viernes, 27 de noviembre de 2020

SOSTENIBILIDAD Y DIGITALIZACIÓN

 

Cumbre turística en Sevilla, la Tourism Innovattion Summit 2020 (TIS), un foro internacional que debate las estrategias de reactivación del sector, y en el que se vienen diciendo cosas interesantes sobre el turismo. Que haya notable convergencia entre los expertos asistentes para dudar de cuándo empezará la recuperación de la industria turística, por ejemplo, es un hecho llamativo. Que hay que seguir avanzando hacia un modelo más sostenible y digital, otra coincidencia que hay que llevar a la práctica. Que el impacto de la crisis sanitaria ha sido determinante, básico para los perfiles del turismo del futuro. Que los procesos deben estar orientados a la mejora de la experiencia para el visitante y a la gestión activa de los espacios con corredores seguros, otro marco para trabajar con denuedo pensando en la feroz competencia que se desata en los mercados. Que la sostenibilidad de los destinos es primordial y que las pequeñas y medianas empresas deben aprobar la asignatura de la digitalización, son otras estimaciones que es indispensable madurar.

Cambios en la sociedad de nuestros días y en el propio sector turístico. Los convencionalismos de la etapa pre-COVID 19 están casi liquidados. De ello deben ser conscientes empresarios y empleados que han de construir juntos una nueva relación y aplicarse en las exigencias de ese futuro. Está muy manida la idea de que hay por delante unos cuantos desafíos pero es completamente cierta cuando todo da a entender que se abre un nuevo ciclo para el que no son válidos algunos esquemas y hábitos desgastados. Tengamos claro que el turismo va a a ser muy competitivo y eso significa que no valdrá descansar responsabilidades en terceros ni que la institucionalidad está ahí para resolver las penurias y los déficit.

Entre los testimonios de Sevilla, figura, por ejemplo, el de Fernando Valdés, secretario de Estado de Turismo, quien destaca las oportunidades que, teóricamente, se abren con la llegada de los fondos de recuperación europeos, aptos para impulsar la modernización del sector, precisamente en los campos anteriormente aludidos: sostenibilidad y digitalización. Sostiene Valdés que España mantiene niveles de competitividad muy estimables “porque la crisis ha afectado por igual a todos los países y destinos turísticos”. Y habla, sin lanzar campanas al vuelo del optimismo, de que nuestro país encabeza una posición ambiciosa en la comunidad internacional “para que la política de los test before travel (antes de viajar), se extienda y permita recuperar cierta movilidad en los flujos turísticos”.

Otra apreciación llamativa en la capital andaluza es la del consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Cortázar, quien asegura que hay luz al final del túnel y pondera el papel del turismo y su incidencia en el Producto Interior Bruto (PIB) de varios países. Por eso, va más lejos: “En lugar de esperar al verano hasta que la mayoría de las personas se vacunen y se recupere la confianza, debemos acelerar la acción en el sector para organizarnos operativamente y establecer corredores seguros”.

Los cambios en algunos productos turísticos son también objeto de estudio. Se pone como ejemplo el de la transformación del ‘aparthotel’ de toda la vida, modificando una parte del hotel en un espacio con habitaciones mayores donde darán servicio de personas que teletrabajan y que lo necesitan, pongamos por caso, una semana al mes.

O sea, que hay opciones y oportunidades. Todo es cuestión de iniciativa y de emprender. Ir en busca de propuestas imaginativas y factibles, explorar alternativas que eran impensables antes de la pandemia pero que ahora son necesarias para dinamizar el sector.


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