miércoles, 5 de abril de 2023

LAS TÁCTICAS DE ISIDRO FELIPE ACOSTA

 

Ayer mismo se despedía en Facebook, que es un lugar (red social) donde la gente saca a pasear hechos y circunstancias del pasado y del presente para que la gente esté al tanto de sus vidas. La casualidad quiso que coincidiéramos por la tarde en las inmediaciones del refugio pesquero del Puerto de la Cruz y allí le deseamos toda la suerte del mundo, ahora que ha puesto punto final a su etapa en activo y todavía con sesenta y pocos podrá disponer de más tiempo para seguir cultivando las semillas con las que ha sido feliz en su Realejos natal y en tantos lugares donde ha plasmado momentos inigualables.

“Ha sido un gran honor haber servido a la difusión de los tesoros de Los Realejos durante treinta y tres años. Seguiré en la medida de lo posible y ya desde un más que merecido “semiretiro” poniendo en valor la naturaleza, la etnografía, las tradiciones y a las personas que hacen posible que éstas pervivan. MIL GRACIAS”, escribía en su muro Isidro Felipe Acosta, con sencillez y el propósito de un hasta luego. Isidro ha sido una suerte de factótum en la comunicación realejera de la democracia: una foto, Isidro; un texto, Isidro; una referencia histórica, Isidro; un apunte radiofónico o televisivo, el mismo Isidro… el que siempre estaba allí, predispuesto, esmerado, competente… un seguro, un compromiso aún sin haberlo requerido.

El gerente de la asociación cultural Pinolere, Jesús Tomás García Rodríguez, dijo de su “mirada fotográfica” que “tiene un arsenal de tácticas a su disposición y las usa dependiendo de la estrategia que desee establecer... Isidro Felipe Acosta, el fotógrafo, domina la sintaxis de la imagen. Es un artista. Un perfeccionista… Uno de los individuos con una de las mejores miradas de estas tierras… Las del mundo, me refiero”.

Por eso, Isidro Felipe Acosta es autor de un tomo excepcional, “Los Realejos y sus fiestas tradicionales (Ayuntamiento de Los Realejos), una generosa mirada a las esencias de la localidad norteña, del inolvidable ocho de los caminos, de su espectacular desarrollo de las últimas décadas en las que Isidro ha estado ahí, con sus cámaras, con su participación activa en múltiples manifestaciones artísticas, tradicionales y creativas. “El pueblo que  marca el tiempo por sus fiestas”, escribió el historiador del Arte, Manuel Jesús Hernández González. La memoria gráfica de Los Realejos es, en efecto, la que, en medio de singulares celebraciones, ha plasmado un Isidro Felipe Acosta del que, sino fuera una exageración desproporcionada, se diría que han visto estallar todos los cohetes de la noche del 3 de mayo cuando dos calles rivalizan o se unen en una singularísima exhibición pirotécnica que la gente del valle sigue, en expectativa creciente desde azoteas y márgenes de caminos y carreteras.

Isidro Felipe Acosta ha llegado al final de su trabajo intenso e inagotable.  El trabajo de un cronista plenamente dedicado al que nada humano de lo realejero, le es ajeno.

Dejemos que siga disfrutando (ahora más) de todo aquello que supo captar y transmitir durante treinta y tres años.

Enhorabuena!

 

 

 

 

2 comentarios:

Deo (Deogracias Montesdeoca) dijo...

Gracias, amigo Salvador por tu blog. Me parece extraordinario. Un fuerte abrazo y enhorabuena

Jesús García dijo...

Gracias a Isidro Felipe Acosta... un maestro de la foto del alma de un pueblo... Y Gracias Salvador por hacer referencia a mis palabras sobre nuestro común y respetado amigo... Salud