Las consecuencias pueden ser considerables. Hay quien habla de drama
económico y social. El sector turístico ha de estar preparado pues todo a
entender que no hay marcha atrás. En efecto, los ciudadanos residentes en
Canarias, a partir del próximo 1 de enero,
tendrán que pagar más por volar a cualquier destino de la Unión Europea
(salvo en conexiones domésticas). Y lo que es incluso aún más inquietante: el
precio de los billetes también se incrementará de forma significativa en los
vuelos desde Europa al archipiélago, con el consecuente impacto en la actividad
turística. Se acabó la excepcionalidad canaria.
Para explicarlo con detalle: a partir del primer día de 2024, Canarias
(también otras regiones ultraperiféricas, como Azores o Madeira) dejará de
estar excluida del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (ETS). La
excepcionalidad canaria, como se denomina coloquialmente a su exclusión,
únicamente se mantendrá (hasta 2027) en los vuelos interinsulares y al resto
del territorio español. El turismo, pues, está en riesgo.
La revista digital preferente.com ha publicado una serie
pesimista al respecto. Según algunos expertos consultados, esta modificación
del régimen que regula el importe de los vuelos, significa un auténtico fracaso
del Gobierno de España pues supondrá, en la práctica, un encarecimiento medio
de los billetes de avión de entre diez y doce euros por trayecto. Según un
informe de Deloitte, inserta la citada revista, el impacto de la aplicación del
ETS en Canarias acarreará la pérdida de un millón de turistas internacionales
cada año. En términos de empleo, se prevé para 2030 la destrucción de unos
cuarenta y dos mil.
Sin embargo, hay opiniones que no son tan pesimistas. Que se haya
alcanzado un acuerdo para modificar el régimen regulador pone de relieve que
los gobiernos están tomando precauciones al ser conscientes de lo que
representa para el cambio climático y los efectos contaminantes que ya galopan
al ritmo de la emisión de anhídrido carbónico, mejor dicho dicho, dióxido de
carbono, el agente extintor gaseoso más utilizado
debido a sus buenas características y propiedades.
Aunque la suerte ya esté echada –el presidente de la Asociación de
Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, afirmaba que los operadores europeos
aplicarán esta nueva disposición en el calendario ya programado-, habrá que aguardar hasta donde llega la
acción del Gobierno de Canarias al respecto. Lo cierto es que hay riesgos de
pérdida de competitividad turística, de lo que pueden beneficiarse destinos
como Marruecos y Túnez, un hecho con el que hay que contar, sobre todo para
contrarrestarlo. Las regiones ultraperiféricas
consideran que las medidas son injustas y muy perjudiciales. Puede que
haya que esmerarse con la promoción. Ahora, las instituciones y el propio
sector en Canarias tendrán que moverse. Menos llanto y más compromiso, más
pensamiento en el futuro y en los avances sociales. El mundo está cambiando:
debemos ser conscientes y consecuentes, máxime cuando el turismo se convierte
en un sector productivo vital.
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