Los periodistas y el convenio pendiente. La cosa está complicada, hasta el punto de
que se preparan movilizaciones para intentar que la patronal reconsidere sus
posturas iniciales, basadas en incrementar un uno por ciento los salarios de
los trabajadores de prensa. Sin pagar atrasos, aplicándolo en 2023 y 2024. La
oferta de la Asociación de Medios de Información (AMI), en la que se integran
los grupos Vocento, Prisa, Joly, Prensa Ibérica o Unidad Editorial, ha sido
calificada por la representación sindical de vergonzosa y quiere mejorarla,
claro.
Según ha informado el periódico El País, los
representantes de Comisiones Obreras, Unión General de Trabajadores y la
Federación de Sindicatos de Periodistas cuantifican en poco más de once
euros netos al mes por nómina para cada redactor
la propuesta de subida salarial de AMI, como oferta final para
la renovación del Convenio Colectivo Estatal de Prensa Diaria, que
debía renovarse el 1 de enero de 2022. Los sindicatos advierten que se ven
forzados a preparar movilizaciones ante una propuesta «absolutamente irresponsable
con la que, de nuevo, se busca cargar sobre los trabajadores la
crisis permanente en la que viven».
La última reunión de negociación, supone, para la parte social,
una ruptura de las negociaciones, ya que en un momento como el actual, con la
inflación por encima del siete por ciento, «es imposible asumir que las
plantillas de los medios vayan a recibir esa miserable subida de sueldo».
Los representantes de las tres organizaciones sindicales que
negocian este convenio se niegan en rotundo a avalar «una subida salarial
ridícula para el momento actual», máxime cuando se trata de un convenio con
tablas salariales bajas, «alejadas de la remuneración que deben
tener unos profesionales dedicados a ejercer la tarea de hacer valer
la libertad de información en un sistema democrático y de que se cumpla el
derecho a la información de la ciudadanía».
Según la información de El País, con las tablas actuales,
un redactor o redactora que está asignado en este
convenio al grupo tres (la mayoría de los trabajadores afectados
por el convenio pertenecen a ese grupo), tiene un sueldo bruto anual
de 21.683 euros. A sueldos así es a los que la
patronal pretende aplicar una mínima subida desde el día de la
firma del convenio, sin pagar los atrasos desde el 1 de enero de 2022 y sin
ninguna subida para jefes de sección, redactores jefes y puestos similares de
otros departamentos. La AMI solo añade la posibilidad de
subir un uno por ciento cada año de vigencia del convenio (hasta 2024),
argumentando que el momento de incertidumbre actual no permite ningún
incremento más.
Para la parte social, conformada por CCOO, UGT
y FeSP, esta propuesta es una llamada al conflicto y un mensaje
claro de la Asociación de Medios de Información de que le preocupa poco o nada
la calidad del trabajo que hacen a diario sus profesionales.
Argumentan que la patronal persiste en el error demostrado
en la anterior crisis de buscar la rentabilidad de sus negocios con la rebaja
de la inversión en su apartado de personal. Además, justifica su
irresponsable y provocadora oferta, según la califican, con un argumento
de tan poco peso como es el encarecimiento del papel,
cuando este convenio se aplica tanto a empresas de edición impresa como
digital, y cuando está claro que el negocio en papel representa un
porcentaje cada vez más marginal en la cuenta de resultados de los
asociados de AMI.
Lo peor es que la patronal AMI tampoco acepta
otras propuestas que los sindicatos consideran vitales para recuperar el
crédito perdido ante la opinión pública por los medios de comunicación, y
que no implican ningún coste para las empresas, por ejemplo hacer
obligatoria la existencia de un Estatuto de Redacción en cada cabecera.
Es lógico que la parte social valore que, tras siete reuniones
negociadoras, «sea una verdadera
decepción haber encontrado tan poca disposición al acuerdo en la
patronal de prensa diaria». Y concluye que ante el fracaso de las
negociaciones, debido a la «actitud intransigente de la AMI, ha
llegado la hora de preparar movilizaciones», por lo que CC.OO., UGT
y FeSP trabajan ya en el escenario del conflicto.
1 comentario:
Avasallar. El periodismo puesto al servicio de la economía. ¿Quién, entonces, es el cuarto poder?
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