Muchos amigos y compañeros desaparecidos en un
breve lapso de tiempo. Con razón alguien exclama ¿qué está pasando? Y no pueden
evitar una expresión de estupor cuando preguntan por la causa de la muerte o
qué edad tenía, cuestiones recurrentes cuando se enteran del óbito.
El caso más reciente, en el Puerto de la Cruz, es
el de Antonio Santana Sánchez quien fuera secretario de organización de la
Comisión Ejecutiva Insular del Partido Socialista Canario-PSOE y secretario
general de los socialistas portuenses. Al margen de la política, fue
colaborador de TVE y ejerció como director adjunto del Festival Internacional
de Cine Ecológico y de la Naturaleza cuando sus contenidos y su realización
estaban a cargo del periodista y crítico cinematográfico, el sevillano Alfonso
Eduardo Pérez-Orozco. Ha fallecido a los 92 años.
Santana desempeñó un papel muy activo en tiempos
de la Transición política cuando lo que preponderaba era la lucha por la
consolidación de la democracia. Fue un cumplidor de las múltiples demandas que
circulaban para que la organización de actos y campañas encontrasen siempre
respuestas. Eran tiempos difíciles, cuando había que convencer y persuadir, a
los indecisos y a los temerosos, a los que se acercaban a la política, a los
que aprendían sobre la marcha, a los que costaba salir de la clandestinidad y a
los que, siendo trabajadores, no tenían demasiada conciencia de lo que era la
lucha obrera. Era difícil crear y coser actitudes proactivas. Santana estaba
ahí estimulando sensibilidades y estableciendo conexiones de un socialismo muy
en pañales.
Tuvo un papel destacado cuando Antonio Martinón,
siendo secretario general insular, le confió tareas de gestión para reanimar la
agrupación local de Icod de los Vinos que culminaron con la incorporación a la
organización socialista del grupo municipal de ediles independientes que había
accedido al gobierno local tras su triunfo electoral en abril de 1979.
Participó activamente en los preparativos y
desarrollo de varias convocatorias congresuales. Lector atento de la
actualidad, siempre estuvo presto para prestar apoyo a las agrupaciones que, en
el primer mandato de corporaciones democráticas (1979-83), afrontaban problemas
de dotaciones y asistencia. Impulsó, incluso participando en varias de ellas,
la actividad asamblearia.
En su interés por el cine, trabajó con denuedo
para sacar adelante el Festival de Cine, ganándose algunas antipatías. Pero fue
firme en sus encomiendas que procuró solventar con eficacia y discreción.
Fue retirándose progresivamente de la actividad
política y también de la gestión en el seno del festival de cine que terminaría
desapareciendo. Santana no buscó glorias, sencillamente trató de encontrar el
espacio adecuado donde colaborar y se útil, no solo en el ámbito orgánico sino
también en el institucional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario