La conectividad aérea tiene que ser determinante en el proceso de recuperación del sector turístico. Aquí estamos a la espera de los resultados de la iniciativa con la compañía estadounidense ‘United’ que, teóricamente, ha de facilitar la apertura del mercado norteamericano; y de aquella experiencia frustrada (al menos, por el momento) que significa la firma ‘Lattitude Hub’ de la que, tras su vuelo inaugural, nunca más se supo.
Los destinos turísticos han de afrontar una etapa de dura competencia. La captación de mercados emisores requiere imaginación, destreza, capacidad inversora y sostenibilidad. Con ofertas diferenciadas y bien promocionadas, por supuesto. Las líneas estratégicas han de estar bien trazadas para diversificar los mercados, priorizar la recuperación de éstos y establecer nuevos mecanismos de colaboración con las aerolíneas para trabajar, conjuntamente con los organismos competentes y los aeropuertos en la creación de nuevas rutas que no implique subvenciones.
Lo puso de relieve recientemente, en el I Foro de Conectividad Aérea Costa Blanca, el CEO de Turismo de Tenerife, David Pérez, quien después de reiterar la importancia del mercado británico, subrayó que su desaparición o su merma durante la pandemia significó un serio impacto para la isla, hecho que incide en la necesidad de no depender tanto de un solo mercado y trabajar más en la diversificación: “Estamos abriendo mercados del Este y muy importante, los Estados Unidos”, explicó Pérez. Recientemente, la aerolínea estadounidense United anunció para el verano 2022, rutas directas desde Mallorca y Tenerife con Nueva York. Una iniciativa que entra en la estrategia de ambas islas de apuntar al mercado estadounidense. En el caso de la primera, la compañía aérea se lo planteó a las autoridades, mientras que en el caso de la segunda, la isla canaria se lo propuso, en el marco de sus objetivos de diversificación de mercados.
Por cierto, en cuanto a las ideas y aportaciones de las aerolíneas, los intervinientes en el citado Foro se han manifestado muy de acuerdo con la unidad entre destinos y el poner en común los valores de unos y otros para fortalecer la marca España como vía para vigorizar luego la propia marca con sus atributos diferenciados.
Y una consideración relevante en este contexto: los hechos señalan que no ha sido buena la experiencia de las subvenciones. La visión cortoplacista, supuestamente para incentivar la modalidad low cost (bajo coste), no funcionó adecuadamente. Importa mucho más y resulta más eficiente programar colaboraciones con visión más estable. La conclusión es que “hay muchas maneras de colaborar con las aerolíneas: el comarketing, promoción en origen, las páginas web, compartir los planes de promoción, pero no se puede ni debe subvencionar con dinero público a una aerolínea que, por su parte, debe hacer estudio de mercado y viabilidad antes de abrir una ruta y no venir a pedir dinero a las administraciones locales”.
Entonces, la diversificación de mercados y nuevas rutas sin subvenciones, objetivos claros de un proceso que debe conducir a un fortalecimiento de la conectividad aérea. Será un pilar decisivo en la recuperación del sector turístico.
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