Habrá que estar atentos al denominado periodismo en
vivo, que dicho de la forma más sencilla, viene a ser una representación
periodística en un teatro, ante público. Es una práctica habitual en los países
nórdicos, donde conciben la modalidad como una novedosa forma de conectar con
sus audiencias y, al mismo tiempo,
difundir cómo es este oficio. En España no es una práctica habitual.
En una etapa de prolongada
desconfianza hacia los medios en general, el fenómeno, si crece, y se
desarrolla adecuadamente, puede ser interesante. Sobre el papel contribuiría a
conocer las tripas del periodismo y muchos porqués de la información, en
definitiva, aumentaría el pensamiento crítico.
La técnica, sobre el papel, es menos
complicada de lo que parece. “Se organizan tanto teatralizaciones periodísticas
(una puesta en escena de historias, por ejemplo, con la participación del
público, pero con más peso en la teatralización de casos) como relatos en
primera persona de periodistas ante el público, que desvelan entresijos de
historias que han vivido”, se informa en Laboratorio de Periodismo.org
En España, gracias a François
Musseau, corresponsal de Libération en España, se puede tener acceso a
una de estas modalidades de periodismo en vivo: el festival Diario Vivo. Nació en San Francisco, llamado allí Pop Up Magazin,
y de ahí se extendió a otros países, entrando en Europa vía Francia. Por
Diario Vivo de España han pasado periodistas como Iñaki
Gabilondo, Rosa Montero, Alfonso Armada, Soledad Gallego-Díaz, Gonzo, Lucía
Méndez, y muchos otros.
Varios narradores dan vida a
historias verdaderas, íntimas, impactantes y en la medida de lo posible,
inéditas. Diario Vivo se nutriría de periodistas, escritores, fotógrafos, guionistas,
artistas y locutores que estarían contando sus experiencias. Los promotores
parten de un principio: Diario Vivo es un medio que solo se expresa por esa
vía. A medida que avanza hacia su consolidación será posible contrastar si
coadyuva a aumentar la credibilidad. “La narrativa se sube al escenario. En vez de hojear un diario, una magacín o una revista, en vez de hurgar en un
periódico digital, el espectador asiste a una representación”, explican desde
el citado laboratorio.
Y
advierten: “No se pueden tomar imágenes. Diario
Vivo es efímero e irrepetible. Nunca más se verá ni se
reproducirá. Como la vida misma, no puede estar filmado y por ello no se podrá
ver después en ninguna plataforma o red social. El espectador sólo podrá
llevarse a casa un folleto y el recuerdo de las historias contadas”, añaden los
mentores.
En Madrid, el próximo mes de mayo,
bajo estos considerandos, habrá una nueva edición de Diario Vivo.
2 comentarios:
"François Musseau, corresponsal de Libération en España" Comunista de pro, amigo de Putin y sus políticas y apollando a los golpistas Catalanes y filoetarras partidarios del tiro en la nuca. No se moleste D. Salvador esto no es periodismo independiente, esto es doctrina pura y dura.
Apreciado Puerto 57:
Desde un punto estrictamente político podría parecerle a usted una doctrina discutible, pero desde una perspectiva artística se me antoja muy interesante sin menoscabo de que alguien, en un momento dado, pueda arrimar el ascua a su sardina aprovechando el evento. Sin embargo, supongo que el público no será tan tonto como para no distinguir las distintas intenciones si las hubiere.
Atentamente: Zoilo López
Publicar un comentario