Se conmemoró ayer el Día Internacional del Periodismo Deportivo. Lo recordaba Alexis Rojas en su sitio de facebook dedicado al turismo. En seguida, se sumaron Pedro Marrero, presidente de la Asociación Española de Prensa Deportiva en Tenerife; Manuel Negrín, miembro de número de la misma que contribuyó a nacer, crecer y consolidarse, y otros compañeros que están en activo y sigue desarrollado su desempeño hasta especializarse o, más sencillo, colaborar en la confección de resultados y clasificaciones (mucho valor otorgamos a esta tarea cuando se trata de categorías de base) y localizar a protagonistas para programas o ediciones posteriores. La creación de esta efeméride en el año 1995 surgió por iniciativa de la Asociación Internacional de Prensa Deportiva (AIPS) durante el Congreso Mundial de Quebec. Se creó el 2 de julio de 1924 en Paris, Francia, a raíz de la propuesta efectuada por el jefe de prensa de los Juegos Olímpicos celebrados en ese año, Frantz Reichel y por el belga Victor Boin.
El objetivo principal de esta Asociación es mejorar la cooperación entre las ciento sesenta y cuatro organizaciones de prensa deportiva en el mundo; orientada a promover el deporte y defender el interés profesional de sus miembros. La AIPS funge como un organismo intermediario entre la prensa internacional, atletas y patrocinadores.
Quienes han escogido esta faceta saben que no se trata solo de narrar noticias o eventos deportivos. El periodista deportivo contribuye a la promoción del deporte como una materia de interés general y educativo, fomentando hábitos deportivos que repercuten en la salud de las personas.
El trabajo de los periodistas deportivos no se centra únicamente en informar sobre las noticias y acontecimientos deportivos sino que va más allá; propiciando la generación de debates y coloquios basados en el contenido de la información transmitida. Contribuye a fomentar la práctica deportiva y la afición a los deportes. Una parte de estos profesionales de la información trabajan en la sección deportiva de periódicos y revistas; redactando artículos relacionados con los acontecimientos deportivos e información de interés sobre atletas y deportistas.
La cobertura radiofónica siempre gozó de amplio respaldo popular, aún hoy. La televisión ha propiciado que los principales acontecimientos deportivos como cualquier campeonato mundial y los Juegos Olímpicos sean seguidos por decenas de millones de espectadores. Los periodistas que transmiten tienen la alta responsabilidad de contar aquello que se puede convertir en memorable.
Esta conmemoración ha servido para recordar los testimonios de quienes ejercieron el oficio antes de cosechar grandes éxitos literarios, como el venezolano Miguel Otero Silva, los escritores Miguel Delibes y Albert Camus, así como Manuel Alcántara y Antonio Valencia, que cultivaron la poesía y el teatro, respectivamente, y más cerca, el ensayista Domingo Pérez Minik y el maestro Juan Cruz Ruiz, con quien aprendimos a amar el oficio.
Ayer fue el día en que el periodismo deportivo, sin oropeles, porque hay poco que celebrar, conmemoró una fecha que lo enaltece. Nadie de los que se ha dedicado en alguna etapa al periodismo deportivo, lo olvida: “Yo también fui periodista deportivo”, confesó en cierta ocasión Otero Silva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario