domingo, 5 de abril de 2020

SIEMPRE NOS QUEDARÁ AUTE


Le vimos actuar hasta en tres ocasiones. Al final de una de ellas, en el parque San Francisco, cuando departimos unos minutos, aclaró que “la tierra donde África es hermana”, verso de una de las estrofas de Mi tierra, mi gente (una de sus primeras composiciones), era Andalucía y no Canarias, como pudiera interpretarse.
En su día, compramos aquel single, con una cara B titulada Los ojos. Luis Eduardo Aute, su música, su poesía, gustaban desde los albores de juventud, cuando la canción de autor, la canción protesta, se abrían paso en un país que quería convivir de otra forma. El canto desgarrado de Aleluya

...Sombras sobre luces/ en la clara oscuridad/ de este mundo absurdo/ que no sabe adónde va…”; y los anhelos galopantes de Rosas en el mar

Voy buscando la razón de tanta falsedad/. La mentira es obsesión y falta la verdad/. ¿Qué ganarán? ¿Qué perderán?/ Si todo esto es falsedad/. Es más fácil encontrar rosas en el mar…”,
eran referencias de la creatividad de un Aute con voz poderosa y estilo austero, al que pudimos ver años después en tres escenarios diferentes.
Siempre fiel a ese estilo, fue desgranando su voz y su poesía abriéndose a otros campos artísticos, como la pintura, y hasta hizo alguna incursión en el cine. El creador constante y comprometido, el que siempre decía algo en cada entrega, en cada aportación. Ya en los años setenta, aquellas Canciones de amor y muerte reafirmaron que era una de las voces preferidas de la Transición política, como acreditó en Forgesound, un ejercicio de divertimento todavía hoy utilizado como testimonio crítico de vicios y pecados domésticos.
Hasta que llegó Al alba, una de sus obras principales cuyos secretos y sus mensajes acaba de desvelar la historiadora tinerfeña Milagros Luis Brito en un sugerente y evocador texto de su producción. La canción, contrariamente a lo que se creía, está dedicada al sufrimiento de los últimos condenados a muerte del franquismo.
El Aute intimista, que seguía enamorando, nos dejó también un espacio imaginario de libertad, un lugar onírico, Albanta. El álbum del mismo nombre lo plasma.
Después, una evolución caracterizada por la experimentación, por la lucidez y la reflexión constantes. Por los escenarios y las grabaciones compartidas, como sus dúos con Silvio Rodríguez. Hasta que don corazón hizo sus advertencias y un sábado de abril dio su último latido.
Pero siempre nos quedarán su voz y sus trazos. Siempre nos quedará Aute. Que sepa el artista que siempre trataremos de encontrar rosas en el mar.

Día 21 de la alarma

El cono señal de tráfico que han dejado en el centro de la calle, según nos asomamos al balcón, sigue ahí. Alguna función debe cumplir. O no. O es un mero olvido y todo el mundo lo respeta en medio de la pandemia.
Es otro sábado de expectación: todo da a entender que se prolongará el tiempo de confinamiento. No vendrá bien a quienes comemos o pinchamos entre horas, cualquier cosa, un dátil, una fruta ¿una?, un quesito, un snack, porque este desorden alimenticio sustancia la obesidad. Ya se nota.
No hay que lanzar voladores pero los datos que se conocen de Canarias y la sostenibilidad de las acciones que se están ejecutando dan a entender que se tiende a la estabilización y que se ha alcanzado el pico. Claro que no hay que bajar la guardia. La situación en residencias y centros de mayores debe seguir preocupando.
A mediodía se conoce el fallecimiento de Luis Eduardo Aute. Desde un edificio próximo se escuchan algunas grabaciones, no parece sonido de radio. La voz de Aute es peculiar, sugerente, intimista. Milagros Luis ha escrito un texto muy sentido, desde las entrañas, y así se lo hacemos ver.
El presidente Sánchez comparece y confirma la prórroga del estado de alarma, hasta el 26 del presente mes. Hay que dar cuenta y solicitarla al Congreso de los Diputados. Realista en su declaración institucional y firme en sus convicciones, consciente del delicado trance. Subrayando el esfuerzo de quienes luchan sin desmayo para superarlo. Una frase, un deseo, una voluntad: “Doblegar la curva y dejar atrás el pico”. Entre las respuestas, la aceptación de una fórmula similar a la de los recordados Pactos de La Moncloa. La reacción en redes no se hizo esperar: Pablo Casado, del Partido Popular, dice que “la lealtad y la unidad exigen eficacia y transparencia”. A ver si cunde.
La voz del baritono o tenor invisible suena atronadora en la tarde sabatina. Algunos viandantes, que la oyen, elevan sus miradas, en busca de la identificación o la localización. Su voz se suma a la de los aplausos que homenajean a cuantos se han volcado para contener la pandemia.
Buena noticia para terminar la jornada: el doctor Lluis Serra, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, portavoz del comité de expertos que asesora al Gobierno autónomo, declara que las islas han superado el pico de contagios e ingresos hospitalarios. “Ahora hay que hacer bajar la curva en picado”, afirma.
Ya lo sabemos.


1 comentario:

zoilolobo dijo...

Más que un compás de espera que diría un músico de la talla del fallecido AUTE,todos esperamos por un compás de esperanza frente a la curva que todavía no acaae de doblegarse del todo,
Salud a todos.