Espiar a periodistas. Pero ¿hasta
dónde vamos a llegar? Bueno, hay que precisarlo. El Parlamento Europeo (PE) ha
presentado una propuesta de reglamento para elaborar la futura Ley Europea de
Libertad de los Medios de Comunicación que permitirá a los Estados de la Unión
Europea (UE) vigilar a los
periodistas, miembros de sus familias, así como las redacciones, en
caso de que se nieguen a revelar sus fuentes siempre que esté
justificado por "una razón imperiosa de interés general", de lo
contrario, se prohibirán estas injerencias. La norma será aprobada,
previsiblemente, en marzo. Persigue garantizar la libertad editorial.
Además, solo "por razones de
seguridad nacional" podrán instalar programas espías en sus dispositivos o
en las redacciones. Este es uno de los puntos más polémicos de la futura norma,
cuya encargada del documento es Dina Ribas, eurodiputada de ERC, que se elabora
con el objetivo de proteger la libertad editorial de la prensa de las
intervenciones políticas, proteger las fuentes de los periodistas y las
fusiones.
Según Eva
Díaz, en el digital ‘el Economista.es’, la futura ley hace hincapié en los
medios de comunicación públicos para salvaguardar su independencia. La norma
exigirá que ofrezcan de modo imparcial una pluralidad de información y
opiniones. Además, fijará que los responsables de la gestión y los
miembros del consejo de administración sean elegidos a través de un
procedimiento "transparente" y "abierto" y que se regule la duración de
sus mandatos para garantizar su independencia. Del mismo modo, las destituciones
de estos cargos deberán estar "motivadas" y hacerse públicas.
Finalmente, los Estados deberán garantizar los recursos económicos adecuados para realizar su actividad.
El resto de
medios de comunicación privados que ofrezcan informaciones de actualidad
deberán tomar "las medidas que consideren adecuadas con vistas a
garantizar la independencia de las decisiones editoriales" y divulgar
"cualquier conflicto de intereses real o posible de cualquier parte que tenga una participación" que
pueda afectar a la oferta de noticias y contenidos sobre cuestiones de
actualidad.
Pero hay
también otras cuestiones colaterales que hay que tener en cuenta. Por ejemplo,
la norma también pretende regular el papel de las grandes plataformas digitales
que integran informaciones de medios de comunicación. Así, si estas
plataformas restringen o suspenden
contenidos de medios de comunicación deberán explicar a estos medios los motivos e iniciar
"un diálogo significativo y efectivo" con el fin de hallar una
solución. Además, las plataformas deberán publicar cada año el número de casos
en que hayan impuesto una restricción o suspensión de contenidos y los motivos.
Con estas medidas, la UE pretende evitar que las grandes plataformas menoscaben
la igualdad de condiciones de competencia en el mercado interior.
Hay que
referirse también los casos de concentraciones entre grupos de comunicación. La futura norma obligará a los Estados a evaluar las
repercusiones sobre el pluralismo en los medios y su independencia editorial.
Para esta evaluación se tendrá en cuenta las consecuencias de la fusión en la pluralidad informativa y los efectos en la formación de
la opinión pública, la salvaguardia de la independencia editorial y, si en el
caso de no haberse producido la operación, la entidad compradora y la comprada
hubieran sido sostenibles económicamente o si había alternativas para
garantizar esta sostenibilidad.
¿Qué pasará con la publicidad estatal? Europa obligará a que la
publicidad estatal se conceda conforme a criterios "transparentes,
objetivos, proporcionados y no discriminatorios y mediante procedimientos
abiertos". Las autoridades nacionales deberán publicar anualmente su gasto
en publicidad, qué medios se han beneficiado y con qué importes.
Los
proveedores de sistemas de medición de audiencia –informa Eva Díaz- deben dar a
los medios de comunicación, sin coste alguno, la información de la metodología
utilizada. Estos sistemas deberán cumplir los principios de
"transparencia, imparcialidad, inclusividad, proporcionalidad, no
discriminación y verificabilidad".
Atención a la
creación del Comité Europeo de Servicios de Medios de Comunicación para
promover la aplicación eficaz y coherente de las normas de la UE en materia de
medios de comunicación, sin aceptar órdenes de ningún Gobierno. Este Comité
comunitario redactará dictámenes sobre cualquier medida nacional que afecte a
los medios, así como de las concentraciones que haya en el mercado y sus
repercusiones. Fomentará mejores prácticas en la medición de audiencias y el
diálogo entre prensa y plataformas para evitar la desinformación, contenidos nocivos e interferencias
extranjeras.
Por último,
según el texto del reglamento aprobado, los usuarios tendrán derecho a cambiar
los ajustes en cualquier dispositivo para personalizar la oferta audiovisual de
medios según sus intereses. Los fabricantes de dispositivos deberán
garantizar una funcionalidad que permita seleccionar dichas preferencias.
En fin, se
avecina una norma de notable trascendencia que, teóricamente, ha de servir para
garantizar la libertad editorial, mejorar la calidad del producto periodístico
y reconducir el ejercicio responsable de la profesión.
1 comentario:
Vamos a ver que sucede con esta nueva ley, o norma, y si en realidad nos lleva a la libertad deseada o no.
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