sábado, 2 de noviembre de 2024

La nobleza de Aquillo

 

Unos pocos sabíamos que se llamaba Timoteo. Se lo escuchamos a su padre y lo reservábamos para ciertas ocasiones, en algún lance de los partidos de baloncesto en la cancha de tierra de la plaza del Charco –marcada con cal horas antes del partido y donde se jugaba aunque estuviera embarrada-, o en los de tenis de mesa (aunque todos habitualmente decíamos ping-pong), donde se lució en un par de ediciones de las ‘24 horas’ que promovía y organizaba el desaparecido Cima Club.

Pedro González de Chaves Sotomayor, en todo caso, era familiar y popularmente conocido por Aquillo, integrante de aquel equipo de baloncesto, Ucanca, que alimentó en distintas épocas la ilusión de muchos jóvenes portuenses por el deporte de la canasta. Se vinculó también a la sección de estudiantes del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias. Ejerció cargos en el ya citado Cima Club, vivió a tope la época en que éste estuvo residenciado en Las Adelfas (Las Dehesas) y trabajó en destacadas empresas portuenses.

Lo que destacaba en Aquillo era su nobleza. Somatizaba los cabreos y los reveses sin exteriorizar gestos, señales o dichos que traslucieran un carácter hosco o antipático. Todo lo contrario: en la plaza de la Iglesia o en San Telmo o en El Peñón, lugares que frecuentó durante su juventud, siempre lució respeto y modales de hombre serio que no se descomponía por muy tensa que fuera la situación.

Aquillo, el noble. Se ganó esa condición por talante natural. Cuando había una discusión, ahí aparecía Aquillo para recuperar la mesura y la concordia, con sus modales pausados y sus equilibradas formas. Con estos rasgos descriptivos, es fácil deducir que no se alteraba.

Ahí era donde más apreciábamos la nobleza de Aquillo, que hoy recibe cristiana sepultura. Le recordaremos.


2 comentarios:

Angels dijo...

Trabajé años con el varios ! Aquello era una gran persona y con un gran corazón!!! Le echaré mucho de menos!! Mis condolencias a su familia!

Mon Rodríguez dijo...

Buenas tardes, me enteré ayer tarde de su fallecimiento, muy buena persona y muy apreciada como toda su familia, fue deportista y seguidor de todo lo referente al deporte de su pueblo el Puerto de la Cruz. Mi más sentido pésame a toda su familia. D.E.P.