Empieza a a ser moneda
corriente la Inteligencia Artificial (IA) que, por resumirla de alguna manera,
es el estudio y la creación de programas y máquinas con capacidades
intelectuales superiores, dirigidas a resolver problemas y lograr objetivos
específicos, según definiera en 2007 el científico estadounidense, John
McCarthy, investigador y doctor en Matemáticas, miembro de varias academias.
Las compañías y universidades a cargo de las investigaciones y el desarrollo de
esta tecnología también están enfocándose desde el punto de vista de la
seguridad, con el objetivo de prevenir situaciones peligrosas y disminutir el
temor de la sociedad. Según la doctoranda en Bioingeniería de Puerto Rico,
Cristina C. Torres Cabán, “la inteligencia artificial tiene un sin número de
aplicaciones, incluyendo asistentes personales y vehículos autónomos.”. Además,
el mercado de esta tecnología está en alto crecimiento y su impacto en la
economía es altamente positivo. “El estudio y uso de la Inteligencia Artificial
–escribe Torres- debe promoverse sin difundir el miedo ya que los beneficios
pueden llegar a ser mayores que los riesgos”.
Echemos un vistazo al
impacto que está produciendo en el periodismo, una vez que siguen explotando
las herramientas de IA generativa. Desde la
promesa de obtener una mayor eficiencia hasta el temor de que estas IA
sustituyan a los humanos, las opiniones varían sobre cómo la IA está
remodelando el panorama mediático. Para estructurar y clarificar estas
perspectivas, la revista New York Magazine (NYMAG) ha elaborado un informe en
el que recoge
casos concretos y, tras analizarlos, considera que son tres las principales
teorías existentes en este momento sobre el impacto de la inteligencia
artificial sobre el periodismo, acompañadas de los principales problemas
asociados a cada una de ellas. En Laboratorio de Periodismo, de la
Fundación Luca de Tena, se publica un resumen de las teoría Twitter Facebook LinkedIn WhatsApp Telegram Email Gmail Mesage
Teoría 1: la IA sustituye
al periodismo
Algunos medios digitales han optado por
utilizar modelos de lenguaje basados en IA para generar contenidos,
reemplazando a periodistas humanos. CNET, un sitio de noticias tecnológicas, intentó esta estrategia,
pero pronto la detuvo debido a errores flagrantes en su contenido. A
pesar de esta experiencia fallida, otros como G/O media, la editorial digital
propietaria de sitios como Gizmodo, The Onion y Jezabel, está probando un
enfoque similar, generando tensiones con su plantilla sindicalizada.
Si bien es tentador discutir si la IA puede
reemplazar a los periodistas humanos en la producción de contenido, lo cierto
es que, si la
calidad del contenido producido por la IA no es convincente o carece de valor,
el modelo fracasará. Además, si los medios pueden producir
contenido de manera automatizada y barata, este se devaluará, al igual que
ocurrió con los resúmenes de resultados trimestrales y reportes deportivos
básicos.
El concepto teórico de un sitio web
completamente automatizado no triunfa, indica el informe. Es probable que las
plataformas digitales lo releguen a la categoría de spam. A pesar de su
atractivo para los directivos, es improbable que las organizaciones de noticias
existentes adopten esta idea plenamente. Si lo hicieran, nos
enfrentaríamos a un problema: un producto de noticias totalmente automatizado,
producido por máquinas sintetizadoras carentes de curiosidad y basado en
información ya existente, carecería de valor. Se asemejaría, en el mejor de los
casos, a una simple agregación y, en el peor, a publicidad o propaganda,
automatizando las partes más banales de “las noticias”.
Otra cosa, sin embargo, es el impacto que pueda tener sobre
pequeños editores que utilizan herramientas de tecnológicas contra las grandes
empresas. Google está probando una función que ofrece respuestas generadas
por IA en sus resultados de búsqueda. Aunque es prometedora y compleja, en
ciertas tareas —como ofrecer información general sobre un tema o sugerir
contenidos— parece actuar como una máquina de plagio, tal como indica el
informe de NYMAG.
Sorprendentemente, el contenido de Google, aunque
relevante, comienza a percibirse como un anuncio, sobre el cual los usuarios
tienden a pasar rápidamente. El
desafío no radica en qué contenidos puede generar una máquina manteniendo el
interés humano, sino en la dificultad de competir con estas como publicación
tradicional en el tráfico de búsqueda.
Teoría
2: la IA mejora el periodismo
A diferencia de la primera teoría -segumos
reproduciendo el resumen de New York Magazine- hay medios que ven a la
IA como una herramienta complementaria. En abril, el editor de Insider,
Nicholas Carlson, animó a su redacción a utilizar herramientas como
ChatGPT, afirmando
que puede ayudarles a ser mejores editores y reporteros. Sin
embargo, también advirtió sobre los riesgos de información incorrecta y plagio.
Esta teoría sugiere que, si se utilizan
correctamente, herramientas como ChatGPT pueden optimizar operaciones
periodísticas, permitiendo a los periodistas concentrarse en informar y
descubrir verdades. La idea es que estas herramientas se integren de la misma manera que lo
hicieron los procesadores de texto o las redes sociales en su momento.
No obstante, esta visión optimista depende de
múltiples suposiciones, incluida la creencia de que las herramientas basadas en
IA realmente serán útiles a largo plazo y que las ventajas de productividad no
se traduzcan en recortes de personal.
Teoría 3: la IA
absorbe el periodismo
Por último, la tercera teoría es que la IA
absorbe el periodismo. Con su implementación, se espera que las relaciones
laborales cambien, y posiblemente den lugar a conflictos entre empleados y
dirección. Los debates sobre el valor del periodismo y cómo debería ser
compensado podrían intensificarse.
En este escenario, las organizaciones de noticias podrían
convertirse en meros proveedores de datos para gigantes tecnológicos. Esta dinámica podría reducir a las organizaciones de
noticias a servicios básicos de información, suministrando a las empresas de IA
datos para sus modelos.
En conclusión, el uso de la Inteligencia
Artificial comporta más beneficios que riesgos. Los investigadores -señala
Torres Cabán- ya están tomando las medidas necesarias para mejorar los
programas inteligentes que ellos diseñan y poder prevenir incidentes en el
futuro. “Las aplicaciones de esta tecnología ya están en manos de los
consumidores y abarcan varios sectores en los que tendrían mucho impacto.
Además, debido a esta gran variedad de utilidades, se espera que el mercado, la
productividad y la economía continúen en aumento. Por todo esto, y más, la
Inteligencia Artificial debe considerarse un amigo de la Humanidad, en vez de
lo contrario”, concluye.
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