a la fase 1 el 4 de mayo.
-Transición hacia “una nueva normalidad” hasta finales de junio.

Una amiga nos avisa que mientras hablaba Sánchez, habían puesto en circulación videos que son bulos con respecto a decisiones gubernamentales. No escarmentamos. A fastidiar y desprestigiar se ha dicho. Eso parece importar más que la reconstrucción.
Cerca de las diez y media de la noche sobrevuela un helicóptero. El ruido hace que varios vecinos nos asomemos al balcón. Echamos un vistazo al resumen del día en Canarias: 960 casos activos, sin fallecidos en las últimas veinticuatro horas.
Parece que sí, que algo de luz se ve.





martes, 28 de abril de 2020

HABITUARSE A... EN LOS HOTELES


Profesionales del sector hotelero coinciden en señalar la conveniencia de que las unidades alojativas (hoteles, apartamentos y residenciales) cuenten con una certificación sanitaria, denominada “COVID free”, que facilite la identificación de aquellos establecimientos “libres de coronavirus”.

Algunos destinos ya preparan algo al respecto. Consideran que es básico transmitir seguridad cuando se reanude la actividad. Se da por hecho que los clientes, de todas partes, van a ser exigentes y querrán alojarse en un lugar seguro. Salud, seguridad y empatía, en efecto, serán factores consustanciales a la oferta y, lo que es más, influirán poderosamente a la hora de escoger lugares vacacionales o de descanso. De hecho, ya hay algunos estudios de mercado que anticipan los países que, en mejores condiciones, van a afrontar las etapas del desconfinamiento, según las determinaciones de cada gobierno.

(Atentos en este sentido: cuando redactamos la presente entrada, el periódico El Día publica una información en la que se señala que tanto el Reino Unido como Alemania descartan Canarias como destino para el resto del año).

Habrá que habituarse a escenas tales como la toma de temperatura antes de cruzar la puerta de acceso al hotel, la realización de un test rápido para verificar si se es portador de coronavirus y la inspección del teléfono móvil que habrá de llevar una aplicación que revelará cuáles han sido los últimos desplazamientos. Una vez verificados los resultados de estas pruebas, se podrá acceder a la recepción con mascarilla y guantes. Las personas que atiendan estarán protegidas con una mampara de metacrilato. Si hay más clientes, tendrán que guardar una distancia mínima de dos metros, tomando como referencia unas marcas de seguridad que habrá en el suelo. El ascenso funcionará por voz, para no tener que apretar botones. Y hasta es probable que el buffet sea sustituido por un servicio de habitaciones que dejará las bandejas en el exterior de las puertas, en el pasillo. Por supuesto, todo el hotel será desinfectado a fondo periódicamente. Los clientes dispondrán de geles con hidroalcohol higienizante por todas partes. A la espera de vacunas y terapias, habrá que acostumbrarse a convivir con estas medidas y con estos métodos. Un cambio sustancial, desde luego. A ver cómo se adaptan la industria… y los visitantes.

Pero habrá que tener en cuenta fundamentos uniformados de coordinación. Se supone que la eficacia de las medidas dependerá mucho de ellos. De ahí que la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) haya advertido de la necesidad de no dispersar, o lo que es igual, si cada destino, cada territorio o cada asociación empresarial actúan a su aire o de forma unilateral, los pretendidos resultados no serán beneficiosos sino, probablemente, todo lo contrario.

De modo que orden y concierto. Bastantes dificultades hay ya como para no cumplir con requisitos que son esenciales para la convivencia del futuro.

Día 44 de la alarma

La valoración de la jornada dominical sirve para arrancar la semana con ganas de avanzar. La valoración es desigual: unos defienden la medida, la dan por buena, positiva; otros muchos creen que se contrastó la irresponsabilidad pues en pocos lugares se respetaron las indicaciones de las autoridades. Algunas imágenes lo atestiguan. Ni distancias ni nada. Y eso que no había cafeterías ni terrazas abiertas.

Un dron sobrevuela la plaza del Charco cuando andamos en busca de una impresora para obtener un documento. Otros vecinos que habitualmente aplauden cada tarde creen que nos están controlando demasiado.

A las doce del mediodía, conexión puntual para una reunión telemática con los componentes del grupo de conocimiento turístico, Calínico, coordinado por Eduardo Solís. Participan diecisiete profesionales, algunos de ellos en activo. Aportaciones valiosas a partir de las experiencias vividas desde dentro, de las previsiones sobre escenarios y de los anhelos comunes: que la pesadilla acabe cuanto antes. Hay coincidencia en señalar que no están despejadas algunas dudas para poner en marcha la maquinaria: el proceso de recuperación será lento. Medidas sanitarias, por supuesto: certificaciones y demás. Ayudas para las líneas aéreas: parecen indispensables. Promociones intensas, escogiendo bien los mercados. Por nuestra parte decimos que el conjunto de iniciativas e impresiones sea incorporado a los procesos que están en marcha para contar con un plan de choque específico para la industria turística, sustentando en inversión pública y privada; con un proyecto nacional de Especificaciones Técnicas y Sello de Garantía para la prevención de la COVID-19 que está elaborando el Instituto de Calidad Turística Española y el catálogo que se ha propuesto la Asociación de Municipios Turísticos para llevar a cabo, de forma racional y secuenciada, el desescalado de las actuales medidas de confinamiento en el que habrá de ser incluida la reapertura de los destinos turísticos.

Dura tres horas la sesión. Aprendimos, como siempre. Como también de una entrevista con el historiador estadounidense Timothy Snyder, publicada en El País, con un extracto en primera página. Le confiesa a Juan Cruz Ruiz que el autoritarismo está perdiendo atractivo. Habla de las instituciones como guardianes de la decencia, una decencia que está en peligro. Snyder denunció en un libro “la tiranía de la mentira”. Por eso ahora, en plena pandemia, pondera el papel de los medios de comunicación, especialmente a partir de la transparencia en el tratamiento que concedan a las enfermedades.

Los datos de empleo en Canarias para acabar la primera jornada de la semana: la tasa de paro juvenil se acerca al 40 % (es muy oscuro del panorama, desde luego); y el planteamiento de Comisiones Obreras para prorrogar los Expedientes de Regulación Temporada de Empleo (ERTEs) por fuerza mayor hasta seis meses en el sector turístico, una vez sea levantado el estado de alarma.

En las última veinticuatro horas, tres fallecidos más en Canarias por COVID-19. El virus que no cesa.


lunes, 27 de abril de 2020

CONFUSA DESCONFIANZA


Acertó Antonio Guterres, secretario general de la ONU, al señalar que paralelamente a la pandemia estamos padeciendo “el azote de la desinformación”, un fenómeno que ojalá también superemos entre todos, especialmente por quienes nos dedicamos al oficio. Jamás habían coincidido y circulado tantos bulos, tantas paparruchas, tantas tergiversaciones. La llamábamos ‘sociedad del conocimiento’. Lástima. Pasará a la historia como ‘sociedad de la confusa desconfianza’.

Se desató, por cierto, en tiempos de confinamientos y tribulaciones. Entonces, como en tantas otras tragedias, se puso a prueba la fragilidad humana, que queda al desnudo cuando la desconfianza se apodera de todo y es manipulada casi siempre sin piedad y sin escrúpulos. Todo vale en esas circunstancias.

Puede resultar utópico o inapropiado, en este contexto, reivindicar las esencias del periodismo clásico. El que se hace bien, desde una perspectiva ética, el que se elabora con rigor y respeto pensando en los consumidores y en la credibilidad del medio y del propio autor del producto informativo. El periodismo capaz de diferenciar y asegurar las fuentes, el que no quiere creyentes sin más, sino ciudadanos críticos y responsables. No indolentes ni odiadores, pobladores habituales de ese inmenso salvaje campo que son las redes sociales. Pero hay que hacerlo.

Porque, paradójicamente, una derivación curiosa de este azote que definió Guterres es cómo quieren destruir o menoscabar los mecanismos de defensa que el propio oficio ha intentado articular con tal de procurar la fiabilidad con la que seguir cumpliendo su trascendente y primordial cometido.

Resulta que hay organizaciones periodísticas que nacieron para poner en evidencia los bulos, los embustes, para frenar la mentira, para acabar con el derroche de deformaciones e invenciones, difícilmente separable de sesgos o tendenciosidad política. Surgieron precisamente para demostrar que no todo vale a la hora de informar. Si lo que se pretende es lo contrario, o sea, desinformar, entonces el empleo inescrupuloso de cualquiera de estos recursos producirá un auténtico caos en el que nada es creíble. La confusa desconfianza. En España, hay dos firmas, Maldita y Newtral, promovidas por profesionales vinculados al periodismo televisivo, que han llegado a firmar conciertos con facebook (propietaria de whatsapp e instagram), para tratar de acabar con ese maremágnum de bulos y falacias y hacer que los consumidores de información, por lo menos, sepan diferenciar y no se traguen lo primero que aparezca en sus terminales.

Bueno, pues ya han ido contra esos promotores, contra quienes no aceptan sin más el pernicioso contagio de la falsedad manipuladora. Las citadas firmas escrutan las desinformaciones para que la población no se deje embaucar. Y no reparan a la hora de ir en contra de gobiernos, partidos políticos y cargos o representantes públicos. Sin embargo, ya están recibiendo denuestos y descalificaciones, les involucran en tramas y conexiones extrañas seguramente por parte de los mismos que han pescado en río revuelto con sus falacias o difamaciones, o sea, los que ven peligrar el negocio o son conscientes de que se puede engañar una, dos y tres veces, pero no siempre. ¿Objetivo? Muy sencillo: allanar el camino a la mentira, o lo que es igual, desacreditar el periodismo de quienes aún velan por sus esencias y no están dispuestos a transigir con un modus operandi que lo desvirtúa y lo anula bajo el principio de la socialización de las pérdidas: todos son iguales. O el mundo al revés.

¿Quién iba a decir a los vocacionales del periodismo que asistiríamos a este espectáculo en plena ‘sociedad del conocimiento’? Pues ahí lo tienen, con todas sus fanfarrias y toda su amplificación. El caso es que la sociedad debe ser consciente de lo que está en juego. Es misión de todos, incluidos los medios de comunicación, preservar y cuidar los valores que han de ser consustanciales para hacerla avanzar y madurar con solvencia. Pero, claro, cuando no importa la verdad, cuando se ha quebrado la honestidad, cuando prevalece la impunidad, cuando se impone la ruindad, cuando, en definitiva, se pierden esos valores y se comprueba que no sirven de nada ni la experiencia ni los métodos, legales y consecuentes, para poner punto final a ciertos azotes, es que el espectáculo –como se dice- debe continuar.

Día 43 de la alarma

Minutos después de las 9 de la mañana, un padre acompaña a su hija que va en bicicleta por el paseo interior de la plaza del Charco. Es una de los seis millones de niños que vuelven a las calles en España al cabo de cuarenta y dos días. Todos queremos escuchar sus voces, sentir su alegría, confirmar sus rostros encendidos y sonrientes… Pero no sabemos cómo resultará la prueba, cómo se comportará el personal, si se respetará lo que se ha dicho. Es el primer paso hacia la recuperación de la normalidad.

Efectivos de la policía local transitan por las calles que mayormente siguen vacías. Se quedan cerca del parque infantil, donde no parece que haya niños dispuestos a acceder, tal es así que la cinta aislante colocada desde que fue declarada la alarma sigue cumpliendo su función. Se ve también a personas con sus perros o con mascotas. La mañana discurre con menos animación de la que se preveía. Al mediodía, un grupo de portuenses cuenta en una conexión multilateral en la red sus impresiones y sus visiones en los alrededores de sus domicilios, en distintos sectores.

Las imágenes de niños caminando, patinando o en bicicleta son las que predominan en la primera edición del Telediario, mientras las cifras de fallecidos siguen a la baja y las de altas conceden margen a la luz del túnel. La inocencia infantil se palpa en varios testimonios. Pero de inmediato nos envuelve una sensación de desbordamiento. Habrá que esperar unas horas para medir las reacciones. Después de la siesta.

Y, en efecto, algunas, en elevado número, no son buenas, según se palpa en redes sociales. Hablan de irresponsabilidad de los padres. Hablan de incumplimientos formales prolongados. Las imágenes y la fotos que circulan son el soporte para contrastar la preocupación y hasta la indignación por no respetar, por no haber respetado, van creciendo. La ponderación del confinamiento hecha, en términos generales, por dirigentes y responsables públicos, era una señal esperanzadora pero debían ser tantas las ganas de salir y respirar que la experiencia parece haber acumulado más sombras que luces.

Alguien ha colocado una mascarilla en el rostro del monumento a la pescadora en los alrededores del muelle. Que no se pierda el ingenio. La foto circula. Como también la recomendación que formula el polifacético Isidoro Sánchez García sobre la serie de televisión Merlí Sapere Aude, que muestra la enorme importancia de la filosofía para formar mentes críticas. Oportuna recomendación cuando abundan las agresivas campañas de ideas, mensajes y relatos tendenciosamente manipulados.

En un titular se lee que han sido concedidas el 90 % de las ayudas solicitadas por cese de actividad para autónomos de la cultura y el deporte. Pedro Sánchez, tras reunirse con sus homólogos de las comunidades autónomas, sostiene que el Gobierno es el que coordinará los planes de desescalada. Así que la propuesta canaria tendrá que esperar, al menos hasta el próximo martes, cuando se reúna el Consejo de Ministros. La Comunidad Autónoma cierra el domingo sin más fallecidos, aunque suma once casos positivos, diez de ellos en Tenerife.

Desde el grupo parlamentario Sí Podemos se lanza un mensaje llamativo: “Moratoria total. Ni un solo hotel más”. El diputado tinerfeño Francisco Déniz dice que hay que repensar el modelo para no depender tanto de un negocio que se verá sensiblemente afectado tras la pandemia.

Mañana, última del mes, comienza una semana decisiva. Veremos.


domingo, 26 de abril de 2020

LOCALIDADES TURÍSTICAS SE MUEVEN


Las localidades turísticas, entre las que se encuentran Adeje, Arona y San Bartolomé de Tirajana, integradas en la denominada Alianza de Municipios Turísticos de Sol y Playa, quieren estar preparadas para la temporada veraniega con tal de reactivar el sector. Así lo hicieron llegar sus alcaldes y responsables a la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto. En términos generales, se quiere contar cuanto antes con protocolos y guías comunes –a ser posible homologados con los principales mercados europeos- pues hay que ser conscientes de la importancia de la seguridad como concepto que a partir de ahora se impondrá para cualquiera que viaje de vacaciones.
Los ayuntamientos reivindican más instrumentos de financiación, por lo que insisten en dos vías: una, flexibilizar la regla de gasto de modo que ello les permita emplear no solo la totalidad del superávit del ejercicio de 2019 sino también una parte sustancial del remanente actual; y otra, regular la capacidad de endeudamiento. La creación de fondos DUSI, específicamente turísticos, es otra de las opciones expuestas por los munícipes. La crisis, tanto sanitaria como social y económica, es lo suficientemente grave como para necesitar recursos con tal de remontarla.
Los alcaldes de esta Asociación han reclamado, igualmente, un calendario para el desescalado de las actuales medidas de confinamiento, en el que habrá de ser incluida la reapertura de los destinos turísticos. Claro que para ello es indispensable la coordinación con las instituciones europeas a efectos de aplicar las medidas encaminadas a liberalizar el tráfico de personas y el apoyo a las compañías aéreas con el fin de reanudar la conectividad, pensando especialmente en los destinos insulares.
El presidente de la Alianza y alcalde Benidorm, Toni Pérez, después de la reunión con la ministra Maroto, ha sido tajante: “Por contundente que parezca, hay que entender que la crisis que vivimos se va a superar a través de la recuperación de la industria turística, o no se va a superar. España históricamente ha significado un modelo a nivel internacional en dos ámbitos: el turístico y el sanitario. Hoy es el momento de revalidar ese liderazgo uniendo ambos caminos”.
A ver si son capaces.

Día 42 de la alarma
Festividad de San Marcos. Desde muy temprano, la profesora Natalia Álvarez, que fue vicepresidenta del Consejo Escolar de Canarias, una luchadora por la dignificación profesional, envía un guasap con imágenes de Tegueste, de su gente en balcones y azoteas, celebrando desde dentro y a su modo la romería, una de las primeras del año en Canarias. Banderas, grímpolas, vasos de vino, brindis… no faltan los elementos consustanciales a la ambientación romera. Los teguesteros se han esmerado y hacen desde sus casas y fincas una original celebración a la que no falta tipismo.

También es un 25 de abril para recordar la Revolución de los claveles, aquel levantamiento militar, hace justamente cuarenta y seis años, que abrió las puertas de la democracia en Portugal. Claro que nos acordamos de Grándola, Vila Morena, prohibida por un régimen que no convocaba elecciones democráticas desde 1925, y cantada por José Afonso. Era el canto de la revolución. Para quienes seguíamos esporádicamente las emisoras portuguesas –escuchábamos hasta las transmisiones de los partidos de hockey sobre patines- ya nos identificábamos con Radio Renascenca, la emisora que transmitió las señales para llevar a cabo las acciones que coordinaba el mayor Otelo Saraiva de Carvalho. Durante muchas semanas después del levantamiento, se hizo familiar la sintonía de aquella emisora. En la madrugada del 26 de abril, se constituyó la Junta de Salvación Nacional y días después seguimos atentamente, desde aquella señal radiofónica, el retorno del socialista Mario Soares y del comunista Álvaro Cunhal. La revolución había triunfado; la democracia estaba en marcha. Un 25 de abril para la historia. De Portugal y del mundo occidental.

Es el cumpleaños de Al Pacino, el actor. Ya tiene ochenta. Un mito de la gran pantalla. Pero también hay que aludir al fallecimiento de Quillo, jugador de una etapa dorada de la Unión Deportiva Orotava. Nos lo recuerda Evaristo Fuentes, quien menciona las serias diferencias entre él y Tito del Pino, el genio de El Peñón, que se prolongaron durante años, incluso fuera de las canchas. Ángel García González publica en el sitio web de Brujo J. Álvarez un sincera y sentida glosa.

Desde el sector turístico, se pondera un video que circula sobre las excelencias de Loro Parque. Wolfgang Kiessling, su propietario, está próximo a apagar 83 velas y ahí sigue, empeñado en mejorar y cualificar sus ofertas, ocupándose de paso de la conservación de especies en riesgo de extinción.

Antes de hablar con algunos de sus miembros veteranos, integrantes ahora de asociaciones y clubes profesionales donde alternan con gente que sigue en activo, en una videconferencia multilateral en la red,, el psicólogo e investigador portuense Melchor Hernández Castilla, nos hace llegar por mensajería móvil su último libro, Desde los guanches a los repobladores portugueses en Canarias (bubok.es). Se le nota su entusiasmo en la conversación repleta de evocaciones y planteamientos de futuro, a la vez.

Repasamos la información de lo ocurrido con la propuesta canaria de desconfinamiento. Una disfunción alteró una iniciativa bien estudiada y que ahora habrá de aguardar. Si hubo una filtración, flaco servicio prestó. Para colmo, la reacción pública del doctor Lluis Serra, muy crítico con la decisión de aplazamiento por las autoridades ministeriales, termina de enredar el episodio.
Declina la tarde con una nueva comparecencia televisada del presidente Sánchez, que acredita aplomo y seguridad. Insiste en la necesidad de cautela y de respeto a las decisiones que se cursen. Habla de la coordinación desde el Gobierno, advirtiendo que es fundamental ejercerla a partir de lo contenido en el decreto regulador de cometidos y competencias. Es ya que está el president Torra revolviendo. A ver qué depara mañana la conferencia de presidentes.

La jornada termina con el Telediario de RTVE. A ver si alguien explica los criterios que se siguieron para que, una vez acabada la rueda de prensa de Sánchez, se pusieran imágenes y sonidos de una cacerolada de protesta seguidas de la reproducción de un tweet del portavoz parlamentario de la ultraderecha radical que hace ni más ni menos que una valoración de tal cacerolada.
Que alguien lo explique.

sábado, 25 de abril de 2020

PROTOCOLO PARA LA RECUPERACIÓN TURÍSTICA


El Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) tendrá a su cargo la elaboración del Proyecto Nacional de Especificaciones Técnicas y Sello de Garantía para la prevención de la COVID-19, una herramienta indispensable para la normalización del sector turístico una vez que se inicie el proceso de desescalada del confinamiento. El ICTE se basará en las aportaciones de las patronales empresariales, centrales sindicales, autoridades sanitarias y administraciones públicas.

¿Qué se pretende? Pues contar con una guía homogénea para todo el país que sirva para garantizar la seguridad de los turistas y visitantes pero también de la población nativa y de los trabajadores. Se trata de un protocolo –no es lo mismo que una certificación-- “para abrir de forma segura cuando la evolución de la pandemia esté controlada”, dijo Isabel Oliver, secretaria de Estado de Turismo al dar a conocer la iniciativa. Por su parte, Miguel Mirones, presidente del ICTE, explicó que es necesario “conseguir especificaciones técnicas que sean rigurosas e implantables, no plantear cuestiones que no sean abordables ni para el sector privado ni público”.

Estas son las intenciones que sustanciarán un trabajo que se espera esté terminado en tres semanas e incluirá unas veinte especificaciones técnicas que afectarán a hoteles y apartamentos turísticos, servicios de restauración, alojamiento rural, ‘campings’ y ciudades de vacaciones, albergues turísticos, balnearios, campos de golf, agencias de viajes, turismo industrial, turismo activo, transporte turístico, puertos deportivos, ocio nocturno, playas, oficinas de información turística, espacios naturales protegidos, museos y espacios públicos singulares.

Mirones ponderó que se trata de “un proyecto ambicioso. Conocemos la urgencia de tenerlo listo pero se ha entendido que lo oportuno es que haya especificaciones por cada subsector y que tengan su validez para todo el territorio nacional”. Se pretende que el protocolo esté a disposición de todas las empresas y gestores de destinos españoles de forma gratuita, al resultar teóricamente una herramienta que facilite la reanudación de la actividad después que lo permitan las autoridades sanitarias.

Todas las consultas y aportaciones serán procesadas para dar contenido a primer borrador que será remitido al ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social para suj validación. Paralelamente, el ICTE trabajará con la Asociación Española de Normalización para elevarlo a los organismos internacionales, paso fundamental para exponer garantías ante los mercados emisores europeos.

La futura guía abordará, entre otras, las siguientes especificaciones: aforos en establecimientos, trazabilidad, controles de temperatura, uso de tecnología para el control, protocolos de relaciones sociales en espacios comunes, estándares de limpieza, procedimientos en el transporte, apertura y mantenimiento de playas y controles de seguridad en puertos y aeropuertos.

Lo dicho: el mes de mayo para consultar, debatir y trabajar. La Secretaría de Estado y el ICTE quieren y necesitan ese documento. El sector, también. Manos a la obra.

Día 41 de la alarma

Lluvia temprana. Aún así, equipos de desinfectación –se supone-- hacen su trabajo en el perímetro exterior de la plaza del Charco.

Jesús M. Hernández publica en desdelacorona.blogspot.com unas deliciosas décimas que alegran la mañana. Son las décimas del confinamiento que reflejan la imaginación y la vena poética del ‘profe’, que así es como le llaman todavía muchos de los que se fueron sus alumnos. Además de los sarcasmos y la ironía del mago (si me lo permite), brilla su dominio semántico. Leemos y releemos porque las estrofas contienen una acerada crítica digna de ser tenida en cuenta en el curso de la pandemia.

Deben estar en algún ejercicio preparatorio o similar hasta siete helicópteros que vuelan sobre la línea litoral del municipio. La mañana se despeja. Una mujer hace ejercicios en un balcón de las proximidades y un hombre sin camisa da vueltas alrededor de la azotea de su edificio.

Se demoró pero al final se produce la comparecencia del presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, y del portavoz del comité científico que asesora al ejecutivo, Lluis Serra. Había la natural expectación pues se iba a conocer la propuesta para acometer una primera fase del desconfinamiento en las islas. Es la que sigue:

Ejercicios y paseos: de 05.00 a 09.00 o de 20.00 a 23.00 horas
Distancia máxima: dos kilómetros del domicilio.
Correr y montar en bicicleta: cuatro kilómetros.
Acceso a segundas viviendas para cuidar animales o huertos.
Desplazamientos de menos de una hora y de forma individual.


Torres insistió en que los contenidos serían elevados al Ministerio de Sanidad para su aprobación. Canarias cumple con los parámetros epidemiológicos exigidos y las capacidades sanitarias por el Gobierno de España pero hay que aguardar a su aprobación. Las cautelas presidenciales fueron consecuentes pues durante la tarde, tras el Consejo Interterritorial de Salud, el confinamiento insular canario queda aplazado. La decisión no gusta a Lluis Serra que, desde su cuenta de facebook, afea la decisión del ministerio. Según indicó el Ejecutivo regional en una nota oficial, en la reunión ninguna de las comunidades autónomas explicó sus propios planes de desconfinamiento porque el orden del día estaba centrado en la presentación y análisis de estas capacidades. Los avances en este sentido se trasladarán a dos reuniones de trabajo que tendrán lugar el lunes: una técnica y una nueva convocatoria del Consejo Interterritorial de Salud.

Empiezan a abundar en los edificios colindantes carteles de Se Vende o Se Alquila en los balcones. Efectos también de la pandemia, posiblemente. Al depositar la bolsa de basura se comprueba por enésima vez que muchas personas no respetan. Cuando las puertas giratorias están descuadradas o no funcionan, se entiende que las bolsas queden fuera; pero cuando están plenamente utilizables, es incomprensible que se amontonen en el exterior. Un hombre con aspecto de extranjero, sin camisa, pasa a la hora de aplaudir, se detiene y se suma a ese pequeño y espontáneo rito de cada tarde.

Rafael Alonso Solís, catedrático de Fisiología de la Universidad de La Laguna hasta su jubilación el año pasado y articulista de los buenos en la prensa tinerfeña, nos hace un regalo desde la red. Ha colgado una edición especial en formato digital de su libro Por peteneras (Ediciones Idea). Pasamos a pendrive, agradecemos y empezamos a leer.

viernes, 24 de abril de 2020

REHABILITAR UNA PLAZA


Andaban muy contentos en el gobierno municipal del Puerto de la Cruz con el impulso dado en otras administraciones al II Plan de Modernización, Mejora e Incremento de la Competitividad del municipio, continuidad de las actuaciones promovidas e iniciadas desde el mandato anterior por el Consorcio Urbanístico para la Rehabilitación. Es un programa de trabajo orientado a la renovación de zonas públicas de expansión y del paisaje urbano, es decir, consolidar la idea de que los visitantes encuentren un lugar atractivo en el que pasear y recrearse, independientemente del propósito de mejorar la oferta alojativa. Otra cosa – y de ahí viene el freno realista a ese contento – es la viabilidad financiera de los contenidos programáticos del Plan, teniendo en cuenta el estado de las haciendas locales cuando la pandemia sea superada.
Así que es cuestión de andarse y avanzar con cautela, sin pérdida de tiempo en la tramitación, por supuesto, con algunas actuaciones que pueden constituir un impacto – esperemos que positivo – dado el valor histórico y sentimental que entrañan su espacio físico. Una de ellas es la plaza del Doctor Víctor Pérez, popular San Francisco, un rincón llamativo y siempre sugerente del centro de la ciudad (El doctor Pérez, natural de Santa Cruz de La Palma, doctorado en La Sorbona (París), ejerció su profesión en el Puerto, donde casó en 1854 con Victoria Ventoso y Cullen. Se dedicó también a la climatología y a la botánica. Fue vicepresidente de la primera junta directiva de la Academia Médico-Quirúrgica de Canarias. Publicó en español y francés. Fue miembro de las academias de Medicina de Cádiz y Barcelona y de la Sociedad Anatómica de París. Una eminencia. Acompañó a personalidades que visitaron la isla, como el arquitecto francés Adolphe Coquet y la escritora inglesa Olivia Stone. Fue promotor de la construcción del Grand Hotel Taoro, concebido inicialmente como centro sanatorio internacional de salud para atraer a los pacientes ingleses afectados de enfermedades pulmonares).
Se quiere rehabilitar la plaza, según un proyecto de la firma Goma Arquitectos, que ya está terminado. En principio, se trata de intervenir en su pavimento, rescatando las baldosas actuales y adaptándolas para asegurar las exigencias actuales de accesibilidad. El espíritu de toda la actuación es respetar la normativa vigente, pero también los elementos distintivos del recinto, como la recuperación de la antigua verja y la restauración de farolas o luminarias que, consecuentemente, condicionarán su nueva instalación a lo dispuesto en la normativa de la protección del cielo. Por supuesto, se va a respetar la pileta central que contiene una hermosa ñamera, siempre verde y bien regada. La jardinería perimetral dispondrá de un sistema de riego, en tanto que se mantiene el conjunto de la vegetación. Otro criterio se orienta a la recuperación de los macetones localizados encima de la valla que protege la plaza.
El arquitecto Gonzalo Corona explica que han tenido muy en cuenta un riguroso informe histórico de Miguel Machado Gonde. La construcción data del siglo XVII. La rehabilitación no parece muy difícil con la descripción planteada. Pero es sobre el papel. Su consecución debe ser plenamente satisfactoria. Recordemos que la protección del patrimonio ha sido siempre una asignatura complicada, por insensibilidad, por desidia, por lo que sea. Otras actuaciones, como la remodelación del paseo San Telmo, generaron en el pasado una notable controversia, sobre todo al mermar valores histórico-culturales y hasta señas identitarias del espacio. Entonces, si se afronta esta iniciativa, tan visible y tan céntrica, que cuente con respaldo ciudadano, previa puesta en marcha de todos los mecanismos participativos que dinamicen y no frenen la materialización. Que no tengamos que lamentar una modernidad mal entendida ni hacer tabla rasa de los que son rasgos o recintos diferenciadores.
Día 40 de la alarma
23 de abril, Día del Libro. Amanece frío y amenaza lluvia. “A leer”, es el pensamiento que escribimos, como hacemos cada mañana desde hace años, en el muro de facebook. Estamos con Palabras nuestras (Academia Canaria de la Lengua y Gobierno de Canarias), publicado el pasado año con motivo del XX Aniversario de la Academia Canaria de la Lengua que preside el profesor Humberto Hernández. Varios autores comentan la palabra escogida. “...lo que nuestras palabras nos sugieren, sin más limitaciones, en esta ocasión, que la de la fidelidad a los propios sentimientos”, escribe Hernández en su prólogo.
Hacemos esfuerzos para poder estar en dos sitios digitales. Por un lado, el foro de Futurismo, con participación de expertos y consejeros de turismo de distintos países. Y por otro, el ensayo de un multilateral convocado por la asociación Calínico y coordinado por Eduardo Solís a través de una aplicación novedosa que permite entendernos desde los propios domicilios o lugares de confinamiento. Llegamos tarde y con dificultades en el audio pero participamos brevemente en el ensayo de este otro foro que se desarrollará el próximo lunes al mediodía.
Cifras de la pandemia en el norte de la isla. Tacoronte, con 60 contagios, 7 fallecidos y 20 altas aparece en primer lugar de los municipios. Sigue Puerto de la Cruz, con 50 casos positivos, 3 fallecimientos y 10 altas. Los Realejos registra 49 contagiados, 1 fallecimiento y 7 sanaciones. Después, La Orotava, clon 39 contagios, 1 fallecimiento y 11 altas.
Pero la expectativa por salir del confinamiento aumenta. Se empieza a conocer detalles de cómo saldrán los menores de 14 años a partir del próximo lunes. Los días venideros serán de una gran controversia: hay más pros que contras. En cualquier caso, máxima cautela. Ojalá – es un deseo máximo – que todo discurra sin complicaciones en una nueva fase de la pandemia en el país.
Fidela Velázquez, alcaldesa de San Juan de la Rambla, nos agradece vivamente el envío de un encargo audiovisual hecho con motivo del Día del Libro, dedicado a Mario Benedetti, al que tuvimos el honor de conocer en Arona, hace muchos años. “Maestro, le admiro”, dijimos cuando nos presentaron. “Gracias, no es para tanto”, fue su su lacónica respuesta, transida de la humildad que le caracterizaba. Escogimos dos poemas para el encargo de Fidela. Nos parecían que eran muy apropiados para la ocasión: uno, “No te salves”, en el que se pide luchar, no huir, afrontar lo que la vida nos ha deparado y vivir como queramos. El otro, “Hasta mañana”, tan intimista: “Voy a cerrar los ojos en voz baja/ voy a meterme a tientas en el sueño/. En este instante el odio no trabaja”. Fidela se emociona. Le deseamos suerte en su iniciativa.
Pendientes de la cumbre de Bruselas, se ha avanzado hasta acordar el respaldo a la creación de un fondo europeo para la reconstrucción. Pero algunas dudas deben latir cuando todo se condiciona a un Proyecto de presupuestos comunitarios.
También hablan de recuperación en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz. Gobierno y oposición se han reunido, en la denominada comisión de Alcaldía, para conocer los contenidos de un Plan específico con el que tratar de remontar la situación. Se habla de más de cien medidas y acciones adoptadas por el ejecutivo a las que se irán incorporando otras que habrán de tener, en todo caso, el respaldo financiero que garanticen la prestación de los servicios públicos esenciales. Se quiere implicar a todos los agentes y sectores sociales.
En un pancarta que cuelga del balcón del edificio de enfrente puede leerse ¡GRACIAS! La brisa y la lluvia parecen respetarla cuando salimos a aplaudir. Han movido el cono, por cierto, pero sigue allí, sin conocerse el por qué, ni quien lo colocó ni quien lo abandonó.
Por la noche, aguantamos hasta ver en RTVE (La 1), “El nombre de la rosa”, una miniserie de ocho capítulos, dirigida por Giacomo Battiato, adaptada de la inmortal obra de Umberto Eco. Los frailes de una abadía dudan si ha llegado el Apocalipsis. La intriga está servida. Algunos elementos parecen extremadamente actuales. Por ejemplo, cómo debe afrontar la Iglesia la pobreza.
Mañana, más.