martes, 9 de diciembre de 2025

ATAJAR LOS PELIGROS EN EL LITORAL, LABOR DE TODOS

 

Canarias continúa en prealerta por fenómenos costeros que afectan, principalmente, al litoral norte de Gran Canaria, así como a costas del norte y del oeste de El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote.

Esto quiere decir que continúa el peligro y que los riesgos son evidentes, como cada vez que se produzca esa declaración a la que los turistas no hacen caso. Menudo problema.  

Cuatro personas muertas y una desaparecida, a la que aún se busca, es el balance por ahora de la tragedia ocurrida el pasado domingo en una piscina natural de la costa suroeste de Tenerife, en el municipio de Santiago del Teide, que estaba precintada y vallada por estar vigente desde el viernes una prealerta debida al fuerte oleaje.

 Pero recordemos que esta tragedia se ha producido justo un mes después de que otras tres personas fallecieran en Tenerife y quince más resultaron heridas por golpes de mar en varios accidentes ocurridos en la misma jornada, el 8 de noviembre. El más grave sucedió en el muelle del Puerto de la Cruz, cuando una gran ola arrastró al mar a diez personas, una de las cuales falleció.

Hemos tratado, en los tiempos que trabajamos en la Delegación del Gobierno, con Sebastián Quintana, periodista, promotor y presidente de la Asociación ‘Canarias 1.500KM de Costa’, quien recordaba este lunes en declaraciones a la televión pública canaria que llevan “años reivindicando que haya un socorrista” en las piscinas naturales del acantilado de Los Gigantes, no solo para labores de auxilio, sino para ofrecer información y recordar las prohibiciones. Quintana va incluso un paso más allá y pide replantearse “la clausura de este punto como zona de baño” de manera definitiva. Nadie mejor que él para dimensionar adecuadamente este fenómeno que afecta al litoral canario y que se está convirtiendo en un etiqueta de peligrosidad para la oferta turística de las islas.

Habrá que atajarla, claro, porque la difusión de estos sucesos circula a gran velocidad por redes sociales. Sebastián Quintaba insiste una y otra vez en la sensibilización colectiva y en la prevención. Es primordial advertir y hacer ver, incluso en el último instante cuando los bañistas y usuarios de playas y piscinas han desafiado todos los límites, haya señales indicadoras o no, que el Atlántico, cuando se agita, es muy traicionero y sus golpes son muy difíciles de sortear. La tarea es también de las administraciones con las dotaciones de socorristas y señaléticas visibles y apropiadas. Y del personal de hoteles y establecimientos, con esa información verbal que ha de ser persuasiva. Se trata de conformar un escudo protector y preventivo para evitar desgracias.

Los cuatro fallecidos en Santiago del Teide son turistas, según confirmó el alcalde, Emilio Navarro, quien ha informado de que ese charco o piscina natural está expuesto al oleaje. Por eso hay carteles que advierten del peligro y por eso se valla y se precinta cuando hay alertas, aunque muchas personas se saltan las restricciones y acuden al sitio por su promoción en las redes sociales.

Se ha comprobado que en la mayoría de accidentes en el mar en Canarias registrados en 2025 están involucrados turistas y en dentro de ese porcentaje, la mayor parte sucedieron cuando en el archipiélago estaban activas alertas o prearlertas por fenómenos costeros adversos. “El 60% se había introducido en el agua”, continúa Quintana, “o se habían acercado de forma negligente a la costa”.

Atajar este fenómeno, labor de todos.

 

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