jueves, 21 de abril de 2011

RESPETAR Y NO PROVOCAR

Qué manía o qué ganas tienen algunos de provocar tensión y de generar conflictos. Sobre todo, cuando no hay necesidad.

Si al final, en Madrid, han prohibido una procesión atea que coincidía con la del Jueves Santo, hay que congratularse de la decisión.

Respetándolo todo: creencias, ateísmos, libertad de expresión, de manifestación, de religión... Respetando todos los derechos.

Pero hacer coincidir una manifestación de ese tipo, justo cuando hay cultos que se aceptan de forma inveterada, parece hasta una provocación.

Y tal como están las cosas, que una chispa salta -o la hacen saltar- hasta provocar lo indeseado, es mejor prevenir y evitarlo.

No faltan ni días ni ocasiones para las celebraciones o escenificaciones pretendidas, dándolas, si se quiere, hasta una motivación o ídentificándolas con algún hecho relevante o de cierto valor, así que mejor AHORA no hurgar ni provocar, en fechas que, además, no están para eso.

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