Un pacto político electoral entre el Partido Popular (PP) y el Centro Canario Nacionalista (CNN) acentúa las sombras de la incertidumbre en la política canaria. De la incertidumbre y de la inestabilidad. En el Cabildo de Gran Canaria, en cuestión de horas, ya se apreciaronb las primeras consecuencias. Nada nuevo, se dirá por quienes ya hemos visto las repercusiones y de los deslizamientos de alianzas y componendas, dan igual no sólo las ideologías (¡ah! ¿pero es que quedan ideologías?) sino las declaraciones de amor y afecto político que leíamos y escuchamos hace unos meses "en defensa de los soberanos intereses de esta isla o de esta tierra". Y no, no se pregunten qué dirá la gente de todo esto, porque la gente está cansada, está harta de tanto vaivén, de tanta componenda, de tanta contradicción.
Cabe preguntarse cuántas cosas más tienen que pasar para modificar la Ley electoral de una vez. Y no para listas abiertas, precisamente, que visto lo visto, si algun ingenuo cree que es la panacea, mucho nos tememos que no será así. Pero o se revisa la norma o esto será insostenible. Está siendo insostenible. Leer ahora, desde el pasado mes de mayo, que deben gobernar los de la lista más votada, dicho por algunos que participaron en censuras insólitas o callaron significativamente cuando una opción política superó con creces a las otras en los comicios autonómicos de 2011, es para contrastar la paradoja y las incongruencias mientras abusan de la desmemoria.
Cuántas cosas más...
Un nuevo pacto en las islas, otro más, da igual el pasado y hasta los hechos más recientes.
Canarias será un pueblo único pero, políticamente, parece una tierra sin remedio.
Al respecto, léase un artículo de Juan García Luján, titulado "Derecho al asombro", publicado en la edición de hoy de canariasahora.com
http://www.canariasahora.es/opinion/7402/
Eso sí, estimado Juan: la capacidad de asombro sí que parecía agotada hace tiempo.
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