jueves, 28 de diciembre de 2023

ARTIFICIALIDAD INABARCABLE

 

Cada día, prácticamente, nos sorprenden los avances de la Inteligencia Artificial (IA). El desarrollo es continuo. La última prueba: es capaz de predecir  el futuro de las personas a partir de sus datos, llegando incluso a adivinar si van a morir en los próximos cuatro años.

Según publica la revista Nature Computational Science, de la que se hace eco la cadena SER, un equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU), dirigido por Sune Lehmann, ha confeccionado un modelo de Inteligencia Artificial llamado 'life2vec'. A partir de una base de datos de más de seis millones de personas, en donde se analiza todo lo relacionado con educación, salud, ingresos, ocupación, el sistema es capaz de acertar en un 78 % de los casos si una persona va a morir. Esto supone un 11 % de mejora con respecto a los modelos actuales.

Una de las novedades que presenta este estudio es que no utiliza los datos en términos numéricos, sino que, mediante un sistema de aprendizaje profundo, conocido también como ‘deep learning’, (‘aprendizaje profundo’), esto es, El sistema que entrena a una computadora para que realice tareas como las hacemos los seres humanos, como el reconocimiento del habla, la identificación de imágenes o hacer predicciones. Sucede entonces que la metodología es capaz de filtrar esos datos adaptando cada circunstancia vital de los ciudadanos que analiza. La base de datos utilizada ha sido proporcionada por el gobierno de Dinamarca a través de la empresa “Statistic Denmark”. Según Wikipedia, el aprendizaje profundo es un conjunto de algoritmos de aprendizaje automático que intenta modelar abstracciones de alto nivel en datos usando arquitecturas computacionales que admiten transformaciones no lineales múltiples e iterativas de datos expresados en forma matricial o tensorial.

Aportaron al sistema datos desde 2008 hasta 2016, pese a que tenían hasta 2020. De esta forma, retaron a la IA a predecir diferentes situaciones de cara a los próximos cuatro años, entre ellas si iban a morir, para después comprobarlo. Estos datos fueron aportados en parejas y se centraron en la población de entre 35 y 65 años, que es la que estadísticamente es más difícil predecir cuando fallecerán.

La versión de la SER señala que los datos fueron aportados en parejas, en las que una de las dos personas iba a morir. El motivo es que, si hubiera sido una suposición aleatoria, el nivel de acierto en el resultado habría sido del 50 %. Sin embargo, ha sido del 78 %. Sin embargo, los investigadores señalan que la IA no es capaz de predecir las muertes accidentales.

Además, el algoritmo también es capaz de analizar diferentes rasgos de la personalidad de las personas, entre los que se encuentran el grado de sociabilidad, la autoestima o la vitalidad.

Ahora, el fallecimiento. Predecirlo. Cada vez vamos más lejos. Esa “artificialidad” parece inabarcable.

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