martes, 21 de julio de 2020

LAS NOCHES, EN DUERMEVELA


La caída de ingresos en el sector turístico en nuestro país, al término del verano, puede superar los cuarenta mil millones de euros con respecto al año anterior. Se está viendo: descenso de las llegadas internacionales, turismo nacional aún muy cauteloso y clara incidencia de la crisis económica. Pintan bastos en el sector. Usando como referencia los datos de 2019, en los meses centrales de la temporada turística (junio-septiembre) llegaron a España 37,7 millones de turistas extranjeros, que dejaron 43.147 millones de euros, según las encuestas de entradas por fronteras y gasto turístico del Instituto Nacional de Estadística (INE). En esos cuatro meses de 2019 se registró casi el 47% de los ingresos por turismo extranjero de todo el año (92.278 millones), cifra que no se volverá a repetir en 2020.

El presidente de la organización empresarial Exceltur y Oficial ejecutivo en Jefe (Ceo) de Meliá, Gabriel Escarrer, estima que la ocupación en el sector hotelero se situará en el 30 %. Recordemos que los hoteles son el tipo de establecimientos elegido por la mayoría de los extranjeros que disfrutan de sus vacaciones en España. La campaña de verano representa, con carácter general, en torno al 60-70% de la facturación anual del sector. En la hipótesis, muy optimista, de que este año se venda algo menos de la mitad que el pasado, la factura podría situarse en torno a los 40.000 millones de euros si a los ingresos dejados de percibir de los extranjeros se suman los menores gastos de los nacionales.

Los datos de turismo de los nacionales que registra el INE (en este caso las cifras son trimestrales) indican que entre julio y septiembre del año pasado se registraron 61,16 millones de viajes, que indujeron un gasto de 19.297 millones de euros. De esta última cantidad, según informó la agencia EFE, 12.762 millones se gastaron en viajes en España y los 6.534 restantes, en desplazamientos al extranjero. Esta segunda partida quedará este año, con toda probabilidad, reducida a la mínima expresión y la primera se verá también mermada, porque aunque se primará el turismo nacional, el temor a los rebrotes del coronavirus y los efectos de la crisis económica se dejarán sentir en la propensión a viajar.

Las cifras de junio no se conocen todavía, pero quedarán en números testimoniales y lejos de los nueve mil seiscientos noventa y seis millones de ese mes del año pasado porque hasta el día 21 de ese mes las fronteras siguieron cerradas. Tampoco se alcanzarán ni de lejos los casi doce mil millones mensuales en julio y agosto ni los nueve mil setecientos millones de septiembre. Para los nacionales, la caída del gasto podría situarse en torno a los diez mil millones, porque encuestas elaboradas por diversas consultoras coinciden en que el descenso podría situarse en el 50 %. Un sondeo de EY-Parthenon constata que los españoles viajarán menos y, entre los que viajen, la mayoría gastará menos.

El período enero-septiembre puede sumar hasta setenta mil millones en pérdidas., según los cálculos hechos en medios turísticos. Exceltur va más lejos y estima que las pérdidas anuales superarán los ochenta y tres millones de euros. Habrá que aguardar a la evolución del cuarto trimestre, cuando los operadores creen que podría comenzar a reactivarse con más tirón el turismo internacional. Eso significa que se evaporarán en torno a un 60% de los ciento cuarenta mil trescientos millones que se consignaron el año pasado como ingresos del turismo tanto nacional como exterior: 48.066 millones de gasto de los nacionales y los 92.278 millones de los extranjeros que vienen a España.

Esto significa que hay que decir adiós a la continuidad de siete récords anuales consecutivos de llegadas de turistas extranjeros, lo que conocía como período de vacas gordas, y que se cerró en nuestro país en 2019 con 83,7 millones de entradas. Nadie en el sector se aventura a dar una cifra de cierre del año, pero a finales de mayo las llegadas seguían estabilizadas en 10,6 millones de cierre de marzo (en abril y mayo no hubo entradas por el cierre de fronteras), casi veinte millones menos que un año antes.

Canarias es la tercera comunidad (detrás de Catalunya y Baleares) más castigada por la caída del turismo extranjero. Las cifras de nuestra comunidad son llamativas y preocupantes: casi tres millones de turistas menos y tres mil seiscientos sesenta y tres millones de euros de menores ingresos.

Como se puede comprobar, hasta que se produzca la recuperación, para convertir las noches en duermevela.

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