viernes, 31 de diciembre de 2021

Hoja final

 

Todo comenzó con aquel insólito asalto al Capitolio, en otro sitio un golpe de Estado. A partir de ahí, un año de fenómenos extremos y pandemias incesantes al que hoy ponemos punto final. 2021 ya es historia. Triste, desigual, convulsa, alterada, distópica, casi da igual lo que hagas… Pero la vida sigue y ojalá que podamos seguir contándola.

Pero puestos a emborronar la hoja final del almanaque, exprimiendo la memoria y las remembranzas, se amontonan desordenadas. Fue el año de los ERTE, del tíovivo imparable e incontrolable de las tarifas eléctricas hasta batir todos los récords habidos y por haber, de la subida del Salario Mínimo Interprofesional, de la reforma de la reforma laboral, de las Naciones Unidas (pero menos) ante el cambio climático para que la amenaza del calentamiento global continúe, de los refugiados y de los migrantes…

Pronto lo bautizaron con nombre de mujer (Filomena), antes de que la sonda ‘Perseverance’ se posara sobre Marte y las derechas (PP+Cs) se entretuvieran con una ruptura de nada en tanto abril, vacunas mil (un decir), y ocho mil migrantes entraban a nado en Ceuta.

Los indultados del ‘procés’ salieron en libertad y el talibán entraba en Kabul ante el asombroso pasotismo del yanki. Con un año de demora, la gloria olímpica pareció menos gloria ante aquellos recintos vacíos y horros de pasión deportiva. Entraba en vigor la Ley Orgánica para regular la eutanasia mientras aumentaban las agresiones homófobas y los asesinatos fortalecían la lacra criminal del machismo. Y en eso que no llegaba la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

Fue 2021 el de la victoria de los socialdemócratas en Alemania donde Ángela Merkel era ovacionada en su despedida; y de los progresistas en Chile, con una ejemplar primera jornada desde que se conoció el resultado. Pablo Iglesias, como Merkel pero con sustantivas diferencias, decía adiós. Ayuso ganaba y gobernaba con holgura, a diferencia de Salvador Illa, que pudo con todos alineados en su contra pero sin tocar poder.

El año de la variante ómicron, que volvió a desnudar las negligencias de los canarios con cifras asustantes de contagio y muerte, una población que asistía, atónita y boquiabierta, al drama telúrico de La Palma, acaparador de focos mediáticos, y al suceso inefable de la muerte de las niñas Anna y Olivia Gimeno. Estaba siendo el año de la recuperación del principal sostén productivo pero se truncó. Volvieron las restricciones y numerosas previsiones saltaron hechas añicos.

La reconstrucción en aquella isla ha comenzado. Algo es algo. Que 2022 sea mejor.

jueves, 30 de diciembre de 2021

Menor consumo televisivo en dieciocho años

 

Barlovento Comunicación acaba de hacer público, pendiente de las cifras definitivas, su “Análisis de la Industria Televisiva Audiovisual 2021”, una visión global de la industria televisiva y del ecosistema audiovisual del país.

Barlovento Comunicación es una consultora audiovisual y digital, con una amplia experiencia en el mercado televisivo, fundada en 1999 por Ricardo Vaca Berdayes. Su misión se centra en prestar asesoría integral del ecosistema audiovisual. Se ha especializado en programación y contenidos audiovisuales, así como en investigación de audiencia.

Las fuentes consultadas por Barlovento Comunicación para este trabajo son: Investigación y desarrollos propios, incluidos Barómetro TV-OTT y “El Rosco del Consumo Audiovisual”, Kantar, InfoAdex, CNMC: Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, EGM: Estudio General de Medios, Comscore, Vigía, ONTSI, Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información. También diarios de información general de toda España, diarios de información económica y diarios digitales de nuestro país, así como informaciones publicadas por medios internacionales.

De los resultados conocidos hasta la fecha, se desprende que 2021, con doscientos catorce minutos, ha sido el año de menor consumo (TTV) desde 2003. Hay que prestar atención a estos registros porque dan a entender que algunos hábitos están cambiado. El consumo diario de televisión en 2021 registra una media de doscientos trece minutos por persona y día, tres horas y treinta y cuatro minutos, que significa una bajada que se aproxima a la media hora diaria (-26‘) respecto del año anterior. Esta media de consumo está tomada sobre el conjunto de las 45.665.000 personas de nuestro país con 4 o más años de edad, que conforman el concepto de “Universo de Consumo” y siempre teniendo en cuenta para su ponderación los que ven y no ven televisión. Se debe tener en cuenta, antes que nada, que el año 2020 con la irrupción dramática de la Covid 19 y el confinamiento obligado supuso un incremento más que notable de los minutos vistos por los espectadores: + 18 minutos con respecto a 2019.

La investigación de Barlovento Comunicación destaca el mínimo histórico del consumo de televisión de los menores de 35 años: mínimo en niños de 4 a 12 años, jóvenes de 13 a 24 años y personas de 25 a 34 años. El consumo televisivo en el 2021 es de 214 minutos por persona al día, que supone un decenso de -26 minutos, que representa el -11% menos, que el año 2020 (240'). Además, el número de personas que diariamente contactan con el medio es de 30.511.000 espectadores (-1.141.000 que el año anterior). Hay que tener en cuenta que el parámetro “Otros Usos Televisor” incluye tres actividades. 1) Internet: Consumo en el televisor de video cuyo origen es Internet. 2) Play: Consumo de video procedente de aparatos de reproducción y 3) Otros consumos: Consumo de Videojuegos y Radio TDT.


La audiencia acumulada o ‘reach’ diario de 2021, esto es, gente que contacta al menos durante un minuto con un programa de televisión, se sitúa con el 66,8 %, su nivel más bajo de la historia desde que se mide la audiencia (1992). Un tercio de los españoles no ha visto TV a diario. El tipo de consumo que muestra el principal descenso es el Lineal (206'), mientras que el Diferido2 (7') se mantiene en valores similares y supone el 3 % del total consumo televisivo.

En cuanto al tiempo promedio por espectador (únicamente contabilizando aquellas personas que cumplen con esta condición) es de 320' minutos por espectador al día, un -5,0 % menos que en el año 2020.

Siempre según los datos del análisis de Barlovento, los segmentos demográficos que más tiempo dedican a ver la televisión son las mujeres, con un promedio diario de 3:17 (-12 %) horas, los maduros de 45 a 64 años con 4:26 (-11 %) horas y los mayores de 64 años con 6:09 (-5 %) horas. Asimismo, los cortes de edad que muestran un mayor descenso del consumo de televisión tradicional son los niños de 4 a 12 años con un promedio diario de 1:31 (-27 %) horas y los jóvenes de 13 a 24 años, con 1:21 (-21 %) horas, se registran los mínimos históricos de consumo televisivo para los menores de 35 años.

El mes de mayor consumo diario de televisión del año que concluye fue enero, debido a la nevada ‘Filomena’, con una media de doscientos cincuenta y nueve minutos por persona al día. Mientras que el de menor consumo, como es habitual, fue agosto con 178 minutos por persona al día. La audiencia en diferido registra el consumo no lineal de contenidos televisivos a lo largo de los siete días siguientes a la emisión en directo (lineal), así como el diferido en el mismo día de dicha emisión.

Por último, en esta breve selección de los datos más llamativos, llama la atención en cuanto al “zapping”, el número promedio al día es de doce sesiones por espectador, cifra que no muestra cambios y se mantiene estable con respecto a años anteriores.

miércoles, 29 de diciembre de 2021

La financiación local, a revisión

 

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) sigue empeñada en un nuevo modelo de financiación local centrado en un aumento de las transferencias del Estado y de las Comunidades Autónomas, de ahí que, a partir del próximo enero, insista ante los departamento correspondientes del Gobierno en la necesidad de revisar los actuales soportes de la distribución.

El presidente de la FEMP y alcalde de Vigo, Abel Caballero, parte de algunas premisas: la reposición de la cantidades no recaudadas por la falta de revisión de la norma anterior, que es del año 2002; el nuevo modelo será revisable cada cinco años y que el incremento de la participación en los ingresos del Estado se calcule sobre tales ingresos antes de restar la participación autonómica. Este cuadro de bases se completa con la posibilidad de aplicar un sistema diferente para los pequeños municipios y de incorporar a la financiación local el Fondo para Transporte Público Colectivo.

Tenemos que plantear empezar la negociación justo a comienzos del próximo año con las propuestas que elaboren nuestros técnicos. Si hay nueva financiación autonómica, tiene que haber nueva financiación local”, dijo Caballero a la hora de dar a conocer la posición de la FEMP quien aprovechó la oportunidad para recordar que una parte de la financiación está vinculada a la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local (LRBRL) que también habrá que reformar teniendo en cuenta que “los ayuntamientos de 2022 tienen poco que ver con los de 1985”. Con frecuencia, señaló el primer dirigente de la FEMP, los Ayuntamientos “destinamos importantes recursos municipales para financiar competencias autonómicas”, como las escuelas infantiles, por ejemplo, y “no recibimos un céntimo de financiación”.

Y en hablando de financiación, hay que aludir, naturalmente, a los Fondos Europeos para los gobierno locales que superan ya los siete mil millones de euros. De ellos, casi cinco mil se encuentran asignados o en concurso y los restantes, pendientes de asignación.

Abel Caballero, igualmente, hizo previsión del denominado Plan de Rehabilitación de Edificios Públicos, cuya convocatoria se abrirá en febrero y para el que se ha destinado una cantidad de seiscientos millones de euros.

En fin, ya veremos el curso y los resultados de las negociaciones que deben influir en la segunda parte del presente mandato de las entidades locales.



martes, 28 de diciembre de 2021

Bono cultural

 

Habrá que esperar a mayo o junio para hacer efectivo el denominado ‘bono cultural’, incluido en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que, como se sabe, entrarán en vigor el próximo 1 de enero. El ‘bono cultural’ destinado a los jóvenes tendrá un importe de cien euros para consumo digital y consignará la opción de destinar dinero a las suscripciones de periódicos y revistas. Los jóvenes de dieciocho años tendrán un año efectivo desde que esté implementada la medida para gastar los cuatrocientos euros del bono.

Desde el 1 de enero, el ministerio de Cultura ya dispondrá de los doscientos diez millones de euros destinados a esta iniciativa, bien es verdad que a partir de ahí será necesario buscar a las empresas o instituciones culturales que quieran participar --bajo petición expresa-- y, en caso de que haya más de una en determinados sectores, habrá concursos de libre concurrencia.

Además, el titular del ministerio, Miquel Iceta, ha adelantado que se está estudiando la fórmula de colaboración con alguna empresa de transporte para que los jóvenes que se beneficien del bono cultural puedan tener subvenciones para desplazamientos a estas actividades. "Esto es pensando en toda España, ya que no en todas las ciudades hay la misma oferta cultural y por eso el apoyo a la movilidad", destacó el ministro.

Lo importante es que la medida surta efectos palpables y positivos. Si siempre se ha dicho que es decisivo estimular el quehacer de los jóvenes, facilitar la provisión de los bienes de consumo y propiciar la accesibilidad a acontecimientos que sean de su interés, sencillamente, para motivarles y lograr que puedan disfrutar o ser partícipes de hechos atrayentes, específicamente concebidos para ellos, en un contexto de formación, aprendizaje y disfrute que les ha de resultar provechoso, las programaciones y las opciones consignadas deben resultar determinantes como alternativas y alicientes.

El ‘bono cultural’ incluirá a los sectores culturales "más tradicionales", entre los que se encuentran el libro, al cine, las artes escénicas, la música, los espectáculos en vivo, las plataformas online y la suscripción a diarios y revistas, entre otros.

El ministro Iceta ha reconocido que van a "quedar fuera" del citado bono muchas actividades. No estará la tauromaquia pero también no serán incluidos la gastronomía, la moda o el diseño. “Hemos priorizado determinados sectores que creemos que son los que más pueden contribuir a crear pautas de consumo cultural y reforzar otros que se han visto afectados por la pandemia", indicó finalmente.

Confiemos en los resultados. De ellos dependerán, en nuestra opinión, no solo los avances sino las respuestas para cambiar hábitos y para generar jóvenes más motivados y mejor preparados.



lunes, 27 de diciembre de 2021

Periodistas del futuro

El periodismo parece estar superando los desafíos impuestos por la pandemia. La industria se ha visto obligada a lo largo de los últimos años a reinventarse y reconvertirse, de modo que ha sido posible sobrevivir a la digitalización, la gratuidad, las crisis financieras y un mercado más competitivo. Sin olvidar otros hechos, más cotidianos, si se quiere, en el ecosistema periodístico: el auge de los bulos, el incremento de sitios donde verificar y contrastar, la precariedad en el empleo, los avances tecnológicos, los productos alternativos y hasta la propia ética profesional. Sin olvidar un género: el de las remembranzas, el de la utilización abierta de archivos, de video y fonotecas que ha permitido reconstruir algunos hechos y rememorar las entrañas de determinados acontecimientos.

Las conclusiones apuntan al papel del periodista, que se ha revalorizado, de acuerdo: “Ser periodista implica ser curioso y observador por naturaleza. El periodista debe saber combinar la urgencia que marca el ritmo de los medios con la pausa que marca que requiere la información, para ser analizada y verificada. Tanto el periodismo lento como el que se desarrolla en profundidad siguen teniendo gran interés”, escribe la directora del Máster de Periodismo y Comunicación Digital: Datos y Nuevas Narrativas, Candela Ollé, de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) que, en una de sus reflexiones, remata: “un periodista sabe mucho de una amplia variedad de temáticas, pero a la vez sabe poco de cada una de ellas, por la poca profundidad que la agenda y el tiempo le permiten”.

Pero hay que ser conscientes: los medios de comunicación llevan décadas intentando encontrarse a sí mismos y ahora afrontan otros horizontes que, sin duda, van a marcar el futuro próximo de la profesión, desde la implementación del teletrabajo a raíz de la pandemia –¿se puede hacer buen periodismo sin acudir a la redacción, aquella en la que aprendimos y convivimos, lugar de encuentro y choque de ideas?–, al desprestigio de la profesión, la batalla con las noticias falsas y los vídeos descontextualizados propagados a través de las redes sociales o la aparición de herramientas de manipulación de la imagen –como la técnica del ‘deepfake’ o ultrafalso, fruto de la inteligencia artificial- que hacen cada vez más difícil la labor de verificación de una información ya no por parte de los medios, sino de los propios consumidores.

Todo ello fortalece la idea o el principio “ser periodista es ser buena persona”, como sentenció el periodista y escritor polaco Ryszard Kapuscincski, el hombre que, según alguna opinión, nunca fue neutral, por lo que fue valorado como “la voz de los sencillos”. Al respecto, la periodista y profesora del Máster anteriormente mencionado, Ana Bernal Triviño, opinó que “para trabajar en el periodismo, hay que ser una persona honesta, lejos de la equidistancia y con la suficiente memoria histórica como para saber de dónde viene el origen de cada problema”.

Todo da a entender que lo que se precisa es un periodismo de calidad. Aunque sea una mera formulación teórica, hay que esmerarse en ese objetivo. Lo han dicho, al calor de su experiencia, directores y directoras de grandes periódicos, como la directora ejecutiva de The New York Times entre 2011 y 2014, Jill Abramson, quien nos acerca al dilema que significó “el balance necesario entre salvaguardar la independencia de las noticias y la necesidad urgente de encontrar nuevas fuentes de ingresos". Abramson, en la actualidad, imparte clases en Harvard y opina que la supervivencia de un medio “pasa directamente por la calidad de la información”.

O el presidente de la comisión directiva de Le Monde, Louis Dreyfus, para quien el futuro del periodismo de calidad para innegablemente por la suscripción. "En los últimos años, gracias a la explosión en el uso de plataformas como Netflix y Spotify, el público ha adquirido la costumbre de suscribirse a contenidos, siempre que estos sean exclusivos y de calidad. ¡Depende de nosotros estar a la altura e invertir en contenido y, por lo tanto, en personal editorial para ganarnos y luego retener a nuestros suscriptores! Por otro lado, no creo en los kioskos digitales ni en un Spotify mediático, porque creo que diluirían nuestros contenidos en una gran masa sin identidad", según explicó a El Confidencial.

El profesor del máster en Innovación del periodismo, de la Universidad Miguel Hernández, José Alberto García Avilés, es de la misma opinión: "En 2020, los medios han logrado incrementos notables en sus cifras de audiencia, en usuarios únicos y en conversiones en suscriptores o socios". Según estos datos, en España los medios con algún tipo de suscripción o membresía habrían superado los trescientos cincuenta mil usuarios de pago en 2020. Los medios que han apostado por escuchar a los lectores y ofrecer un periodismo de calidad que aporta valor añadido están aumentando su base de suscriptores". Aunque la tendencia, como él mismo reconoce, no es fácil de consolidar. Lo explica de la siguiente manera: “Un medio de calidad es, en sí mismo, un canal que aspira a ofrecer toda una gama de productos, narrativas valiosas, periodistas destacados, propuestas informativas relevantes y servicios útiles para los lectores, por las que estos estarían dispuestos a pagar". Las limitaciones del mercado y la poca costumbre de los consumidores a pagar por informarse son razones influyentes.

¿Cuál es entonces el futuro del periodismo? ¿Cómo se orienta su porvenir? Las circunstancias son distintas, está claro. Los ordenadores llegaron para modificarlo todo. Y los avances tecnológicos son incesantes. La revolución digital comportó otro periodismo que ya había pasado por otros procesos, si se quiere más modestos o más rudimentarios. La profesora de Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación, Anna Clua Infante, también de la UOC, interpreta que “el futuro del periodismo depende de nuestra capacidad de perseverar en el deseo de pensar con calma y de practicar una mirada atenta, no ante el espectáculo o el impacto medido en un clic, sino ante la falta (y necesidad) de información sobre lo socialmente importante”. Añade que “las nuevas y los nuevos maestros son gente joven haciendo periodismo independiente, de servicio público, a pie de calle o frente a una base de datos, y que han roto los moldes de la empresa periodística. ¿Una rendija en el oficio? Me gusta pensar que el futuro, si queremos cargado de esperanza, se vislumbra mejor desde aquí”.

Los desafíos están servidos. Si la tecnología nos brinda opciones para multiplicar el eco de la información, hay que aprovecharlo. Eso sí, sabiendo que las amenazas no se detienen ni se arrugan, como ese discurso político cada vez más radicalizado e institucionalizado que niega los hechos y lucha contra la convivencia pacífica y democrática, en gobiernos de todo signo y de muchas partes. Está claro que la solución, según coinciden varios autores, pasa por recurrir permanentemente a la objetividad, utilizar las mejores herramientas tecnológicas, colaborar con otras áreas de conocimiento y con profesionales de otros países y, por supuesto, no caer en la propagación de información poro precisa o sin base factual, es decir, la desinformación.

Mantener los valores de confianza y credibilidad periodística, en resumen, es el gran doble desafío de los periodistas del futuro.


(Artículo publicado en el ‘Anuario de Canarias’, editado por la Asociación de Periodistas de Tenerife)




domingo, 26 de diciembre de 2021

Una erupción histórica

 

El drama telúrico, como así escribimos desde el primer día, llegó a su final. Un “otoño volcánico”, como calificó el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca), Julio Pérez. La erupción en La Palma se dio por concluida al cabo de ochenta y cinco días. Una estación inquietante que, sumada a los rebrotes de la pandemia, ha tenido a la ciudadanía en el núcleo de la expectativa. La dimensión del fenómeno natural proyectó a la isla desde el mismo momento de la erupción: nada que ver los antecedentes, en otras épocas históricas, con la fuerza y la capacidad destructiva contrastada desde Cumbre Vieja hasta la Isla Baja que aumentó la superficie de la isla para asombro generalizado.

Las cifras son concluyentes: mil doscientas treinta y siete hectáreas afectadas por la coladas volcánicas; mil seiscientas setenta y seis edificaciones literalmente desaparecidas, de las que mil trescientas cuarenta y cinco eran viviendas. Hay que añadir la destrucción de infraestructuras, de servicios y de superficie agrícola. Terminada la erupción, es el momento de hacer balance de los daños para calcular el coste de la reconstrucción de la isla.

Este asunto, por cierto, es una asignatura que requiere esfuerzos y dedicación. Es un gran compromiso en el que tienen que involucrarse las instituciones y los actores sociales de La Palma sino todos los palmeros porque no solo se trata de inversiones y actuaciones plurianuales sino de concebir planes que van más allá de límites territoriales y permitan configurar un modelo válido y aceptable por todos. Es el momento de afrontar esa tarea. Con sosiego pero sin tiempo que perder, con rigor, absolutamente indispensable y con visión de futuro.

La erupción se da por terminada y es el momento también de consignar el reconocimiento a cuantas entidades y personas han intervenido en las tareas de vigilancia, protección, auxilio y atención. Un esfuerzo inenarrable, que empezaba por la coordinación, para evitar el caos y que los estragos fueran de mayor consideración. Las cosas han funcionado razonablemente bien, desde la presencia de las más altas autoridades hasta el seguimiento de científicos y vulcanólogos que han enseñado. Y con este participio, creemos decirlo todo.

La erupción, por otro lado, ha significado una lección y un alarde de solidaridad: la respuesta procedente de todas partes del mundo, de ámbitos como el deporte, el arte y el espectáculo, ha servido para que los palmeros se sintieran arropados y no abandonados.

Una última apreciación: ha sido también una erupción mediática. Desde el primer día hasta ayer mismo, el seguimiento de prensa y medios audiovisuales ha sido constante. Hemos sabido de la evolución de la catástrofe con información puntual, detallada, didáctica y plena de contenidos. Damos por hecho que, salvo algunas tentaciones individuales y unos pocos desatinos, los profesionales se tomaron muy en serio su cometido y fueron conscientes de que no procedían el lucimiento individual ni las concesiones al espectáculo.

De esa forma, tan genéricamente descrita, esta experiencia de ochenta y cinco días tiene que haber servido a todos para futuros supuestos, si es que se presentan. Haber terminado sin víctimas, ya es todo un logro. Y cuidad con la fase posteruptiva en la que hay que prestar especial atención a los gases, “que no se ven ni se huelen pero que son letales”, tal y como ya expresó el pasado viernes la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Carmen López. “El peligro continúa”, alertó.



sábado, 25 de diciembre de 2021

Hasta siempre, coronel

 

Una de las penúltimas tertulias surgidas al calor de la plaza del Charco, en el Puerto de la Cruz, se ha quedado sin uno de sus valedores, Carlos Ramos Aspiroz, coronel de Infantería retirado, adscrito al Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) en su último destino. Ramos falleció en la tarde de ayer y la noticia amargó el turrón de familiares y allegados, de quienes conocían de sus virtudes y de su predisposición para ayudar a quienes lo necesitaban.

Mal día para morir y para rebobinar, para que el clic de la memoria pusiera en marcha una larga sucesión de vivencias y episodios, uno de los cuales compartimos en el mismo escenario, junto al quiosco de prensa del popular espacio portuense. Allí nos sentamos los dos un mediodía de domingo para contrastar el declive de la venta de la venta y distribución de periódicos impresos. Entre las doce del mediodía y las dos de la tarde, no solo contábamos las personas que se acercaban para adquirir su ejemplar sino calculábamos sus edades y constatábamos la deserción de los jóvenes con las publicaciones de hoy en día. Aquella costumbre, aquel hábito de comprar el periódico para luego seguir con lo que fuese, ya era historia.

Carlos ya se había quedado sin su ‘Abc’ del alma porque desde Madrid dejaron de enviar la edición impresa. Sustituyó su lectura por la de ‘El Mundo’ pero él confesaba que no era igual.

Viejo amigo, le conocimos en sus tiempos de capitán, en Hoya Fría, cuando tuvo a su cargo la coordinación de la revista Atlántida (después, Hespérides), la canalización de mensajes para el programa radiofónico La hora del soldado (en Radio Nacional de España) y la selección y entrenamiento de los militares deportistas, los que competían a título individual o formaban parte de algún equipo. Cosechó excelentes resultados en pruebas de rango nacional.

El capitán Ramos era muy respetado. Tenía fama de hombre recto, le identificaba su cristianismo como sentido de la vida. No transigía con sus soldados pero les defendía sin reservas cuando se terciaba.

Carlos se hizo periodista, por la Escuela de la Universidad de La Laguna, donde convivió, entre otros, con Ernesto Salcedo, Eliseo Izquierdo y Alfonso García Ramos. En aquellos años labró su amor por la isla y por su gente. Escribió buenos textos y hasta plasmó algunos dibujos de motivos y paisajes canarios.

Ramos Aspiroz prosiguió su trayectoria militar en la península sin olvidar el universo periodístico. Trabajó en varias agencias, una de ellas,Colpisa, que contribuyó a fundar. En Madrid coincidió con el periodista tinerfeño Enrique Rey Pitti. Juntos se fueron en cierta ocasión al País Vasco para un trabajo de investigación sobre la realidad social de Euzkadi y allí contrastaron los miedos y las consecuencias del terrorismo.

El entonces comandante Ramos ejerció como jefe de prensa en el célebre juicio de Campamento (Madrid) a los encausados en el 23-F. Fue el suyo un papel difícil pero cumplió con el sentido de la responsabilidad que siempre le ha caracterizado. Si no recordamos mal, José luis Martín Prieto le cita en su libro Técnica de un golpe de Estado.

Celoso de sus funciones, deseoso de la reconciliación definitiva de los españoles y seguidor en primera línea de la evolución de la Transición política española, coadyuvó a las mejores relaciones entre el Ejército y el poder civil. Comprendió muy bien que la subordinación militar era ya un hecho. Por eso, trabajó codo a codo cuando, con los socialistas en el Gobierno, el destino le colocó junto al ministro de Defensa, Narcís Serra, y Luis Reverter, su sempiterno y fiel colaborador.

Carlos Ramos asumió personalmente la iniciativa para que Felipe González, casi en el estreno de su cargo, tomara la decisión de asistir a un desfile en una visita oficial a la División Acorazada de Brunete (DAC). Estima Ramos Aspiroz que aquel gesto, plasmado en alguna fotografía histórica de primera página, terminó de disipar todas las dudas que aún podían quedar de la lealtad de los militares españoles al pueblo y a sus representantes.

El asunto trascendió, tal fue así que un tiempo después, en ocasión de la Pascua Militar, cuando son presentados, Felipe González le espeta:

-Comandante Ramos, tengo entendido que es usted el inspirador de mi visita a la DAC. ¿Qué prefiere: un puro o una medalla?

-Lo que decida, presidente. Estoy encantado de haber servido-, replicó el militar.

La anécdota la contaba Carlos Ramos con orgullo. Es un episodio inolvidable de su trayectoria que completaría en otros destinos. Ya jubilado, residenciado definitivamente en la isla, siguió vinculado al mundo de la comunicación en sistemas mecánicos de edición y distribución. No podía sentirse inactivo, por eso agotaba las horas del día comprobando que tales sistemas funcionaban a plenitud. Entonces, aún le quedaba tiempo para convocar una vez al mes a compañeros y amigos a que compartan el pan y la sal en mesa donde se habla del ayer y del presente, de la actualidad mediática y, en fin, de todo aquello que interesa.

Ya octogenario, pese a los achaques de salud, Carlos Ramos Aspiroz conservaba las ganas de siempre, las ganas de sentirse útil. La plaza se ha quedado huérfana. Los amigos ya palpamos su vacío.

Hasta siempre, coronel. A tus órdenes.


viernes, 24 de diciembre de 2021

Criminología

 

Aprovechemos las vacaciones escolares para glosar la figura de coordinador de bienestar y protección infantil, de nueva creación, que el Ministerio de Derechos Sociales y las Comunidades Autónomas quieren poner en marcha en el próximo curso 2022-2023. Según los propósitos que la inspiran, el desempeño de los profesionales que la van a encarnar se concentrará en la detección de situaciones de acoso escolar para contribuir, de paso, a la prevención y eficaz solución de la violencia entre los menores de edad, un problema que, en no pocas comunidades educativas, está complicando la convivencia y el correcto funcionamiento de los órganos que velan por unas relaciones fluidas entre docentes, padres, madres y alumnado.

Algunos expertos coinciden: el correcto desempeño de los cometidos asignados dependerá de un enfoque que combine diferentes disciplinas: la psicología, la pedagogía e incluso la criminología. Y es que esta, como ciencia de naturaleza multidisciplinar, se interrelaciona con otras ramas del saber (psicología, biología, derecho…) para conocer lo referido a la delincuencia antes y después de que aparezca. El profesor del Máster en Criminología de la Universidad Internacional de Valencia, el criminólogo especializado en Análisis y Prevención de la Criminalidad, Jordi Bellver Sanchís, ha escrito que la criminología “ayuda a resolver crímenes pero también a prevenirlos”. Afirma Bellver que los criminólogos son especialistas en reconocer situaciones de violencia y criminalidad. “Están preparados –ha dicho- para observar y tratar los factores de riesgo y protección de agresores y víctimas. Son conocedores de las leyes penales, pero también de los métodos alternativos para la solución pacífica de conflictos. Así pues, los criminólogos están plenamente capacitados para las funciones que la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia encomienda en su artículo 35 a los coordinadores de bienestar y protección”.

Un par de datos: en España, uno de cada cinco niños escolarizados sufre acoso escolar, y solo un 15 % se atreve a denunciar, según las memorias de la asociación ‘No al acoso escolar’. En el caso del ciberacoso, la organización ‘Save the Children’ señala que un 40 % de los jóvenes encuestados en España sufrieron acoso por internet durante su infancia. Para el tratamiento de estas cuestiones se requiere, por tanto, una concurrencia profesional adecuada. Bellver Sanchís se decanta claramente por personas preparadas para trabajar en el ámbito de la infancia y la adolescencia, y también capacitadas para prevenir, detectar y erradicar conductas antisociales. Debe conocer la psicología de la violencia, y también poder ofrecer un tratamiento adecuado a las víctimas.

Sobra decir que es uno de los fenómenos preocupantes de nuestro tiempo y a la espera de conocer datos estadísticos de lo ocurrido durante la pandemia en el ámbito escolar, hay una obligación de las autoridades académicas competentes y de la propia comunidad educativa para implicarse de lleno en su erradicación. Y conociendo las reacciones, escuchemos y tengamos presentes las recomendaciones de quienes tienen experiencia. Parece no, es fundamental.



jueves, 23 de diciembre de 2021

Demasiadas adversidades

 

De los datos publicados ayer mismo por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se desprende que el gasto medio diario de los españoles se ha situado en los cuarenta y cuatro euros para los viajes dentro del territorio, mientras que asciende hasta los sesenta y seis euros en el caso del extranjero. Según el destino, los mayores gastos aparecen en Canarias (setenta y tres euros de media), Baleares (setenta euros) y Navarra cincuenta y dos (cincuenta y dos euros). En cifras generales, el gasto total de los españoles en el tercer trimestre aumenta un 55% hasta los dieciséis mil ciento setenta y ocho millones de euros.

Aparte del llamativo dato referido a Canarias, se pone de manifiesto que los españoles recuperaron parte de la normalidad prepandémica en verano, con cincuenta y siete millones de viajes, un 23,6 % más frente a los mismos meses de 2020. Del total, el 94,4 % de los españoles eligió pasar sus vacaciones dentro del territorio nacional, un 20,6 % más frente al año anterior.

Mucho mayor fue la subida con respecto a los españoles que optaron por salir al extranjero entre julio y septiembre, un 119 % más frente al año anterior, teniendo en cuenta el menor número de restricciones y la mayor movilidad tras la pandemia de coronavirus. Sin embargo, solo el 5,6 % de los españoles viajaron al extranjero.

Lástima que esta evolución positiva que prueba la recuperación del sector turismo y de la productividad económica, se vea truncada por la aparición de la variante ómicron que ha obligado a los gobiernos europeos a la adopción de medidas restrictivas que frenan, sobre todo, la movilidad de los ciudadanos y siembran de incertidumbre sus propósitos de viajar o de disfrutar de un período de vacaciones. Hasta los viajes de negocios, según el INE, mejoraron un 8,2 % y los viajes por otros motivos subieron un 38,6 %. El principal motivo de los viajes en el tercer trimestre fue el ocio, ya sea a destinos internos como a externos.

Ya se pueden palpar los efectos de las cancelaciones de reservas. Se estaba empezando a generar empleo y la reapertura de empresas es un hecho. La multiplicidad de contagios significa un frenazo y otras consecuencias están aún por calibrar en un contexto de replanteamientos y revisiones. Hasta Fitur 2020, prevista para mediados de enero en Madrid, empieza a ser una incógnita que deberá ser despejada en las próximas fechas.

Una lástima. Los datos del INE son francamente alentadores, pero… El sector, que volvía a demostrar su capacidad de superación y empezaba a remontar la crisis, se vuelve a ver condicionado. La cuestión es si será capaz de sobreponerse. Muchas adversidades, acaso demasiadas.

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Presupuestos canarios 2022

 

El Gobierno de Canarias ha sacado adelante sus terceros presupuestos de la legislatura, un hecho que no debe pasar inadvertido en medio de las circunstancias adversas, de un escenario complicado en el que no solo es la emergencia sanitaria la principal dificultad ni la dificultad que representa la reconstrucción de La Palma, ahora que está a punto de terminar la erupción, sino factores como la inflación o el tráfico de mercancías lo que condicionan las previsiones económicas.

El ejecutivo, que ha admitido hasta sesenta y seis enmiendas de los grupos de oposición, al considerar que mejoraban su proyecto legislativo de las cuentas autonómicas para 2022, orienta sus líneas maestras al fortalecimiento de los derechos sociales y la recuperación económica de la Comunidad. Quieren blindar los servicios públicos, además de incrementar la inversión pública e impulsar las políticas de apoyo a los sectores productivos. En los presupuestos aprobados no se tocan los impuestos y se habilita una partida de hasta cien millones de euros para atender la situación de La Palma.

Los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2022 ascienden a 9.098.311.647 euros de gasto no financiero (capítulos del 1 al 7), 624 millones de euros más que este año, lo que supone un crecimiento del 7,37%. Según fuentes del Gobierno, tres de cada cuatro euros de los Presupuestos se destinarán a los servicios públicos esenciales, lo que se traduce en una cuantía global de 6.832,3 millones de euros. Esta cantidad supone un 7,49% más que la consignada este año.

Repasemos otras características de estos Presupuestos. Así, por ejemplo, los aumentos más importantes en términos absolutos en este apartado corresponden al Servicio Canario de la Salud, con 160,6 millones más, para un total de 3.461 millones; Educación, Universidades, Cultura y Deportes, con 158 millones más, para un total de 2.137 millones; y Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud, que incrementa sus partidas en 70 millones de euros, para situarse en los 580,3 millones de euros.

En términos relativos, el mayor crecimiento se registra en el departamento de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, con un 34,3% de incremento, con lo que su presupuesto se sitúa en los 207,8 millones; Agricultura, Ganadería y Pesca aumenta un 23,6%, para situarse en los 129 millones de euros, y el Servicio Canario de Empleo crece un 20,3 por ciento, para unas cuentas globales de 332,8 millones de euros.

Las inversiones públicas -inversiones reales y transferencias de capital- registran un significativo impulso y se sitúan en los 1.382 millones de euros -199,3 millones más que este año-, lo que supone un incremento del 16,8%, más del doble de lo que crece globalmente el Presupuesto.

De modo que el Gobierno de Canarias ya dispone de las bases presupuestarias para trabajar desde el día de la entrada en vigor de las cuentas públicas. De su ejecución dependerá la consecución de los objetivos trazados, el primero de ellos la recuperación económica del archipiélago. Veremos los resultados de la gestión del ejecutivo.



martes, 21 de diciembre de 2021

Sáquese una foto cuando entre... Verá que trabajo duro y difícil

 

-Sáquese una foto cuando entre en La Moneda y sáquese otra cuando salga para que vea que este es un trabajo duro y difícil.

Es la recomendación que le hace Sebastián Piñera, presidente saliente, al ganador de las elecciones del pasado domingo en Chile, Gabriel Boric, en el curso de un diálogo que fue televisado en directo.

Las primeras reacciones no podía ser mejores: los datos, ofrecidos públicamente en un tiempo récord; José Antonio Kast, el otro contendiente, candidato del Frente Social Cristiano, reconociendo la derrota y felicitando al vencedor; Boric adelantando que será el presidente de todos los chilenos, de quienes le votaron y de los que no; luego, la conversación televisada entre el ganador, presidente electo, y Piñera, seguida con emoción y hasta cierta incredulidad por todo el país; las redes circularon imágenes de un concierto espontáneo donde el grito era un himno, “el pueblo unido jamás será vencido”; y finalmente, el pueblo inundando las avenidas y plazas de Santiago, de nuevo abiertas las grandes alamedas, como profetizó Salvador Allende mientras los golpistas bombardeaban sin escrúpulos la sede presidencial.

Chile daba una lección democrática: nunca antes tantos chilenos se habían movilizado ante las urnas (un 55 %, donde el voto no es obligatorio) y Boric ganó con holgura: ningún presidente obtuvo tantos votos como él.

Para el país, que el año próximo habrá de afrontar el proceso de una nueva Constitución, es un volver a empezar. Su historia política está llena de convulsiones desde el golpe de Pinochet y condensa, durante años, alternancia en el poder y polarizaciones que la han ido caracterizando. Ojalá que tras esta prometedora lección preliminar, Chile sea el ejemplo de una convivencia plural y democrática.

Boric tomará posesión el próximo 11 de marzo, cuando haya de sacarse la foto sugerida por Piñera. A partir de entonces, un país en pleno proceso de transformación social debe avanzar para ver satisfechas las demandas de la población: mayor presencia del Estado y políticas más inclusivas, con propuestas y alternativas progresistas. Anotemos que la chilena ha sido una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina durante las últimas décadas. Eso ha favorecido reducir la pobreza. Sin embargo, más del 30 % de la población es económicamente vulnerable y la desigualdad de ingresos sigue siendo elevada.

Trabajo para Boric y el nuevo gobierno.

¡Suerte, Chile!

lunes, 20 de diciembre de 2021

Hacia la desinformación desde la saturación informativa

 

Hoy todo periodismo es digital”, ha afirmado el catedrático de la Universidad de Navarra, Ramón Salaverría, uno de los coordinadores del trabajo recientemente publicado por Comunicación Social Ediciones y Publicaciones bajo el título Medios nativos digitales en España. Caracterización y tendencias.

Salaverría parte de datos del propio estudio. En nuestro país existen ahora mismo dos mil ochocientos setenta y cuatro medios digitales activos. En esa cifra se incluyen webs de televisiones, agencias y radios, así como las versiones en internet de loa diarios tradicionales. Téngase en cuenta que casi la mitad, mil trescientos sesenta y uno son nativos digitales, que siguen siendo muchos. La comparación es más notable y más llamativa cuando se reseña que hay menos de un centenar de diarios en papel.

Comunicación Social Ediciones y Publicaciones (www.comunicación social.es) es una editorial especializada desde el año 2001 en la publicación de libros sobre Comunicación de Masas, libros de Periodismo, libros de Publicidad, libros de Sociología de la Comunicación, libros de Estudios sobre los medios, prensa, radio, televisión, internet y cibermedios, Historia de la prensa, Educación y Ciencias Sociales en general. Comunicación Social es una editorial de referencia internacional en el ámbito de los estudios de Ciencias de la Comunicación en español.

Para Salaverría, la distinción entre digitales y analógicos ya está superada. La diferencia hoy es entre nativos digitales y no nativos. Los primeros nacieron ya con estructuras y sistemas redaccionales propios del nuevo medio, con todo lo que eso tiene de adentrarse en territorio ignoto. Los segundos tienen sus problemas de adaptación, lastrados aún por el peso de sus cabeceras y sus tradicionales maneras de trabajar.

Las cifras, en cualquier caso, sugieren reflexiones en cualquier dirección. Por ejemplo: ¿Hay más pluralidad ahora con esa cantidad de medios, que cuando las opciones apenas se contaban con los dedos de una mano? ¿Esta eclosión de nuevos medios refleja una sociedad que, al haber sustituido el bipartidismo por una amplia panoplia de opciones políticas, necesita un abanico casi infinito de posibilidades informativas? ¿Son realmente necesarios tantos medios o asistimos a una reiteración excesiva de cabeceras, apenas distinguibles en sus propuestas?

Resulta paradójico –escribe Juan Carlos Laviana, director de ‘Nueva Revista’, fundador y director adjunto de ‘El Mundo’- que “esta gran diversidad eclosione en un momento en el que todos los analistas consideran que vivimos en una sociedad polarizada. Pero el fenómeno no es nuevo. En momentos históricos de polarización política, también se ha producido esa masiva aparición de medios”.

Numerosas opiniones coinciden a la hora de señalar que hay un exceso de información. Eso genera quejas. Que no son pocas, por cierto. Incluido un cierto hastío. Y aún así se suele decir que es imposible llegar a todo. Dice Laviana que “es tal la avalancha de información que, en vez de alimentar una sociedad bien informada, lo que se consigue es saturar al lector. Hasta el punto de que, al ser incapaz de digerir tanta noticia, acaba por estar desinformado. Esta sociedad de la dispersión mental aún no ha alcanzado la madurez necesaria para saber que estar bien informado no es leerlo, oírlo, verlo todo. Basta con que elija una opción”.

Entonces, aparece el síndrome de Stendhal informativo, el germen de una sociedad enferma por sobredosis de información. Pero, atención, no lo dudemos: lo contrario –un escenario con menos medios- es mucho peor. A menos pluralidad, menos libertad. Si se formula una pregunta en el sentido de si es bueno que en nuestro país los consumidores de información dispongan de dos mil ochocientas noventa y cuatro opciones para informarse, hay que hacer todo lo posible para ofrecer una respuesta determinada.

Si buscamos alguna arista positiva, encontraremos seguramente la exigencia de madurez al lector. Es cuestión de saber elegir entre esa multiplicidad de canales. Sostiene Laviana que los periodistas salen beneficiados de esta situación. Es como si fuera un factor de autoexigencia. Hay que ganarse la diferencia todos los días. Ahora bien, el lector debe acostumbrarse al nuevo escenario. Debe aprovecharse de la riqueza de visiones diferentes y sentirse cómodo en esta situación en la que hay que buscar todos los días la mejor opción para estar informado. Eso sí, obliga al lector a pasar de una actitud pasiva ante el gran caudal de noticias y opiniones a una postura activa para distinguir y elegir la mejor opción. “Es lo que tiene la libertad, que posibilita elegir, pero, a cambio, exige descartar”, concluye.


domingo, 19 de diciembre de 2021

La desconfianza ha vuelto

 

Las cancelaciones de reservas turísticas galopan. El aumento de contagios a raíz de la aparición de la variante ómicron de la COVID-19, tanto en nuestro país como en otros que son emisores, y las progresivas restricciones de varios gobiernos que se están viendo desbordados, abren las ventanas de otra crisis cuando las de la anterior no se habían cerrado del todo. Si a ello se suman las cancelaciones de reuniones sociales en fechas tan señaladas, estaremos ante otra tormenta perfecta.


En el seno de organizaciones empresariales, ya se habla de desconfianza en el viaje que prende muy fácilmente en circunstancias como las que se padecen. Hay habla de efecto devastador para el turismo. Canarias, en plena temporada alta, no se libra de la oleada de anulaciones. Las exigencias de vacunación completa a los menores de 12 a 17 años son determinantes. Esta circunstancia ha motivado incluso la decisión colectiva del turoperador británico ‘Jet2.com’ de cancelar sus operaciones con España hasta después del 10 de enero relacionadas con menores de esta franja de edad. Para Ashotel, las cancelaciones de reservas ya alcanzan el cuarenta por ciento.


Pero no hay duda de que la cosa se vuelve a complicar. Lo saben en el sector, donde se respira un clima de intranquilidad. Ha resurgido la desconfianza. Y FITUR está ahí, a la vuelta de la esquina. Sin olvidarnos de las consecuencias que tiene para el mercado alemán la cancelación de la ITB (Berlín) presencial, anunciada el pasado jueves. Son dos citas promocionales de envergadura.


"Es un exponente de la sensación que hay en Alemania con respecto a los viajes. De que esto va a durar y va a ser complicado. Eso llega a la mente del consumidor y pospone su deseo de viajar, hasta que haya mayor seguridad. Creemos que últimamente se está produciendo de manera muy rápida una desconfianza en el viaje”, ha advertido el secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), José Ramón Estalella.


Lo peor no es que las reacciones puedan resultar tardías sino que están muy condicionadas. Hacer previsiones, según el propio Estalella, es afrontar de lleno la incertidumbre generada por la variante ómicron. Las cosas cambian a una velocidad de vértigo, según se van conociendo decisiones de los gobiernos, lo que implica la fragilidad de los planes, especialmente en lo que concierne a contrataciones y precios.



sábado, 18 de diciembre de 2021

Impacto de la pandemia en Canarias

 

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar unos datos de Contabilidad Regional de España (CRE) que incluyen el año 2020 y que revelan hasta dónde ha sufrido Canarias en su economía las consecuencias de la pandemia generada por la COVID-19.

Un primer dato: el Archipiélago redujo su potencial de generación de riqueza, medido en términos de Producto Interior Bruto (PIB) regional, en nada menos que el 18,1% respecto al ejercicio anual precedente, 2019, que fue un año de los considerados normales.

Segundo dato: el PIB regional de Canarias en 2020, a precios corrientes, llegó a 39.162,6 millones de euros, por los 47.483,5 millones de 2019.

Ese potente impacto de la COVID-19 en la economía regional de 2020, sobre todo por las limitaciones a la movilidad de las personas y por las consecuencias singulares de la crisis sanitaria en la principal actividad económica de las Islas, el turismo, muy dependiente del exterior, supuso que el Archipiélago fuera la segunda región española con mayor caída relativa del PIB, con menos 18,1%, según las estimaciones reseñadas y solo algo menos que la comunidad autónoma con peor registro, Baleares, con menos 21,7%.

El efecto negativo de la COVID-19 en la salud pública y la movilidad de las personas y, con ello, en el sector turístico canario motivó que el Archipiélago redujera su potencial de generación de riqueza hasta 7,3 puntos más que la media española, en el -10,8%

La fuerte caída del PIB de Canarias en 2020 por la crisis sanitaria mundial desencadenada por el coronavirus implicó para las islas la pérdida de 18 puntos en su PIB regional, lo que representó 7,3 puntos más que la media nacional, en el 10,8 de caída en ese mismo año respecto a 2019. El promedio europeo se situó en menos 5,9%, casi la mitad del retroceso del Estado miembro España.

En términos absolutos, la pérdida de riqueza que ha afectado a Canarias representa el 6,5% de todo el valor medido para la caída del PIB español, lo que da buena cuenta del enorme impacto económico que tuvo la COVID en el Archipielago a lo largo de 2020. Ese dato absoluto de PIB per cápita supone que Canarias sea en 2020 la comunidad autónoma con riqueza repartida entre residentes más baja de España, con un valor absoluto que equivale al obtenido en 2002.

En definitiva, un impacto notable en el conjunto de la productividad económica de las islas. Ahora es cuando nos damos cuenta del alcance de lo que significa la merma de actividad en el sector servicios, muy dependiente de la llegada de viajeros desde el exterior.


viernes, 17 de diciembre de 2021

La reforma pendiente

 

Que la COVID-19 y sus variantes vinieron para quedarse se comprueba con la vertiginosa multiplicación de contagios que han frenado, en plenas vísperas navideñas, la recuperación económica y el tan cacareado regreso a la normalidad. Las circunstancias de la convivencia no son nada edificantes y hacen temer un empeoramiento o un retroceso cuyos límites son imprevisibles de pronosticar. Muchos planes han hecho añicos y ahora hay que concentrarse en cómo salimos de esta cuando hasta falla el sistema de distribución de vacunas en algunos países –cercanos por cierto- para desespero de sus habitantes. Cómo será la cosa cuando el gobierno francés ha decidido prohibir la entrada de turistas procedentes del Reino Unido (Solo podrán acceder al país galo, con un test negativo, aquellas personas que justifiquen un motivo “imperioso”, por lo que quedan exentos los viejos de ocio o profesionales).

Pues a ver hasta dónde llegan las consecuencias de este frenazo motivado por ómicron, por la insuficiencia e incumplimiento de las medidas adoptadas, principalmente desde el punto de vista preventivo, y por el comportamiento irresponsable y negligente de personas que sugieren no vacunarse o no lo hacen a conciencia, no se sabe muy bien si en un alarde de ignorancia, osadía, valentía o absurdo empecinamiento.

En España, la evolución positiva del mercado laboral de los últimos meses puede verse quebrada si el retroceso de sus fuentes de reactivación económica se prolonga y se consolida. Es sabido que el Gobierno viene trabajando y negociando con los agentes sociales desde hace más de un año en la reforma y mejora de la legislación laboral. Y también se sabe que el régimen excepcional de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), de muy estimables resultados para mitigar el impacto de la crisis, concluye a finales de febrero del próximo año. Tal como están las cosas, cuando menos, ello va a originar un nuevo debate sobre su posible prórroga o el establecimiento de un mecanismo normativo permanente para regular a largo plazo esta fórmula de protección laboral. Su implantación, tras la implantación del estado de alarma en marzo del pasado año, se ha convertido en una herramienta fundamental para intentar mantener el empleo en un momento de práctica paralización, o al menos de potente ralentización, de la actividad productiva. Como no parece que estas medidas extraordinarias puedan extenderse en el tiempo, se hace necesaria una reflexión sobre una futura regulación que haga del ERTE un instrumento útil también en situaciones de normalidad. No faltarán crisis empresariales que necesiten soluciones que impacten lo menos posible en el volumen de empleo.

El mercado de trabajo necesita estabilidad y ahora nuevas amenazas se ciernen sobre ella. La reforma pendiente vuelve a padecer incertidumbres aunque la ministra de trabajo, Yolanda Díaz, mantiene que las partes (Gobierno, patronal y sindicatos) firmarán, para su publicación, antes de que finalice el presente año. Sería una buena noticia, desde luego.