Nos complace
darles la bienvenida al acto de presentación de la duodécima edición del
Anuario de Canarias, dedicado en esta ocasión al bienio 2021-2022. Como pueden
imaginar, esta cita se ha convertido por derecho propio en un hito obligado en
el calendario de actividades de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz de
Tenerife.
Y decimos esto porque el paso de los años –desde que en 2005, a contracorriente vista la marea de bites y dispositivos que se venía, la junta directiva que presidía entonces nuestro compañero Jorge Bethencourt promovió el nacimiento del Anuario de Canarias– ha convertido a esta publicación en la gran crónica periodística del Archipiélago.
Como ha ocurrido invariablemente desde entonces, esta duodécima edición vuelve a contar con el alto patrocinio del Gobierno de Canarias, en cuya casa en Santa Cruz de Tenerife nos reunimos esta tarde para alumbrar este natalicio.
Y siendo que es de bien nacidos ser agradecidos, aprovecho la presencia del presidente de Canarias para reiterar nuestro reconocimiento por este apoyo, que se ha mantenido inalterable con independencia de colores políticos y titulares al frente del Ejecutivo.
Respetado presidente, gracias de nuevo. Espero que hayamos correspondido a este apoyo. Defraudar una expectativa no casaría con aquel propósito que enunció el epidemiólogo Jonas Edward Salk a cuenta de su pionero descubrimiento de una vacuna contra la poliomelitis:
«La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho».
Y en eso estamos.
El Anuario tampoco habría sido una realidad de no contar con otros mecenazgos igualmente importantes. Así, los del Parlamento de Canarias, el Comisionado de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Canarias, el Cabildo de Tenerife, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y el grupo Hospiten.
Completan el apoyo financiero otras instituciones
públicas y empresas privadas: Ayuntamiento de Adeje, Caixabank, Cepsa, Radio
Televisión Canaria, la Fundación CajaCanarias y Cajasiete.
––– ooo –––
En 2009, hace ya tanto como catorce años, Arcadi Espada escribió en el ensayo El fin de los periódicos, del que fue coautor junto con Ernesto Hernández Busto, una reflexión que nos parece procedente para un bautizo –permítanme la licencia– como el de este martes.
A la pregunta sobre el futuro que entonces se
aventuraba para el papel prensa, para los periódicos y revistas entendidos en
su formato y soporte tradicionales, sostenía Espada. Y cito:
«Lo que interesa saber es si el periódico, ese resumen del día, ordenado, jerarquizado, meditado, es todavía útil. Para mí es absolutamente imprescindible. Yo me precio en distinguir a las personas que leen periódicos de aquellas otras que sólo leen noticias. Las primeras suelen tener la cabeza amueblada».
Creo que viene bien traer estas palabras porque conceptos como resumen, ordenación, jerarquización y meditación distinguen desde su nacimiento al Anuario de Canarias y mantienen vigente la necesidad de que la prensa en papel coexista con el mundo digital.
-Compendia (resume) los hitos que antes fueron señalados por las cabeceras impresas de nuestras dos provincias.
-Organiza (ordena) los temas de análisis y debate a
partir de los anteriores titulares.
-Clasifica (jerarquiza) la atención a estos asuntos en función de la importancia.
Y, finalmente, reflexiona (medita) mediante la aportación de autoridades académicas y especialistas que nos invitan a una segunda lectura de ciertos acontecimientos o fenómenos con el punto de conocimiento profundo del que obligatoriamente carecemos los periodistas, eternos aprendices curiosos –porque en ese debería seguir basándose nuestro oficio– de esto o aquello.
También registra sobre cómo informan (transparencia) las instituciones canarias y sus entes dependientes (405) y las miles de entidades privadas subvencionadas.
El Anuario contiene todos los años un denso apartado dedicado a la evolución de la transparencia de las instituciones públicas y sus entes dependientes y de las entidades privadas que recibieron más de sesenta mil euros anuales del Gobierno de Canarias principalmente; que deben de informar en sus páginas web sobre lo que hicieron con los fondos públicos.
Y si podemos reflejar esta realidad es porque Cataluña y Canarias son las dos únicas comunidades autónomas en las que todo su sector público (405 instituciones y entidades en nuestro caso) es evaluado de su transparencia cada año.
Y Canarias es la única comunidad donde el Comisionado de Transparencia evalúa además a las entidades privadas subvencionadas (2.767 en el último control), a través de una herramienta propia (T-Canaria), que ahora comienza a ser utilizada en la Península.
––– ooo –––
El Anuario que ahora ve la luz cuenta con la participación de un centenar de firmas entre periodistas, especialistas en las materias tratadas y autoridades públicas, que ofrecen una visión retrospectiva dividida con secciones ya habituales (Canarias, Economía, Sociedad, Medios de Comunicación, Deportes y Gente) en lo que viene a ser una estructura similar a las de ediciones anteriores.
Además, la publicación vuelve a incluir dos secciones que ponen el foco en la erupción volcánica de Cumbre Vieja en la isla de La Palma y en la vida tras la pandemia por la covid-19. En este segundo caso, da continuidad al trabajo que se incluyó sobre esta materia en la undécima edición.
Los artículos están acompañados en la mayor parte de los casos de información estadística y recursos gráficos y fotográficos que complementan los textos.
El Anuario se acompaña, asimismo, de una exhaustiva recopilación de titulares de los cuatro periódicos editados en el Archipiélago durante los años 2021 y 2022. A modo de apéndice, permite realizar un recorrido sintetizado por los hechos que dominaron el primer plano de la actualidad de nuestra comunidad autónoma. Es el resumen al que aludía antes.
Y en consonancia con este nuevo tiempo tecnológico en el que vivimos, queramos o no, las distintas ediciones del Anuario también están disponibles en Internet. Es esta opción de la consulta digital, estrenada en 2011, una apuesta que hicimos en esta asociación por la divulgación de contenidos históricos relacionados con el Archipiélago. Extiende y permite el acceso universal a este conocimiento, guardando, eso sí, esos mismos principios -resumen, ordenación, jerarquización, meditación...– a los que hicimos referencia.
––– ooo –––
Finalmente, creemos que es pertinente recordar que este anuario es el de mayor envergadura de los editados en España por las asociaciones o colegios de periodistas.
Que esta visión retrospectiva, estas 366 páginas, se haga acreedora de esta condición siendo que se produce desde esta lejana esquina, al sur de los sures de España, no puede más que llenarnos de orgullo por sabernos capaces de obras que pueden a cualquier condición insular o ultraperiférica cuando otros quieren verlas –ignorantes, al cabo– como una discapacidad insalvable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario