Las estadísticas de Frontur y Egatur, publicadas el
pasado lunes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), indican que
España recibió casi ocho millones y medio de turistas extranjeros en los dos
primeros meses del presente año, un 49,1 % que el acumulado de enero y febrero
de 2022.
La cifra de visitantes fue solo un 1,3 % inferior al
mismo período de 2019, antes de la pandemia, pero gastaron más. En efecto,
realizaron un gasto de diez mil quinientos cuarenta y cuatro millones de euros,
es decir, un 12,9 % más que en enero y febrero de 2019, o sea, un 54,7 % más
que en 2022.
Según estas fuentes estadísticas, Canarias, aún en temporada invernal,
o sea, el período de mayor ocupación en el archipiélago, fue el
principal destino hasta febrero, con más de 2,4 millones, un 40,9 % más
respecto al mismo periodo de 2022; Catalunya, con 1,7 millones, un 58,9 % más,
y Andalucía, con casi 1,2 millones, un 58,1 % más.
Reino Unido, con más de un millón y
medio de turistas en números redondos; seguido de Francia, que superó el millón
cien mil hy Alemania, que se quedó en los novecientos ochenta y ocho mil
viajeros, fueron los principales mercados emisores.
Dando por sentado que Semana Santa ha
ido muy bien –un empresario portuense del sector nos advirtió días pasados que
a partir del próximo lunes se espera un bajón considerable-, se constata que la
gente sigue teniendo ganas de salir o de viajar, por lo que ni siquiera un
conflicto bélico, aunque pille lejos, frena esas tendencias. El debate, ahora,
es precisamente ese: ¿es capaz el turismo de superar trances tan desfavorables?
Ya algunos, cuando la pandemia generó el cero turístico, dijeron que sí, que
había recursos y experiencia para pensar en la recuperación. Ahora, a medida
que se han ido estabilizando los mercados, ha sido posible afrontar procesos de
digitalización y renovación tanto de estructuras como de funcionamiento, de
modo que todos parecen haber tomado conciencia de que esos pasos, ante una
demanda creciente, eran indispensables para ser competitivos de verdad y no
aguardar a la tradicional mecánica del negocio.
Canarias, en el citado ciclo de enero
y febrero, se colocó en primer lugar de las llegadas por destinos, con un
millón doscientos treinta mil trescientas setenta y ocho personas. Las
estadísticas desglosadas colocan el alojamiento hotelero como el preferido
globalmente, con más de dos millones seiscientos treinta mil clientes, en tanto
que la vivienda de alquiler ya supera las quinientas diecisiete mil
opciones.
En cuanto al gasto total de los
turistas internacionales, hay que decir que aumentó un 54,7 % respecto al mismo
ciclo del año anterior, alcanzando los diez mil quinientos cuarenta y cuatro
millones de euros. Comparando con los datos previos a la pandemia, el
desembolso de los visitantes, se situó un 12,9 % por encima de las cifras de
enero y febrero de 2020. Aunque hay que tener en cuenta el denominado efecto de
la inflación. En estos cuatro años los precios han experimentado una fuerte
subida, especialmente en el último ejercicio. Los mercados que más gastaron en
este tiempo, por cierto, fueron Reino Unido, el país con mayor gasto acumulado
(16 % del total), seguido de Alemania (11,5 %) y Países Nórdicos, un 9 %.
En fin, que el gasto de los turistas
extranjeros ya supera los datos de 2019. Acaso sea eso lo más importante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario