Señala la Agencia Tributaria que durante el tercer trimestre del presente año, con respecto al mismo período de 2020, las ventas totales de las pequeñas y medianas empresas, deflactadas y corregidas de variaciones estacionales y de calendario, aumentaron un 6 %, un dato interesante que permite contrastar la notable moderación en las tasas de crecimiento respecto a las grandes empresas.
Las razones estriban en que se ha superado el efecto base que produjo durante los meses de confinamiento. De hecho, en comparación con el año 2019, previo al inicio de la pandemia, las ventas totales en el tercer trimestre fueron un 3,1% inferiores a las que registraban en aquel año. Lo que supone a pesar de todo, una mejora respecto a los dos trimestres anteriores.
Según los registros de la Agencia Tributaria, las empresas que más han crecido en relación con las grandes superficies, debido a su papel creciente y recobrado durante la pandemia, han sido las pequeñas y medianas (pymes). La explicación es clara: es la consecuencia de la sensibilización de la población respecto a la situación desesperada de muchos propietarios o titulares de establecimientos del sector. Las ventas al consumo crecieron un 6.9 %, en tanto que las ventas de capital aumentaron un 2,7 %, con pérdidas en la parte de equipo, software y comportamiento en la construcción. Los servicios, de acuerdo con la Agencia, se quedan atrás frente a los bienes de consumo.
Por su parte, las ventas en las grandes empresas ha crecido un 2,3 % y el empleo incrementó un 4,6%. Los datos suponen un repunte sobre la senda de moderación tras los meses de confinamiento. Estos buenos resultados, comparados con 2019 y tras haber atravesado el gran desierto que ha supuesto 2020, se deben sobre todo al buen comportamiento de los servicios.
Las ventas interiores se incrementaron en un 1,4 %, volviendo a retomar el terreno positivo. Al igual que con las ventas totales, si se compara con el mismo período de 2019, las ventas interiores son un 2,7 % inferiores, lo que significa una brecha menor que los casi cinco puntos registrados en meses anteriores.
Pero de los leves avances de las pymes se desprende que necesitan liquidez y habrán de pasar otros trimestres para obtener los niveles deseados y deseables para contrastar su estabilización y su funcionamiento en el sistema productivo. Téngase en cuenta, por ejemplo, que el número de empleados en las grandes empresas y en las pymes ha aumentado un 7,8 % en ese período citado, el tercer trimestre, respecto al mismo del año 2020. Las ventas de consumo son las responsables de esos indicadores de mejoría.
Veremos que pasa con el tiempo de año que resta, teniendo en cuenta, sobre todo, que se avecina la temporada navideña, siempre importante en el núcleo de la actividad comercial y de empleo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario