martes, 11 de marzo de 2025

Peculiaridades profesionales

 

Siempre se ha atribuido a los periodistas pautas de comportamiento referidas a la soledad, la bohemia, rarezas, costumbres singulares… en definitiva, peculiaridades que contribuían a definir no pocos rasgos de la personalidad.

Ahora que, en un breve lapso de tiempo, nos han dejado Luis Alemany Antonio Arozena, con quienes compartimos no pocos cierres de edición en Diario de Avisos, cuando andábamos por Santa Rosalía, 85 y Salamanca, 5, aún bajo la dirección de Leopoldo Fernández, recordemos algunos de esos rasgos que tenían el denominador común del amor por la profesión, por el cumplimiento de sus postulados y por la obra bien hecha.

Alemany, por ejemplo, llegaba de los últimos, pasadas las diez de la noche, a redactar su columna de la última página, cuando el grueso de la edición ya estaba procesado. Curiosa, curiosísima forma de escribir la suya: manuscribía la sección en una página con escasa inserción publicitaria de la edición del día del diario El País, aprovechaba al máximo los espacios libres. Una vez concluida la redacción, había que mecanografiar: a veces, dictaba; otras, tecleaba el mismo. Siempre buscaba la palabra adecuada para titular.

Tuvimos el privilegio durante muchos meses de leer aquellos originales escritos de Luis Alemany. Y de pasar la última página a la fase definitiva del proceso. ¡Qué tiempos aquéllos! ¡Qué noches de apuros! Cuando se retrasaba, o cuando releía su creación para retoques de estilo, no muchos. A veces corregía algún vocablo que le parecía inapropiado. Cuando finalizaba, recogías sus cosas, su chaqueta o su ‘pullover’ o su paraguas, y se marchaba lentamente, dando las buenas noches, mirando a diestra y siniestra. Era libre, desordenado, despreocupado, errante, o sea, las características propias del bohemio. Años después, su obra literaria y periodística mereció el Premio Canarias.

Antonio Arozena compartió muchos de esos momentos. Era el redactor de cierre el periódico. Se quedaba a esperar, aunque ya no hubiera nadie en la redacción pues algunos salíamos apretados a pillar la última guagua. Antonio era pausado para los apuros y la multiplicidad de precisiones que entrañaban su función. Corregir, revisar titulares, una tachadura que impedía comprobar el significado de lo que se quería decir, una foto sin pie, o peor aún, no correspondida con el texto de la información, el repaso de la primera o el resultado de una confrontación deportiva que era el verdadero cierre de la edición… Entonces, sí.

Antonio Arozena aguantó carros y carretas. Era una garantía en su puesto de trabajo. Era un profesional silencioso, discreto, de los que no le gustaba discutir cuando surgía alguna duda. Siempre con una desgastada edición del DRAE a mano. Esa era su biblia particular.

Igual salió al encuentro de Luis Alemany a repasar los últimos textos o las últimas pruebas tipográficas. Cuando aún se producían y manejaban.

Y la voz de Leopoldo retumbaba:

-¡Arozena, página!


lunes, 10 de marzo de 2025

Cita periodística en Las Palmas

 

El mentor de la cosa fue Francisco González Concepción, Paco, que trabajó y se movió de lo lindo en las dos orillas, siempre con sus cámaras fotográficas en todos lados, hasta cuando pescaba en la dársena del muelle de Santa Cruz de Tenerife y vio caer una avioneta. Algo pasó, que no precisamos, pero las fotos no fueron debidamente reveladas, de modo que lo que pudo ser un formidable reportaje periodístico, resultó frustrante. El fotógrafo estaba allí, que decíamos, pero su trabajo quedó incompleto, difuso, borroso. Para cabrearse con toda justicia. No importó: el siguió, erre que erre, en busca de nuevos impactos.

Y es que Paco se ha salido en la historia gráfica, en la historia ilustrada de Canarias, siempre presente en los grandes acontecimientos, atento observador de las movidas sociales, de día y de noche, en locales reducidos o en recintos que daban al exterior. Se ha salido, queremos decir, captándolo todo. O casi todo.

Ahora congregó (en Pueblo Canario, recinto sempiternamente singular en la capital grancanaria), a más de setenta profesionales del periodismo que dieron vida a este Encuentro de Periodistas Canarios, entre dos siglos, es decir, lo que estaban entre 1960 y 2000, XX y XXI, con licencia para la nostalgia y dieron rienda suelta al producto del retrospecto, viéndose las caras nuevamente, al cabo del tiempo, contándose las mil y una peripecias que el ejercicio de la profesión ha deparado, todos y todas rememorando las andanzas, las demoras, los trucos y las licencias para cumplir con una cobertura o un encargo que parecía imposible.

Allí estábamos quienes compartimos las vivencias de años y años, animados por el aguijón vocacional y las ganas de volcar en páginas, informativos y piezas de muy diversa índole, los conocimientos y las impresiones de la teoría adquirida en facultades y redacciones que, cuando estacionaba en escenarios acogedores de ruedas de prensa, se convertían en una prueba de capacitación.

Prensa escrita, radio en directo, grabaciones, una transmisión audiovisual… Los periodistas, por lo general, tenían muy claro que no eran protagonistas. Todo lo más, notarios de la actualidad que daban fe de lo que acontecía. Y allí estaban con tal de cubrir la noticia. De hacer un despiece. De hacer atractiva la información. De incentivar el interés de lectores, radioescuchas y televidentes.

Para todos los que acudimos, aquellos fueron años memorables, cada quien en su función, hasta buscar el resultado de un encuentro de categoría regional, o aguardar un tardío o revisado revelado de una foto con aquellos métodos rudimentarios. Años de esfuerzo y dedicación, cuando la competencia era una noble lid, cuando la utilización de lineas microfónicas, a dos o cuatro hilos, era un logro difícil de explicar a quienes recibían la señal en su receptor.

Todos preguntando por los ausentes. Todos añorando su entrega y su sacrificio, su compromiso, su arte para estar omnipresentes y para encontrar un desplazamiento seguro hasta la sede del periódico o de la emisora.

Quisimos saber de Segundo Almeida, claro. Y de Armando Marcos. Satisfizo compartir mesa con Pepe Martín Ramos. Y saludar, junto a Leopoldo Fernández y Gustavo Armas que acudieron desde Tenerife, a tantos y tantos compañeros que siguieron siendo los de siempre cuando la información se pobló de gabinetes de comunicación y modalidades de transmisión de información que eran la traducción del salto que, consciente o inconscientemente, estábamos dando siempre entre apremios.

A Paco González Concepción empezaron a caerle ofertas para que volviese a Tenerife y organizase un encuentro similar, eso, de ámbito regional. Siquiera para constatar que, en el fondo, siempre estuvimos cerca unos de otros. Y para hacer ver a las nuevas generaciones de periodistas, esas entre el desaliño, la desmotivación, los avances tecnológicos y el teletrabajo, que donde hubo, siempre queda.


viernes, 7 de marzo de 2025

Aeropuerto como hogar

 

El sinhogarismo va alcanzando niveles inquietantes poniendo de relieve la gravedad del problema de la escasez de viviendas. Los ‘sintecho’ se amontonan en aeropuertos, al menos en algunos donde el número de refugiados aumenta a diario, tal como reflejan las noticias fechadas en Madrid, Barcelona y Palma. He ahí la primera gran paradoja: en el segundo país con más turistas del mundo, los aeropuertos se han convertido en hoteles (quizá sea demasiado ostentoso emplear este término) para quienes no disponen de casa o alojamiento estable. Esto es lo cierto: cientos de personas duermen a diario en algún espacio de los edificios terminales de los aeropuertos de esas ciudades. Se supone que alguna medida (no exclusivamente de desalojo policial) deberían haber tomado las administraciones competentes pero no ha trascendido.

El problema es especialmente grave en Barajas, donde se dan cita diariamente medio millar de 'sin techo' . Los trabajadores del aeropuerto madrileño dicen que están hartos de esta situación y aseguran que las cuatro terminales del aeropuerto se han convertido en una "ciudad sin ley". Aseguran, según hemos podido leer, que en las instalaciones aeroportuarias campan a sus anchas mafias, delincuentes y prostitutas, mientras Aena dice que no puede hacer nada y espera que el problema sea resuelto por los servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid, ya saben la administración más cercana.

A medida que pasan los días y no se aprecian medidas correctoras, la realidad, más que la imagen, va complicándose y exige que por parte de quien corresponda o de forma coordinada se ponga freno a este fenómeno emergente en emplazamientos clave para el funcionamiento del país. Los testimonios, por ejemplo, sobre la situación que está viviendo Barajas muestran un aeropuerto sin ningún control. "Hay gente que no tiene casa y duerme en el aeropuerto, pero también hay indigentes que roban a los pasajeros", ha manifestado una de las trabajadoras de este recinto.

Desde el sindicato Alternativa Sindical afirman que los ‘sintecho’ hacen sus necesidades en los mostradores de facturación, escondidos, mientras otros han sido pillados en los aseos consumiendo droga. En el aeropuerto con más tráfico aéreo de España, los mendigos llegan a dormir en los ascensores e impiden el paso a los pasajeros, pero nadie hace nada.

En el aeropuerto de Barcelona se vive una situación parecida a la de Madrid, pero no tan grave. En el Prat calculan que un centenar de personas duermen todas las noches a cubierto en las terminales. Algunos 'sin techo' sufren problemas mentales, otros adicciones, y las instituciones no se ponen de acuerdo sobre lo que tienen que hacer para resolver el problema, aunque da la sensación de que nadie quiere asumir esta responsabilidad. Como en Madrid, las instituciones se lavan las manos.

En Palma duermen a diario decenas de sintecho en el aeropuerto. Hasta hace poco lo hacían en uno de los aparcamientos, pero ahora  duermen repartidos en la terminal de salida. Por la noche se organizan y se juntan en un mismo espacio para sentirse más seguros. Dicen que algunos pasajeros les increpan y molestan mientras duermen.

¿Y qué dice Aena? Pues alega que no puede hacer nada para evitar la presencia de mendigos en el aeropuertos ya que las competencias sociales son de comunidades autónomas, ayuntamientos y otras instituciones que, teóricamente, deben atender y resolver la situación de estas personas. Y mientras los sin techo no alteren la operativa del aeropuerto, no pueden tomar ninguna medida. Pero lo cierto es que resignarse o cruzarse de brazos no parece lo más positivo ni edificante.


jueves, 6 de marzo de 2025

Cobrar sin trabajar, ya es mucho...

 

En la barahúnda que envuelve la trama del denominado caso Koldo, que por extensión afecta al ex ministro José Luis Ábalos, hay un hecho llamativo: una testigo, que mantuvo una relación sentimental con el actual diputado del Grupo Mixto en el Congreso, ha reconocido en sede judicial, ante el juez instructor, Leopoldo Puente, que admitió haber cobrado durante dos años y medio de dos empresas públicas, ‘Ineco’ y ‘Tragsatec’, pese a no haber asistido ni un solo día a su puesto de trabajo y no haber realizado ninguna labor.

La acusación particular considera que la testigo pudo incurrir en un delito contra la Administración Pública del artículo 406 del Código Penal. Este ilícito prevé multas para quienes acepten su nombramiento, por parte de un funcionario, a sabiendas éste de que no se cumplen los requisitos legales para que la persona elegida acceda al puesto.

Que siga el procedimiento judicial su curso, a la espera de más pruebas y más consideraciones que determinarán la suerte final de los encausados, pero desde ahora hay que reprobar los métodos y las formas empleadas para facilitar el acceso a un empleo, dependiente de la administración pública, de personas que, sencillamente, no reunían los requisitos para hacerlo.

Estas cosas no se hacen, máxime cuando al final, más tarde o más temprano, están expuestas a ser descubiertas. Estas cosas chocan con principios elementales y quienes las propician o o las inducen causan un daño inconmensurable: al sistema, a otras personas, a cientos y cientos de desempleados, al buen nombre, a la credibilidad…

Pero es que esto de cobrar sin trabajar, ya es mucho. Concurren las bases de la picaresca o del fraude… pero ya es haber llegado demasiado lejos. Cuando se atreven a tanto, simplemente, no hay principios ni vergüenza. Así, ni se avanza ni se progresa.

Pensar que hace años nos inventamos aquello de una ciudad socialmente avanzada…

Y encima es el derechío el que se permite ruborizar con su denuncia. Legítima y procedente, por supuesto.

Lástima, mucha lástima.

miércoles, 5 de marzo de 2025

Un penalti para los restos

 Al mediodía de ayer, en la Peña de Francia y en el cementerio católico de San Carlos, en el Puerto de la Cuz, recibieron cristiana sepultura los restos mortales de Alfredo García Hernández, un portuense protagonista de múltiples vivencias, unas cuantas circulantes en el imaginario popular, entre varias generaciones, y otras muchas deformadas por las exageraciones y añadidos que servían para redondear los relatos que seguían a los cuentos. No pudo ver el encuentro europeo de anoche, primero de una eliminatoria en la que había volcado no pocas ilusiones, como hacía siempre, soñando y aspirando de rojiblanco, de colchonero. Para él, ir a remolque no fue nunca señal de abatimiento.


Alfredo, popularmente reconocido como ‘Alfredín’, era hijo de un matrimonio ejemplar, don Alfredo y doña Loreto, propietarios de una venta de ultramarinos en las proximidades de la plaza de la Iglesia, junto al despacho parroquial. De ‘Alfredín’ se cuenta que disfrutó de una adolescencia generosa en atenciones familiares mientras desesperaba a algunos profesores (en cierta ocasión Roger Montes de Oca terminó carcajeando, después de preguntarle tropecientas veces la ecuación de los gases perfectos), probó en los equipos juveniles de fútbol de entonces, se aficionó desde muy joven al Atlético de Madrid (hasta el punto de presumir de contactos y amistades con algunos de sus técnicos y componentes), se hizo profesional de la hostelería, era interventor de mesa habitual en las jornadas electorales y se relacionó con dirigentes políticos y sindicalistas, cuyos círculos frecuentaba.

Pero hay un lance que identificó a ‘Alfredín’ para los restos: el célebre penalti, el penalti de ‘Alfredín’. Es de los episodios más comentados del fútbol portuense. Quienes lo presenciaron, aún lo comentan con fruición. Es, en ese sentido, algo más que una anécdota, hasta el punto de que aún hoy, cuando algún jugador yerra el lanzamiento o lo hace de forma muy defectuosa, siempre se escucha: ‘”El penalti de Alfredín”.

El caso es que Jugaban en El Peñón dos equipos locales de aficionados. Eran frecuentes esos partidos en los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo. Hasta hubo campeonatos. En uno de esos encuentros, muy competido e igualado según cuentan, Celestino Padrón Molina (q.e.p.d.), que solía jugar de extremo izquierda y que con el paso de los años, por tal razón, fue popularmente conocido como Ormaza, en alusión a un extremo zurdo del Athletic Club de Bilbao, fue derribado dentro del área. El árbitro señaló lo que durante muchos años se llamó máxima pena. 

Mientras Padrón se dolía en la cancha y era atendido (“¡Ay, mi vientre; Ay, mi vientre!”, se escuchaban sus lamentos), los demás jugadores discutían quién lanzaba el penalti. Al final, se decidió -o decidieron- que fuera Alfredo García Hernández, el más que popular ‘Alfredín’, que era corpulento y despejaba con contundencia. Además, lucía un calzado puntiagudo, con tacos en forma de chasis, muy propio para los campos de tierra. 

En medio de la natural expectación, con el portero bajo palos y los demás futbolistas al borde del área, por lo que pudiera pasar, ‘Alfredín’ colocó el balón, tomó carrerilla y procedió al lanzamiento, Unos dicen que con la pierna izquierda y otros, con la derecha. Da igual, porque lo cierto es que lo hizo con tal fuerza y con tal potencia que no solo se marchó por encima de la portería sino que traspasó los límites del campo. 

Dicen que a Celestino Padrón se le quitaron de golpe todos los dolores cuando vio que aquella oportunidad de ganar el juego se había esfumado… por culpa de ‘Alfredín’. Y que al lanzador le cayó toda suerte de reproches al terminar el partido. Alguien apuntó que había sido por aquellas botas relucientes y puntiagudas. Lo cierto es que surgieron chanzas y bromas sin cesar. Durante mucho tiempo, durante décadas han estado circulando. 

El balón fue a parar al “risco Moris”, era una de ellas. “Todavía están buscando el balón”, dijeron otros. “Aún no ha caído la pelota”, apuntan con inevitable sonrisa. “Se desinfló en el aire del punterazo que le pegó”, bromearon terceros. 

Probablemente, haya sido uno de los lances más singulares del fútbol portuense. No tuvo la trascendencia de los que han fallado jugadores internacionales; pero las circunstancias permiten recordarlo, sin querer comparar, con generosidad anecdótica. 

Por ese lance y por otras muchas cosas, te recordaremos, Alfredín.



lunes, 3 de marzo de 2025

España, una de las democracias plenas

 

La Economist Intelligence Unit (EIU), una unidad de negocios independiente en el grupo The Economist, cuyo actual director editorial es Robin Bew, ofrece pronósticos y asesoramiento económico a sus clientes: análisis de países, industrias y gerencia. También elabora informes: las "ciudades más vivibles" del mundo, el Índice de calidad de vida y el Índice de democracia.

España vuelve a consolidarse como una de las democracias plenas del mundo, según se desprende de la última entrega de EIU en la que se sitúan los niveles de estabilidad democrática de todos los países. De esta manera, nuestro país se alza con una valoración del 8 sobre 10.

Es gratificante comprobar, según se aprecia en el mapa universal, que España se sitúa como el sexto país del G-20, por detrás de Australia, Alemania, Canadá, Japón y Reino Unido. A su vez, en cuanto a la Unión Europea y sus 27 miembros, se postula en noveno lugar, después de Suecia, Finlandia, Dinamarca, Irlanda, Países Bajos, Luxemburgo, Alemania y Austria.

Esta valoración coincide en una fase en la que se cuestiona el proceder del funcionamiento del sistema democrático en nuestro país. Se multiplican las dudas sobre el desenvolvimiento democrático interno de los partidos políticos y está en tela de juicio, casi permanentemente, la credibilidad de los medios de comunicación, un hecho que se considera primordial para las respuestas de la ciudadanía a los problemas que van surgiendo. En otros estudios de opinión, los resultados sobre la realidad y la expectativas que genera la democracia, son más bien decepcionantes.

En el plano de Iberoamérica, España se postula en la tercera posición detrás de Uruguay y Costa Rica. Es como si su institucionalidad se mantuviera firme. A su vez, en el plano de los países mediterráneos, España marca el paso al situarse primera, antes así que Francia, Italia, Portugal, Grecia, Malta, Israel o Chipre.

Según se deduce del Índice de Democracia 2024 de la EIU, la tendencia mundial registra una disminución en su cómputo global de 5,23 puntos en 2023 a los actuales 5,17 puntos, con una bajada generalizada de sus respectivos datos de hasta 130 países de los 167 cubiertos.

Así las cosas, advierte el informe que más de un tercio (39,2 %) vive bajo regímenes autoritarios, en concreto, hasta 60 países, un aumento de un punto en comparación con el año previo y de hasta ocho con 2014. Asimismo, distintos países han ascendido a “democracia plena”, como es el caso de Portugal, República Checa y Estonia.

Bajo el plano de Europa Occidental se registra la cifra más alta de todas con 8,38 puntos, siendo la única que subió su puntuación global. Mientras, Estados Unidos no sufrió variaciones en 2024, aunque continúa siendo considerado como “una democracia defectuosa”, en el puesto 28 mundial. El autoritarismo y el auge de las soluciones extremistas de la ultraderecha -alguna de las cuales irrespetan el proceder democrático- son factores inquietantes.


sábado, 1 de marzo de 2025

Cese el espectáculo

 Gringo pendenciero y autócrata, 'go home'.