Al mediodía del Jueves Santo, cuatro amigos cumplimos la tradición de comer un pescado en un restaurante del norte de la isla. Hecha la reserva desde dos fechas antes. Después de poner combustible en una de las gasolineras de la ruta, donde había cola para proveer, llegamos con veinte minutos de retraso al lugar del almuerzo. Ya habían anulado la reserva pero de alguna manera la mantuvieron habilitando una mesa de repuesto, a fin de cuentas el género ya había sido encargado. En la sobremesa, dos pueblos más adelante, todas las mesas, en plena vía pública, estaban ocupadas, algunas con turistas y la clientela nativa, muy en plan senderista, reponiendo fuerzas para iniciar el regreso y completar la jornada.
Bueno, sabemos que es una fecha señalada y que muchas familias y grupos de amigos hacen prácticamente lo mismo. Pero las apariencias apuntan que el consumo no se detiene, que el sector servicios/restauración navega viento en popa y que la crisis… sí, pero no tanto.
Entonces, en el retorno al punto de origen, es cuando nos acordamos de una previsión hecha pública por el viceconsejero de Economía e Internacionalización del Gobierno de Canarias, Blas Acosta, quien en los últimos días de marzo pasado, dio a conocer los posibles escenarios de la economía canaria cuya característica común era un crecimiento sostenido, al menos hasta 2024.
La economía del archipiélago canario, en efecto, mantendrá, según Acosta, durante este año 2022 una senda de crecimiento continuado, tanto del Producto Interior Bruto (PIB) como de la creación de empleo. Los parámetros económicos que más se incrementarán son el consumo privado, con un aumento del 5,1%, y la inversión en bienes de producción, por parte de las empresas, que gastarán en mejorar sus instalaciones y equipos un 7,6% más que en 2021.
El viceconsejero Acosta apuntó que estos incrementos se han calculado “a pesar del aumento de la inflación y, si logra contenerse, el crecimiento final en el consumo y el resto de indicadores económicos podría ser bastante superior”.
Citamos antes la espera en la estación de servicio. La movilidad o el transporte interior son fundamentales, de ahí que interesen las previsiones sobre el precio de los combustibles. Están en vigor algunas medidas encaminadas a mitigar el incremento de precios. En especial, Blas Acosta destacó la bonificación adicional del 80 % para el transporte marítimo entre los puertos peninsulares y los canarios “por lo que, con toda esta batería de medidas, es previsible que logremos controlar la escalada de precio de aquí al verano, con efectos muy positivos en el conjunto de la economía”. En este sentido, el viceconsejero recordó que el Gobierno del Estado ya ha aprobado aplicar fórmulas que reduzcan el precio de la factura eléctrica y que tanto éste como el Gobierno de Canarias han tomado medidas para reducir el coste del combustible para todos los vehículos, con medidas específicas para transportistas y el sector primario.
Así, el modelo de predicción trimestral de la viceconsejería de Economía e Internacionalización del Gobierno de Canarias, que se basa en el Modelo de Predicción desarrollado por el Centro de Predicción Económica (Ceprede), y que se elaboró antes de la aprobación de las medidas contra la subida del IPC, avanza que, en un escenario central, la economía de las Islas incrementaría su PIB un 6,3 %, es decir, 1,5 puntos más que la media estatal y 2,7 puntos por encima del conjunto de la Eurozona. El modelo incluye además otros dos escenarios; uno pesimista, en el que la economía canaria seguiría creciendo 4,1 %; y otro optimista, en el que el aumento ya rozaría los dos dígitos y se colocaría en un 8,5 % del PIB.
Estos incrementos, según fuentes gubernamentales, tendrán, además, repercusión en la creación de más empleo en las islas, que seguirán la línea de mejora del mercado laboral ya iniciada en 2021. En concreto, el modelo prevé que en 2022 se mantendrá el incremento en el número de ocupados medios durante el año, con respecto al ejercicio anterior, con una tasa de crecimiento que podría ser incluso mayor.
Acosta no olvida que el contexto actual sigue caracterizado por una notable incertidumbre, con una pandemia que no termina de desaparecer y el conflicto de Ucrania que “puede tener efectos demoledores en todas las economías”. A pesar de eso, se mostró moderadamente optimista.
Veamos si acierta en sus previsiones para el archipiélago.
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