viernes, 3 de octubre de 2025

Goodall

 

Jane Goodall, fallecida en Estados Unidos, a los 91 años de edad, tampoco verá culminado el proyecto de reconstrucción de la Casa Amarilla, en el Puerto de la Cruz, causa que abrazó sin reservas cuando desde la universidad de La Laguna, conscientes de la importancia que había tenido en el estudio y experimentación de los chimpancés, promovieron la iniciativa. La última vez que vimos a Goodall fue en el programa ‘La Revuelta’ (RTVE), en una entrevista interesantísima de David Broncano, a quien se veía fascinado por la sabiduría de la científica.

La doctora Goodall, Mensajera de la Paz de la Organización de Naciones Unidad (ONU) y fundadora del instituto que lleva su nombre -treinta oficinas en todo el mundo-, falleció debido a causas naturales. Se encontraba en California, una de las estaciones de la denominada gira de oraciones en los Estados Unidos. Los descubrimientos de la doctora Goodall como etóloga revolucionaron la ciencia, y ella fue una defensora incansable de la protección y restauración de nuestro mundo natural, según se afirma en una nota del instituto.

Goodall es una figura relevante en el mundo de la zoología. Dedicó gran parte de su vida profesional al estudio de los chimpancés salvajes en Gombe (Tanzania), siendo considerada por la comunidad internacional como la mayor experta mundial en estos animales y sus complejas estructuras sociales. La trayectoria de Jane Goodall en el estudio de los chimpancés comenzó en el año 1960 cuando ella y su madre, Vanne, llegan a las orillas de la reserva de chimpancés de Gombe Stream, en el oeste de Tanzania, siendo en 1963 cuando sus investigaciones llegaron por primera vez a la revista ‘National Geographic’ (NG) bajo el titular Mi vida entre los chimpancés salvajes

La película documental del mismo título también llegó en 1965, doce años antes de la creación del Instituto Jane Goodall, para continuar con sus investigaciones sobre los chimpancés, así como para ampliar los esfuerzos en materia de protección, conservación y educación ambiental de estas especies. En 1992, creó el Centro de Rehabilitación de Chimpancés Tchimpounga, que ahora cuida a más de ciento cincuenta chimpancés para brindar un hogar y cuidado a los chimpancés huérfanos debido al comercio ilegal de carne de animales silvestres y de mascotas. En 1994, Goodall lanzó trabajos de conservación comunitaria en el oeste de Tanzania. Este programa, conocido como Reforestación y Educación de la Cuenca del lago Tanganica (TACARE), fue diseñado como un proyecto piloto para abordar la pobreza y apoyar medios de vida sostenibles en las aldeas alrededor del citado lago. deteniendo al mismo tiempo la rápida degradación de los recursos naturales, especialmente en el bosque indígena restante.

La doctora Goodall conoció del proyecto de la Casa Amarilla gracias a un psicólogo portuense, Melchor Hernández Castilla, que se esmeró, junto al profesor Mas, en la recuperación de un recinto que albergó, allá en el límite del término municipal con La Orotava, y en las primeras décadas del siglo XX, el primer centro de investigación primatológica. Hernández no cejaba en su empeño pero, seguramente, se habrá cansado de tanta incomprensión y de tantas puertas cerradas, intentando abrirlas infructuosamente Gratificaba verle conferenciar, reciclando material y aportando cualquier testimonio novedoso.

Sin duda, tenía mucho que ver en sus estudios la figura del célebre psicólogo alemán Wolfgang Khöler uno de los principales teóricos de la Escuela de la Gestalt y que estuvo allí sobre los terrenos de aquel inmueble del sector La Paz. Khöler y cuanto le rodeó, que no es poco, incluso alguna novela que imprime más interés a sus importantes investigaciones en el comportamiento de los primates.  Melchor amasa prudentemente su sueño de ver reconstruida la Casa Amarilla que, ahora mismo, tiene el mismo aspecto ruinoso y destartalado que conocemos desde hace años. Una prudencia que no quiebra cuando tiene que hablar del doctor Mas, de su colegio profesional, de Jane Goodall -que llegó a visitar la casa-, de Manuel ‘el de los machangos’ o de cualesquiera otras autoridades científicas con las que ha ido relacionándose para acentuar su entusiasmo y sus ganas. El empeño es que el Puerto de la Cruz renueve la sede del que fuera primer laboratorio de investigación de los chimpancés.  Jane Goodall también quería pero no, no podrá ser. Lastimosamente.


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