El balance anual de la
organización Reporteros sin Fronteras (RsF) es determinante: este 2025 ha sido
el más mortífero para los profesionales de la información. El odio y la
impunidad cercan a una libertad de prensa más amenazada que nunca.
Gaza ha sido el escenario principal de este
baño de sangre, donde Israel ha matado a casi la mitad de los 67 profesionales de los
medios de comunicación, de 22 países, asesinados en los últimos doce meses. Además, en la Franja, el 79 % de los
periodistas han sido víctimas de la guerra o del crimen organizado. Los locales
son los que pagan el precio más alto: solo dos periodistas
extranjeros han sido asesinados fuera de su país; todos los demás han sido atacados mientras
hacían su trabajo de informar desde sus propios países. De los 67 periodistas
que han sido asesinados por ejercer su profesión, 37 de ellos murieron por
fuerzas armadas —regulares o no— y 16 por el crimen organizado.
El crimen organizado también ha sido
responsable de un aumento preocupante de las matanzas contra reporteros en
México: este es el año más letal de los últimos tres. En Ucrania, el Ejército
ruso no ha dejado de agredir a los profesionales de los medios, mientras Siria
sigue siendo el país con el mayor número de informadores desaparecidos del
mundo, un tercio del total. Se desconoce el paradero de muchos reporteros
detenidos o secuestrados durante el régimen de Basar al Asad, incluso un año
después de su caída.
Hay otros aspectos del informe de RsF
reveladores de los preocupante que es el ejercicio del periodismo en
determinados lugares. Por ejemplo, China, convertida en la mayor prisión de
periodistas del mundo. A 1 de diciembre de 2025, 503 periodistas estaban
detenidos en 47 países del mundo. RSF desglosa la cifra: 113 profesionales de los medios permanecían
encarcelados por el régimen de Xi Jinping, a los que hay que añadir otros ocho periodistas en Hong
Kong. China sigue siendo la mayor prisión de periodistas del mundo: tiene tantos detenidos
como Rusia y Birmania juntas. Pekín "se mantiene (121), aunque Moscú
(48) —que se une al podio de carceleros por delante de Birmania (47)—, es el
país con el mayor número de reporteros extranjeros detenidos: 26
ucranianos".
Pero es el líder ruso, Vladímir Putin, quien ha llevado a cabo la peor represión a
la prensa en 2025, convirtiéndolo en el peor año desde la caída de la URSS, y
ha alcanzado su peor puesto en la Clasificación Mundial de la Libertad de
Prensa (171). Desde su llegada al poder en 2000, los periodistas son
amenazados, encarcelados, agredidos o asesinados. Y, desde la invasión a gran escala de
Ucrania en 2022, 16 profesionales de los medios han sido asesinados por el Ejército ruso, tres de ellos en 2025. 48 siguen encarcelados,
entre ellos 26 reporteros ucranianos. El informe denuncia que el país euroasiático encarcela
al mayor número de periodistas extranjeros de todo el mundo, seguido de Israel,
que tiene a 20 periodistas palestinos encerrados en cárceles israelíes. De
ellos, 16 han sido detenidos en los dos últimos años en Gaza y Cisjordania.
Además, el ambiente represivo que se respira
en Rusia se extiende por Georgia, Azerbaiyán o
Bielorrusia, entre
otros, por lo que ilustra "los graves peligros que acechan a la libertad
de prensa en los países del antiguo bloque soviético", denuncia la
organización.
Otro dato importante que destaca el informe
presentado el pasado martes es que el 72 % de los periodistas
desaparecidos lo fueron en Oriente Medio y América Latina. Este año 135 periodistas siguen
desaparecidos en 37 países de todo el mundo, "algunos desde hace
más de 30 años".
Ningún continente se libra de esta lacra, pero los países que lideran las
listas de periodistas desaparecidos son Siria, Irak y México. En Siria se
calcula que hay 37 reporteros en paradero desconocido. RsF recuerda que muchos
eran rehenes del Estado Islámico o prisioneros de Bashar al Asad, pero pese a
la caída de ambos, aún no ha sido posible localizarlos. Además, "la
llegada al poder de elementos de la organización yihadista siria Hayat Tahrir
al Sham (HTS) no impide que este grupo siga reteniendo a varios periodistas y
que deba liberarlos", recriminan en este informe.
"Y hasta aquí nos trae también la impunidad: el fracaso de las organizaciones internacionales, incapaces ya de hacer valer el derecho a la protección de los periodistas en conflictos armados", argumenta Thibaut Bruttin, director general de RSF. En su opinión, esto "es fruto del declive del coraje de los Gobiernos, que deberían aplicar políticas públicas de protección". Además, continúa: "De ser testigos privilegiados de la historia, los periodistas se han convertido progresivamente en víctimas colaterales,
Además, continúa: "De ser testigos privilegiados de la historia, los periodistas se han convertido progresivamente en víctimas colaterales,
Además, continúa: "De ser testigos
privilegiados de la historia, los periodistas se han convertido progresivamente
en víctimas colaterales,