Es una fecha
que hay que tener muy en cuenta. Y respetar. Se conmemora hoy el 47 aniversario
de la Constitución española de 1978, ya tiempo suficiente para considerarlo un
logro de la ciudadanía española que nos ha permitido construir un espacio de
convivencia en el que aunar un gran proyecto colectivo y, al tiempo, reconocer
y garantizar las diversidades y diferencias que conforman nuestro país.
En efecto, el
día 6 de diciembre de 1978 la Carta Magna trajo modernidad a España, libertades
a sus ciudadanos y un marco normativo sólido a sus instituciones, la base sobre
la cual nuestro país ha construido un Estado Social y Democrático de Derecho
estable.
La Constitución
Española de 1978 fue aprobada en referéndum por el conjunto de los españoles y
en estos años el sistema democrático ha ido conformando en la sociedad española
unas formas de comportamiento que se presentan ligadas al diálogo, la crítica constructiva
y las decisiones compartidas reconociendo a los ciudadanos una serie de
derechos fundamentales y libertades públicas, las cuales están garantizadas en
la propia Constitución y que fruto de este trabajo entre todos y todas en
democracia, ha fortalecido el sistema como garante de la paz social, la
convivencia y el desarrollo de la España plural que hoy disfrutamos.
Otra cosa
distinta es que el ambiente político, las relaciones entre los partidos, la
aparición de formaciones extremistas y radicales, las discordias y el irrespeto
estén sembrando cizaña maliciosa y haciendo la convivencia cada vez más
complicada. De ahí la importancia de este aniversario. La Constitución debe
estar por encima de todo.
Porque ha
permitido a España consolidar su democracia y progresar en todos sus ámbitos:
crecimiento económico, desarrollo social, igualdad y pluralismo; hechos que,
sin duda, merecen el reconocimiento de las instituciones con actos de homenaje
que permitan a los españoles celebrar aquella fecha histórica.
Hay que seguir
apostando por el futuro. Es necesario y hace falta un espíritu generoso y
voluntad de pacto y concordia como el que demostraron aquellos que alumbraron
la Carta Magna. Conmemorar la Constitución Española significa rendir homenaje
al conjunto de la ciudadanía española, garantizándole el acceso a todos los
derechos contenidos en ella, al Estado Social, a la Democracia y al Estado de
Derecho.
La Constitución
ha generado una considerable transformación en lo concerniente a la asunción de
funciones públicas y al trabajo por la sociedad y la comunidad, ya que a todos
y a todas se nos otorga la posibilidad de ser representantes políticos, de ejercer
una función de servicio público, de defender un modelo de sociedad y
de participar de esta forma pública con compromiso y respeto a la
Constitución que nos representa al conjunto de los españoles.
España es un
Estado Democrático, un Estado Social, un Estado de Derecho. Decir hoy
Constitución es decir España y decir España es decir Constitución y los
consensos logrados por la sociedad española en 1978 que, con valentía,
generosidad y diálogo permitieron una salida ejemplar de la dictadura a través
de acuerdos de amplias mayorías sociales haciéndonos libres e iguales, con
obligaciones y derechos fundamentales garantizados por la Constitución.
Tal día como
hoy, hace cuarenta y siete años, ganamos
una Carta Magna, fruto del verdadero patriotismo, la generosidad y
demostrando que es perfectamente compatible proteger las diferencias entre los
distintos territorios que componen nuestra nación y al mismo tiempo establecer
marcos comunes que fortalezcan una España democrática y así conformamos una
unidad en la que nadie se le niega su perspectiva y que nos pone de acuerdo en
lo fundamental ya que refrendamos que las identidades suman y conviven, no confrontan.
No lo echemos a
perder.
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