martes, 2 de diciembre de 2025

Felices, vigilantes y resilientes

 

La conmemoración del 115º aniversario del nacimiento de “La Prensa” nos recuerda la vigencia del valor del periódico como garante de algunas de las libertades que protege —en su artículo 20 y como un derecho irrestricto— la Constitución Española de 1978. A esa tarea se aplicó desde 1910 Leoncio Rodríguez, sobresaliente contemporáneo de Patricio Estévanez Murphy, fundador y primer presidente, ocho años antes, de la organización que presido.

Aunque siendo este un hito tan inusual como importante, conviene aprovechar el hito para recordar —editores, periodistas, anunciantes y lectores— la importancia vital de los medios de comunicación en una sociedad que, a caballo de los cambios impuestos por los avances tecnológicos de este siglo, modificó los hábitos de lectura y las vías por las que accede a lo que se entiende ahora por comunicación social, un concepto bien distinto al que manejó el mismo Rodríguez naciendo el siglo pasado.

Más allá de la discutida “vida útil” del periodismo impreso —un debate interesante, pero no nuclear, incluso para los que crecimos y trabajamos entre linotipias y rotativas—, apunto como retos inmediatos otros que sí han venido para condicionar el papel del periódico y de los periodistas. Así, antes Internet, las redes sociales y los “influencers”; y ahora, como último elemento disruptivo, la Inteligencia Artificial (IA). Tomar lo mejor de estas herramientas, sin perder la condición de intermediadores necesarios entre lo noticioso y el lector, sería entonces el reto —tan descomunal como urgentísimo— a riesgo de que el tsunami de la desinformación y la inmediatez mal entendida reduzcan a la mínima expresión el valor del oficio periodístico.


(Nota del autor.-Artículo aparecido en el suplemento de la edición del pasado domingo 30 de  noviembre en EL DIA-La Opinión de Tenerife, con motivo del 115 aniversario de 'La Prensa', cabecera fundada en 1910 y origen del periódico).

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