“Cuadernos patrimoniales es una declaración de
amor a Icod de los Vinos, comprometido con la divulgación y la protección de
las maravillas de nuestra ciudad. Es historia a buen recaudo, como una terapia,
como un sortilegio en unas páginas que, además, tienen un extenso e intenso
pasado, mágico, espiritual…”, saluda el cronista oficial de la localidad José
Fernando Díaz Medina, en el número 4 de ‘Cuadernos patrimoniales’, una
publicación que, según su editor y coordinador responsable, quiere ser “un
medio capaz de crear contenidos sobre la historia, cultura y patrimonio, un
servicio genuino que extiende sus límites y experiencias de la población hacia
otras geografías”.
El cronista se esmera en esta cuarta entrega cuyos contenidos buscan emocionar. “El paisaje es mirada pero es también tierra-región-distrito-país”, una suculenta invitación para adentrarse en ese “hervidero de patrimonio cultural con fuerza nacional en múltiples expresiones artísticas, una de las razones por las que es una localidad que siempre nos parecerá mágica”.
En noventa y dos páginas, se despliega una notable profusión fotográfica perteneciente a las colecciones privadas de Jesús Alfonso Martín Fuentes, Pedro Ángel Gómez Barreto, Alfonso Velázquez Armas, Ángel Hernández, Yeray Miranda Alonso. Juan Manuel Luis Santana y del propio José Fernando Díaz Medina. La portada reproduce una obra de la acuarelista Julia Gupalo y la contraportada es original de la ilustradora Leticia Zamora.
Los trabajos que se publican vienen firmados por el canónigo y deán de la catedral, Juan Pedro Rivero González (“El puro y la sotana”), quien evoca algunos recuerdos en el alma del recordado párroco, Carlos González Quintero; y la profesora María del Carmen Domínguez Delgado que completa la segunda parte de “Mamá en apuros”, dedicada a los apuntes lexicográficos sobre algunos vocablos canarios usados por sus mayores.
Pastor Díaz es autor de un extenso y minucioso trabajo de la evolución de los resultados electorales en Icod entre 1979 y 2019, fundamental para entender los intríngulis de la política local desde el acceso a la democracia.
El cronista oficial de Telde, Antonio González Padrón, escribe una carta abierta al doctor Domingo Martínez de la Peña y González, a la que sigue un texto del cronista oficial de San Juan de la Rambla, Pedro Ángel Gómez Barreto, en el que glosa, con “La aventura de estudiar”, su paso por el instituto de medias de Icod de los Vinos, hoy denominado “Lucas Martín Espino”.
La nostalgia encuentra acomodo en dos páginas de esta cuarta edición de “Cuadernos patrimoniales”, firmadas por José Eduardo Amaro Luis-Ravelo, una de ellas dedicada a la memoria de Nuria; y en el ameno relato intimista de Miguel Ángel Díaz Langue Aguiar centrado en “Don Isidoro, nuestro terrible maestro”.
Donacio Cejas Padrón es el autor de la evocación, dividida en dos partes –la segunda es obra del propio cronista, Díaz Medina- de “Don Francisco Ardévol o la sabiduría del maestro nacional. Su paso por Frontera, recuerdos y vivencias”.
Cuatro apéndices completan el contenido de esta publicación: uno de ellos reproduce un facsímil de “La Voz de Icod”, autodenominado “periódico de intereses generales”; dos insertan publicaciones del desaparecido “Canarias” (un reportaje sobre el Hércules de baloncesto y una entrevista con el director de la banda municipal de música, el maestro José Albuger Cuenca); y el cuarto es un texto extraído del libro “Icod insólito”, del que es autor Domingo Martínez de la Peña González, titulado “El Señor de las aguas y la lluvia”.
En fin, “Cuadernos patrimoniales” va consolidándose y su aportación empieza a ser muy valiosa para el estudio de la historia y de la idiosincrasia de Icod de los Vinos. Como escribe su promotor, una declaración de amor, un compromiso con la divulgación de la historia de la localidad y el sortilegio de un intenso y extenso pasado.
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