La crónica final del departamento de Comunicación del
Ayuntamiento del Puerto de la Cruz sobre el desarrollo de la vigésimoprimera
edición del Festival Internacional de Arte en la Calle, Mueca, condensa
los testimonios de espectadores, visitantes, trabajadores, participantes y
curiosos de todas las edades que convergen en un sentimiento de atracción e
identificación con la iniciativa. Es un relato llamativo sobre la pasión que de
facto despierta esta cita anual para contemplar teatro, danza, circo, música, literatura,
performances y actividades solidarias y sostenibles que sustancian un universo
creativo y participativo, la esencia de un ecosistema cultural que cada vez es
mejor apreciado.
En Mueca transpira la ciudad cosmopolita, esa singular mezcla de alegría, transformación, posibilismo artístico y diversidad que es accesible para gantes de toda condición social y de todas las edades. Si el Puerto nació para estar animado todo el tiempo, para generar bullicio, para ofertar más allá de los convencionalismos, para coexistir con las manifestaciones culturales, este festival que une a miles de personas representa esos y otros muchos valores.
“Nos vamos un año más con el alma llena”, es uno de los testimonios recogidos en la crónica, expresado en medio de emociones que también experimentamos contemplando uno de los títulos de la Vuelta al Chimisay Paradiso, con inevitable licencia para la nostalgia expedida por el grupo La Pandilla que redondea su puesta en escena, digna de pantalla grande.
Nostalgia sí, de la sabrosa, de la que revitaliza, fue la experimentada en la tarde-noche del sábado en aquel atestado costado norte de la plaza del Charco con Arístides Moreno &101 Brass Band o el tributo de Abbey Road a The Beatles.
Las acrobacias de Les Petis Bras dejaron boquiabiertos a los niños y a los espectadores de todas las edades…
En fin, un reguero de creatividad artística que hace del Puerto, sin duda, un lugar privilegiado cuando se hace Mueca, cuando se vive a fondo algo que llena el alma, sí señor, y ya se trazan planes para el próximo año. En esta edición mucho más allá de la propuesta cultural de arte en la calle a la que está acostumbrada el público. Por primera vez, Puerto de la Cruz se transformó también en el escenario donde tuvo lugar un foro profesional pionero en Canarias y que conectó a profesionales de las artes del movimiento, de calle, escénicas y plásticas, así como de procesos urbanísticos y de participación ciudadana de las islas con productores y agentes culturales regionales, nacionales e internacionales: Conexión Mueca, una iniciativa impulsada por el Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC) como lanzadera del talento canario.
En este sentido, Conexión Mueca sentó en una misma mesa a
creadores y creadoras de Canarias con agentes culturales nacionales (como la
Red Española de Teatros, Fira Tárrega, el Festival de Almagro, el Teatro
Principal de Ourense, el Victoria Eugenia de Donostia) y representantes de
proyectos de Uruguay, Colombia y Chile. Esto supuso el primer paso del Programa
de Fomento de las Artes de Calle del ICDC, destinado a potenciar, reflexionar y
trabajar sobre el arte de calle, y en el que también participarán los
festivales Temudas (Gran Canaria) y Tran Tran (Fuerteventura).
El alcance de los objetivos se contrasta en esta apreciación de Lorena Matute, coordinadora de la Unidad de Artes Escénicas del ICDC, quien explicó que se trata de “acondicionar un espacio para propiciar el encuentro de programadores y programadoras con artistas de las islas de artes de calle”. Un encuentro que nació con el ánimo de que se reconozcan, “y propiciar así una relación que vaya más allá del hecho artístico. Los nexos aquí se crearon a través de las experiencias de vida. A partir de ahí, se establecen otro tipo de conexiones más reales y duraderas”.
Más allá del hecho artístico. Eso lo dice todo. Y Mueca se despliega como un festival sin igual. Orgullo de portuenses.
Merecida enhorabuena.
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