lunes, 20 de junio de 2011

ONDAS UNIDAS

Desde primeras horas de la mañana hay una señal radiofónica compartida, al menos en la provincia occidental. Es la de las emisoras de frecuencia modulada que vienen emitiendo desde hace años y han quedado excluidas del concurso público de adjudicación de frecuencias convocado por el Gobierno de Canarias. Hoy lo están haciendo de forma solidaria, un solo indicativo, una sola señal: han unido sus emisiones durante cuatro horas para expresar, conjuntamente, al unísono, su disconformidad, su queja, su lamento, su apelación, acaso su última carta.
La iniciativa tiene su razón de ser. Los resultados del concurso no sólo no han gustado sino que han significado, de materializarse al pie de la letra, el cierre, la práctica desaparición de medios ya consolidados, de pequeñas empresas surgidas al calor de una vocación profesional y hasta de un esfuerzo personal o familiar. Empresas que no tienen culpa de la situación de vacío, o de alegalidad que ahora, cuando se ha querido regularizar, porque es necesario que eso ocurra, ha contado con una fórmula que no contenta a muchísimas personas.
Lo peor, la consecuencia más directa es la destrucción de empleo, ahora mismo el principal mal que afecta a la profesión periodística.
Y todo por un 'sostenella y no enmendalla' que el anterior Gobierno de Canarias fijó cuando desde los bancos de la oposición (socialistas más populares) se planteó que el asunto quedara sobre la mesa a la espera de que discurriera la campaña electoral y el nuevo ejecutivo, se supone que menos presionado o menos condicionado, resolviera. Pues menuda papeleta política, ahora que andan en la conformación del nuevo gobierno. La presión, ahora, es más visibe y apreciable.
Resolver, además, no será fácil después de la primera determinación del órgano que ha evaluado con arreglo a las bases del concurso y que ha hecho una preadjudicacón. Menuda papeleta. La experiencia y lo ocurrido con el concurso para adjudicar las licencias de la Televisión Digital Terrestre (TDT) no han servido. ¿Y dónde está el Consejo Audiovisual que supuestamente ha de velar por el cumplimiento de todas las disposiciones reguladora?
Porque no olvidemos: estamos en un Estado de derecho y por sus cauces hay que decidir y respetar. Si es así, aunque estemos todos de acuerdo en que es una vía lenta, aquí cabe vislumbrar que quienes se sientan perjudicados presenten recursos y apelen. Y así se prolongará la situación, no se sabe hasta cuándo ni hasta dónde.
A un comunicado de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife nos remitimos para entender mejor que la resolución inicial favorece la especulación y que, desde el punto de vista social y laboral, las consecuencias son tremendas. Por supuesto, ni que decir tiene que el pluralismo en el conjunto de la oferta informativa del archipiélago, vía radiofónica, se ve muy mermado. Por eso, la dirección de la Asociación planteaba sin dobleces hasta dónde es posible la revisión del concurso.
Estamos pues ante un quebranto de considerables proporciones. La señal solidaria de hoy por la mañana, en vísperas de la constitución del Parlamento de Canarias, es una invitación a la reflexión, mejor dicho, casi un canto a la desesperada. Reflexiones a estas alturas parecen una pantomima estéril.
En esa realización conjunta, con muy escasos precedentes en el archipiélago canario, hemos dejado nuestro testimonio junto al de tantos otros amigos y compañeros que jamás abandonaron su vocación por el medio y han seguido luchando desde distintos micrófonos y distintas antenas para materializarla y para hacer una compañía de verdad.
Por eso, ahora que esa compañía corre serio riesgo e verse cercenada, nos acordamos de una estrofa de una canción de Dyango titulada, precisamente, "La radio":
"Quiero que no desesperes la belleza de la noche.
Y estos tus amigos de la radio
con canciones te dirán (que ya pronto volverá).
Es tu buena compañía, la radio"
La emisión conjunta de esta mañana es una invitación a la lucha. Radiofonistas en pro de sus medios. A ver si tocando todas las teclas, a ver si las ondas propagando la misma señal de un mismo fin invierten la situación.
¡Ánimo!

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