Un leve ejercicio de memoria nos proporciona, prácticamente, la misma realidad: en Canarias, desde 1995, después de cada convocatoria electoral autonómica y hasta la constitución del Parlamento y la posterior conformación del Gobierno, hay un período de tiempo de una extraordinaria fertilidad informativa (?).
(Se explica este interrogante de duda: circulan noticias o comentarios de variables y combinaciones políticas, ententes a conveniencia, escenarios hipotéticos a medio y corto plazo, resarcimientos y nombres, muchos nombres. Si después se compara todo lo dicho y escrito con los hechos consumados y se contrasta la realidad, posiblemente nos encontraremos con un cúmulo de incumplimientos y de pronósticos desacertados).
Hasta Paulino Rivero llegó a decir, después del 22M, que había que alcanzar pronto un acuerdo "para evitar el culebrón". Si se repasa todo lo publicado, en efecto, estamos ante una sucesión de capítulos que termina desconcertando a los mismísimos afectados (En el pasado, por cierto, hay un para de sabrosas anécdotas. Una, cuando un miembro de la comisión negociadora se fue a acostar con un resultado determinado y al día siguiente, al leer un periódico, se encontró justamente con el contrario. Otra: cuando un consejero 'in pectore' participó por la mañana en Las Palmas de Gran Canaria en una reunión para definir su departamento y por la tarde, al llegar a Los Rodeos, le reciben diciendo que ya no era consejero).
El caso es que cada empresa mediática tiene sus preferencias; cada director, sus simpatías; cada redactor, sus tendencias... y entonces se va amasando un 'totum revolutum' de muy difícil comprensión. Y a lo largo de ese período, claro, el que va desde la noche electoral a la rúbrica y presentación pública de algunos acuerdos, se van acumulando y entrecruzando todos los mensajes posibles. Natural el desconcierto del lector o del oyente que, si ya andaba hastiado de la política, mucho más sigue con tantos dimes y diretes, con realidades o con invenciones, que de todo hay en la viña política canaria.
Entre el deseo interesado y las lealtades coherentes, entre las aspiraciones y "lo ideal" (no queda más remedio que entrecomillar la expresión), se van sucediendo informaciones, titulares, comentarios y posicionamientos que reflejan una curiosa fertilidad. ¿Quién dijo que la política anda a la baja?
No hay comentarios:
Publicar un comentario