miércoles, 30 de junio de 2021

MAYORÍA, SÍ; CONSENSO... DÉJALO, DÉJALO

 

El grupo parlamentario del Partido Popular (PP), con mayoría absoluta, se estrena en la Asamblea de Madrid, con una iniciativa consistente en cambiar el sistema de nombramiento del director general de Telemadrid, de modo que éste sea elegido por mayoría absoluta en vez de por consenso.

Ya empezamos. ¿Pero no habíamos quedado en que nada de rodillos ni de imposiciones? ¿Pero no había manifestado el consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de la Comunidad, Enrique López, que se trata de perfeccionar la Ley cuyo fin principal sea "una televisión plural, abierta y, sobre todo, al servicio de los ciudadanos”?

Ítem más: ¿no era interesante y esperanzadora la declaración del propio consejero al afirmar que "una televisión pública es un servicio público que no puede estar al servicio de ningún interés político ni del Gobierno ni de la oposición, solo al servicio de los ciudadanos. Lo que queremos es garantizar que esto va a seguir siendo".

Poco dura la esperanza en la casa de los televidentes que esperan un medio así, como lo ha dicho López, porque la iniciativa popular chirría, de modo que la Federación Internacional de Periodistas (FIP) la ha rechazado con una moción que, previsiblemente, será derrotada pues la representación parlamentaria de la ultraderecha se sumará a la proposición de los populares.

La FIP critica, esencialmente, que el objetivo del PP sea destituir de inmediato al director general de Telemadrid, José Pablo López, y cambiar el sistema de elección del Consejo de Administración de la Corporación para que ningún representante de la sociedad civil participe en la designación de los consejeros a fin de que su constitución quede en exclusivamente en manos de los partidos políticos.

El comité ejecutivo de la FIP apoya a las asociaciones y sindicatos de periodistas españoles afiliados que ya han expresado su rechazo a ese ataque contra un servicio público audiovisual, Telemadrid, que pertenece a toda la ciudadanía y que debe seguir garantizando una información veraz, plural e independiente.

Por su lado, el presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Nemesio Rodríguez, también ha rechazado la iniciativa legislativa del PP y exigido que Telemadrid mantenga el alto grado de independencia y de pluralidad que ha alcanzado bajo la actual dirección, línea que sin duda quedaría rota con los cambios planteados ya que dejaría el nombramiento de su director general en manos de los populares y de Vox.

O sea, que todo apunta a que los planteamientos de Enrique López y del PP se diluyen para reeditar una vieja frase ya muy conocida: más de lo mismo.




martes, 29 de junio de 2021

VARAPALO A LA ULTRADERECHA FRANCESA

 

Fiasco, lo que se dice todo un fiasco.

La ultraderecha en Francia, donde no le da vergüenza porque la identifiquen o nombren así, ha sufrido un auténtico varapalo en las urnas, donde más le duele. Porque en las urnas es donde se miden las fuerzas, democráticamente hablado.

El resultado interesa en España, donde la amenaza de quienes animan y estarían encantados con una involución sigue latente.

Pareciera que ya ha alcanzado su techo la Agrupación Nacional (AN) de Marine Le Pen. Ya en la primera vuelta el retroceso fue notorio y aunque entonces la enorme abstención fue le ganadora hasta batir récords, no es menos cierto que la derecha clásica, los Republicanos, vencieron y empujaron al abismo a la AN.

Faltaba la segunda vuelta y aquí recibió la puntilla, de modo que no ganó en ninguna región en medio de una nueva ola abstencionista que superó el 65 %. Un frente republicano, apoyado por formaciones conservadoras, centristas y de izquierdas, conformaron un auténtico “cordón sanitario” acabó con los mensajes y las propuestas de Le Pen, bien es verdad que tampoco salió muy bien parado República en Marcha, el partido del presidente francés, Emmanuel Macron, que tampoco ganó en circunscripción y obtuvo unos resultados mediocres, calificados de decepcionantes por el portavoz del Gobierno en su comparecencia ante los medios.

Las elecciones regionales galas, pues, han servido para volver a constatar las dificultades que tienen la Agrupación Nacional y la señora Le Pen a constatar las dificultades de transformar todo su apoyo popular en cargos de responsabilidad en las instituciones. Los franceses, está demostrado, no quieren ese extremismo de derechas. Pese a que, desde hace años, las encuestas elevan las expectativas y sitúan al Frente Nacional –antigua denominación de la organización, cuando era encabezada por el padre, Jean Marie Le Pen-, estos comicios del pasado domingo vuelven a poner en evidencia las limitaciones del partido. La supuesta moderación de Marine Le Pen -¿es que hay moderación en esa opción o ideología?- favorecería –eso decían los analistas- más respaldo electoral, un respaldo ampliado. En realidad, se trataba de sumar a los descontentos. Sin embargo, pese a que el partido ha sido capaz de atraer a más votantes, lo cierto es que su líder no ha hecho más que acumular derrotas año tras año. Cierto es que consigue encabezar las encuestas e incluso puede llegar a ser la organización política más votada en las primeras vueltas, pero en la práctica alcanzar las instituciones es una quimera porque todas las opciones del abanico electoral francés, desde la derecha tradicional hasta la extrema izquierda, están comprometidas en evitar que la Agrupación Nacional (AN) gobierne.

El cordón sanitario ha hecho retroceder a la ultraderecha que no se rinde, seguro. Ahora revisarán estrategias y hasta es posible que insistan en la moderación como línea de trabajo político. Pero la terquedad, salvo que los partidos de ese frente republicano cometan errores de bulto y los votantes se disparaten, hará ver a Le Pen y los suyos el muro que no podrán franquear.

El asalto al poder tendrá que aguardar. Para desespero, por cierto, de algunos observadores y medios españoles que aún creen en las involuciones.

Pero, bueno, los demócratas franceses tendrán otro frente del que ocuparse: esa abstención que galopa sin control. La democracia es aburrida, dijo un día Felipe González. Algo habrá que hacer y agitar para movilizar a la ciudadanía y hacer que sus convicciones no sigan menguando.

Que no se conformen con los fiascos ultraderechistas.

lunes, 28 de junio de 2021

SEMBLANZA DE LORENZO GARCÍA MICÓ Y FELIPE GONZÁLEZ MARTÍN

 

La semana pasada, tan intensa y tan alterada, con actividad frenética y avería de la computadora incluida, nos dejó dos fallecimientos de amigos que causaron la natural consternación. Les tratamos en sus respectivas facetas: con uno de ellos llegamos a hacer algún trabajo juntos y al otro le tratamos y seguimos en distintas etapas de su trayectoria deportiva.

Empecemos glosando la figura de Lorenzo García Micó, destacado publicista que tuvo a su cargo, durante muchos años, la promoción de la marca Puerto de la Cruz, cuando este concepto solo existía en el quehacer de algunos empresarios y hoteleros que, a principios de los años setenta del pasado siglo, empezaron a ser conscientes de que había que esforzarse para sobrellevar la competencia que se avecinaba.

Lorenzo García Micó falleció a los 96 años. Un catalán que se integró en la isla y fue un avanzado de la gestión publicitaria, especialmente en el ámbito impreso, casi el único que había entonces pues los despliegues audiovisuales se registrarían años después. Desarrolló su trabajo en el Puerto de la Cruz turísticamente potente a cuyo esplendor colaboró decisivamente encabezando y participando en campañas como la denominada 'Ibéricas', hechas con recursos limitados pero de un rendimiento extraordinario a la hora de captar mercados nacionales. Los propios hoteleros y profesionales se involucraban de lleno en estas iniciativas.

A García Micó, padre de Marilín, arquitecta que sería concejala del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, se le deben varios carteles y folletos informativos y promocionales que servían para campañas como la mencionada y para otros menesteres. Las obras de Micó tenían una característica: eran de altísima calidad. Sobresalían por su originalidad y perfeccionismo. El mismo cuidaba los detalles del colorido y el material no saía de la imprenta hasta que él en persona los hubiera supervisado.

Tuvo a su cargo la primera edición de monografías de nuestra autoría. Aquella fue publicada con motivo de las bodas de plata del Club Deportivo Puerto Cruz. De su intervención aprendí algunos conceptos básicos que servirían para publicaciones turísticas posteriores.

Fue servicial, atento y muy profesional en su compromiso con el Puerto de la Cruz en cuyo engrandecimiento turístico y en cuya dimensión promocional inicial colaboró decisivamente.

Felipe González Martín, nacido en en La Orotava en febrero de 1943, fue el defensor lateral fijo, ambidiestro, de un equipo de leyenda de la Unión Deportiva, compuesto por jugadores de alto nivel en todas sus líneas. Junto a Mon y Blanco integró una línea defensiva contundente y determinante en los valores futbolísticos de los entonces llamados “copos de nieve”, Le vimos en muchas ocasiones, en el viejo Los Cuartos, y en sus visitas a El Peñón. Defensa recio y valiente que destacaba especialmente en el juego aéreo. Marcador implacable de atacantes que siempre encontraron en él un auténtico valladar. Con el juvenil Iberia fue una temporada campeón de Tenerife. Después probó con un equipo catalán de solera, el Europa, en el que también se alinearon Ramón Hernández Fariña y Alfonso Rivero. Pero no hubo suerte, fue cedido al Calella, desde donde regresó a la isla para volver a jugar en la Unión Deporiva Orotava.

Un ataque de meningitis le hizo perder audicio y equilibrio. Forzó la retirada del futbolista que seguía progresando. El presidente del club, Buenaventura Machado Melián, le invitó a formar parte de la directiva. Pero le gustaba la actividad diaria, de ahí que entrenase a equipos de base y porteros. Fue también masajista. En más de una ocasión, era él mismo quien nos facilitaba las alineaciones de los equipos, en el exterior de las entonces llamadas casetas. Su experiencia resolvió muchas situaciones delicadas en las primeras asistencias. Su humanidad se contrastaba cuando se interesab por la evolución de las lesiones.

En la temporada 1976-77 accedió a la titulación regional de entrenador. Dirigió a varios equipos: al juvenil y Atlético Orotava, a la Unión Depoetiva en varias ocasiones y al San Fernando de Santa Úrsula, cuando empezó a competir en categorías federadas. En la temporada 2008-09, tras treinta años de ejercicio de preparador, puso punto final a su trayectoria deportiva.

Felipe González Martín vivió desde dentro el nacimiento del Trofeo Teide de fútbol y fue distinguido merecidamente con la medalla de oro de la Unión Deportiva Orotava que le fue impuesta en el curso de un emotivo acto celebrado en el Ayuntamiento de la localidad.

Dos personas, en fin, que dejan huella en los ámbitos donde se desenvolvieron. En la publicidad y en el deporte local, desde luego, serán recordadas.


sábado, 26 de junio de 2021

UN VIAJE A ÑAMELAND

 

Ñameland es el paraíso de la ternura, reino de abundancia y de bondad. Hombres y mujeres conviven en un mundo alejado de todo dolor y sufrimiento. Todos los días por la mañana, el sol se levanta tras el inmenso mar y saluda a sus habitantes, anunciando que un nuevo día lleno de prosperidad ha llegado”.


Así comienza este primer libro de Carlos Marrero, una suerte de paraíso, dichas esas frases a las que siguen las remembranzas de la infancia que configuran un relato inspirado en el enamoramiento de un territorio, en el que se funden vida y arte y donde “existe una delicada y esmerada atención por la belleza”.


Hay que trasladarse hasta San Andrés y Sauces, en La Palma, para entender que la vegetación exuberante armoniza con el carácter de las personas y con su idiosincrasia. Allí, la imaginación del escritor exprimió las características de esos “lugares especiales, llenos de encanto, de carisma, de nostalgia”. Y les dio nombre propio, fundiendo o fusionando, la voz de un peculiar tubérculo, comestible, ñame, con otra inglesa, land, que se traduce por tierra o incluso país, con un derivado castellano, landia, un sufijo que junto a la raíz germánica landa, viene a significar lo mismo, país o tierra. La Real Academia Española de la Lengua (RAE) menciona que “significa ‘sitio de’, ‘lugar de’, generalmente en nombres propios». Este sufijo es muy común en la toponimia de lugares donde se hablan lenguas de origen germánico, como el alemán y el inglés.


En este sitio, en esta tierra del ñame –perdonen la digresión anterior- vivió el autor, que ahora rescata los episodios de su infancia para construir un relato lleno de sugerencias como son las que habitan, las que se quedaron en ese territorio de la memoria y que tienen la particularidad de no borrarse o de no alejarse del todo.


Su pasión por descubrir el pasado le hizo renunciar a la música, su vocación, a favor de las bellas artes. Se sentía extraño al acabar la carrera pero el azar quiso que cruzara su camino con otro amante del arte que le animó para una primera exposición, titulada Seres vivientes, con la que condensó el conflicto entre lo natural y lo social. Surgía el artista, claro, pero también el gestor cultural que, según su propia definición, es lo que mejor se le da. Tras su debut literario, habrá de contrastar el rumbo y deducir lo más conveniente para esa constante que anida en el interior o en el alma de cada artista


Como si el mundo de lo onírico y de la fantasía quisieran abrazarse con lo lírico, Carlos Marrero va desgranando textos que parecen lanzados en busca de moraleja. Este es, de alguna manera, un libro de memorias en el que vuelca una visión del mundo, de su mundo. En Ñameland quedaron las raíces que brotaron, miren por donde, durante el confinamiento, cuando reunió a amigos de la infancia para revivir -y recuperar- la amistad que había entre los de su generación, entre los leales o fraternales de entonces.


Aquello comenzó como si de un juego se tratara. Seleccionó a cuatro, las reglas eran bastante simples y todos fueron dejando testimonio de una cultura, si se quiere, rural. Rescataron episodios, momentos, apenas flashes que, debidamente procesados, habrían de servir para una configuración pretérita real, que existió, quiere decirse, no para refugiarse en el refranero, 'cualquier tiempo pasado fue mejor', sino para revivir lo que en cierto modo fue un aprendizaje, "en aquel reino de abundancia y de bondad".


Allí estaban Carlos y los suyos, los sauceros que llaman ñameros, en su particular 'paraíso perdido'. Si John Milton basó su epopeya en los hechos bíblicos, Marrero, salvando las distancias físicas literarias, desglosa los caminitos, el paseo, las mascaritas, los cumpleaños felices, el juego de voley, la cadena y los seres iracundos, títulos de aquellos elementos de Ñameland, donde sus hijos, "dulces e inocentes, humildes y generosos", conviven conscientes de las obligaciones, siempre con ánimo de diversión.


Es el universo perfecto, envuelto en felicidad, la que se adivina incluso por las noches, "en los bancos de las plazas cubiertas de palmeras y flores exóticas". Entonces, cuentan historias entre ellos, bromean unos con otros "en un ambiente de eterna fraternidad". Y jugaban a la cadena. Aquella infancia rescatada ahora por Marrero es la sublimación del juego, del desenfado, del canto y de la risa -otra forma de aprender- porque no conocen la tristeza y porque "todos conviven alegres y felices en el reino de Ñameland".


Destaca en algunos pasajes de la obra, la altura descriptiva del autor que se refiere, por ejemplo, a los lugares que recorría, cerca del infinito y vasto mar. Lo hacía "rodeado de rocas puntiagudas, rocas planas y grandes acantilados". Allí estaba "aquella hermosa cueva natural, escarbada durante tantos años por el mar". Pero lo más importante era que aquella niñez afortunada ponía a su alcance todo aquel tiempo y espacio libres.


Los niños de Ñameland vieron crecer y cómo se transformaba aquel lugar. "Aparecieron los paraguas de hierro con hoja de palmeras, las escaleras de cemento, las plazoletas... Pude ver -relata Carlos Marrero- cómo aquel entorno natural, donde la gente corría descalza por encima de las piedras y comía cobijada en una cueva, se convirtió en un lugar domesticado, turístico; quizás por suerte, alejado de la muchedumbre insensible y esperpéntica que aún visita muchos lugares del mundo".


En el espejo de su infancia, en suma, se refleja el autor que dedica los últimos relatos del libro a sus familiares y allegados más directos. Es una secuencia coherente pues cada relato es como una lección de vida, orientada a la reconexión con la naturaleza, mediante una educación de la sensibilidad.


Y es que en aquel lugar natural y mágico, rústico y poderoso como es Ñameland, en estas sus páginas, quedaron pasajes y vivencias de una época que, sencillamente, fue feliz.


LOLA REYES SE REINVENTA

 

Permitan que preguntemos si no es una osadía que, a cuarenta y ocho horas de esta presentación, Lola Reyes la hubiera encargado con la entrega del ejemplar de prueba y uno la haya aceptado. Un libro sobre la tejeduría contemporánea, materia en la que… en fin, no estamos muy impuestos que digamos. Apenas, el conocimiento y el funcionamiento expositivo del telar, su esencia, el funcionamiento, el cruce de los hilos verticales (lo que se llama urdimbre) con los hilos horizontales (lo que se denomina trama). Y poco más.

Pero ocurre que a personas como Lola no se las puede decir que no. Ese entusiasmo, esa actitud proactiva, esa capacidad emprendedora merecen ser correspondidas. Y si hay que desafiar a las adversidades o a los factores condicionantes, pues se hace. Punto.

Lola Reyes hubo de reinventarse. Apasionada del hecho cultural, trabajó lo indecible, junto a su esposo, para contar con un espacio creativo propio y dotar al popular barrio portuense La Ranilla de una opción para enriquecer y cualificar la oferta cultural del municipio. Allí, quién lo iba a decir, donde no hace muchos años, era impensable que existiera un núcleo cultural que irradiasen distintas manifestaciones de la creatividad.

La pandemia obró lo que ha obrado, parálisis y desazón, Reyes entendió que cruzada de brazos no avanzaba ni cultivaba eso de lo que ella puede presumir, positividad, y afrontó con el espíritu romántico de aprender, un nuevo camino. La esperaban los telares, sus alumnos, las opiniones de expertos, el telar maría, las hebras y los enganches, el e mpleo de las fibras naturales, un mundo por descubrir o por explorar en el que dio rienda a su gran capacidad creativa.

Fruto de esos afanes y de su propia iniciativa, es este libro, un manual práctico sobre esa modalidad de telar, peine rígido. Se trata de una edición, muy bien diseñada, muy manejable, muy gráfica, con la que la autora quiere ayudar a las personas que desean iniciarse en esta técnica artesanal de una forma amena y divertida, según sus propias palabras. Es una obra a la altura de las más vanguardistas tendencias en el ámbito de la digitalización, como lo prueban las inserciones de códigos QR, de modo que al lector le sea posible complementar sus conocimientos de forma audiovisual.

Lola Reyes se vale de su propia experiencia autodidacta y de la colaboración especial de Delia Escobar, ingeniera técnico-agrícola, especialista en agroecología y artesanía, para ensamblar el  hilo conductor con el Festival de Lana de Canarias cuya octava edición se celebra en estas fechas. Una primorosa idea, por cierto, que está en plena consolidación y será una de las principales convocatorias de esa pléyade de actividades y acontecimientos culturales que animan nuestros pueblos y nuestras ciudades a lo largo del año para que entendamos mejor la etnografía, las tradiciones y los afanes de artesanos para valerse por sí mismos y dignificar sus oficios.

El proceso lanar está contenido en una cadena que empieza con la cría de la oveja y sigue con el esquilado, el lavado de la lana, el carmenado o escarmentado (limpieza de las impurezas después de lavada y secada la lana), el cardado (peinarla y alinear las fibras que quedan preparadas para el posterior hilado, este hilado (que puede hacerse con huso o con rueca, el fieltrado (es un tipo de tela  no tejida) y el tejido con telar para la creación de piezas de tela. Aquí estableció Lola Reyes el nexo de unión entre su libro y el aludido Festival de Lana de Canarias.

Se trata, en suma, de tejer en un tipo de telar muy concreto que se denomina de esa manera, telar maría o de peine rígido, un mecanismo pequeño, portátil, pero muy potente que permite al tejedor dejar volar su imaginación y tejer infinidad de piezas, sin que las tareas impliquen pérdida del respeto a los telares antiguos y la vestimenta tradicional.

La inagotable Lola Reyes se esmera en un manual práctico en el que no solo describe los telares sino también los materiales y las técnicas más actuales en este tipo de tejeduría contemporánea. Era un libro que faltaba, que se necesitaba para lectores y personas que se quieran iniciar en la utilización del telar hasta sacar, como ha hecho la autora, el máximo rendimiento posible.

 

Hoy ve la luz, en un sitio tan emblemático, la Casa del Alfombrista, aquí en La Orotava, para ilustrar ese quehacer tan silencioso, tan paciente, tantas veces olvidado y que ahora hasta se une a esa conciencia por el cuidado del medio ambiente.

Enhorabuena, Lola, por tu trabajo, por tu reinvención, por tus descubrimientos y por hacer del emprendimiento autónomo una vía llena de matices y sugerencias que enriquece la identidad canaria.

Telar maría es, igualmente, otra prueba del amor por el trabajo bien hecho. Y, de paso, una invitación a la osadía que esperamos haber superado.

 

viernes, 25 de junio de 2021

PENSIONES

 La derogación del denominado factor de sostenibilidad y la creación de un mecanismo de equidad intergeneracional son los soportes del acuerdo que han alcanzado Gobierno, patronales y centrales sindicales para desbloquear un acuerdo de amplio alcance sobre pensiones. Otros asuntos de indudable interés informativo han ido minimizando la importancia de esta concertación que, a la espera de flecos y firmas, resulta de gran importancia no solo por el número de personas afectadas sino también por la estabilidad que debe aportar al sistema, sobre el que ha orbitado a lo largo de los últimos tiempos una controversia de incierta resolución. Parece que con tal acuerdo, el panorama se despeja.

Desaparece, pues, el factor de sostenibilidad, cuya aplicación, prevista para 2023, quedará sin efecto. Estaba consignado en la reforma que el Partido Popular había acometido en 2013 para ajustar a la baja las nuevas pensiones si aumentaba la esperanza de vida.

Y entra en escena, tanto en el texto normativo como en el acuerdo que le da cobertura, el compromiso firme de negociación entre el ejecutivo y los agentes sociales para reemplazar el mencionado Factor por un Mecanismo de Equidad Intergeneracional, una nueva fórmula de ajuste de los parámetros del sistema (todavía por definir en el marco de la mesa de diálogo) que permita mantener bajo control el gasto en pensiones.

Esta reforma de las pensiones incluye, según ha ido trascendiendo en las sesiones de la negociación, otros sustantivos cambios en el sistema. Por ejemplo, la recuperación de la revalorización anual de las pensiones de forma automática según la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC), el indicador que mide la variación de los precios de una cesta de bienes y servicios en un lugar concreto durante un terminado período de tiempo. Es, como se sabe, el que se utiliza para medir el impacto de las modificaciones de los precios en el impacto del coste de la vida.

Otra novedad son los incentivos para las jubilaciones demoradas. Según anticipó la cadena SER, facilitarán a los jubilados que retrasen su retiro respecto a la edad legal, unos ingresos extra que podrían llegar a doce mil euros por año de demora) y un rediseño de las jubilaciones anticipadas que reducirá, respecto a las actuales, las penalizaciones de los que se retiren antes de la edad legal si, en vez de jubilarse en la primera oportunidad (24 meses antes de la edad de referencia) esperan algunos meses más.

En fin, tras una negociación ardua, un resultado aparentemente satisfactorio. Todo da a entender que las partes firmarán y que la estabilidad, salvo imponderables, predominará.

jueves, 24 de junio de 2021

INCORREGIBLES

 

Se veía venir. Ni todas las advertencias ni todas las apelaciones sirvieron de nada. Ni el parte diario de contagios y muertes. Ni los llamamientos a la desesperada de agentes sociales y del sector turístico. Ni siquiera los avisos de las autoridades británicas, remisas a a sacar la isla de su célebre semáforo. Ni las sesudas consideraciones de los científicos. Ni los progresos en la pauta de vacunación. Ni los debates ni los testimonios a cuenta de las experiencias que ha sido posible contar y de las mascarillas.

Aquí seguíamos relajados y lo siguiente. Con fiestas, diversión y melopea. Haciendo uso hasta de la rivalidad absurda para comparar. Hasta que llegó el Gobierno de Canarias y acordó, tras el análisis de los datos epidemiológicos, subir a Tenerife al nivel de alerta 3, a partir de las cero horas del sábado próximo, debido al incesante aumento de los contagios, que han crecido de forma exponencial a lo largo de los últimos seis días.

Es decir, un desastre.

Busquen culpables, échense a la cara los reproches, de poco (o de nada) servirá. Quedó escrito: somos incorregibles. Creemos que esto no va a con nosotros, hasta que se produce lo peor: el freno a la reactivación, a la recuperación de eso que, globalmente, llamamos economía y a los intentos de normalizar la convivencia y las tareas cotidianas.

El desiderátum.

Tan solo los datos dados a conocer ayer, son para asustarse. El ejecutivo autónomo detalló que Tenerife tiene una Incidencia Acumulada (IA) de 98,64 casos por 100.000 habitantes a siete días y de 170,58 a 14, cifras que casi duplican las de Canarias, con una IA a siete días de 53,72 y de 99,08 a 14. ¡Ah! ¿Pero es que aquí se asusta alguien?

A esto hay que sumar otros indicadores, como puede ser que la variante que impera en el conjunto del archipiélago es la británica, que tiene un mayor nivel de transmisión. Asimismo, aunque el foco más importante de contagios está en las personas mayores de 45 años, la IA en mayores de 65 años también es un indicador preocupante en Tenerife al situarse en 36,49, muy por encima de los 19,08 de media regional; sin embargo, la ocupación COVID en los hospitales tinerfeños, de momento, es estable y en riesgo bajo, informaba en la tarde-noche de ayer la agencia Europa Press.

Ahora llegan las quejas y los lamentos. Muy propio del desenvolvimiento y hasta de la idiosincrasia. Ya saben: un esfuerzo inútil que conduce a la melancolía. Que si yo ya lo dije, que si hace falta más mano dura, que si los policías hacen la vista gorda, que si los ayuntamientos pasan, que quién impide que hagamos una fiesta en el chalé… en fin, ajijides y quejidos en busca de la razón inalcanzada.

Quedó escrito: somos incorregibles.

¿Y ahora? Da igual: el daño ya está hecho. Remontar va a costar. Y con estos comportamientos, mucho más.

miércoles, 23 de junio de 2021

OJO, LOS ULTRAFALSOS YA ESTÁN AQUÍ

Deepfake o ultrafalso es un acrónimo del inglés del inglés formado por las palabras fake, falsificación, y deep learning, aprendizaje profundo. Es una técnica de inteligencia artificial que permite editar vídeos falsos de personas que aparentemente son reales, utilizando para ello algoritmos de aprendizaje no supervisados, conocidos en español como como RGAs (Red generativa antagónica), y vídeos o imágenes ya existentes. El resultado final de dicha técnica, según Wikipedia, es muy realista, aunque ficticio.

Valga esta explicación previa para advertir de un fenómeno que se avecina para confundir o desconcertar aún más a los consumidores de información y a los usuarios de redes sociales. La tecnología del ultrafalso utiliza la inteligencia artificial para generar, por ejemplo, videos que funden la el rostro de una persona con el cuerpo de otra o audios con una voz clonada que dice palabras las cuales nunca fueron pronunciadas. Es curioso, pero no menos inquietante. 

Y es que los videos deep fakes se han convertido, como reconoce el ingeniero y doctor en Seguridad Informática, Chema Alonso, en la técnica más sofisticada para crear noticias falsas: “Debido a la gran vitalidad con que se propagan en Internet y en redes sociales, esto supone un peligro por la desinformación que puede provocar y porque puede influir notablemente en el aumento de ciberataques que pueden resulta cruciales para la seguridad de empresas y usuarios”, ha dicho en una entrevista. 

Algunos datos son elocuentes. Hasta julio de 2019 había menos de quince mil deepfakes circulando por la web. Un año después, la cifra creció a casi cincuenta mil. El 96% son pornográficos, y solamente en 2020 se detectaron más de mil fakes por mes en sitios de pornografía, siendo las principales víctimas celebridades y personas muy populares de diferentes actividades, así como quienes con considerados en el lenguaje moderno como influyentes o influenciadores (influencers). Por esta razón, ahora más que nunca, se necesitan profesionales preparados para el mundo digital con el fin de trabajar contra la difusión de bulos y mentiras como son los videos ultrafalsos o las fake news.. Además de tener en cuenta que es crucial preparar también a los consumidores

El profesor Alonso, alto cargo en departamentos informáticos de Telefónica, considerado uno de los mejores ‘hackers’ de España por algunos medios, en su acepción técnica original de "persona diestra en el uso de sistemas informáticos", que ha acreditado en múltiples conferencias nacionales e internacionales de ciberseguridad, entre las cuales destacan Balck Hat Briefings y DEFCON (siendo en esta última el español que más veces ha participado). viene investigando en la detección de deepfakes, basándose en el análisis forense de las imágenes y la extracción de datos biológicos a partir de imágenes. Ya forman parte de la sociedad, asevera. Todavía quedan muchos años de mejora. Más de ciento cuarenta profesionales y unos cuatro mil asistentes virtuales siguieron su exposición en el curso del Open Expo Virtual Experience 2021, convocatoria empresarial considerada como líder en innovación tecnológica, transformación digital e inteligencia de código abierto.

Y donde se pone el acento, naturalmente, es en la ciberseguridad. La tendencia al uso de la tecnología con estos fines ha despertado una gran preocupación como, por ejemplo, la influencia que puede tener en las grandes empresas y multinacionales. Siguiendo las explicaciones de Alonso, disponer de una estrategia de ciber seguridad es fundamental para garantizar la integridad de los datos e información de cualquier usuario y de cualquier empresa, además de saber cómo actuar frente a cualquier amenaza. Con la llegada del deepfake, muchas empresas se han visto obligadas a modificar sus estrategias para añadir nuevos protocolos contra el fraude digital”.



martes, 22 de junio de 2021

MASCARILLAS

 

La controversia ahora se llama mascarilla. En algunos países, su denominación es tapaboca(s) y también cubreboca(s). La forma nasobuco, por cierto, es una voz documentada en textos cubanos actuales, bien es verdad que escasamente utilizada en referencia a a las mascarillas sanitarias. El presidente del Gobierno de España ha anticipado que el Consejo de Ministros de esta semana aprobará que la población dejará de emplearlas en exteriores, siempre que haya posibilidad de mantener la distancia recomendada. En seguida, han saltado las cuestiones y la dudas: ¿es una medida apropiada? ¿Es el momento adecuado para aplicarla? La polémica está servida.

Porque hay partidarios y detractores. Pros y contras. Pero las mascarillas llegaron para quedarse. Nos habituamos a ellas en las imágenes que llegaban de China, Japón y otros países asiáticos, sobre todo aquellos que se veían afectados por la contaminación medioambiental. A medida que la pandemia fue creciendo y no se sabía muy bien cómo combatirla, un científico coreano, el doctor Kim Woo-joo, indicó que el uso de mascarillas y la higiene eran las medidas más eficaces para disminuir los contagios. En determinado momento, cuando los gobernantes debatían si confinar o no y cuál era el alcance de un estado de alarma, el doctor coreano llegó a criticar la tibieza inicial de las autoridades a escala internacional a la hora de imponer una de las medidas más eficaces contra los agentes infecciosos que se transmiten por el aire.

La catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo (Galicia), María África González Fernández, ha publicado un trabajo en el que expone los argumentos a favor y en contra de la medida anunciada por el presidente del Gobierno. Veamos.

A favor:

-El buen tiempo hace que la gente pase más tiempo al aire libre, donde se ha visto que hay menor probabilidad de contagio.

-Se ha incrementado la vacunación (sobre todo del personal más vulnerable), lo que hace que la presión hospitalaria en planta y UCI vaya disminuyendo.

-Está reduciéndose también la tasa de incidencia del virus, por lo que es más difícil que se produzcan contagios masivos.

-El riesgo de contagio es muy bajo cuando estamos en zonas al aire libre poco concurridas (playas, bosques, zonas rurales).

-El calor, en algunas regiones, hace muy incómodo llevar mascarilla en el exterior.

En contra:

-No se ha llegado aún a la inmunidad comunitaria del 70%, queda aún mucho.

-La población joven (18-40 años), que es la que más actividades sociales realiza, no está aún vacunada.

-Existe una posible distribución de nuevas variantes (como la variante delta o india) con mayor tasa de transmisión. En Gran Bretaña es ahora la variante mayoritaria.

-Quitar las mascarillas puede suponer una relajación de las medidas que conlleven otras actitudes: no respetar distancia de seguridad, abrazos, gritar, cantar, etc.

-Existen zonas urbanas con mucha gente que convive en un espacio pequeño (zonas comerciales, entrada-salida de transportes…).

-Afluencia de turistas y mayor movilidad de la población.

Lo cierto es que hay que andarse con cautela a la hora de consumar esta retirada. Ahí tenemos la inquietante situación de contagios en Tenerife, sin ir más lejos. En opinión de la profesora González Fernández, “deberíamos ponernos la mascarilla cuando creamos que la situación, aunque sea al aire libre, lo requiera, sobre todo en grandes urbes con zonas muy pobladas”. Ahí tenemos el ejemplo de Israel cuyo Gobierno eliminó mascarillas (incluso en interiores), excepto a las personas que no se habían vacunado. Recientemente, tras aparecer nuevos brotes en algunas zonas del país, las ha impuesto de nuevo.

Todo da a entender que hay que actuar con sentido común y con responsabilidad, algo de lo que se ha carecido en algunos sectores de población que se han aprovechado hasta de la relajación. Las mascarillas, ya lo hemos dicho, han venido para quedarse. Cuando acudamos a hospitales, clínicas o centros de salud será indispensable su utilización. Máxime si estamos resfriados o con síntomas de alguna patología, no digamos infecciones respiratorias: entonces habrá que usarlas para no contagiar en las sedes laborales o cuando haya que moverse en transportes públicos o con mucha gente.

Tal será así que no nos extrañará verlas, aunque usarlas siga pareciendo incómodo. Lo demás, ya se sabe: cautela, responsabilidad, respeto a la distancia interpersonal. El virus sigue habitando entre nosotros.



lunes, 21 de junio de 2021

MÁS CORTESÍA, MENOS INFANTILISMO

 

Está alcanzando un nivel de discordia el ámbito institucional, que ni los primeros tiempos de la democracia. Entonces, entre la falta de cultura democrática, la inexperiencia, un alto grado de intolerancia, el inmovilismo y el rencor, que también lo había, se sucedieron alguna situaciones que llegaron a complicar la convivencia y pusieron en tela de juicio valores que habrían de caracterizarla, entre ellos los de buenos modelos modales y cortesía institucional.

En las últimas fechas, hemos asistido al veto de la prologuista de un libro al acto de su presentación; a la exclusión de un consejero del Cabildo Insular en la inauguración de una estación depuradora en un término municipal y a la omisión de invitación a todo un Gobierno para que no estuviera en la toma de posesión de la presidenta de una Comunidad Autónoma.

Tres ejemplos, en distintas latitudes, de lo que no debe hacerse. Tres poco edificantes maneras de tensar la cuerda de las relaciones intercorporativas o intergubernamentales. Y tres absurdos que acentúan el rechazo hacia la política, enrarecen el ambiente y ponen al desnudo la manipulación al antojo de las instituciones. ¿Total, para qué? ¿Cuál es el valor de la acción excluyente? ¿Qué se ha ganado con ello? ¿En qué lugar quedan los promotores y ejecutores de tales determinaciones?

Pobres jefes y jefas de protocolo, quienes sufren el atragantamiento de decisiones poco congruentes, algunas tomadas <in extremis> para ser lidiadas sin margen de maniobra y explicadas con los nervios tensos como cuerdas de guitarra. Mucho temple se necesita y mucha persuasión se precisa para salir del trance sin alteraciones sensibles.

Pero el daño está causado y su reparación será complicada. No entienden quienes propulsan estas revanchas o maniobras que salen malparadas las instituciones pues la impresión que se llevan quienes se saben excluidos <por orden de> o se ven envueltos en situaciones de tensión –muchas de ellas visibles, por cierto- es, cuando menos, incómoda o desagradable.

No se gana mucho, por no decir nada, con determinaciones así. En algún caso, terminan resultando un asunto de perra chica y, si nos apuran, hasta un juego de niños. A los políticos hay que exigir altura de miras y estas han de contemplar educación, respeto y cortesía. Todo lo que no se conduzca por estos derroteros merece reprobación, sobre todo cuando quede demostrado que debajo de esas determinaciones solo late falta de educación y revancha.

Hay otros escenarios donde manifestar las discrepancias y las discordias. Porque la institucionalidad se degrada. También por hechos como los que comentamos. Las instituciones están para que las personas y los cargos públicos se comporten como mandan los cánones, para ser ejemplo de respeto, integración y tolerancia. Ya han transcurrido cuarenta años de democracia para haber aprendido, para haber entendido que obrando de esa manera, ese lugar común del <todos son iguales> se va agrandando, sin que la convivencia democrática salga muy favorecida que digamos.

Así que menos infantilismo y más cortesía.


domingo, 20 de junio de 2021

¿SOBRAN HOTELES TRAS LA PANDEMIA?

 

La pregunta es si sobran hoteles tras la pandemia.


La última entrega del Informe de Coyuntura Turística Hotelera reseña que el pasado mes de febrero había en España siete mil doscientos sesenta y un hoteles abiertos, cantidad que si bien representa el 45,7 % de los establecimientos del directorio, la ocupación promedio apenas supero el 16 % y las pernoctaciones cayeron un 86 %. Las firmas consultoras especializadas aseguran que no hay un exceso de oferta alojativa porque la demanda se recuperará en cuanto desaparezca la emergencia sanitaria. Es cierto que la pandemia ha dañado a las empresas, lo que propicia la venta de activos. Así las cosas, todo indica que el sector se encamina hacia la concentración pero no hacia cierres definitivos ya que los inversores siguen confiando en la potencia de la actividad turística.


De ello se desprende que será necesario reposicionar y segmentar mejor. En el curso de un debate sobre “la reactivación del turismo desde la visión de los expertos en consultoría”, convocado por la agencia Inturea y Plan de Choque Para Turismo, se llegó a la conclusión de que “las empresas hoteleras analizarán mejor en qué destinos saturados no hace falta estar”.


Otro experto señaló que “los hoteles no se van a cerrar, aunque sí se producirán movimientos en las carteras”. O lo que es igual, vía abierta para la concentración y todo tipo de cambios estratégicos. Una opinión muy extendida en el citado debate consiste en la normalidad de los cambios “que no hay que vivir de forma traumática. Si se pueden hacer antes de llegar a concurso, muchísimo mejor”.


Los menos optimistas recelan de cómo evolucione la temporada de verano. “Antes de estar ahogados, busquemos soluciones, que las hay, pero es necesario ser valientes y pragmáticos”, dijo otro ejecutivo de una compañía especializada. A la hora de explicar la concentración, hay que tener presente que la oferta sigue estando hiperatomizada, “en manos de operadores medianos y pequeños, con gestión independiente y en mercados donde sigue habiendo oportunidades de penetración de marcas internacionales”.

Javier Oroz, director de la división de hoteles en un importante grupo empresarial turístico, dijo que en España “tenemos una oferta muy plana y dentro del propio hotel hay segmentos y nichos de mercado que todavía se tienen que cubrir”, recordando que “vienen nuevas tendencias”, como los hoteles híbridos adaptados al teletrabajo. Por eso, insiste en que “no hay exceso de oferta alojativa y más si estamos hablando que la demanda puede mantenerse e incluso podemos hacerla crecer y desestacionalizarla”.


El desafío, en definitiva, pasa por reposicionar, mejorar producto e introducir marcas y de esa manera mejorar y cualificar la plaza hotelera española. Porque si hay cadenas que anuncian cierres no es menos cierto que otras apuran opciones para aperturas en el mercado español que están a la espera, eso sí, de posicionarse en nuestros destinos.





sábado, 19 de junio de 2021

LA SORRIBA, DE CECILIA DOMÍNGUEZ LUIS

 

Sorribar: según la Academia Canaria de la Lengua, romper o rebajar un terreno para prepararlo con fines agrícolas o para edificar. Hay una acepción en Tenerife: revolver, desordenar, volverlo todo del revés. Una frase común en el lenguaje coloquial del pasado siglo:

-Si no quiere estudiar, mándalo a la sorriba.

Cecilia Domínguez Luis (La Orotava, 1948) escogió este concepto para titular su nueva novela, La sorriba (Idea Ediciones), presentada ayer, después de algunos intentos frustrados, en el Liceo Taoro de la Villa. Allí estaban, arropándola, el editor Anghel Morales García, el escritor Sinesio Domínguez Suria, el catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, Manuel Hernández González y el catedrático de Historia de Enseñanzas Medias, Sebastián Estévez Pérez.

Una novela debida y de vida, definió Estévez para aludir al tratamiento de la dimensión y las consecuencias del fenómeno de la emigración entre las mujeres canarias que hubieron de sortear todo tipo de dificultades de subsistencia. Faltaba ese relato al que la autora da vida entremezclando las impresiones y las vivencias de seis mujeres con las que habló para prolongar un hilo conductor de cuya existencia sabíamos pero solo en la tradición oral, fuente siempre respetable, inspiración y reflejo de hechos y ciclos históricos.

Cecilia Domínguez se situó allí, en el pueblo de Los Eriales, donde la miseria y el miedo de los perdedores a las represalias del régimen político impuesto tras la contienda civil promueven una emigración de los hombres -la mayoría de las veces clandestina-, dejando atrás mujeres e hijos. Es el tiempo del hambre y de las carencias, del alejamiento, de la aventura, de los matrimonios civiles por poderes, de los abandonos –muchos definitivos- y de la lucha incesante de la mujer, en plena situación de desigualdad, para mantener casas, familia e hijos.

La sorriba viene a ser la historia de seis mujeres que, olvidadas por sus maridos o sus novios, se tienen que enfrentar a un sociedad patriarcal, abusiva y represora, para salir adelante y procurar para sus hijos un futuro mejor. Con la ayuda de la maestra del pueblo, una mujer represaliada por la dictadura, estas mujeres se ven reforzadas en su lucha, y sus valientes decisiones van a cambiar sus vidas. La suya fue una lucha con apenas cuartel

A Sinesio Domínguez le sirvió para encontrar hasta un cierto paralelismo familiar en esta obra que es, de alguna manera, una interpretación de esa página protagonizada en distintas épocas por el pueblo canario, la página de las dichas y desdichas que tan bien condensara en su intervención el profesor Hernández González, aludiendo a la aportación femenina que dejó huella en otros países americanos, aún con penalidades y tribulaciones en las que no faltaron episodios de prostitución.

La autora habló con ese realismo lacónico que dejó en el auditorio las incógnitas propias para captar la atención de los lectores. Domínguez da forma y construye una ilación que favorece la comprensión, como remarcaría Sinesio Domíguez en su intervención. El editor, Anghel Morales, parecía entusiasmado al rememorar vivencias personales. Y así, La sorriba, ilustrada en la portada con una creación de Vicky Penfold, aparece como otro título lleno de atractivos literarios que permiten rememorar en sus páginas, de alguna manera y por primera vez, la desazón y la entereza de la mujer canaria que se sobrepuso a tantas adversidades en tiempos sombríos y de miseria.